Fin de la felicidad

¿Tengo una idea original en mi cabeza?

¿Alguna vez he sido original?

Solo encima de mí tengo una calva cabeza.

Quizás si fuera más feliz, mi cabello no se caería.

La vida es corta.

Necesito sacar lo mejor de ella.

Hoy es el primer día del resto de mi vida.

... Soy un cliché andando diciendo estas cosas cuando no hago nada.

Debería ver a un doctor y que me revise.

Hay algo mal en mí, siempre lo ha habido.

El dentista llamo de nuevo. Estoy demasiado atrasado.

Sería más feliz si dejara de aplazar las cosas.

Todo lo que hago es sentarme en mi gordo trasero y esperar a que el momento pase.

Si mi trasero no fuera tan gordo sería más feliz... ¿a quién tendría que engañar de nuevo?

Debería realizar caminata de nuevo. Cinco kilómetros al día.

Necesito darle un giro a mi vida.

¿Qué es lo que necesito hacer?

Necesito amar y ser amado... verdaderamente.

Necesito leer más, mejorar mi persona.
¿Y si aprendo ruso o algo así?

¿O tocar un instrumento? Podría hablar chino.

Sería un guionista y director que hablara chino y tocaría el oboe. Eso sería genial.

Debería cortarme el pelo.

Intentar de dejar engañar a los demás y a mi mismo de que tengo algo en la cabeza.

¿Qué tan patético es eso?

Solo se honesto. Seguro. ¿Eso no es lo que atrae a la gente?

¿Por qué incluso intentaría atraer a las personas?

¿Por qué debería de darme cuenta que debo de disculparme por mi existencia?

Quizás es mi química cerebral.

Quizás es lo que está mal en mí.

Una mala química.

Todos mis problemas se reducen a un desbalance químico o algún tipo de sinapsis fallida.

Necesito ayuda para eso.

+++++++++++

Un día más.

Un día que siempre terminara siendo igual que otros.

Un día que solo lo acercaría más a su inminente y futura muerte.

El no hizo el intento para levantarse, agarrar sus anteojos y ver bien en su visión, nuevamente. Lo hizo de nuevo esa despertadora-radio que ha tenido consigo durante años.

7:45

El número "maldito" que lo hacía comenzar un nuevo día de un mismo día... ¿Tenía sentido esa frase? Creía que sí. Aunque realidad, solo fue algo idiota que pensó que sonaba mejor su "calva" cabeza.

La radio sonó, pero en vez de abrir su mañana con las palabras de un locutor lo hizo una canción. No lo conocía pero el tono clásico de las teclas del piano, como si fuera de esas épocas de lo 30s, 40s, realmente no sabía pero era segura que era vieja.

También vino acompañado de unas suaves tocadas de trompetas. Duro así no sabía cuánto tiempo, pero lo hizo animarse para levantar uno de su brazo derecho para buscar sus lentes en su mesita de noche donde siempre los dejaba antes de dormir.

A partir de ese momento, empezó la composición de la canción:

There's a place I long to be (Hay un lugar donde quiero estar)
A certain town that's dear to me (Una ciudad que quiero de verdad)

Home to Mohawks and GE (Hogar de los Mohawks y GE)
It's called Synecdoche (Se llama Sinécdoque)

Al ya sentir el contacto del vidrio, pudo agarrarlo con seguridad y acercarlo a su cara para ponérselos y que su visión fuera más clara.

I was born there, and I'll die there (Allí naci, y allí moriré)
My first home I hope to buy there (Allí mi primera casa comprare)

Have a kid or at least try there (Un hijo tendré o al menos lo intentare)
Sweet Synecdoche (Oh querida Sinécdoque)

Se movió de su cama lentamente de su cama hasta quedar con la mitad del cuerpo levantado. Se los ojos por debajo de sus lentes para luego dejar escapar un gran bostezo, todo mientras escuchaba la canción.

And when I'm bured, and when I'm dead (Y cuando muera, y me entierren)
In Synecdoche they will remember me there (En Sinécdoque me recordaran ahí)

For every person that you know (Pues cada persona que conoces)
Once you'll say goodbye (Alguna dirás adiós)

Think you'll see them soon well (Crees que los verás pronto)
You wont see them again (Pues no, no los volverás a ver)

Alzo la ceja cuando se extrañó por el tono de la letra cambio abruptamente, especialmente cuando repetían la palabra "Sinécdoque" como si fuera un lugar, ¿Qué se supone que era?

There is always a last time (Pero siempre hay ultima vez)
that you see everyone (Para que los veas a todos)

There is always never again(Siempre habrá un "nunca jamás)

A partir de ahí, termino la extraña canción, y a su vez, fue remplazado por la voz del locutor de la radio de Royal Woods, Alex

—Son 7:45 en este hermoso, caluroso y soleado día de 27 de Septiembre en Royal Woods.—Se escuchó la voz del mismo locutor de la radio que ha estado ahí desde siempre, escuchándolo cada pesada mañana. —Hoy traemos a una invitada especial, la joven talentosa autora de novelas y poemas: Lucy Loud.

"¿Lucy?"

Eso capto el interés del McBride, que más allá de la canción reciente, esto le llamaba muchísimo más la atención, especialmente por lo siguiente:

—Suspiro. Gracias Alex, mi alma no queda olvidada ante esta invitación para compartir mis más oscuros relatos a los oyentes.

No importaba cuando tiempo pasara, la seca voz de la gótica Loud nunca cambiaría.

Las personas nunca cambian sus mayores características a través del tiempo, no importa cuánto pase.

El era el mejor ejemplo de eso.

—Uyyy que inquietante.—El locutor se sintió emocionado. —Que nos diría sobre esta época del año donde el calor empezara la transición a temperaturas más frías.

—Calor...—Habló Lucy, repitiendo la palabra, manteniendo su tono. —Eso que te hace arder el cuerpo al entrar en contacto con algo caliente y te quema. No importa en qué época del año estés, incluso si hace frío, siempre habrá un lugar donde hay calor; como los desiertos... y tu propio corazón que bombea la sangre. Eso me hizo acordarme del poema "En el desierto" de Stephen Crane, si me permite decirlo por favor.

—Oh, por supuesto.—El locutor le concedió el permiso.

Lucy carraspeo antes de comenzar a relatar. —"En el desierto vi una criatura, desnuda, bestial, que, de cuclillas en el suelo, sostenía el corazón en sus manos, y se lo comió. Pregunte:

«¿Está bueno, amigo?»

«Está amargo... amargo». El me respondió. «pero me gusta, porque está amargo y porque es mi corazón»."

—Wow... eso fue aterrador, o más bien, demasiado oscuro.

—Lo es, Alex. Pero deja algo en claro; todos queremos un bocado de ese dichoso corazón que tanto queremos saber cómo es su sabor. Suspiro.

Él se agarró la parte izquierda de su pecho, para luego apretarlo ligeramente y simular que se extirpaba su corazón de su respectivo lugar. Contemplo el corazón imaginario en su mano, como si quisiera que lo fuera a tener de verdad y verificarlo por sí mismo...

El cómo era devorar ese amargo corazón que cargaba consigo.

+++++++

Clyde bajo lentamente de las escaleras, comenzando un nuevo día haciendo lo de siempre. Dos voces que reconocía perfectamente resonaron en sus oídos.

—Mami, ya.

—Ok, cariño.

Camino hacia la cocina encontró con su esposa, Chloe, quien parecía algo cansada por el estrés de la mañana.

—Buenos días.—Clyde la saludo en voz baja.

—Buenos días.—Chloe le devolvió el saludo, distraídamente mientras se dirigía al baño. —Intente no despertarte.

—Casi nunca lo haces, pero gracias.—se sinceró el moreno con ella, agrego un comentario para aliviar el ambiente: —La despertadora ya hace ese trabajo por ti.

Fallo. Chloe ignoró el intento de chiste de su esposo y llego al baño donde se encontraba una pequeña niña de aproximadamente 4 años de piel morena y cabello negro largo, sentada en el inodoro esperando a su madre.

Chloe agarró un papel de baño y reviso la parte trasera de su hija para limpiar. Luego se empezó a escuchar su teléfono sonar en un tono de llamada proveniente de la cocina.

—Clyde, ¿puedes contestar?—Le dijo Chloe en voz alta para que lo escuchara.

Por otro lado, Clyde, quien se encontraba en la cocina. Hizo una mueca de desagrado al ver el número y nombre marcado en la llamada.

—Es Mary, no quiero.

Mary. La amiga de Chloe de la escuela de arte a la que está iba. A Clyde nunca le agrado desde la primera vez que la vio más allá del cómo se veía y actuaba, que en su forma de ver la definía como: "Una hippie que se quedó estancada en la época moderna", claro nunca lo ha dicho directamente, para evitar conflictos con su mujer, pero no cambiaba su mala relaciona con ella

Sin mencionar que su actitud solo le era una mala influencia para su esposa e hija.

—Clyde- oh, qué extraño.—Detuvo su llamado de atención, cuando vio que la mancho del papel era verde. Se

—Mami, ¿hay algo mal con mi popo?—Le pregunto la niña.

—No cariño, solo está verde.—Le aseguro su madre, sin estar muy segura. — Probablemente has comido algo verde.

—No lo hice. ¿Me pasa algo malo?—Pregunto de nuevo Olive.

