Capítulo XXIX

Disclaimer: los personajes de esta historia pertenecen a Masashi Kishimoto. Obra inspirada a fin de entretener y sin fines lucrativos.

"....." pensamientos
-.....- diálogos
●●●● cambio de escena

Llevaba al menos dos días cuidando de su Hime por las noches. Hinata había terminado muy mal luego de terminada la sustitución del sello, según Tsunade, era una suerte que la chica no haya muerto a causa de la inestabilidad de su chakra y el dolor. Aunque llevaba ya dos días en cama sin despertar, él se colaba por las noches con la esperanza de ser lo primero que vieran sus hermosas perlas cuando lo hiciera.

Las palabras de Sasuke se repetían una y otra vez en su mente sin compasión mientras la observaba dormitar, por eso la prisa de que lo viera a él ni bien pudiera despertar, pues quería hacerla oficialmente suya antes que alguien más. Era arriesgado infiltrarse en el complejo, más en las condiciones que se encontraba el actual líder, pero por ella correría esos riesgos y más. Además contaba con la ayuda de Pakkun, quien gracias a sus agudos sentidos, siempre avisaba cuando alguien se acercaba. Pero esa noche no sería como las demás, pues alguien en el complejo se había dado cuenta de sus intromisiones y estaba esperando pacientemente por él.

Así que era usted, Rokudaime —  dijo Hanabi saliendo de su escondite — Permítame preguntar ¿qué hace en el cuarto de mi Onee-sama a estas horas?

"Gracias por avisarme Pakkun" pensó el mayor al ver a su Ninken echado en el suelo, sumergido en el mundo de los sueños.

Ah... ya qué — susurró para sí — Pues sólo pasaba por aquí para ver que todo estuviera en orden

¿Y no podía venir durante el día como los demás? — esa excusa era bastante tonta según la menor.

Bueno pues... verás... jeje — el peliplata reía nervioso mientras rascaba su mejilla, se sentía atrapado.

¡Ah!... ya comprendo Hokage-sama — Hanabi se acercó con los brazos en jarra, había hecho un descubrimiento importante — Le gusta mi Onee-san ¿no es así?

P-Pero que cosas dices — espetó aquel todo sonrojado y haciendo raros movimientos con sus manos.

Si son tal para cual — rió Hanabi al ver el estado del mayor — No se preocupe, le guardo el secreto con una condición — cosa que captó la atención del peliplata, menuda mocosa chantajista era la pequeña.

Te escucho

Quiero integrarme como ninja, Hinata ha avanzado y yo quiero hacer lo mismo — la mirada de terminación de la chica fue lo que terminó por convencerlo.

Bien, te apartaré un lugar en la academia

Usted me agrada, espero que no la haga sufrir como el Uzumaki o se las verá conmigo — esa amenaza le hizo gracia al mayor, quien no pudo disimularlo.

No te preocupes — volvió su vista a la mujer sobre el futón — La cuidaré con mi vida

Una cosa más — le dijo mientras deslizaba Shōji — No le diga que sé sobre lo de ambos, así podré molestarla — y dicho esto le regaló una sonrisa sincera, sentía que con ese hombre su hermana estaría bien.

De acuerdo, Hanabi — y sin más la chica se fue dejándolos solos — Menuda hermana te gastas Hinata

Se quedó observándola por largo tiempo, sin percatarse que alguien lo observaba desde la copa de un árbol, con una gran sonrisa en su rostro.

●●●●

Y eso es todo lo que sucedió Uchiha-san — hablaba con la culpa bailando en su pecho.

Sasuke se había presentado en la mansión al día siguiente, justo al caer el ocaso, pues se enteró de que Hinata había despertado y ambos tenían una conversación pendiente.

Bien Hyūga. Aún no comprendo por qué la ayudaste, pero lo hecho, hecho está

Onegai, no le diga nada a Sakura-chan. No me perdonará haberle fallado

No diré nada sólo si a cambio tú haces lo mismo — la chica lo miró interrogante — No voy a arruinar su boda, ya habrá tiempo para molestarla con este tema — sólo recibió un asentimiento de su parte.

Hinata había pasado la mayor parte del día siendo atendida por Tsunade y sus amigos, quienes querían verificar que todo estuviera bien. Se sentía mucho mejor, y aunque aún estaba débil, la reconfortaba el hecho de que todos sus familiares se veían contentos por los cambios en el complejo... todos menos el viejo Tayate.

Cuando Sasuke apareció para interrogarla no pudo hacer más que contarle la verdad sobre todo lo concerniente al embarazo de Sakura. Se le veía algo consternado, pero no sería ella quien le preguntara qué le pasaba, pues el chico era conocido por ser hermético respecto a sus sentimientos.

Es muy amable de su parte Uchiha-san —  dijo acercándose a la ventana, donde el chico estaba recostado, mirando hacia el jardín.

