Disclaimer: los personajes de esta historia pertenecen a Masashi Kishimoto. Obra inspirada a fin de entretener y sin fines lucrativos.

"....." pensamientos
-.....- diálogos
●●●● cambio de escena

Kakashi había vuelto de su paseo matutino, se sentía superado por todos los sucesos que estaban ocurriendo a su alrededor. Uno en particular lo tenía bastante ocupado, la boda de Naruto y Sakura estaba próxima, en dos días exactamente, la pareja contraería nupcias y él aún no arreglaba el problema de la vigilancia. 

Aunque estuvieran en tiempos de paz, sería irresponsable de su parte no tomar medidas adecuadas para el cuidado de los cientos de invitados que estarían presentes en la boda del héroe de la 4ta  guerra y la discípula de la Quinta Hokage de Konoha. Era todo un evento, y muchas personas querían ser testigos de ese lazo, pero también suponía una gran responsabilidad para todos los habitantes, pues grandes personajes estarían presentes y podría ser aprovechado por cualquiera que quisiera hacerle daño a las aldeas.

Masajeando su sien, tomó el pomo de la puerta de su oficina y entró con andar vacilante. Grande fue su sorpresa al encontrarse a algunos de los miembros de sus ex-alumnos parados frente a él con semblante decidido. "¿Ahora qué?" pensó con desgana, no podía aguantar otro problema más.

— ¿Qué hacen aquí? — preguntó a los ocho jóvenes frente a él.

— ¡Kakashi-sensei! — exclamó el pelinegro — Hemos venido... —

— Calla Lee — interrumpió Tenten — Deja que Shikamaru hable — dijo ocasionando que el chico bajara su cabeza en señal de derrota.

— Qué problemáticos... — se quejó con pereza — Hokage-sama, nos enteramos de su problema respecto a la boda —

— ¿Eh? ¿Se enteraron? —

— Sí Rokudaime — afirmó Ino — Estamos aquí para ofrecerle una solución — todos asintieron estando de acuerdo.

— Nos turnaremos para vigilar y asistir a la boda, así no tendrá por qué preocuparse — Kakashi pensaba declinar esa opción, pues era importante que todos los amigos de sus discípulos estuvieran presentes para un día tan importante como ese.

— Eso no será necesario — dijo una voz a sus espaldas, que le erizó la piel. Era Hinata quien se encontraba pulcramente vestida, mirando a todos con una bonita sonrisa — Ohayō mina-san — 

— ¿A qué te refieres Hinata? — preguntó Shikamaru con celeridad. Kakashi aún no se dignaba a corresponder el saludo de la ojiperla, lo que lo dejó extrañado.

— Hablé con el consejo, y como muestra de agradecimiento por el apoyo de Hokage-sama, decidimos que los Hyūgas se encargarán de la vigilancia el día de la boda — respondió sin poder disimular la felicidad que sentía — Eso si usted está de acuerdo, Kakashi-san — ese formalismo para con él lo afectó, la distancia entre ellos era más que clara. 

"Bien, ganaste Sasuke" se resignó con pesar.

— Hai, Hinata-san —

Todos celebraron, felices porque por fin habían resuelto el problema que no dejaba dormir a su Hokage, quien estaba aliviado y mortificado a partes iguales. Luego de poner las cosas claras, todos salieron de la oficina con una sonrisa en el rostro, tenían una boda que planear.

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Sakura estaba nerviosa, el día tan esperado había llegado por fin. Las chicas revoloteaban a su alrededor dándole los toques finales a su vestimenta y su maquillaje. Ino era la encargada de embellecer aún más su rostro, mientras que Hinata se había encargado de su Kimono nupcial. El resultado fue una hermosa pelirosa que se robó más de un suspiro.

— Estás preciosa, Sakura-chan — elogió la peliazul.

— Hasta parece que eres menos frentona Sakura — 

— ¡Ino! — regañó Tenten, mientras la rubia se reía — No le hagas caso, estás hermosa Sakura —

— Tienen razón, lo está — convino la Yamanaka, provocando un sonrojo en su amiga.

— Arigatō  — no pude decir más, el nudo en su garganta no se lo permitió.