—Yo...—Volvió a oír el tono de llamada de, tono, aprovecho eso para evitar dar alguna explicación convincente a su hija. —Tengo que ocuparme de eso, Olive, Estarás bien, ¿de acuerdo?

Le dio un beso en la cabeza a su hija antes de dirigirse hacia donde estaba el teléfono.

—Pero mami-

—Luego regreso, hija.

Momentos después. Chloe se encontraba hablando por teléfono totalmente alegrada de hablar con su amiga. Por otro lado, Clyde miraba desolado cerca de la ventana el patio de entrada de su casa mientras tenía una taza de café a la mano.

—Oh, nada. Solo limpiaba a Olive. ¿Cómo estás?—Dijo Chloe con el teléfono en la oreja.

Al mismo tiempo. En la radio de la cocina, un reportero empezó a locutar algunos de los hechos de este dia:

—Hoy 30 de septiembre, un terremoto de escala de 7.7 en Kashmir...

—¿En serio? Tienes que estar bromeando.—Por su lado, Chloe se estaba riendo por lo que le contaban por teléfono, siendo ignorante de su alrededor.

—... ha dejado un estimado de 73,000 muertos.

Clyde se quitó sus gafas para tocarse la punta del puente de su nariz y sus párpados exhaustivamente, todo mientras escuchaba las trágicas noticias y observaba como su esposa, que aún seguía hablando por teléfono, era completamente indiferente de su estado.

—No me siento bien.

Una frase que resumir todo su malestar, pero que nadie a su alrededor lo escucharía, incluso estando cerca de él.

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Clyde salió de su casa con su bata blanca de la mañana para hacer su rutina de verificar el buzón de correo, como siempre lo ha hecho.

Siempre...

Una rutina más que nunca cambiaría.

Como cualquier otra cosa en su vida.

Camino hacia el buzón sin concentrarse en el ambiente de su vecindario, al llegar al buzón revisa el contenido de este para ver que habia dentro de este.

Tal fue su no sorpresa en ver que no habia nada diferente a lo que siempre le llegaba; facturas, correos basura y más factura.

Vio dentro del buzón también habia algo más grande, algo más diferente a una carta

Una revista.

Inútil, pero variable.

Parecía uno de esos de la revista Times, pero el detalle que le importaba era dos; en la portada había la imagen de un anciano con uno de esos respiradores que se usaban para tener oxigeno o hacerle una anestesia mientras le hacina una cirugía. El titulo encima de eso que remarcaba con rojo:

"Como tratar su enfermedad"

Le dio una mirada e blanco a la revista por unos cuantos segundos antes de tirarla al bote de basura que estaba cerca de él.

Le echo un vistazo al frente, del otro lado de la calle del vecindario, si estaba esa extraña figura que sus ojos pensaba a través de los vidrios de su lente veían en muchos momentos de su vida.

Nada.

Una imaginación que su mente solo mira como algo que acostumbro a "ver" en demasiadas ocasiones, pero nunca estaba ahí, o simplemente estaba ahí y se iba.

Dejando eso de lado. Se dio la vuelta para ir a camino a volver entrar a su casa para seguir enfrentando su monótono día, nuevamente.

+++++++++

Clyde se encontraba sentado en la silla de la pequeña mesa principal dentro la cocina. Miraba las noticias del día 14 de octubre en su teléfono aburrimiento, con el codo izquierdo apoyado sobre la madera de la mesa y la palma de su mano contra su mejilla. Por otro lado, Chloe estaba haciendo el desayuno para ambos.

La radio por su parte, estaba encendida para escuchar las noticas del día y en vivo:

-Marchan en Washington D.C, hoy, 15 de octubre.

Clyde encontró una noticia interesante de la cual leer en voz alta; la muerte de alguien.

—Murió Harold Pinter, ganador de un premio novel. Era viejo.

Chloe no dijo nada, como si quisiera escucharlo, mientras seguía haciendo el desayuno.

—¡Mami!

La voz de Olive se oía desde el baño, llamando la atención de ambos.

—¿Que, cariño?—Pregunto Chloe.

—¿Puedes mirar mi popó, de nuevo?

—¿Esta todo bien?—Pregunto Clyde, con la ceja alzada.

Ella no le respondió a el, sino a su hija. —Solo aprieta el gatillo y se ira, Olive.

—¿Y si está vivo? ¿Y si lo mato?—En un momento pasado, eso podría haberle causado algo de gracia a ambos padres por lo inocente que sonaba. Pero en un momento donde apenas habia alguna interacción familiar era desesperante. —Es verde, como las plantas.

—No está vivo, se ira si solo aprietas donde te dije.

—¿Recuerdas la producción de nuestra adaptación de "Jack de un ojo: Año Uno" que hice en el Detroidfest?—Hizo esa pregunta, sin contexto alguno.

Ella no le respondió, nuevamente.

Se escuchó desde lejos el sonido del agua del escusado bajarse, momentos después, llegó la pequeña McBride a la cocina para desayunar.

—Aquí tienes tu avena.—Chloe le entregó su desayuno a su hija.

—No. Quiero. Avena.—se quejó la niña. —Quiero mantequilla de maní y mermelada.

—Pues te la tienes que comer.

Olive gruño y se tuvo que comer avena con mal humor.

Clyde, paso de largo lo que pasaba a su alrededor mientras seguía viendo la noticias, ahora de la fecha del 18 de octubre.

—Encontraron gripe aviar en Turquía. Esperemos que esto no se vuelva una pandemia como esa que tuvimos en 2020.—Su intento de chiste ni al le termino hacer gracia. De nuevo, lo ignoraron.

Al menos, hasta unos segundos después.

—¿Puedo ver televisión antes de ir a la escuela?—le pidió Olive.

Clyde no dudo en hacerlo, agarro el control remoto y le hizo click para encender a la televisión de la cocina. Después de hacer eso, volvió su atención a su teléfono.

En la tele, transmitían un show infantil de dibujos animados, con una vaca y una oveja bastante mal dibujados.

—Hay algo secreto en secreto bajo la superficie, creciendo como un virus invisible del pensamiento.—dijo la vaca animada mientras la oveja asientes, y transicióna a un "virus", del cual un titulo lo hace llamar "Mr. Virus", apareciendo de un paracaídas.

Clyde se levanta de su asiento para servirse un poco de café, luego abre el refrigerador para agarrar el cartón de leche para verter un poco, pero lo olfatea el pico para ver el mal olor que salía de esta. Comprobó que la fecha en la caja era del 20 de octubre.

—Se caducó.—Es lo único que pudo decir.

Volvió a tomar asiento y seguir con su lectura de noticias en su teléfono, ahora de la fecha del 30 de octubre, mientras Chloe le dejo unos sándwiches de mantequilla de maní para ambos en la mesa.

Leyó la siguiente noticia mientras tomo uno de los sándwiches de maní y se lo comía:

—La primera graduado negro de la Universidad de Alabama murió. Vivian Malone Jones. A los 73 años.

Así siguió muchas de sus mañanas y siempre habia alguien detrás de el que tenia que escucharlo y sentirse exhausto por el mero hecho de escucharlo. En su caso, Chloe se cubrió el rostro mientras dejaba escapar un gruñido ahogado.

Simplemente, quería que se callara.

+++++++++

En el baño, Clyde se encontraba mirándose al espejo mientras usaba un rastrillo para afeitarse la barba cuidadosamente. De repente, vio que en el lavamanos se abría y se cerraba la llave del agua instantáneamente.

Miró hacia abajo para verificar que era lo que pasaba, cuando estuvo a punto de hacer algo, un grifo explota y lo golpea en la frente. Lo envían tambaleándose hacia atrás con un grito, hacia la pared del fondo, su navaja volando y la sangre brotando de un corte irregular sobre su ceja derecha.

—¡CARAJO!—Grito con mucho dolor, se agarró con fuerza en su zona herida por el objeto mientras observaba el agua salir disparada por donde estaba el grifo, como si de un géiser se tratase, rociando el espejo, que está salpicado de sangre.

La mitad de la cara de Clyde seguía está cubierta con crema de afeitar. Riachuelos de sangre se entremezclan con él.

—¡CHLOE! ¡ALGUIEN, AYUDAME!—Pidió ayuda exasperadamente.

Luego escucha los pasos de alguien que corre hacia el baño, y vio a Chloe vestida con ropa muy manchada de pintura, entrar apresuradamente y contempla la escena: la humedad, el desorden y la sangre.

—Dios, Clyde, ¿Qué carajos paso?—Fue esa su reacción.

—Estaba afeitándome y luego...—Se contrajo por la herida en su cabeza, haciendo que se detuviera de hablar por un segundo antes de continuar. —¡Esa cosa se fue volando y me golpeo!

—¡Oh por dios! Mira tu cabeza—Clyde luego se soltó de la herida, y a partir de ahí del liquido que se empezaba a escurrir por la parte derecha de su cara era sangre saliendo de la herida recién hecha.

—Oh, mierda.— Chloe se puso en cuclillas, abre el gabinete debajo del fregadero, empuja su brazo a través de botellas de productos de limpieza, esponjas viejas, cepillos de dientes viejos, rollos de papel higiénico y otros desperdicios hasta las válvulas de cierre.

