Se mía Bitch-chan

Capitulo Único.

Titulo: Se mía Bitch-chan

Animé: Diabolik lovers.

Pareja: Laito x Yui

Ningún personaje me pertenece, solo los utilizo para darle vida a esta historia.

Historia corta.

Nota: Estaré usando en capitulo 4 como base, lógicamente le estaré dando un giro total a la trama.

Sinopsis:

Laito comenzó a caminar lentamente, hacia su dirección con una sonrisa perturbadora, bastante enferma. Yuri suspiro profundamente colocando sus manos en su acelerado corazón, pues sabia que aquel hermano era diferente a los demás, el no solo deseaba su sangre, también deseaba poseerla.

¨ Bith-chan, acaso piensas seducirme¨ aquellas palabras habían logrado asustarla, cuando descaradamente había entrado a su recamara y la vio solo en ropa interior.

Lo sabia de sobra, habían sido muchas insinuaciones, situaciones, demasiadas advertencias como para poderlas olvidar.

Yui corrió tanto como sus piernas se lo permitieron, abriéndose paso entre los transeúntes que solo atinaban a mirarla extrañados por su visible paranoia, pero aun rodeada de tantas personas. Yui entendía que no podía acercarse a ellos, no podría pedirles ayuda, estaba consiente de que nadie creería su alocada historia, haciendo que su única opción acertada era el contactar a su padre, bueno al hombre que hasta unos días creía que lo era.

Apresuró el paso en cuanto la vio, no lo dudo ni un poco tomo la manija y entro en la cabina asegurándose de cerrar la puerta con seguro, para que así nadie pudiera interrumpirla, temerosa tomo el teléfono y con su mano izquierda comenzó a teclear el numero, la adrenalina combinada con el miedo que tenia le impedía digitar los números correctamente.

— 150...no ese no es — colgó el teléfono—... 1...65... — volvió a marco deprisa, no podía permitirse mas errores, observando de prisa a su alrededor, todo parecía estar en completa calma, la llamada se conecto y el corazón de Yuri se sintió aliviado— Padre— llamo tímidamente.

— Bitch-chan— hablo con su habitual sensualidad — Te atrape, pequeña traviesa—

— Pero...— titubeo, sus orbes comenzaron a buscarlo con desesperación — como...como es posible que tu... tienes el teléfono... y mi padre—

— Te lo advertí, lo se todo de ti...querida— dicho esto colgó el teléfono.

Yui dejo caer el teléfono bruscamente giro despacio pues estaba segura que Laito estaba por ahí, sus ojos se agrandaron en cuanto lo vio quitándose el sombrero que lo caracterizaba como si estuviera saludando a un viejo amigo, su corazón latió aun mas de prisa y aunque sabia que debía correr antes de que el se acercara y terminara por matarla, sus piernas cobardes no se movieron ni un centímetro.

Laito comenzó a caminar lentamente hacia su dirección con una sonrisa perturbadora, bastante enferma. Yui suspiro profundamente colocando sus manos en su acelerado corazón, pues sabia que aquel hermano era diferente a los demás, el no solo deseaba su sangre, también deseaba poseerla.

¨ Bith-chan, acaso piensas seducirme¨ aquellas palabras habían logrado asustarla, cuando descaradamente había entrado a su recamara y la vio solo en ropa interior.

Lo sabia de sobra, habían sido muchas insinuaciones, situaciones, demasiadas advertencias como para poderlas olvidar.

Ante la atenta mirada de Yui, aquel pelirrojo saco unas viejas llaves de su bolsillo, las mismas que había usado para escapar, no pudo retenerlo mas y se permitió llorar. 

Hasta ese momento fue consiente, Laito había planeado aquella circunstancia saberlo la hizo sentir como una estúpida debió haberlo imaginado. 

Todo se había puesto a su favor y ella estúpidamente había caído, creyendo que sus rezos por fin habían sido escuchados, que su dios se había apiadado de su alma y que todo aquel infierno vivido permanecería como una cruel pesadilla, por eso no había dudado en tomar aquellas llaves que reposaban en su cama junto a una nota.

¨ Huye, por la parte trasera ¨ así que las tomo enseguida antes de que alguien pudiera descubrirla esperando el momento preciso en que todos estuvieran lo bastantes distraídos alistándose para el colegio, creyendo que había sido Subaru quien se las había dejado para que pudiera escapar, de una vez por todas.

