Capítulo XX
Disclaimer: los personajes de esta historia pertenecen a Masashi Kishimoto. Obra inspirada a fin de entretener y sin fines lucrativos.
"....." pensamientos
-.....- diálogos
●●●● cambio de escena
Al amanecer abrió los ojos con lentitud, no se encontraba en su habitación ni sobre su cómodo futón, estaba algo desorientada. Restregó sus ojos con pereza y al instante recordó que se encontraba de misión.
"¡Kakashi!" pensó de inmediato, el peliplata no la había despertado para que lo relevara de su puesto como vigilante. Se supone que debían turnarse las responsabilidades.
Salió de su tienda presurosa y con cara de apuro. Le daba vergüenza el hecho de haberse quedado dormida toda la noche, no quería representar una carga. Lo encontró a unos metros, sentado en un tronco cerca de una pequeña fogata, donde calentaba agua para rellenar los cántaros que se encontraban medio vacíos, y algo de comida que había sobrado del día anterior.
— Con que ya despertaste — le dijo viéndola acercarse por el rabillo del ojo — No te disculpes, yo decidí dejarte descansar un poco más, aún es temprano y tendremos un día largo, así que siéntate y come — cortó cualquier palabra que intentó salir de su boca. Obedeció sin decir nada, notaba al hombre tenso, no quería hacerle enojar.
Luego de guardar todo en sus mochilas, se dispusieron a seguir con su exploración. La zona estaba algo húmeda por la lluvia que había caído, haciendo difícil caminar por el lugar. Estaba todo fangoso y enlodado. Pero no encontraron nada relacionado a los problemas expuestos por la Hokage.
Hinata cada tanto activaba su Byakugan inspeccionando todo veinte kilómetros a la redonda, hacía su mejor esfuerzo, no quería que nada se le escapara y por ende tuvieran dificultades que podían evitarse.
Revisaron cada lugar que podría ser de interés, hasta que llegaron a una estructura con pilares extraños y lo que parecía ser un sello en la entrada. Revisaron bien todo el perímetro, pero no encontraron nada a los alrededores.
— ¿Ves algo dentro, Hinata? — le habló el peliplata por segunda vez en el día.
— Sólo algunos pasillos, parece un laberinto Kakashi-sensei —
— Entonces debemos tratar de entrar — comentó convencido. Pero no sería fácil, los Uzumaki eran muy reconocidos por sus habilidad con los sellos. Eran los mejores y más temidos usuarios de técnicas de sellado del mundo Shinobi, cosa que los llevó a la casi extinción, su poder era envidiado por muchos aún ahora.
Tardaron algunas horas en descifrar cómo romper el sello, era parecido al que Naruto tenía en su vientre, y como Kakashi lo había estudiado junto a Jiraiya se les hizo más fácil tratar de entenderlo.
Entraron de manera sigilosa, iban a la par, Hinata con su Byakugan activado en todo momento pues estaban a oscuras. Si no fuera por el peligro inminente de encontrar cualquier trampa o emboscada Kakashi estaría pensando cosas no muy puritanas con la joven en cuestión.
Luego de vagar por los pasillos entraron a una extraña habitación, pilotes rodeaban toda la estructura dándole un toque ancestral. En medio de todo, al fondo, se encontraba una gran mesa de piedra y debajo de esta Hinata pudo divisar una compuerta que resguardaba una pequeña caja.
Se acercaron con cautela, la joven se inclinó hasta quedar a la altura de la gran piedra e hizo presión para abrir el compartimiento. Con la mala suerte de que activó una trampa. Senbons fueron disparados en todas direcciones. Kakashi quien tenía la mirada perdida en el redondo trasero de la chica, que realzaba por la posición en que se encontraba, reaccionó tarde ante la situación. Algunas de las agujas se clavaron en su brazo, haciéndole despertar de su letargo.
Ambos esquivaron todo cuanto pudieron y con la caja en manos se dieron por satisfechos para ser el primer día de búsqueda. Ninguno estaba herido de gravedad, pero Kakashi se reprendió por su descuido, podrían haber muerto por su despiste.
Una vez fuera del lugar, el Hatake retiró las agujas que lo habían alcanzado, eran muy finas comparadas con las que solía utilizar Genma en combate.
— ¿Se encuentra bien? — la preocupación era palpable en los ojos de la joven.
— Hai. Descuida, no es nada — le aseguró.
El mal tiempo los obligó a buscar una cueva donde pasar lo que restaba del día. Se avecinaba una lluvia torrencial. Así que sin perder tiempo, Hinata se dispuso a buscar una cueva donde resguardarse mientras Kakashi iba por agua y leña.
Justo cuando ponían un pie en la cueva que la chica encontró algunos kilómetros más allá del lugar donde estaban, se desató un diluvio frente a sus ojos, no podrían seguir con su búsqueda hasta pasada la tempestad. Truenos surcaban el cielo con furia, empezaban a preocuparse por la pelirosa y el rubio. Conociendo lo despistado que era Naruto, podían asegurar que pescarían un resfriado.