Por otro lado. Clyde agarraba un papel de baño para cubrir su herida y trato tontamente de verse al espejo para mira mejor que tan grande era la cicatriz.

Chloe intento cerrarle, pero no lograba dar frutos.—Carajo, no puedo.

Después, en un momento dado, la mujer pudo por fin lograr cerrar la cerradura del lavabo. —Espera... listo

El baño queda bastante húmedo y lleno de gotas de agua por doquier. Chloe suspiro que todo esto por fin haya acabado, mientras Clyde se sienta en el inodoro y se coloca una toalla en la cabeza.

Por si no fuera poco, la pequeña Olive también había llegado al lugar de los hechos, y observo la camisa manchada de sangre de la herida en la cabeza del moreno.

—Mami, papa tiene sangre.—Señalo la niña.

Angustiosamente, su madre contesto: —Lo sé, cariño.

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En el hospital. Clyde se encontraba sentado en una mesa de metal mientras un médico le sutura la parte de arriba de su ceja derecha, donde el grifo le dio. Entrecerró los ojos ante la luz brillante que usa el médico para hacer su trabajo mejor.

—¿Quedara una cicatriz?

—Probablemente, parece una tapa de barro.

El moreno podía ver mucho con la falta de sus lentes, pero la brillosidad parpadeante cuando veía por encima el hombro del doctor que le estaba revisando, como si fuera unos adornos... ¿navideños? Creía que no era así, pero escuchando en las radios del hospital canciones en relación a esas fechas, supuso que ya debía ser diciembre.

—Preferiría que no quedara una cicatriz.—El medico asintió a lo que dijo. Los quejidos y gemidos de dolor del anciano de atrás se volvieron más fuertes, resultando molesto para ambos.

—Ese tipo siempre viene cada semana y tengo que soportarlo con sus cosas.—Entendió ese sentimiento, era terrible.

—Ahí está. Creo que debería...—Mira los ojos de Clyde, apaga la lámpara brillante y mira otra vez. Vuelve a encender la lámpara y mira una vez más. —Veamos...

—¿Qué?—pregunto Clyde,

—¿Algún cambio en las evacuaciones intestinales?—No entendió a que vino a esa pregunta. Pero igualmente contesto a la pregunta. —Un poco más amarillento de lo inusual ¿Por qué?

El doctor no le respondió y solo se dedicó a seguir revisándolo un poco más antes de que finalmente le contestara: —Me gustaría que viera a un oftalmólogo.—Le recomendó el doctor.

—¿Un neurólogo?

El doctor lo miro confundido cuando dijo eso, como si estuviera loco.

—¿Qué? No.—Negó el doctor. —Un oftalmólogo. Dije "Un oftalmólogo".

El doctor le chasqueo los dedos cerca de su oído para probar su podía oír bien eso. —¿Escucho eso?

Giro los ojos de un lado miro mientras le dio una sonrisa algo nerviosa al doctor. —Si.

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En el auto, de camino a casa. Clyde se encontraba a lado del asiento del conductor, debido a que no podía conducir apropiadamente apenas siendo un paciente dado de alta en el hospital, así que Chloe tuvo conducir por él.

No podría hacer nada más que mirando distraídamente la ventana. Ninguno de los dos adultos tenía muchas ganas de hablarse el uno al otro, en cambio, su hija, totalmente alegre cantaba desde el asiente trasero.

—Y es hoy es martes~!—Canto la niña, desde su asiento. —Mami, ¿Hoy es martes?

—No, es miércoles.—Le contesto la mujer sin despejar la vista de su camino.

¿Era miércoles? Bueno, ¿Por qué incluso se preguntaba eso? Podría ser cualquier día y aun así no sabría más allá de lo que su mente le permitía experimentar.

—Entonces, ¿Qué te dijo exactamente?—La pregunta de Chloe iba evidentemente dirigía hacia el.

Se tomó unos cuantos segundos. Finalmente se explicó.

—Que mis pupilas no estaban y abriendo apropiadamente.

—Dilatando.—Le corrigió la mujer.

—No.

—Si.

—No creo que haya dicho eso.—Argumento el moreno.

—Lo hizo, Clyde.—Le dijo de vuelta su mujer.

—No lo hizo.—Clyde negó de nuevo.

—¿Es por el golpe en tu cabeza?—Pregunto Chloe.

—Él... no lo sabía... tal vez.—Clyde dijo eso último en completa duda. —¿Quién sabe? nada es concreto.

—Por dios, Clyde, ya entendí.—Si hubiera podido, Chloe enterraría su cara en el volante.

—Yo... disculpa. Estoy un poco ansioso, es todo.—Se disculpó Clyde, un poco avergonzado de su reciente cambio de actitud.

—¿Te tienen que poner una vacuna, papi?—Por su parte, Olive le hizo esa inocente pregunta.

—No, cariño. Esto es otra cosa.—Le contesto.

—¿Me tienen que poner vacunas a mi?

—Por supuesto que no.—La idea era muy ridícula y lógica, pero estaba hablando de una niña de 4 años que apenas sabia sobre el mundo.

—¿Le dijiste que yo estaba haciendo popo verde?—Volvió a preguntar a Olive.

—No... y no volvamos a hablar de eso por el momento. —Despues de un pequeño si,encio, le dirigió una mirada hacia su esposa.—¿Debería llamar a un plomero para que lo arregle el lavabo?

—¿Deberías? Más bien, debes.

—¿En cuántos años me tengo que poner otra vacuna?—Volvio a lreguntar repentinamente Olive.

Y otra vez el tema de las vacunas, que poco o absolutamente nada tenía algo que ver con lo que le paso.

—En realmente muchísimo tiempo, hija.—Respondió por el su esposa, pero su respuesta era menos que buena para Olive. Pero no dijo absolutamente nada y solo se limitó a escuchar.

—¿En un millón de años?—Pregunto Olive, interesada en saber.

Chloe ladeo un poco la cabeza antes de asentir y responderle a la vez. —Quizás.

—Papi, ¿Qué es un plomero?

—Bueno, Olive... Es un hombre-

—O mujer.—Agrego Chloe.

—Claro, o mujer, que arreglan canillas, inodoros y... ¿sabes que es una tubería?

—¿Algo que saca humo?—Supuso la niña.

—Eso es otro tipo de tubería. Es algo como...—Se detuvo cuando escucho el tono de llamada de su teléfono, lo saco de su bolsillo para ver que era de Lincoln. No dudo en contestarle la llamada. —Hola Lincoln.

—Que tal Clyde. Solo te llamaba para saber si ya te sientes mejor por ese golpe. Chloe me hizo saber del incidente en tu baño.—Le dijo su mejor amigo desde la otra linea.

Clyde miró de reojo a su esposa, pensó que era lógico que se le terminaría contando al albino sobre esto. —Oh, gracias por eso.—le agradeció con sinceridad.

—Y no se si sepas te mande unos mensajes de voz y texto, de paso.—Era de cierto modo irónico, que ahora Lincoln tomara el rol del "amigo preocupado por su bienestar", el mismo que el tuvo cuando eran niños. Pero Lincoln lo ha llevado durante años, incluso ahora, aun cuando lo necesitaba... ¿O si lo hacía?

A veces las cambiaban para otros, pero no para el, tristemente.

Después de dejar ese pensamiento atrás, se dispuso a contestarle: —Apenas me dieron de alta hace unas horas y estoy en camino a casa, no he tenido mucho tiempo de revisar mi teléfono últimamente.

—Lo entiendo, amigo.—En la otra linea, Lincoln se quedó en silencio unos segundos antes de preguntar: —¿Sabes qué tienes que contratar un plomero para que te arreglen ese lavabo, no?

—Lo sé, precisamente estamos discutiendo sobre eso ahora.

—¿Por qué no Lana?—Sugirió Lincoln. —Ella es bastante buena y no creo que te termine cobrando mucho, especialmente con lo que te sucedido.

—No lo se, Lincoln. Eso sería aprovecharme demasiado de ustedes para que me hagan este tipo de favores.—En parte eso era verdad, pero la mayor parte en realidad era que le parecía muy ofensivo. Desde su época depresiva por el peligro potencial que representaba llegar a tener el Síndrome de Cottard y que más de una persona supiera sobre eso, le afecto más de lo necesario. Los favores, sonrisas llena de pena, palabras dedicatorias y de apoyo, etc. Era algo que lo enojaba mucho, muchísimo.

Ver y oír todas esas cosas de conocidos y familiares fue algo que progresivamente a través de los años lo termino odiando. No porque merecía que hicieras esas cosas por el, sino porque solo fuera tratado como "el chico que tenemos que recompensarle rodo por cada desgracia que le pasa en su vida".

Era un mero objeto de lastima para la gente.

Pero claro, no tenía el valor o la ganas de decirlo abiertamente.

Como todo.

—Por favor. Necesitas esto más que nadie.—Le suplico Lincoln, su tono se volvió más agudo para clarificar su persuasiva forma de convencerle de lo contrario.

Era muy descarado, pero inteligente de parte de Lincoln; pero era el hombre con un plan.

"Solo es uno más, McBride. Uno que... no muy diferente al resto de favores que le ha hecho... además de que te ahorras mucho dinero."

Siempre tenía algo para convencer a Clyde, por más enojado que le resultara ser.