Hinata terminó de colocar el adorno que compraron entre todas en la cabeza de la futura señora Uzumaki, era símbolo de buena suerte. Todas deseaban que encontrara la felicidad junto al chico que la había amado toda su vida, se merecía ser feliz luego de su turbulenta adolescencia, tratando de alcanzar  Sasuke mientras salía herida en el proceso.

— Creo que debemos irnos, tus padres deben estar ansiosos por verte — dijo Tenten, recogiendo todo el desastre que tenían en la habitación.

— Bien, nos vamos a ayudar a Shizune con los últimos arreglos — ambas se dirigieron a la salida — Recuerda usar mi regalo esta noche Sakura, después me lo agradeces — y desapareció de su campo de visión después de un coqueto guiño, dejando a su amiga completamente sonrojada.

— Yo también debo irme, iré a vigilar que Kō tenga todo bajo control —

— Espera Hinata... — la peliazul detuvo sus pasos, y se giró hacia la ojiverde — Crees que es correcto casarme con él luego de... — y sabiendo a lo que se refería, la miró con ternura. Sakura tenía miedo de lo que podría pasar, y eso era más que obvio.

— Escucha — se acercó a ella y la hizo girar para que fijara su vista en el espejo — Eres hermosa, Naruto te ama y tú a él, cualquier problema que tengan lo podrán enfrentar. Pero de ti depende la decisión final —

La señora Haruno entró entonces, acompañada de su esposo, quien con lágrimas en los ojos abrazó a su hija con todo el amor y orgullo del mundo. Hinata supo que era hora de partir, ya se enteraría de la elección de su amiga más tarde.

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Sasuke veía toda la ceremonia algo alejado de los demás. Naruto lucía orgulloso junto a Iruka mientras esperaba la llegada de su prometida, se le veía feliz y eso sin duda lo reconfortaba en cierta forma, aunque primero muerto que admitir lo que sentía en esos momentos. Fijó su vista en los Kages y demás visitantes, todos lo miraban de reojo con desdén, sin embargo no le importaba lo más mínimo. Estaba ahí por sus amigos, su Sensei y cierta Hyūga molesta que lo había hecho entrar en razón. A pesar de todo, no estaría por mucho tiempo, ya que Karin le esperaba para partir a su larga misión, junto al grupo Taka.

Buscaba con la mirada a la responsable de su asistencia al salón cuando Sakura entró al jardín, acompañada de sus padres. Se veía preciosa, su cabello corto ondeando con el viento, su Kimono nupcial con detalles rosados, el maquillaje sutil realzando su belleza y esa mirada de ilusión en sus ojos. Se quedó de piedra por un momento, hasta percatarse de la forma en la que los integrantes del equipo 8 lo miraban.

— ¿Impresionado Uchiha? — Shino no solía meterse en las cosas que no le competían, pero ver la cara de bobo de Sasuke mientras la chica que siempre se arrastró por él se entregaba a otro en matrimonio era bastante curioso.

— Tssk... Metanse en sus propios asuntos — chasqueo con fastidio, mientras Kiba reía disfrutando el momento.

La ceremonia pasó sin más pormenores, y cuando llegó el momento felicitó a sus amigos y les deseó buena suerte. Antes de largarse del lugar, quería ver cómo estaba la tonta Hyūga pues había notado las miradas nada disimuladas que le daba su Sensei a la peliazul. Mirada que cambió al verlo acercarse a ella. 

"Es más tonto de lo que crecí, Kakashi-sensei" pensó con diversión, al final tendría que darle algo más que un empujón al peliplata, quien parecía ser igual de despistado que Naruto.

— ¿Eh? ¿Sasuke-kun? — volteó Hinata luego de sentir un toque en su hombro, llamando la atención de los demás.

— Hinata... — la joven lo miró expectante — Debo irme, nos veremos entonces — dio media vuelta para marcharse — Y... Arigatō  —

— Sayōnara Sasuke-kun  — correspondió Hinata, haciendo que Ino exclamara emocionada por la interacción de esos dos.

— ¿Acaso estás con Sasuke-kun, Hinata? — preguntó invadiendo el espacio personal de la ojiperla.

— P-Para Ino, no es lo que crees — trató de decirle, pero la rubia no escuchaba ninguna de sus explicaciones.

— ¡Kyaaa! esto es alucinante... —

Eso fue lo último que alcanzó a escuchar, lo que le causó gracia al punto de  darle forma a una sonrisa en sus labios. Se encaminó hasta su Sensei, quien lo veía todo con resignación y molestia contenida.