— Subaru yo debí, yo debí huir cuando lo mencionaste— sollozo — Ahora, ahora ya es demasiado tarde— sintiendo la calidez de sus lagrimas.

Cerro fermente sus ojos, se había arrastrado por esos obscuros pasadizos temiendo que en cualquier momento una asquerosa rata le soltara encima incluso había huido portando su uniforme escolar llamando aun mas la atención, y al final no había valido la pena, todo aquel sacrificio no había significado nada, estaba segura de que Laito, se había burlado de su estúpida ingenuidad, siempre estuvo detrás suyo, a una distancia prudente para no levantarle cualquier sospecha.

— Vamos no es correcto que sigas aquí, alguien mas podría requerir del teléfono publico— Laito hablo, pero ella no hizo por mirarlo permaneció con los ojos cerrados — Hasta ahora, solo te he mostrado mi lado amable, así que no me hagas perder la paciencia— escucho el forcejeo y de pronto su escudo se rompió.

— Laito, por favor— sus ruegos fueron ignorados por completo solo pudo verse ser arrastrada por el pelirrojo — ¡Detente Laito!— insistió, pero a Él poco le intereso —Si no lo haces gritaré, gritaré aún más fuerte que te verás obligado a dar explicaciones y yo diré toda la verdad, diré todo lo que se de todos ustedes— amenazó bastante asustada. 

Laito la soltó, Yui  inevitablemente cayó al suelo y desde ahí pudo verlo sonreír como si en vez de hacer sido amenazado le hubiera contando un chiste.

—Adelante hazlo— pidió mientras se agachaba un poco — Grita despavoridamente, anda que estás esperando hazlo— se puso a su nivel usando sus puntillas como soporte — A nadie de esta asquerosa ciudad le importara una patética mujer como tu, así que vamos hazlo— Yui quien se había percatado de aquella "debilidad" lo empujó con bastante fuerza y una vez estando en el suelo salió corriendo, esperando que aquello le diera unos minutos de ventaja.


La vio a lo lejos, la gran estructura alivio su agitado corazón tal como se lo habían dicho la iglesia permanecía bastante alejada de la ciudad haciendo que aquello le facilitaría las cosas dándole el tiempo suficiente para hablar con el pastor y explicarle su extraña situación, contactar a su padre y de un buena ves poder aclarar toda aquella alocada situación y así mismo mantener alejando lo suficientemente a Laito quien suponía estaba siguiendo sus pasos, pero al entrar a un lugar sagrado como lo era el hogar de Kamisama no se atrevería a cruzar aquellas puertas.

Por fin, estaría segura.

Camino de prisa hasta llegar a la puerta la empujó ligeramente y aunque no pudo ver a nadie aquello no la asustó ya era de noche y suponía que el pastor estaría arreglando algunos detalles, para poder partir a su hogar.

Sus pasos aunque débiles eran firmes, estando a dentro se dirigió al altar y una vez ahí se inclino permitiéndose derramar sus lágrimas.

—Kamisama te lo agradezco— musitó entre cruzando sus manos —Se que todo estará bien a partir de ahora, pero por favor necesito que me des la fortaleza para soportar esta sádica noche —

Un aplauso acompañada de una risa siniestra logro erizarle la piel de a poco se levantó esperando que aquella solo fuera un mal entendido de su ya tan confusa mente.

—Mírate ahí Bitch-chan, en verdad piensas que aquel pedazo de barro puede escucharte— soltó una carcajada, haciendo que Yui intentará protegerse con su rosario —Tan patética mi pequeña niña—

—¡NO!— grito desesperadamente — Tu no puedes estar aquí— se tambaleo.

— ¿Por que, no?— pregunto con evidente burla.

— Este es un lugar sagrado un ser salido del mismo infierno como tu, no podría estar aquí— explico, esperando que sus palabras causaran algún tipo de escudo que impidiera que llegara hasta ella —¡Esta es la casa de Kamisama!—

— Ja, Ja, Ja, Ja— soltó una macabra carcajada — Solo por eso, Bah.. Que estupideces les enseñan a ustedes los humanos, Ustedes seres inferiores—

— Laito...— susurro.

Laito se acerco lo suficiente, y con ayuda de la luz de la luna Yui pudo notar la sangre en sus comisuras.