—Bien, lo hare.—Suspiro, completamente derrotado. Pero no habia otra opción. —Por cierto, ¿puedes avisarle a los demás de que no vendré a los ensayos en unas cuantas semanas? Tú te tendrás que encargar de todo

No es como si ya no lo hiciera desde antes. Pero claro, lo haré.—Le aseguro el albino en un tomo confiado. —Creo que ya es hora de irme. Adiós, Clyde.

—Sí, adiós.—Y colgó la llamada posteriormente, guardo su teléfono en su bolsillo y froto la cara con cansancio.

—¿Qué quería?—Pregunto Chloe.

—Simplemente quería saber cómo estaba y tal, también nos ahorró el trabajo de conseguir un plomero.—Explico Clyde, simple y llanamente.

—Eso es muy considerado de su parte.—dijo Chloe en un tono algo indiferente, mientras seguía en el volante.

Ambos quedaron en silencio, antes de que se vieran interrumpidos por la voz de su hija.

—Papi, no terminaste de explicar que era un tubería.—Olive hizo el recordatorio.

Clyde parpadeo un par de veces, habiendo olvidado eso por un momento de eso, pero no se negó a continuar con la explicación hace poco cortada.

—Ah bueno, las casas tienen tuberías y estan hechas de... son como tubos que estan detrás de las paredes y bajos por los pisos, y por todos los lados.

—¿Por todo los lados?

—Está bien, cariño. Solo transportan agua desde la canilla hasta el inodoro Es... como tu cuerpo. Tú tienes venas

—Capilares.

—Capilares llenos de sangre.

La palabra "sangre" termino asustando a la niña, quien empezó a temblar y alarmarse.

—¿Yo tengo sangre? No quiero sangre, no quiero sangre, no quiero sangre...—Repitió las mismas palabras una y otra vez, mientras casi parecía querer llorar del miedo.

Clyde viendo esto, se dio cuenta que lo termino arruinado, mientras Chloe le daba mal de ojo por eso.

—Por dios Clyde, ¿Qué hiciste?—Pregunto frustrada la mujer, mientras Olive seguía diciendo lo mismo bastante aterrada.

—Solo intentaba explicarle sobre plomería.—Se excusó el moreno.

—Vaya que bien lo hiciste.—El sarcasmo en la voz de su esposa fue muy acida. —Intenta calmarla.

—Yo... no puedo.—desvió la mirada con pena, sintiéndose inútil de parar el pánico de su hija.

Chloe miro el camino para ver si todo estaba despejado para darse la oportunidad de girar su cabeza hacia atras e intentar calmar a su Olive a su modo.

—Está bien, cariño. Tú no tienes sangre.

Clyde no vio con buenos ojos lo que dijo su esposa de ninguna manera.

—No le digas que tiene sangre.—Le reclamo, mirándola directamente con desaprobación.

—¡Clyde!

—¡No quiero sangre!

Así duro todo el viaje. Un día más "normal" para él.

+++++++

En un consultorio médico. Un oftalmólogo examina los ojos de Clyde. Un calendario colgado en la pared decía que estaban en el mes de enero.

—Gracias por atenderme en seguida.—Le agradeció Clyde al médico, quien no le respondió y solo se dedicó a tocar el ojo del moreno repetidamente con una pequeña sonda.

Después de hacer eso, se dispuso a escribir en una tabla algunos análisis que ha llevado hasta el momento.

—¿Es el golpe en la cabeza?—Pregunto Clyde, queriendo resolver su duda.

El oftalmólogo se detuvo por el momento de escribir y se volvió hacia él. —No.—Y volvió a centrar su mirada en su tabla para volver a escribir, al cabo de unos segundos lo volvió a ver directamente. —Bueno, podría ser. Pero creo que debemos llevarte a un neurólogo.

—¿Un neurólogo?—Pregunto Clyde un tanto desorientado.

—Sí, un experto en cerebro.

—Sé lo que es un neurólogo.

—Solo pensé en la forma en que preguntaste-

—Pensé que tal vez dijiste "urólogo".—Clyde sonrió de forma estúpida cuando dijo eso, ni el sabia porque lo hizo, simplemente su expresión reacciono de ese modo.

El medico se le quedo viendo de la misma forma que lo hizo el doctor que le dio esas puntadas en su cabeza. Ambos quedaron viéndose el uno al otro hasta en un punto que ponía de nervios a Clyde el cómo se le quedaba mirando el oftalmólogo, como si quisiera matarlo con la mirada.

—¿Por qué necesito ver a un neurólogo?—Clyde rompió el hielo con esa cuestión.

—Para echar un vistazo a tus ojos.—Explico brevemente el médico. —Los ojos son parte del cerebro, después de todo.

—Eso no es cierto, ¿verdad?—Clyde no lo creía de ese modo, por alguna razón.

—¿Por qué lo diría si no fuera así?

—Simplemente no parece correcto.

La mirada fría del oftalmólogo que le dedico después, fue muy diferente al anterior porque que no parecia en nada a la de alguien que quería tomarle el pelo.

—¿En el sentido moralmente correcto, o "correcto" como en exacto?

Clyde se quedó uno segundos en silencio, sin saber cómo responder realmente a esa pregunta. ¿Que sería exacto dicho correcto, que simplemente no parecía bien, o eso caería en el catálogo de "moral"? Era complicado.

El adulto moreno se conformó con decir: —No estoy seguro. Exacto, supongo.

—Hmm... interesante.—El médico prosiguió en escribir con el análisis clínico de Clyde.

+++++

Pensó mucho en las palabras de los dos médicos que lo han atendido después de su accidente con el golpe dado por el grifo del lavabo directo en su cabeza.

Habia algo muy mal con él, esta vez, físicamente.

Durante el tiempo que su mente procesaba y recordaba, se dedicó a comparar los desperdicios corporales que dejaba en el inodoro.

No era lo primero que vino a su mente cuando intento averiguar sobre el asunto, incluso era algo muy asqueando para él, pero era lo más necesario para saber que pasaba con él.

Por más raro y asqueroso que sonara, esta investigación suya era comparable a las que le conto Lincoln hace años sobre Lisa haciendo raras muestras de heces en el baño de su casa. Incluso teniendo este recuerdo en mente, estuvo tentada a llamar a la genio para analizar más a fondo este asunto, pero pensó que ya tenía todo arreglado cuando posteriormente logro comprender su malestar físico que eran efectos de ese golpe del grifo y algo más.

Volviendo al caso. Hizo las comparaciones, parecía no haber nada al principio, pero cuando llego a compararlas con las siguiente...

Estas tenían sangre.

Eso mostraba cuan grave era.

Y eso lo termino haciéndolo temblar del miedo ante las posibilidades que implicaba algo como esto.

—Creo que tengo sangre en mis heces.

Es lo que dijo una noche, a casi hora de dormir, a Chloe. Pero para desfortuna, su esposa no le respondió y simplemente se separó más de el mientras se talaba los oídos para no querer escucharlo y simplemente descansar de él.

+++++++++

Era irónico que después tanto tiempo volvería poner un pie en este lugar donde ha revelado sus mayores inseguridades hacia la mujer que tenía enfrente, y ella a su vez lo aconsejaba para tratar de controlar sus problemas.

Supuestamente lo habia hecho, pero igualmente volvió.

Pero esta vez, sus problemas eran otros, completamente compartidos con su mujer.

Una terapia para parejas matrimoniales, dentro de la consulta de su vieja psicóloga y gran conocida suya, La Dra. Lopez.

Se encontraban dentro de la sala de la terapeuta( el cual no habia cambiado ni un poquito, quizás porque la Dra. Lopez lo quería acomodar en un ambiente que lo hiciera sentirse familiar), ambos sentados un gran sofá, aunque Chloe al momento se acostó en el mueble porque creyó sentirse mas cómoda y desestresada en esa posición.

Ninguno objetó por eso. Era lo siempre hacía ella desde empezaron con estas consultas desde hace meses. Nada mejoraba.

—Cuando estabas embarazada de Olive, ¿Cómo fue eso?—Pregunto la Dra. Lopez, mientras miro directamente hacia Chloe

—No lo sé. Esperanzada, o algo. Ambos... no sentíamos así.—Respondió ella, sin saber cómo expresarlo verbalmente. —Como si algo fuera a cambiar... era muy diferente en ese entonces.

—Sí, definitivamente algo cambio, ¿no?—Volvió a preguntar la psicóloga.

—Si, por supuesto.

—A lo grande, más de lo esperado... creo

La respuesta de ambos era distinto tanto en palabras, tonos y expresiones.

El de Chloe. Fue en su caso, su respuesta fue más precipitado y directo a lo que ella tenía en mente.

Por su lado, el de Clyde era más nerviosa, pensando en un poco como describirlo, pero a la vez no muy seguro de ello.

—Quiero decir, tal vez no tanto como yo esperaba.—respondió Chloe eso después de lo que dijo su marido, como si tratara de contradecirlo.

Se quedó callada por un unas segundos antes de cubrirse la cara dejando escapar un suspiro de lamento en él.

—Lo lamento, lo que dije fue algo horrible.—Dijo Chloe, sonando arrepentida de lo dicho anteriormente.

—No hay cosas horribles para decir aquí, solo cosas verdaderas.

—¿Puedo decir algo horriblemente verdadero?