Hmph... puedes llamarme Sasuke, Tanto formalismo es molesto — regañó aquel — Y respecto a eso, tengo mis motivos. Son mis amigos y demasiados quebraderos de cabeza les he dado como para también venir y arruinar un día especial — según hablaba su tono de voz se hacía cada vez más bajo, casi en susurros. Sasuke no sabía por qué se estaba sincerando con Hinata, pero algo en ella le hacía confiar.

Entonces si los quieres — dijo la peliazul con timidez — La quieres a ella ¿verdad? — tanto interés por parte de él la hacía sospechar.

No sabía que eras una cotilla Hyūga — comentó haciéndola sonrojar — No te voy a negar que en su momento la quise como algo más, pero no merezco estar en su vida después de todo lo ocurrido

Todos merecemos una segunda oportunidad Sasuke-san

Quizá tengas razón, pero no voy a arruinar la felicidad que ha encontrado

U-Usted también merece felicidad — esa nobleza que siempre mostraba aquella, hasta cierto punto, lo irritaba en sobremanera.

¿Estarías tú dispuesta a dármela Hinata? — acercó su rostro al de ella, el cual se puso alarmantemente rojo.

Y-Yo no... Y-Yo no quería... — pero la carcajada que soltó el Uchiha la hizo detener su torpe explicación.

— Tranquilízate, no eres mi tipo — y por primera vez lo vio regalarle una sonrisa despreocupada y sincera.

Después de un largo y cómodo silencio, mientras ambos admiraban como el sol se ocultaba decorando el firmamento con trazos anaranjados, Sasuke volvió a hablar.

Me recuerdas a ella ¿sabes?, al menos lo poco que puedo recordar — voltearon a mirarse, quedando frente a frente. Aunque la chica mantenía una mirada interrogante, no sabía a quién se refería — Mi madre tenía la misma mirada que tú. Una mirada dulce, comprensiva y llena de amor — tomó en sus manos uno de los mechones de su cabello mientras lo acariciaba con delicadeza — Hasta tu cabello es de un color parecido

La joven estaba sin palabras por todo lo que estaba escuchando. No podía creer que el hombre frente a ella fuera el mismo que varias veces amenazó con destruirlos a todos. Se quedaron así unos minutos más, hasta que Sasuke sintió el impulso de alejarse de ella de forma abrupta, no quería cometer un error cuando su objetivo era que su Sensei pudiera estar con aquella chica después de lo que había confirmado.

Creo que tienen similitudes — dijo volviendo a perderse en el paisaje frente a él — Pero a la vez son tan distintas. Me pregunto qué pensaría de mí ahora — sintió cómo colocaban una mano en su hombro y apretaban suavemente.

Creo que estaría orgullosa

... no digas tonterías, no puedes saber

No... pero según lo que ha dicho sobre ella, creo que estaría orgullosa de que intente arreglar sus errores y ser mejor — le dijo — Quizá aún puedas encontrar quien te ayude a sanar tus heridas Sasuke

Creo que fue suficiente sinceridad por hoy — se puso en posición, listo para largarse del lugar — Si dices algo sobre esto, te asesino

Arigatō — se detuvo para mirarla — P-Por compartirlo...—

Después de darle un asentimiento, desapareció en una nube de humo, dejando a Hinata perdida en sus propios pensamientos. Y aunque aquel no quisiera admitirlo, las palabras de la molesta Hyūga habían tenido efecto en él.

"Estúpida soñadora" pensó el pelinegro mientras se dirigía al distrito Uchiha, tenía mucho que meditar.

●●●●

Kakashi revisaba los últimos detalles de todo su trabajo, quería dejar todo en orden para ir a visitar a Hinata sin el mayor problema. Pues había dejado a Pakkun vigilando a la chica, así se informaría de cualquier percance que pudiera ocurrirle a pesar de estar custodiada por las personas de su clan. Trataba de buscarle solución al problema de la asistencia a la boda de Naruto, pues aunque eran tiempos de paz, algunos ninjas debían quedarse a vigilar los alrededores. Después de todo vendrían figuras importantes de todas las aldeas, como los Kages por ejemplo. Sumergido en su trabajo no notó la presencia de su Ninken hasta que este habló.

Kakashi... —

¿Eh?... ¿Qué sucede Pakkun? — se alarmó al verle — ¿Está todo bien? ¿Ella está bien? —

Si, no te preocupes — tranquilizó el can, haciendo que el peliplata volviera a sentarse en su asiento — Es sólo que sucedió algo con el chico Uchiha

¿Sasuke? — vio a Pakkun asentir a su pregunta.

Prestó atención a la explicación que este tenía para sobre lo ocurrido en el cuarto de la princesa Hyūga. Y lo que escuchó por parte de su fiel amigo no le gustó nada.

"¿Será que debo renunciar a ti?" se cuestionó el peliplata, mirando en dirección al hogar donde habitaba la mujer que no abandonaba sus pensamientos.


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¡Y aquí estoy de nuevo!

Espero no haber exagerado con la actitud de Sasuke, si tienen alguna crítica sobre eso me dejan saber.

Espero que les guste 💜

Siempre con amor, nos leemos en la próxima (✿◡‿◡)

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