Encendieron la fogata y prepararon algo de comer, Hinata se encargó de esto último mientras el Hatake preparaba sus bolsas de dormir. El mayor empezaba a sentirse algo mareado, pero lo asoció a la falta de comida en su sistema, habían estado caminando por horas sin descansar.
Se sentaron a comer en un ambiente ameno. Bolas de arroz y un poco de pescado que el Hatake había conseguido era lo que tenían disponible. Sabían que debían racionar para tener algo que comer después, la comida instantánea les serviría para algunos días más, por tanto debían guardarla por si les tomaba más tiempo del estimado completar la misión.
En un momento dado Kakashi llevó ambas manos hacia su cabeza, tirando lo que tenía en ellas, un fuerte dolor lo había obligado a cerrar sus ojos con fuerza. Escalofríos recorrían su cuerpo de forma violenta, haciéndolo temblar delante de una chica que lo veía con ojos asustados.
— Kakashi-sensei, ¿está bien? — no se le ocurría qué otra cosa preguntar — ¡KAKASHI-SENSEI! — gritó asustada mientras lo veía desvanecerse y caer en el suelo, el hombre estaba inconsciente.
●●●●
Ambos estaban molestos y cansados. Había intentado hablar con ella en todo el camino, pero le había resultado imposible. Sakura Haruno era terca como una mula y orgullosa como ninguna.
— Vamos Sakura-chan, no puedes ignorarme para siempre — le dijo harto de la situación.
La joven hizo oídos sordos al reclamo de aquel rubio. Lo amaba, los cuatro meses de relación que ambos tenían habían sido maravillosos. Pero últimamente, y gracias a los chismes que corrían por la aldea, la relación se encontraba en un punto de tensión alto. Y como Naruto era un tanto infantil e inseguro, las discusiones iban en aumento y giraban siempre alrededor de lo mismo.
— Basta ya Sakura — la alcanzó y se colocó frente a ella, acorralandola — ¿Qué demonios sucede contigo? —
— ¿Conmigo dices? — preguntó ofendida.
— Te he estado diciendo que debemos hablar sobre lo que pasó, pero te comportas como una niña no queriendo enfrentar el asunto — la tomó por los hombros con algo de fuerza, no pensaba seguir con esa tensión entre ellos.
— ¿Quieres hablar?, bien. Pues hablemos Uzumaki Naruto —
"Te llamó por nombre y apellido. Mal asunto"
"Ahora no Kurama" regañó a su Bijū, quien se limitó a reírse de la situación.
— Te escucho — la joven lo miró con una de sus perfiladas cejas arqueadas — Di lo que tengas que decir, estoy cansado de tu mala actitud esta semana —
"Esto se pondrá bueno" Kurama disfrutaba burlarse de su Jinchūriki de vez en cuando.
— Eres un maldito desconsiderado — no podía más, debía sacar toda la molestia que llevaba dentro — Me hablas de carácter infantil y mala actitud cuando tú estás lejos de ser mejor que eso. Sasuke me contó todo. ¡LO AMENAZASTE NARUTO!, maldita sea — esa última frase le tocó los cojones, "¿Todas sus discusiones esa semana eran por su conversación con el Teme?" pensó mosqueado.
— ¿Esa es la razón de tu enojo injustificado? — trataba de no alterarse, pero ella se lo ponía difícil.
— Claro que no es la razón — ahora estaba confundido.
"Eso es porque eres estúpido"
"Gracias por los ánimos" pensó de manera sarcástica.
— Me molesta el hecho de que no confíes en mí — los ojos de la joven se cristalizaron — Me duele el hecho de que al primer rumor, en vez de hablar conmigo al respecto y darme el beneficio de la duda, hayas tomado la decisión de amenazar a Sasuke para que se aleje de mí. Como si no te he demostrado suficiente que es a ti a quien quiero ahora — sin más lo rodeó y siguió con su camino.
Y es que días atrás el rumor de que Sakura aún estaba enamorada de Sasuke había llegado a sus oídos. Los habían visto, según decían, muy cerca el uno del otro y algo en la forma de Sasuke indicaba que había algo más entre ellos. Él sucumbió a la ira del momento y habló con su amigo del asunto, aunque más se expresaron sus puños que él mismo.
Pero ahora, gracias a las palabras de Sakura, entendía cuál era el problema. Se dejó cegar por los celos y había ofendido a su compañera con su desconfianza.
"Lo dicho mocoso, eres un idiota" comentó aquel zorro para romper en sonoras carcajadas después. Naruto se limitó a bufar con molestia y siguió a su novia. Debía disculparse con ella, y luego vería si lo hacía con Sasuke también.
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Después de revisar a Kakashi de manera minuciosa se había dado cuenta del problema. Las agujas que le habían alcanzado estaban envenenadas. Actuó de manera rápida y lo recostó en su bolsa de dormir.
Utilizó su Ninjutsu médico y logró extraer la mayor parte del veneno, luego colocó su pomada en el brazo del Jōnin para después aplicar un antídoto de emergencia que había desarrollado con Sakura y Tsunade. Era reglamentario llevarlo siempre, sólo esperaba que funcionara sin ningún problema.