—Ahm... seguro, hazlo.—Respondió la terapeuta, dudosamente.

—He fantaseado con que Clyde muere.

La confesión de la Chloe hizo silenciar a los dos presentes dentro de la habitación. No esperaban para nada esa respuesta de parte de la castaña, con ese gesto y tono tan... afligido, como si una enorme carga le hubiera sido liberada con haber dicho eso.

Solamente hubo un incómodo y pesado silencio...

—Ser capaz de empezar de nuevo, libre de culpa. Yo... sé que eso es malo... muy malo.—Ella sollozo levemente mientras decía eso.

—Si, fue malo.—Comento Miranda, sin saber que decir al respecto a las palabras dichas por Chloe, así que se volvió hacia Clyde. —¿Eso te hizo sentir mal?

Al McBride lo hizo sentir más que eso.

El mismo pensaba en su muerte, en su sentido figurado y futuramente literal, muchas veces lo hacía. Y no era bonito, no lo era en absoluto como el tiempo vuelta a tu alrededor

El mismo podría llegar a admitir pensar mucho en su muerte mientras su expresión mostrara lo vacío que lo hacía sentir ese pensamiento.

Pero que lo dijera su esposa, y de esa manera... lo destrozaba.

Pensar en cómo otras personas piensas que vas a morir, que desean tu muerte aunque no parezcan aceptarlo, dolía más de lo que debería. Te hace sentir que eres una plaga el cual deshacer para hacer de sus vidas más útiles y significativas.

Incluso entre esa gente que más llego a apreciar fueron más dolorosos.

Así era ser Clyde McBride; una persona con tantos defectos en el que solo es el centro de atención de cantidades de lastima como de golpes de todo tipo.

Así que...

—Si.

Lo hizo sentir mal, muy mal.

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Teatro.

El lugar donde las más clásicas adaptaciones de obras de la literatura eran exhibidas a través de un escenario en donde acorres de esta índole actuaban en su papel totalmente aprendido e improvisado, y donde la coordinación era lo más importante a la hora del espectáculo, donde al más mínimo error podría causar una catástrofe en la misma obra.

Una obra más de cortesía suya y de su mejor amigo, que se mostraría y se aclamaría entre los presentes, por más fuera de lugar que sus temáticas fueran presentadas a este medio.

Clyde se encontraba sentado en los asientos de espectadores, casi totalmente vacío, mirando el escenario principal de su reciente obra: La adaptación del comic de Ace Savvy, La máscara del espectro.

En el centro del escenario, se encontraba un Dodge Business Coupé de 1948. El coche está rodeado de varias estancias de esa época: cocina, dormitorios, etc. Junto a ellos estaban los actores que iban a hacer la escena.

Sentado junto a él, se encontraba Lincoln, su mejor amigo y hermano del alma, acompañándolo para revisaran y dirigir los ensayos de la obra en concreto. Tenía un bloc de notas para anotar algunas impresiones en las actuaciones de las escenas.

El, hacia lo mismo que Lincoln, aunque era más un consejero para el reparto de actores en la obra en cualquier cosa que tenían que pulir o arreglar.

Miraba por todas partes como un distractor de la realidad. No habia algo en que pudiera concentrarse, ni siquiera lo que tenía enfrente de él; nada.

—Clyde, ¿realmente te encuentras bien?

La voz de su amigo albino lo saco de sus pensamientos en un instante, volviendo a la realidad de momento.

—¿Ah? Si estoy bien.—respondió, pero su tono bajo y confundible le delato los suficiente para que Lincoln se diese cuenta de cómo se encontraba.

—No lo pareces. Estas muy... distraído, tus ojos miras de un lado, los dedos no deja de tambalear el lado de tu asiento y te sujetas mucho la cabeza como si estuviera a punto de explotar.

—¿Observaste todo eso?—Se sorprendió por el nivel de análisis del albino con solamente verlo, ¿o era muy evidente?

—Eso no importa.—Lincoln dejo de eso lado. Y le miro directamente con un expresión interrogante —El punto es que has estado actuando extraño últimamente. Y claramente no son nervios lo que tienes.

—Lincoln, son cosas de ese golpe en la cabeza que me di hace un tiempo, no es muy fácil de quitar esos dolores, ¿sabes?—hizo una pregunta retorica

—Se que debes tener algunos efectos de eso, lo entiendo.—Comprendió Lincoln ese punto, no iba a negar lo contrario. —Pero desde que regresaste, especialmente cuando te hiciste ese chequeo médico la semana pasado, has tenido una actitud completamente retraída a todo, como de esa vez.

—¿A qué te refieres con eso?—pregunto el moreno ante las implicaciones de las últimas palabras de su amigo.

—Clyde... creo que has comenzado a actuar de la misma forma que hace años.

La expresión de Clyde lentamente cayó, su cara se conmociono al oír esas palabras de Lincoln. Cuando levanto la cabeza miro con un ceño fruncido.

—No juegues con algo así, Lincoln.—Le advirtió severamente, en sus ojos tenía un fuego que estaba conteniendo.

—No lo hago, simplemente me preocupo por ti, de que esa enfermedad llegue a ti de nuevo.—Cuando vio la expresión de preocupación de Lincoln casi quería decirle que tenía un problema grave en su cuerpo y mente, que quería su ayuda, que quería un hombro en el cual apoyarse y simplemente le aconsejara como tratar con esto de nuevo.

Que dependía mucho de el.

Pero su orgullo y negatividad en ser de nuevo un imán de lastima, lo supero.

—Pero no lo hace y nunca lo hará, es algo que ya supere desde hace años.—Quería finalizar con el tema, pero Lincoln no se quedaría con los brazos cruzados.

—Entonces explica tu comportamiento.—Insistió el albino.

—Son cosas que solamente suceden, estoy algo cansado pero tengo la obligación propia de seguir con esto.

—Eso no responde nada.

—¿Entonces que respondo? ¿Algo que te sirva para molestarme? Estoy totalmente bien con mi vida, no tengo ningún problema más allá de lo que sucedió hace como un mes.

—Díselo a esas sesiones de terapia en pareja que tienen tu y Chloe.

—No metas a ella en este asunto.—Clyde le siseo al peliblanco, intento aguantarse las ganas de gritarle fuertemente, pero no quería llamar tanto la atención con sus trabajadores tan cerca de ellos

—Pues precisamente tiene que ver, ustedes dos desde hace meses que han actuado tan distante.—Contesto Lincoln

—Lamento romper tus ilusiones, Lincoln: pero no todos los matrimonios son perfectos como tal, tampoco es que precisamente tú y Ronnie sean la pareja perfecta en todo caso.—Era un declaración era un tanto hipócrita para el moreno, y él lo sabía. Que tenía toda su vida arreglada con el superando, supuestamente, sus problemas, casándose con la persona que más amaba, teniendo a su hija y haciendo lo que más le gustara; esa era una ilusión de un joven Clyde McBride.

¿Cómo habia perdido esa chispa de felicidad en tan poco tiempo? ¿Habia una razón o culpa de algo e ello?

Él nunca lo sabría, solamente enfrentaba su realidad.

—Sí, nos peleamos por tonterías pero al final de todo arreglamos las cosas y seguimos amándonos a pesar de todo, en cambio ustedes...—Lincoln lucho consigo mismo en si decir las siguientes palabras, sabiendo como reaccionaria después, pero al rato lo hizo de igual modo. —Simplemente se aplican la ley del hielo todo el tiempo, no hay una conexión entre ustedes o siquiera amor, hasta estaría más que seguro que no han tenido una buena conversación en meses.

—Lincoln...—dijo Clyde, con una furia tranquila.

—Ya ni siquiera hablemos de Olive en este caso.—Se indignó Lincoln. —Con el cuestionable, me preocupe como incluso terminada ella

—No intentes asumir mi vida, Lincoln.—El comentario del peliblanco hizo enfurecer al afroamericano.

—Te conozco desde siempre Clyde, y yo he estado ahí en todo momento, se que estas lejos de estar bien ahora.—Dijo Lincoln. —Hasta tu casa no llega a estar en buenas condiciones por falta de cuidado de ambos, ósea ¿incluso llamaste a Lana para que te arreglara tu lavabo?

Eso dejo silenciando a Clyde. Si, definitivamente habia olvidado eso; viendo como el tiempo seguía corriendo más fuerte que el lo hizo olvidarse por completo de ese detalle. Nunca llamo a la gemela Loud para atender ese asunto, ni siquiera estando fuera del plazo de tiempo que su cerebro no procesaba.

Incluso Chloe no pareció darle ese recordatorio en todo este tiempo, pero sabiendo como actuaba, no se molestaría en habérselo dicho.

—Eso me deja hablar sobre otra cosa, algo sobre lo que quiero saber; tu percepción del tiempo. Así que, dime ¿Cuánto tiempo cree tu mente que ha pasado desde tus problemas comenzaron de nuevo?

Ese tema...

De todas las cosas por las que Lincoln quería discutirle, tuvo que hablar sobre eso.

Respiro hondo dentro de sí, mientras el enojo se acumulaba más y más, casi queriendo salir de allí y explotar.

Estuvo a punto de volver a hablar, pero el albino se le adelanto.

