⊰⊹ฺ ᶜᵃᵖⁱ́ᵗᵘˡᵒ 12 ⊰⊹ฺ
Su voz se había ido, tal vez la había dejado al lado del arbusto de flores o simplemente decidió esconderse de miedo, emoción, asombro, temor, entre otras muchas cosas que en la mente de Namjoon no tenían ni el más mínimo sentido.
"Probablemente esté en la tienda dormido aún. Sí, esto es un sueño, no puede ser real"
Y como podía ser real si, estaba levitando, literalmente.
Estaba tieso en el pleno aire.
Sus ojos miraban todo a su alrededor, su ángulo era mucho más alto, podía ver gran parte del pueblo, como en un mapa, o...
No sabía cómo describir la vista.
Sólo observaba todo sin poder creérselo.
-- Em ¿Namjoon? -- Seokjin señaló con una sonrisa su mano -- Me estás, um, lastimando.
Era cierto, no se había dado cuenta que asfixiaba la delicada y suave mano de Seokjin, pero había que entenderlo, era imposible soltarse sabiendo que estaba en el aire.
Seokjin sonrió -- No te dejaré caer, lo prometo -- La respuesta era clara, podía ser cierto y creer en él, pero no soltaría esa mano por nada, era mejor estar precavido. El pelinegro se acercó detrás de él y colocó ambas manos en la cintura contraria -- ¿Y ahora?
-- ¿N-no m-me dejarás c-caer?
-- No, no lo haré -- respirando con fuerza cerró sus ojos, soltó poco a poco la pobre y azul mano sin gota de sangre, por la fuerza del agarre, del príncipe.
Buscó valentía en su interior y abrió sus ojos, viendo todo.
Era una maravilla, aunque estaba asustado.
A esa distancia la muerte era más que segura; pero extrañamente sentía seguridad en ese chico que agarraba su cintura con mucha confianza.
-- ¿Esto es real?
-- Claro que sí.
-- Se ve hermoso - sus ojos resplandecían al ver la cascada a poca distancia, desde ese ángulo todo se veía espectacular y aterrador, pero más espectacular.
Ligeramente Seokjin se movió mostrándole el paisaje, podía ver las flores resplandecientes como si fueran hormigas de colores.
Su impulso nuevamente había ganado, el deseo ferviente y repentino de Seokjin en querer enseñarle el mundo desde una vista diferente; quería hacerlo sonreír.
El toque entre ellos le hizo sentir un ligero ardor en su muñeca y un golpeteo fuerte en su corazón.
No había duda alguna.
Sentía cosas inexplicables. Algo que no había sentido antes.
-- ¿Te gusta?
-- Mucho -- susurró lentamente el castaño sonriendo ante todo lo que veía.
Seokjin lo movió a una colina, donde sentó con delicadeza a Namjoon y luego se sentó él.
El castaño no podía mediar palabra, estaban en lo más alto. Se podían ver las antorchas como luciérnagas abajo, podía ver la frontera y el río por el que pasaban los viajeros a intercambiar mercancía. La ancha y gran corriente que salía de la cascada escondida y se unía al río principal.
El horizonte marcaba una inmensidad oscura, repleta de nubes alrededor de la gran Luna, que dentro de poco se colocaría carmesí por el paso del Sol.
Seokjin por su parte, deseaba retener el lindo recuerdo del chico a su lado, cada expresión alegre como las de un niño; sus facciones maduras acompañadas de esa sonrisa que poco a poco comenzaba a derretir su corazón.
Ahora lo entendía.
Sí que lo hacía.
Un vacío se había llenado, quería a este chico y no sabía de qué manera.
Jamás en sus años de vida había sentido algo así, se sentía extrovertido, inquieto y activo, con ganas de dar a conocer cada rincón de su mente, de forma que confiara en él.
Pero... ¿Por cuánto tiempo?
¿Él sentirá lo mismo?
No lo sabía y sentía miedo por las respuestas a esas dos preguntas.
Era un milagro encontrar a ese alguien que tanto necesitaba... Pero, ¿Namjoon lo entendería?
Probablemente no.
Namjoon sintió la fija mirada del pelinegro en él, se volteó pero se encontró con unos lindos ojos cafés y una sonrisa.
"La mirada de una persona enamorada" negó con su cabeza "Por Dios, Namjoon ¿Qué dices? Solo lo conoces de hoy, de hace unos minutos. Déjate de tonterías, no es un amor de niños"
Solo que sus mejillas encendidas de un lindo color carmesí hacían caso omiso de ese pensamiento.
El nerviosismo por sentir esa mirada fija en él le hizo desviar su mirada.
Su emoción por sentirse cálido, todo era inexplicable.
Mordió su labio inferior buscanado las palabras para traer a la tierra al azabache.
-- Am... -- "No sé su nombre, que idiota soy" -- ¿Hola? -- movió su mano frente a la del pelinegro, que parpadeó volviendo a la realidad sonrojándose en el proceso, incluso sus orejas lo delataban.
-- L-lo siento.
-- Pensé que te habías ido -- dijo riendo.
-- Casi, pero no fue así -- sonrió de vuelta Seokjin.
-- No me has dicho tu nombre. Tú sabes el mío pero, yo no me sé el tuyo.
-- Perdona, había olvidado ese detalle -- sonrió y extendió su mano hacia Namjoon -- Me llamo Seokjin.
-- Un placer conocerte. No hace falta que diga mi nombre -- aun con las manos estrechadas, Nam frunció el ceño -- Espera... ¿Cómo te sabes mi nombre?
-- Eso... Bueno, fue por Yoongi. Antes de venir habló conmigo y de cómo Hoseok bajaba cada vez que podía a donde su amigo Namjoon.
-- Mi nombre llega hasta allá -- sonrió revelando esos lindos hoyuelos -- Me habías visto antes entonces.
-- No, no te había visto antes -- La mirada confusa del menor lo obligó a proseguir -- Cuando te vi, supe que eras tú -- Una linda sonrisa tímida apareció en sus labios -- Lo que sentí fue inexplicable, algo dentro de mí titilaba diciéndome es él, es él, es él. Mi corazón y mis sentidos te reconocieron enseguida, supieron que tú eres ese chico que tanto había buscado y esperado. No hacía falta preguntarte, mi corazón se aceleró apenas te vi demostrándome que estaba en lo cierto -- Sus mejillas delataban sus sentimientos, dándole una linda imagen a Namjoon -- Que por fin te había encontrado, Namjoon.
Cada palabra que el azabache pronunciaba, calaba tan dentro de su pecho, que sentía que explotaría.
No era la primera vez que Namjoon tenía ese sentimiento, pero el hueco sin rellenar es ¿Por qué con alguien que no conoce?
Sus mejillas estaban rojas y probablemente calientes, su mirada permaneció fija en la de Seokjin.
-- ¿Quién eres tú? -- preguntó nuevamente en un susurro, está vez con más intriga.
Seokjin tomó las manos frías de Namjoon, gracias al clima, con una deslumbrante sonrisa respondió.
-- Soy el príncipe Seokjin. Hijo de la Luna.
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