Se encontraba colocando paños tibios sobre la frente del Jōnin quien hacía unos momentos estaba delirando y temblando de forma descontrolada. Se había asegurado que el antídoto estaba surtiendo efecto. Pero los síntomas que presentaba indicaban que, por el tiempo que tardó en administrarlo, llegó a afectar su sistema.
Mientras la lluvia no paraba de caer afuera, observaba a Kakashi murmurar varios nombres de los cuales sólo pudo identificar el de Guy. Sonidos lastimeros salían de la boca del hombre, indicando que estaba alucinando algo no muy grato. Estaba angustiada, llevaba horas en la misma posición cuidándolo y velando por su bienestar.
Cuando pensó que al fin se estaba calmando, Kakashi abrió sus ojos de par en par. Lágrimas brotaban de sus orbes hasta perderse en la tela de la máscara que cubría su rostro. Ella no había podido quitársela, respetando el deseo del Jōnin de no ser visto sin ella. Se incorporó ante la atenta mirada de Hinata, quedando sentado y procedió a observar sus manos con horror.
¡Estaba entrando en un ataque de pánico!, lo supo por la mirada desorientada que tenía. Así que hizo lo que su corazón y mente le decían que hiciera. Se acercó más, tomó el rostro del hombre entre sus manos suavemente obligándolo a mirarla, y sin más lo estrechó contra su pecho mientras se aventuraba a acariciar su cabello. Siendo su abrazo correspondido.
— No, no, no. No te vayas por favor — decía el peliplata con tanto dolor, que llegó directo al corazón de la joven.
— Tranquilo, todo está bien — le repetía una y otra vez — Estoy aquí contigo, no iré a ningún lado —
El Hatake no tardó en apretarla contra él de manera inconsciente. Rodeó con sus brazos su cintura, y recostó un poco más su mejilla sobre su pecho, justo donde podía escuchar el corazón desenfrenado de la joven latir.
Se quedaron así por un tiempo, no sabría decir cuánto. Hasta que Kakashi la separó de él delicadamente. La miró a los ojos con intensidad, había caído en la cuenta de a quien tenía entre sus manos. Esa delicada chiquilla que lo traía por la calle de la amargura, estaba ahí junto a él, cuidándolo. El deseo de besarla lo mareó por un segundo, había estado controlando su ser por mucho tiempo.
"A la mierda en autocontrol" pensó, en ese momento mandaría al diablo al mismísimo mundo Shinobi sólo por llevar a cabo lo que quería hacer.
Subió su mano a la mejilla de la chica, mientras la otra bajaba su máscara. Hinata se sonrojó violentamente, pero no realizó ningún movimiento, expectante. Unió sus labios de manera delicada, luego de pasar su húmeda lengua por su labio inferior.
Hinata gimió por la sorpresa y el estremecimiento que ese beso causó en ella, cosa que él aprovechó para introducir su lengua, degustando su cavidad con verdadera devoción. Sus manos escocían por tocarla, así que llevó una a su cintura mientras la otra acariciaba su espalda lentamente.
La chica estaba sumamente nerviosa, las emociones que bullían en su interior eran todas nuevas y embriagadoras, pero poco a poco iba cooperando con la causa. Los sonidos que emitía era la más hermosa melodía que había escuchado en años, quería ser digno de escucharla siempre, sólo para él.
Esa fue una señal divina para el peliplata, quien dejándose llevar por sus deseos, descendió por su mandíbula dando mordidas y besos hasta llegar a su cuello. Mientras la mano que mantenía en la cintura de la chica se adentraba por su abrigo hasta alcanzar su seno.
Hinata sólo podía gemir quedamente, sentía todo el cuerpo ruborizado y caliente. Se dejó llevar, desconectándose de la realidad, hasta que sintió como Kakashi posaba la mano sobre su seno izquierdo firmemente. El peliplata apretaba con ganas, mientras lamía su cuello dejando rastros de saliva en él.
— K-Kakashi-sensei — murmuró la joven al punto de tener un infarto. Escuchar su voz fue como un aguijonazo a su deseo.
"Oh qué excitantes sonaban esas palabras viniendo de su boca" pensó para sí.
Pero detuvo sus movimientos cuando sintió a la chica desparramarse entre sus brazos. Había sido demasiado para ella.
¡Se había desmayado!, y él tenía una erección digna de los efectos de los afrodisíacos que hacía la Hokage.
Suspirando agónicamente, arregló sus prendas. Se lamentaba profundamente no haber mimado sus grandes atributos como era debido. La cargó hasta dejarla recostada sobre su bolsa de dormir.
Él debía resolver asuntos con su amigo, quien aún seguía emocionado por todo lo ocurrido con aquella chica. A quien empezaba a apreciar más allá de su atractivo físico.
"Por Kami, estoy perdido"
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¿Les pareció muy largo? 😅
Disculpen si es así, pero quería recompensarles por tardar veinte capítulos para que surgiera una interacción de este tipo entre ambos. Además estamos felices, estrenamos portada ╰(*°▽°*)╯
Espero que lo aprecien, los amo (✿◠‿◠)
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