—¿Dónde está el pastor?— pregunto bastante asustada —¿Dónde está?—insistió, Laito solo atinó a limpiarse con su dedo pulgar mientras mantenía aquella singular sonrisa.

—Hablas de aquel anciano, con un ridículo vestido— se detuvo solo para lanzar su sombrero y acariciar su cabello —Tranquila, ya no podrá molestarnos, tampoco podrá escucharte ahora, así que grita, llora, súplica vamos hazlo solo para mi— hablo con ese toque erótico.

— Tu lo mataste— atino a decir, mientras veía con horror como esos ojos verdes se perdían en su cuerpo — Respóndeme ¿lo mataste?—

— Digamos que solo lo ayude a llegar a su tan amado Kamisama... Ja—

— Tu...— el miedo volvió a apoderarse de su débil alma — Estoy segura que recibirás tu castigo—

— Castigo?— cuestiono — Y dime mi pequeña, quien será ese valiente ser que me hará pagar por todos mis pecados— la miro fijamente — Acaso serás tu— solo basto con que Yuri parpadeara para perderlo de vista — Adelante, como te lo dije antes no hay prueba mas grande para un vampiro que ser asesinado, aquí justo en nuestro seco corazón — justo adelante de ella, la obligo a tocarle el pecho — Aquel acto, es la prueba mas grande de amor eterno— la tomo de la cintura y pego su cuerpo — Interesante artefacto — subió su chaqueta, justo entre sus ropas Laito saco una pequeña daga — Pertenece a Subaru, creo que aquel te a tenido suficiente compasión— la tomo entre sus manos, Yuri tembló mientras se lo ponía entre las suyas — Sabias que el mismo mato a su madre, la pobre imploraba la muerte desde que las primos rayos de sol tocaban su torre hasta que la luna se dignaba a salir — le acomodo la daga de modo que la punta apuntara a su pecho — Y es bastante curioso, tu destino y el de ella, pues de no matarme ahora mismo, yo mismo me encargare que supliques por que te mate — con fuerza, arrastró a Yuri — Vamos hazlo— presiono, pero ella solo la tiro al suelo, sintiéndose patética.

— No , no puedo — sollozo.

Laito pateo aquel artefacto lo bastante lejos, aunque sabia que Yui no se atrevería a atacarlo no podría confiarse.

— Me gustas— le susurro eróticamente en su oído, dejándola sorprendida— Desde el momento  que te vi entrar— suspiro, como si estuviera recordando ese justo momento — Vamos hazme sentir bien— la empujo sin piedad alguna hacia el altar.

De inmediato se le hecho encima, como si de un animal salvaje se tratara, toda aquella elegancia que había demostrado se había ido al carajo.

— No, por favor esta es la casa de Kamisama— imploro, intentando detenerlo débilmente.

— Kamisama, Kamisama, Kamisama— repitió como si se tratara de un disco rayado — No haces mas que suplicar en su nombre, pero si de todos modos vas a morir, creo que es momento de que sepas toda la verdad — Los ojos de Yui se abrieron completamente —Tu amada iglesia fue quien te entrego a nosotros— sonrió — Como sacrificio—

— ¡Es mentira! — elevo su voz — Todo lo que salga de tu sucia boca es mentira — intento patalear, pero Laito atrapo sus piernas en el aire.

— Oh vamos querida, si acaso eres tan lista, dime por que llegaste a nosotros— su expresión cambio por una mas seria.

Aquel momento donde su padre le había dado la orden de dejar su hogar para iniciar su preparación como un pastor mas, llego a su mente.

¨ Kamisama te ama, Yui jamás pierdas la fe¨ 

Recordó aquella amarga despedida y ahora entendía por que su padre mostraba aquella profunda tristeza en su rostro. Yui soltó un suspiro ahogado, aquello era cierto su propia gente la había entregado, su mismo padre estaba involucrado en todo aquello, además por lo poco que había leído de ese viejo diario es que su padre tenia una clase de conexión con la familia de Laito, su padre era un mentiroso.

Laito la miro detenidamente.

— Y que me dices ahora, quien es el sucio mentiroso— le tomo la pierna derecha, luego la beso haciéndola temblar, un mordico la hizo pegar un saltito — Realmente logras calentarme Bith-chan— se levanto para mirarla, quería grabarse todo gesto, mueca de dolor posible para tenerlo por el resto de su tortuosa eternidad.