—Escucha, Clyde. Por una vez, quiero que seas sincero conmigo.—Por primera, en todo esta discusión, Lincoln le dio un consuelo a su amigo para mantenerlo tranquilo. —Sabes que estoy aquí para apoyarte. Sabes que puedo oír todo lo que venga de ti, lo he hecho siempre.

Entonces, al oír esas palabras, la expresión de Clyde se suavizo y todo el ardor de su cuerpo bajo. Por un momento reflexiono que estaba siendo algo injusto y egoísta en mantener encerado sus inseguridades hacia su mejor amigo de ese modo. Rechazando cualquier apoyo de el. Rechazando la oportunidad de que pueda al menos superarlo de nuevo.

Quizás, realmente necesitaba ayuda de alguien.

—Yo...

Pero, por mera convencía del destino, una persona que se encontraba en los asientos traseros en donde se encontraba el dúo Clincoln McBride apareció en el momento exacto antes de la declaración del moreno.

—Ah, lamentó interrumpir su discusión señor Loud y señor McBride. Pero ya todos están listos para que me empecemos.—Les dijo el sujeto.

—Ah, si. Gracias por el aviso Sammy.—Le agradeció el albino.

Por parte de Clyde, simplemente se limito a observar a la persona que lo interrumpió. Era un hombre alto, afroamericano, incluso su cabello

Sino fuera porque había rasgos evidentemente muy diferentes al de él; ya pareciera que encontró a un gemelo perdido.

Pero habia otra cosa en el que no le sentaba bien. Sobre algo que ya conocía y siempre estaba ahí... viéndolo.

—Lincoln, ¿Quién era ese sujeto?—Pregunto Clyde, queriendo saber más de él.

—¿El? Se llama Sammy, trabaja desde hace años con nosotros, ha estado desde nuestra primera obra en este lugar y realmente parece muy encantado con la mayor parte de lo que hace.

—¿En serio?—Se sorprendió el moreno por esa información.

—Si, el parece admirarte mucho, según veo. Incluso te sigue muchas veces, lo cual es raro, para ver como actúas... como si quisiera como tu...—La expresión de Lincoln decayó al decir eso, y Clyde entendió el porqué; nadie debería ser como Clyde McBride. Era una vida hecha un infierno de sufrimiento personal.

Al poco tiempo, la expresión del albino volvió a una sonrisa antes de continuar. —Por tu reacción se nota que nunca te encontraste con el, ¿En serio nunca lo has visto?

—Bueno, estoy seguro que si lo hice en este lugar alguna vez.—Y creía que lo hacía, más o menos, pero por otra parte, trataba de conectar a esta persona con algo que lo ha seguido durante tanto tiempo y lo ha percibido en ocasiones, a veces escondidos u otras simplemente visible. —Pero también...

No.

Sabía que lo que esa cosa no era real. Solo fue un producto de su desordenada y "calva" cabeza, algo que no existe dentro de la realidad; no podía compararlo simplemente con una persona que solo tenía cierta admiración(que lo hacía sentir bastante bien consigo mismo, algo que últimamente no llegaba pasar) por él.

Era ridículo.

—¿Pero también que?—Pregunto Lincoln, esperando a que Clyde completara la oración.

—Nada. Son solo ideas mías.

Lincoln hubiera tratado de que Clyde profundizara en eso, pero viendo como terminó su reciente discusión pensó que no sería buena idea volver al mismo problema que nunca acabaría.

—Esto no ha acabado.—Le advirtió Lincoln, mientras su atención ahora se concentraba al escenario.

Eso le corrió un escalofrió en la espalda a Clyde, no por el hecho de las palabras del peliblanco le sonaran intimidantes sino porque el mero hecho de que aun tuviera que hablarle sobre ese tema le causaba una inseguridad y miedo enorme.

En el escenario se ambienta en una cocina, con Tom, el actor que interpreta a Spade Nifty/Ace Savvy, quien se encontraba parado centro del escenario. Detrás de el, se encontraba Davis, el actor que interpretaba a Jack de un Ojo, se encontraba sentado en un Silla mirando a actor de Ace Savvy. Y por ultimo, también se encontraba la única mujer en el escenario, Claire, la actriz que interpretaba a una dama al fondo y tenia una peluca puesta, en otra escena de la obra.

Y ahí empezó la actuación.

—No lo entenderías, Jack. No puedes entender lo que es vivir separado de tu trabajo. No es como de esos misterio de los cuales hemos resuelto durante años.

—Pero ese no es el caso.—respondió "Jack"

—¡Claro que lo es! No puedo resolver mi propio conflicto como si del mayor caso se tratase, no tengo pistas para encontrar las respuestas a mis profundos miedos y penas...

"Jack" se levanto de su silla y miro hacia un lado para caminar hacia allí, alejándose de el y de su ahora monologo, sin que "Spade" se diese cuenta de que se habia ido.

—Yo solamente quiero... ¿Jack? ¿Estás ahí, amigo?—"Spade" se dio la vuelta para darse cuenta que su compañero ya no se encontraba por ahí.

—Estoy solo... de nuevo.—Dijo el "héroe", actuando devastado.

Miro hacia arriba, se agarró las rodillas, tomo una bocanada de aire y dejo levantar su cabeza para dejarlo escapar como si diera su ultimo resoplido. Uno lleno de angustia.

Después de ese momento. "Spade" fue directo hacia el coche, se subió en él y encendió el motor. Una pared de ladrillos fuera del escenario acelera hacia el automóvil, acompañada de efectos de sonido estrepitoso y chirriante.

Claire, se encontraba en el mismo lugar donde. Cuando la luz reflector se enfocó en su escena; comenzó a actuar.

—¿Spade? ¿Ya llegaste?

La pared continúa siendo tirada más allá del auto chocando contra el resto del set, derribando paredes, creando estragos. Un poste de luz cae y golpea a Claire, derribándola.

La escena, quedo arruinada.

—¡Oh mierda!—Clyde pudo evitar soltar esa grosería después de ver eso.

—¿Es en serio? ¿Hasta ahora nos damos el lujo de tener estos accidentes en pleno ensayo?—Por su parte, Lincoln estaba echando humos por las orejas por este resultado.

Ambos, junto a otros de producción, se apresuraron a ir al escenario para verificar lo sucedido.

—Yo me encargare de estos idiotas, tú has el resto.—le instruyo Lincoln.

El moreno le asintió en confirmación. Así después, Lincoln fue con los de producción a ayudarlos a volver a levantar el muro y dar. Por su parte fue por donde estaba Claire, quien aun seguía aturdida en el piso producto del golpe del muro.

—Claire, ¿estás bien?—le pregunto a la actriz, mientras sostuvo su mano y la ayudaba a pararse del suelo.

—Si.—Claire, serió entre dientes a la ves señalo la peluca negra en su cabeza. —La peluca amortiguo el golpe.

—Ya veo, espero que te encuentres bien.—Le dio una palmada en su hombro y se alejó para dirigirse hacia el actor Tom, quien salía del auto y miraba lo sucedido con el reciente incidente.

—Eso estuvo bueno, Tom.—Clyde se acercó a él y lo elogio

—¿En serio?—Pregunto el actor, sonando sorprendido.

—Al menos, antes de que ese muro le cayera encima a Claire. Pero ese no tuvo nada que ver contigo.

—Gracias, supongo. Simplemente estaba intentando hacer algo diferente.

—Sí, se nota. Y lo apreciamos, pero...—el moreno miro hacia abajo y se froto la barbilla de un modo pensativo, buscando las palabras para poder explicarse. —Piensa por un momento, intenta tener en mente que una persona joven interpreta a Spade Nifty, o su alter ego Ace Savvy. Piensa que el solo lo que pretende ser al final de una vida llena de desesperación y angustia por dividir su trabajo como héroe y persona, sin mencionar el enfrentar a sus demonios internos.

El actor asiente con la cabeza, entendiendo mas o menos el punto a lo que Clyde intentaba explicarle.

—Pero la tragedia consiste en que nosotros sabemos que tu, un joven actor, terminaré en este mismo lugar de desolación del personaje.

—Lo entiendo.—Pero por cómo se expresaba, era un tanto lo contrario, o al menos se notaba que intentaba asimilar las palabras del McBride con respecto a su papel.

—Bueno, volveremos a rehacer la escena en... 15... 20 minutos. Voy a estar afuera por un momento.—Apunto con su pulgar la salida de la sala del teatro. —Avísales a todos que se tomen un descanso, mientras tanto.

Tom volvió a asentir, atendiendo la orden del director/guionista de teatro. Mientras Clyde por su parte, camino hacia la salida, el cual se encontraba el lobby del edificio, noto a la recepcionista del teatro, la cual era Penelope. La misma chica que hace muchos años en su escuela fue su compañera de un proyecto que trataba sobre cuidar a un huevo como si fueran sus padres, el cual llamaron "Caliope", como una combinación de sus propios nombres.

Pasaron mucho años hasta volvió a encontrársela cuando hicieron los primeros ensayos de la primera obra a teatro de el y Lincoln; ella habia cambiado radicalmente.

Físicamente era muy bonita, aun usando anteojos al igual que el, por no decir que atractiva(sino fuera porque ya habia rencontrándose con Chloe por ese tiempo y habiendo salido con ella, podría haber sido distinta su perspectiva sobre ella).. Rápidamente formaron una buena amistad entre ellos, que hasta día de hoy aun mantenían.