— Kakashi — le llamó mientras se colocaba a su lado.

— Sasuke — lo saludó con seriedad — ¿Ya te vas? —

— Hmph — asintió — Pero antes quería decirte algo —

— Tú dirás Sasuke —

— Deberías dejar de hacerte el estúpido e ir con la Hyūga—

— ¿Hablas de Hinata? — cuestionó confundido. 

"¿A qué venía eso ahora?" pensó con molestia, parece que al Uchiha no le bastaba con robarse la atención de su chica, sino que también tenía que restregárselo en la cara.

— Baka — susurró hastiado, él no era casamentera para estar haciendo estas cosas — ¿Quién más si no? — preguntó con ironía palpable — Deja de actuar como un adolescente y tómate las cosas seriamente —

Kakashi sólo lo observó sin saber qué decir, el Sasuke frente a él no lo reconocía del todo. Suspirando volvió su vista a la mujer culpable de sus desvelos, y la encontró más hermosa que nunca, con ese delicado recogido en su cabeza.

— Ve a por ella, antes de que te quedes sin tiempo —y él sabía bien de qué hablaba. Antes de marcharse agregó — La chica no me interesa Kakashi... no es mi tipo — y sin más se perdió entre los árboles de cerezo que rodeaban la ceremonia, dejando a Kakashi sumido en sus pensamientos.

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Hinata pasaba tiempo con Hanabi dentro de su habitación, la chica no paraba de quejarse. Así estuvo todo el camino de vuelta a casa, durante la cena y ahora. Ella sólo podía escucharla y reír por sus ocurrencias, pues estaba bastante molesta con el asunto. Es más, podría afirmar que tenía el orgullo herido.

— Hanabi-chan ¿No crees que estás siendo muy dura con él? — le preguntó a su hermana, que no paraba de dar vueltas en su habitación.

— Es un estúpido, y yo no exagero en nada. Sarutobi se buscó sus problemas él solito — 

Lo cierto era que hace unos días Hanabi había desafiado a Konohamaru en duelo, quién ganara se coronaría el más fuerte de la nueva generación. Y ante todo pronóstico, su hermana fue quien resultó perdedora en el encuentro. El pobre chico había pasado todos y cada uno de los últimos días tratando de conseguir el perdón de la castaña, aunque sin éxito.

— Creo que deberías perdonarlo — la mirada molesta de su hermana no se hizo esperar — Se ve que está arrepentido — 

Su charla se vio interrumpida por unos golpes en la ventana, haciendo que ambas se miraran extrañadas. Mientras Hinata se ponía de pies para ver qué sucedía, Hanabi no perdió tiempo y activó su Byakugan para qué imprudente tocaba la ventana de una señorita a altas horas de la noche.

— ¡Vaya! — exclamó con una sonrisa — Parece que se le ha hecho costumbre venir a verte de esa forma Nee-sama —

Hinata no comprendió aquello, así que con desconfianza abrió la ventana, encontrando a Kakashi del otro lado. O al menos eso creía, pues con su Dōjutsu comprobó que era un clon del peliplata.

— ¿H-Hokage-sama? —

— Hinata... Te espero en la cascada antes de medianoche — y desapareció en una nube de humo. La joven fijó su vista en el reloj que estaba colgado en la pared, el cual indicaba que faltaban veinte minutos para la hora indicada.

— ¿Irás verdad? — preguntó Hanabi con emoción — Deberías dejar de actuar como mojigata y hacer algo emocionante por primera vez en tu vida —

— ¡Hanabi! — reprendió con la vergüenza recorriendo su ser.

— ¿Qué?, sabes que digo la verdad Onee-sama — se acercó a ella y la empujó con dirección a su guardarropa — Anda ve, yo te cubro —

Y eso fue todo lo que necesitó escuchar para ir al encuentro con el hombre que se había ganado su corazón.

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¡Y aquí estoy de nuevo!

Sé que desaparecí unos días, pero estaba muy ocupado. Espero retomar las actualizaciones con regularidad, pues  tengo nuevos proyectos que quiero compartir con ustedes.

Gracias por su infinita paciencia y apoyo (✿◠‿◠)

Pd: recuerden que las imágenes no me pertenecen :3