Comenzó a desabrochar su corbatín, Yui lo miraba con temor, sabia lo que Laito deseaba y sabia que aunque suplicara no la dejaría ir.

Uno a uno los botones de su camisa blanca fueron liberados, Laito la miro con perversión mientras que con solo una mano terminaba por abrírsela y exponer sus senos, Yui intento cubrirse pero aquello fue en vano, el pelirrojo le tomo ambas manos con la suficiente fuerza para hacerla quejarse.

— Valla— hablo utilizando un toque bastante varonil, aquello la sorprendió pues jamás lo había escuchado hablar de esa extraña manera — Esta claro que Ayato se a proclamado tu dueño —

 Laito no tuvo que decir mas, Yui entendía a que se refería  justo en sus clavículas Ayato la había mordido dejándole dos inmensos chupones que aun después de días seguían bastantes vivos.

— Te a marcado como un animal — la molestia era evidente.

— Yo... Ayato nos matara — advirtió. 

Aquello no era una mentira desde que Ayato había bebido de su sangre, nadie mas se había atrevido a tocarla pues aquel se había proclamado su dueño y contradecir alguien tan posesivo como lo era aquel hombre solo significaba la muerte.

— Nos considerara traidores y ambos ... ambos — los colmillos de Laito la hicieron callar mordiéndola justo en el mismo lugar que su hermano.

— Ayato, Ayato — se burlo — Ese maldito, siempre tomando todo lo que es mío— se quejo — Yo soy el mayor y aun así debo rendirle respeto a un bastardo a un maldito marginado como Ayato — soltó una carcajada — Incluso nuestra propia madre lo odiaba y que decir de mi padre jamás lo a considerado su sucesor, el solo se a tomado atribuciones que no le corresponden — escupió con evidente odio, Yui se estremeció por aquella actitud — Yo, soy mejor que el, incluso mejor amante, yo soy mil veces mejor que ese maldito bastardo — volvió a morderla esta vez en su muñeca.

— Ah...— gimoteo — Ah...— sin poderlo retener mas volvió a llorar, esperando que todo aquello terminara rápidamente.

— Oh ... Yui— su habitual dulzura regreso — Realmente me agrada, por favor vuelve a gemir solo para mi —

Libero sus senos sin complicaciones, y Yui no pudo hacer nada para impedirlo sus esperanzas estaban muertas al igual que su Fe, había perdido todo en solo una noche y pronto perdería su virtud aquello que había guardado celosamente, creyendo en fantasías y en el amor verdadero.

Laito beso su brazo aun encima de su ropa escolar, hasta ese momento era lo único que podría agradecerle no la había desnudado descaradamente, evitando que su vergüenza creciera aun mas, si era estúpido pensar en esa clase de cosas estando en aquella situación pero no podía evitarlo pensar en aquello le permitía no perderse por completo en la locura.

— Tus senos son exquisitos — expreso, mientras delicadamente tomaba uno entre sus labios, sus afilados colmillos lograron lastimarla sintió el ardor y de pronto lo sintió succionar el lugar donde la había lastimado — Ahora entiendo por que aquel se volvió tan posesivo, Bitch-chan eres tan adictiva, mas aun cuando el estúpido de Ayato no se a atrevido a tocarte— sonrió de medio lado y la sangre recorrió su labio hasta llegar a su cuello.

— Laito por favor, detente— chillo intentando desesperadamente que aquel se apiadara de ella y la dejara libre, pero aquello no funciono, esta vez lo miro con horror mientras se deslizaba hasta llegar a su intimidad.

— Dime Bitch-chan ¿Hay alguien que te guste?— cuestiono tranquilamente.

A su mente el momento donde Ayato la salvo de morir ahogada se hizo presente y aun sin ser del todo consiente respondió sin temor alguno.

 — Si—

— ¿SI? — se burlo — ¿Quién es? Kamisama...— el lugar se inundo de risas, pero Yui lo miro fijamente y Laito entendió que ella hablaba enserio — ¿Quién es?— exigió saber, mientras que con una mano levantaba su pierna y le daba un severo mordisco.

Yui se quejo fuertemente, pero estaba decidida a responder — Ayato, estoy enamorada de Ayato— dijo entre lamentos.

Laito, sonrió nostálgico.

 — Acaso existe algo que aquel bastardo no se atreva a arrebatarme —

Yui se quedo tan quieta, como un conejo asustado a la espera de algún mal movimiento para salir corriendo.