—Hola Penny.—Le saludo, llamándola con ese apodo como una muestra cariño.

—Oh, hola, Clyde.—Penelope levanto la cabeza, dejando de lado su lectura, para mirarlo y devolverle el saludo amablemente. —Pensé que el ensayo iba a terminar más tarde.

—Estamos en descanso. Además, estoy buscando algo de señal evasiva en este lugar.—Respondió Clyde mientras levantaba su teléfono en distintas direcciones en busca de una señal telefónica.

—En este lugar siempre lo hay, el problema es que si no tuvieras un teléfono tan viejo como ese al menos te agarraría señal. Intenta actualizarte, viejo.—bromeo la pelirroja rizada, mientras dejo escapar unas risitas.

Clyde rodó los ojos mientras sonreía ligeramente e iba caminando directo a la puerta principal. Le contesto a la mujer recepcionista antes de salir en un tono similar: —Lo pensare.

Estando afuera, camino de un lado a otros mientras tenía su teléfono en la oreja haciendo un llamada importante.

—Si, el Dr. Heshborg dijo que tengo que ver al Dr. Scoriano.—Se detuvo, mientras en la otra linea le contestaron con un "¿Por qué?" —Mis pupilas no funcionan.

++++++++

Se encontraba a lado de la puerta de su baño mientras observaba al fontanero, o más bien, fontanera que arreglaría su lavabo, Lana Loud. Tardo su tiempo, pero por fin tuvo la oportunidad de hacerle una llamada a la gemela Loud para que viniera a su casa a reparar su lavabo dañado, era claro que ella estaba al tanto, más que obvio por parte de Lincoln, sobre el incidente que causo su golpe.

Como iba ser obvio, le pregunto sobre el por qué tardo tanto en llamarle para hacer esto. El respondió con excusas no muy convincentes para encubrir el verdadero y lamentable hecho, afortunadamente, ella no pregunto más y solo hizo su trabajo.

Hubo un momento donde sus piernas se sentía temblorosas y una sensación liquida en su entrepierna parecía querer salir de allí , una señal de que quería ir al baño a orinar. Pero el problema era que este su único baño y Lana seguía ahí.

—Lana, si me puedes permitir...—se sentido tan avergonzado de hacer

—¿Qué cosa?—La mujer multi-usos se detuvo de usar su herramienta, una llave inglesa, para arreglar la tubería del lavabo. Giro la a cabeza hacia su dirección para verlo.

—Ya sabes... salir mientras yo...

Movió aun mas las piernas y apunto su dedo hacia el inodoro, haciéndole un seña obvia para hacerle entender que quería ir al baño. Tardo tiempo, pero la rubia logro captar el mensaje.

—¡Oh, ya entiendo!—Comprendió Lana. —Realmente no me incomodaría seguir con esto mientras haces tus necesidades. De igual modo, no es como si fuera primera vez que veo genitales de hombres.

Clyde se le quedo viendo extrañamente a la mujer multi usos, no esperando esa respuesta de parte de ella. Conocía algo bien que Lana aun habiendo crecido, seguía siendo un fanática de la suciedad hasta un punto que sus múltiples trabajos era un reflejo de eso, ¿pero tanto para no importarle ver a alguien desnudo?

Y por lo dijo, no primera vez que lo hacia... ugh, mejor ya no quería pensar en eso...

Pero si quería pensar que eso solo hacia reiterar demasiado su punto: No importa cuanto tiempo pase, la gente nunca cambia sus mayores características.

—... Mejor voy a abajo, tu por mientras arregla esa cosa.—Dijo, mientras camino hacia el pasillo, alejándose poco a poco del baño.

—Como tu digas.—Eso es lo que último que le contesto Lana, y por su tono pareció sentirse algo decepcionada. Haciendo recorrerle un pequeño escalofrío en su espalda.

Bajo los escalones del sótano de su casa, donde se encontraba el estudio de trabajo de su esposa en su arte en mini retratos. No era sorpresa para el cuándo llego y vio que el lugar estaba hecho un desastre, con el piso cubierto de pintura, paredes igual, muchas suciedad en todos los lugares. Nunca limpiaban este lugar, en lo absoluto. Lo dejaba así tal cual.

Por su parte, Chloe, con su ropa salpicada de pintura, trabajo en un lienzo diminuto, de una pulgada cuadrada. Pintaba con un cepillo de un solo pelo mientras mira a través de unos lentes de lupa.

Clyde asoma la cabeza antes de preguntar. —¿Puedo orinar en el fregadero?

—Si, supongo.—Respondió ella, sin perder la concentración en su obra.

Clyde camino hacia el fregadero que se encontraba al rincón del estudio, se paró allí mismo, bajo la cremallera de su pantalón y orino allí mismo. Cuando se apresuró en expulsar el líquido que llevaba conteniendo desde hace un buen tiempo, observo como su orina tenía un color, extrañamente, ámbar.

Otro cambio que durante días noto en el malestar en su cuerpo, además de las heces, es que también llegaba a orinar sangre. Intento en ocasiones tratar el tema con sus médicos, pero que sus contestaciones ambiguas le dejaban mas dudas que respuestas.

Algo más que lo terminaba alertando.

Termino de hacer sus necesidades y miro por encima del hombro de Chloe, miro a través de una lupa que estaba en el escritorio de trabajo de su esposa y vio el trabajo que estaba haciendo. Era una pintura increíblemente detallada y coloreada airadamente de una mujer en un estado de profunda desesperación, gritando al cielo, mientras está de pie en un campo de llamas.

—Wow... es magnífico.—Se expresó con sinceridad y asombró

—Gracias.

Solo se quedaron callados mientras miraban la pintura.

—¿Qué tal estuvo el ensayo?—Sorpresivamente, Chloe rompió el silencio con esa pregunta. Algo que Clyde no esperaba que lo hiciera.

—Bien, creo. Pudo ser mejor.—Respondió.—Tenemos unas 569 señales luminosas. No se por qué incluso tengo que hacerlo tan complicado.

—Porque eso es lo que haces. Eres alguien que se complica en hacer las cosas.—Respondió Chloe, en un tono seco.

—... Si...—respondió, silenciosamente —Pero igual lo logramos. Yo, Lincoln y el resto terminamos todo, estamos preparados para esta noche.

Chloe detuvo lo que hacia, dejo escapar un suspiro angustioso antes de declarar: —Clyde, lo lamento yo... No puedo ir esta noche, Lo siento mucho.

Esa noticia sorprendió mucho a Clyde, y a la vez lo termino doliendo muy profundamente.

—¿Por qué?

—Tengo dos lienzos que debo acabar para despachar mañana.—Clyde miro para a un lado, viendo que solo había un lienzo recién terminado en un estuche. —Yo sé que eso te molesta, pero-

—Es el estreno.

—Lo sé. Desearía poder ir. Iría si pudiera.

—Está bien.—dijo apresuradamente, en un intento de callarla momentáneamente. —Yo... me voy a preparar...

—Clyde-

—No tengo idea de que me voy a poner, así que... tengo mucho que pensar.—Le corto la oración, tajantemente.

Después camino hacia las escaleras para subirlas lentamente, mientras un elevado coraje llenaba todo su cuerpo, producto lo acontecido un momento.

Tenía ganas de romper algo en ese momento.

++++++++++

El teatro está lleno. La obra estaba a punto de empezar. Todos estaban entusiasmados. Mientras... solo estaba observando, sin más.

Clyde estaba sentado en la parte de atrás de la sala del teatro, en una esquina. No tenía a nadie a quien acompañarlo, más por decisión propia. Dejo a Olive al cuidado en la casa de sus padres. Lincoln y Ronnie Anne vinieron aquí, como era de esperarse, no se iban a perder esto en su estreno para contemplar su trabajo. El matrimonio Loud-Santiago les pregunto sobre la ausencia de Chloe y Olive al teatro, él se quedó callado al respecto. Pero los dos entendieron el punto y no dijeron nada por el momento, pero en cambio, le invito a sentarse junto a ellos para disfrutar su propia obra, pero se negó, prefirió sentarse solo.

Y aquí estaba.

Solo.

Observo a todos los asistentes de un lado a otro, pero uno capto mayormente su atención, alguien quien se alegraba de tenerla aquí: Penelope.

Se le quedo viendo por un segundos antes de que la mujer pelirroja con lentes mirara hacia atrás desde su asiento y lo viera, luego para pronunciar la palabra "yay", mostrando lo emocionadamente expectante que estaba ella en ver esto. Él sonríe ante esa muestra de entusiasmo de parte de su amiga pelirroja.

Entonces, el telón se levanta y en ese momento; la función comenzó.

.

.

.

Horas después de haber acabado la hora, todos del reparto y producción fueron a una posada cercana para festejar. Pues la inauguración fue un éxito para todos, no podían quedarse con los brazos cruzados sin celebrar este logro para todos, o al menos para la mayoría.

Clyde se encontraba charlando con Lincoln y Ronnie Anne sobre esto.

—Saben, realmente hicieron un trabajo excelente. Diría que fue el mejor de entre todos los que han hecho desde empezaron con esto del teatro.

—Ronnie, dices eso cada vez que hacemos una obra, más cuando no entiendes la mayoría de lo que intentamos contar y después quieres que te lo explique.—Lincoln, sonrío divertido en reprocharle eso a su esposa en burla.

