Eran casi las siete de la noche y tu te encontrabas en tu cama, acurrucada en los brazos de tu mayor Sang que, acariciaba suavemente tu cabello para tratar que descanses y dejes atrás el dolor de tu vientre, esos días rojos habían llegado. A tu grupo y a ti se les acercaba un comeback y realmente no te sentías en las mejores condiciones como para practicar, pero debías hacerlo. Querías pegar el ojo pero el dolor no te lo permitía, cada ves era más fuerte y más doloroso, tanto que ni con las pastilla se te pasaba.

Pasaron unos 30 minutos por lo menos el dolor disminuyo y aunque tu ánimo no era el mejor, ya no sufrías tanto por los cólicos.

Sang se paró de la cama y se encamino a su habitación a sacar un poco de dinero y al volver a tu habitación formando una sonrisa en la cara.

-Iré a comprar a la tienda, ¿Me acompañas? -dice poniéndose un cubre bocas color negro.

Miraste unos segundos a tu veintre posando tus manos sobre el.

 -Yo creo que será lo mejor - aunque te dolía, sabías que debías acostumbrarte a moverte aunque sea con ese malestar. 

Te pusiste tus zapatos y un abrigo, tomaste tu celular y las dos juntas salieron del departamento para luego dirigirse a aquella tienda de suministros que no quedaba a más de dos cuadras desde su casa.

Al llegar cada una se fue por su lado a escoger lo que llevarían, mientras Sang agarraba ramen instantáneo, arroz y frijoles negros, tu tenias las manos llenas, pero en verdad repletas, de golosinas y frituras.

Tu ya estabas satisfecha con tu elección, así que te dirigiste hacía la caja para pagar, pero alguien la detuvo, posicionando sus manos al rededor de sus caderas.

Tu ahogaste un grito, no entendías que estaba ocurriendo. Querías escapar pero esta persona mantenía el agarre muy firme impidiendo tu escape.

-Sun Hee, te admito mucho ¿Comprendes? -dijo, no conocías esa voz en lo absoluto. 

Tu mente no estaba procesando la situación correctamente, tu única reacción del momento fue empujar con tus codos los brazos del individuo.

-¡Déjame! Por favor no te acerque a mi de es manera, te lo pido con amabilidad. -tus palabras salían con un ligero temblor mientras que tu piel se erizaba, estabas realmente asustada.

Pocos minutos después, te alejaste con paso apurado del sujeto, pronto encontraste a Sang y le pediste que se retiraran de la tienda.

-Ji Jae💜