— Pero no importa que yo sepa no haz firmado ningún contrato de exclusividad con el — en su rostro aquella perversión volvió a instalarse, por inercia Yui cerro sus piernas, pero Laito era mas fuerte y de un solo jalón logro separarlas —Conmigo conocerás a un verdadero hombre, te llevare al cielo y jamás volverás a pensar en aquel — dijo con auto suficiencia.

De a poco y teniendo sus piernas abiertas, Laito se agacho para verla aun mas de cerca, el rostro pálido de Yui se volvió rojo logrando que el ego aquel pelirrojo creciera.

— Dime, Bitch-chan, si a es Ayato a quien amas por que estas tan mojada por mi — levanto su mano, y aquello era cierto sus manos mostraban aquel vergonzoso liquido que su intimidad había liberado — Estas tan lista para mi — hablo con sumo deseo, parecía que toda aquella situación en verdad lo estaba excitando.

— Laito, Laito por favor te lo suplico déjame ir, nadie se enteraba de lo sucedido, jamás podrán encontrarme, te lo suplico — volvió a suplicar estaba vez con mas desesperación.

 Laito se detuvo en ella, como analizando cuidadosamente sus palabras.

— Lo hare— declaro, haciendo que el corazón de Yui saltara de alegría pero al verlo sonreír de esa manera tan despiadada su corazón se detuvo de golpe— Pero, haremos un trato— explico y Yui sabia que no debía confiarse y menos de un vampiro — Se mía, Bitch-chan— pidió — Permíteme estar antes que Ayato, permíteme ser el primero en tu vida, hazme olvidar esta maldita soledad— hablo tan rápido que Yuri no alcanzo a comprender del todo sus palabras — Se mía, Bitch-chan — agrego, esperando que aquella saliera de su asombro — Solo de esa manera te dejare ir—

— Yo...yo no puedo— soltó casi en un susurro — Déjame ir, te lo suplico — sus ojos lograron conectarse con los de Laito y aunque fue un momento pudo verse reflejada en aquellos ojos diabólicos.

— Vaya si que eres estúpida y tonta— suspiro pesadamente, nuevamente se tomo el cabello — Sabes lo que sucederá si logran atraparte verdad — Laito se sentó en el suelo y Yui aprovecho ese momento para cubrir su desnudez.

Ella asintió lentamente — Me mataran— aquella había sido su única advertencia, así que la recordaba a la perfección.

— Lárgate ahora no te obligare a nada, después de todo no deseo las sobras de tu escuálido cuerpo— Yui permaneció quieta analizando la mentira entre sus palabras — Eres sorda o que, lárgate Ahora— señalo la puerta.

— En verdad ¿puedo irme?— pregunto y Laito solo movió su mano.

— Sabes que Ayato no parara hasta encontrarte verdad, si lo hace mas te valdrá estar muerta el no tolera ninguna clase de traición—advirtió mientras se recostaba en el suelo.

— Lo entiendo, Laito-san te lo agradezco— se hecho a correr hasta llegar a la puerta.

— Ya cállate— sentencio — Bitch-chan

Yui abrió la puerta y el frio viento golpeo con fuerza su rostro llenando sus pulmones, corrió sin importarle el dolor que las mordidas de Laito le habían ocasionado, ahora era libre y debía aprovechar cada minuto, cada segundo que tenía para sobrevivir hasta que primer rayo de sol saliera y así estar protegida.

Laito se levanto nostálgico, era normal para el siempre pertenecer a la sombra de alguien tan imponente como lo era Ayato, pero ahora gracias a su generosidad, al menos por esta vez cada vez alguien tan puro como lo era Yui lo recordaría como su Héroe. 

Recordándolo quizás con cariño, poniéndolo justo arriba de su supuesto amor por Ayato.

— Se libre, Bitch-chan— se despido a la lejos, mientras huía del lugar antes de que el sol saliera y lo convirtiera en simples cenizas.

Nota del autor.

Mi primer Fic de un anime que no es Naruto, en verdad me costo bastante pues este anime suele ser bastante sádico.

Si alguien todavía no ha visto este anime, dejo arriba el opening para que se den una idea de lo que se trata.

Solo espero que les guste y me dejen su sabia opinión, sin mas que agregar me despido de ustedes.

Los quiere ItzelBadban.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top