Esto hizo tomar por sorpresa a la Santiago, con ello tartamudeaba lo siguiente sin tener mucha idea.

—Bu-Bueno, no quita que esto fuera la mejor que han hecho. Digo, la trama, los personajes y como desarrollaron el...

—¿No le entendiste a este también, verdad?

—... no del todo.

Lincoln se rio de nuevo, viendo la reacción avergonzada combinada con furia de Ronnie Anne. Clyde por su parte, también se rio un poco de la expresión de la latina, pero a la vez no evito sentirse algo molesto de cómo se terminara tomando tan poco en serio su obra para que apenas pudiera comprenderlo.

No es como si todas las obras que han hecho sean complicadas de entender, ¿verdad?

—Pero al menos la gente le gusto. Eso es lo que importa, ¿verdad, Clyde?—La pregunta del peliblanco, junto a su mirada iban directo al moreno.

Este último tomo una bocanada de silencio antes de responder.

—Si... hasta vi a muchas personas llorando al salir del teatro. Las emociones es algo que pretendemos transmitir a nuestra audiencia.—Sonrió falsamente, no estando muy satisfecho de forma interna con lo que dijo Lincoln.

Después, eso continuó con la charla entre ellos.

En un punto de la conversación, Clyde volvió a perderse en sus pensamientos. Sabía que en algún momento de estos no terminaría dándose cuenta de que incluso termino acabo la fiesta, pero habia algo que lo tuvo preocupado que no podía sacárselo de la cabeza.

¿Qué es lo que era?

Explico, cada vez que era el estreno de una de sus obras, unos reporteros o periodistas del estado o incluso algunos como los de la revista Times u otros venían ver sus obras de teatro desde que empezaron con este medio hace años. A veces ellos venían directamente hacia él o Lincoln para expresar su opinión o simplemente algunas semanas después sacaban un artículo.

Había tanto buenas como malas críticas, pero al fin y al cabo eran opiniones más extensas hacia sus trabajos.

El problema era que; al parecer no vino ninguno de ellos hoy.

No quería mantenerse presionado por esas cosas. Pero simplemente, quería una opinión de este tipo a su obra.

—Oye, Lincoln.—Le susurro a su amigo albino. —¿Vino algún periodista o reportero critico al teatro a ver la obra?

—No que yo sepa.—contesto Lincoln, negando con la cabeza.

Eso dejo frío al moreno, agrandado sus ojos, con la mirada perdida y con la respiración casi entrecortada por un momento. Estas expresiones no pasaron desapercibidos por su mejor amigo y la esposa de este.

—Ok... está bien.—Dijo Clyde solemnemente, en un intento de recomponerse. Dio una mirada de reojo a hacia atrás, dejando en claro sus intenciones de irse. —Creo que me iré a otra parte, estaré por ahí... hablando con los otros y quizás beber un poco. Ustedes disfruten de la fiesta, mientras tanto.—Clyde se dio la vuelta y se alejó de ellos, haciendo oídos sordos a los llamados de atención que le hizo Lincoln.

Camino de un lado a otro, saludando a quien se cruzaba en su camino con un amistoso "hola" y recibiendo elogios del reparto de actores, cosa que respondió de igual forma, aunque no se sentía de igual forma a la que contestaba.

En un punto vio a Penelope desde el otro lado de la posada. Pensó que hablar con ella le facilitaría liberarse este sentimiento de pesadez.

Pero el destino tuvo otros asuntos, con otra persona, Claire, la actriz de reparto de la obra, quien llego a donde estaba Clyde y lo saludo al igual que el resto.

—Hola Clyde.

—Oh, hola Claire.—Le devolvió el saludo a la actriz rubia. —¿Qué tal la fiesta?

—Esta bien, aunque luzco un poco hincada y enorme.

—¿En serio? Para mi luces genial.—Lo cual no era mentira, dándole una pequeño y rápido vistazo. —Estuviste grandiosa en el escenario. ¿Tu, estás bien?

Clyde hace una pausa para masajearse la parte derecha de su cabeza al sentir un pequeño pero fuerte dolor en esa zona.

—Disculpa. Solo fue un dolor de cabeza.—Le aseguró el moreno para evitar preocuparla.

—Esta bien. Sólo quería decirte que, gracias por todo.—Dijo Claire con sinceridad y orgullo. —Fue absolutamente brillante este trabajo. Sería lamentable seguir adelante sin ti

—Gracias, aunque igualmente tiene a Lincoln para eso. No es que sea la mente maestra en todo esto jeje—Se rio levemente Clyde al recibir ese alago de la rubia.

—De igual forma te lo agradezco.—Luego, Claire abrazo, acto que fue correspondido afectuosamente por el afroamericano con lentes.

—De nada.—Respondio Clyde, sin mas.

Pero toda pequeña escena fue contemplada de lejos por Penelope, quien frunció ligeramente el ceño antes de caminar hacia otro lado del lugar.

Por otro lado, Clyde al termina su pequeña charla con Claire vio enfrente suyo que ya no se encontraba Penelope en donde se supone que estaba antes. Miro de un lado a otro para ver si habia un rastro de ella.

Nada.

Dos horas pasaron. Clyde camino de un lado a otro para buscar a Penelope, pero no encontraba señales de esta por ningún lado que pasaba. De último momento, se terminó rindiendo y prefirió ir al pequeño bar que se encontraba aquí para beber un poco de whisky o alguna bebida que lo mantuvieran calmado por el momento.

Al llegar al lugar destinado, desde a una corta distancia reconoció la figura de cabello pelirrojo rizado sentada cerca de la barra. Se acercó lentamente a esta para llamar su atención.

—Eh... ¿Penny?—Le llamo la atención, eso tomo reacción a la mujer que al escuchar su voz, se volteo para verlo... con la mirada algo perdida.

—Ho-Hola Clyde *HIP*—La mujer dio un hipo, dando a entender que estaba ebria.

—¿Cuántas copas tomaste?—Pregunto viendo cómo se encontraba Penelope y la copa que sostenía en su mano.

—Unas cuantas, no es nada.—Le aseguro, luego de soltar un par de hipos mas.

—Oye... ¿Dónde está la... esposita?—Le pregunto Penelope de forma coqueta.

Se extrañó de la actitud que tomo su amiga, pero no se negó a contestarle de forma amigable.

—Tenía que trabajar. Se muestra en Berlín es en dos semanas.—Dijo, con sinceridad. —Nos iremos allí por un mes.

—Eso es genial...—Ella tararea mientras se balanceaba de un lado a otro, luego acerco su cara su oído. —Clyde...

—¿Hm?

—¿Quieres ir mi auto... ahora... a hacerlo conmigo?—le implico la pelirroja, mientras le dedicaba una sonrisa boba.

Esa hizo abrir los ojos como platos al afroamericano al escuchar eso.

Por alguna razón, y por mas mal e inmoral que sonara, se sentía tentado a aceptar el pedido de su ¿amiga?, pero luego se dio una bofetada mental y razonar como un humano normal al darse cuando lo que estaba pensando por mera lujuria oculta.

Estaba mal, demasiado mal.

Debía ser claro con eso, incluso si no lo llegara a escuchar correctamente.

—Mira, Penelope. Tengo una esposa y una hija, no puedo... no puedo simplemente hacer esto.—Rechazo lo más formalmente esa peculiar petición, con nerviosismo.

Era pequeña. Pero una extraña sensación de arrepentimiento dentro de el le llego cuando dijo eso. No sabía de donde vino, pero le resultaba muy angustiante, como si hubiese perdido la mayor oportunidad de su vida,

—Puff Aguafiestas.—Respondió Penelope, aun en su estado de embriaguez, bastante decepcionada.

Viendo el resultado de este extraño acontecimiento, se levantó de su asiento para alejarse de la barra de, bar y dejar sola a la pelirroja alcoholizada.

Paso el resto de la noche en la posada; ni un solo crítico vino.

++++++++++

Ya siendo de mañana. Clyde llego a su. Al llegar a casa, se encontró con Chloe acostada en el sofá, completamente despierta con otra persona que también conocía muy bien, desgraciadamente, Mary, en el otro sofá. Sentada

Por cómo veía en sus apariencias desordenadas, o estaban ebrias o drogadas. El moreno tenía el presentimiento de que era lo último, especialmente por lo que escucho después.

—Sus mejores amigos tiene dos bebes.—Fue la voz de Mary, quien parecía. —Uno así de grande, otro así de grande. Y dos gatitos-

—Hola.

Interrumpió la extraña charla que tenían ellas dos. Ambas se percataron de su llegada, Chloe fue la primera en saludarlo... muy desorientadamente.

—Oh, hola Clyde.

No contesto y solo levanto la mano como respuesta, después desvió la mirada en donde se encontraba Mary. Quien también le dio la misma mirada perdida.

—Hola igualmente.—La saludo también, con un tono, sutilmente, de desagrado.

—Sí, hola.—Le devolvió el saludo la mujer, sin darse cuenta de cómo le contesto el afroamericano.

—Mary me hizo a hacerme compañía cuando termine lo lienzo, y bueno... solo nos distrajimos un poco. Muchas cosas...—Dijo, sin saber cómo expresarse correctamente bajo su estado actual. —Pero realmente lamento haberme perdido tu obra. ¿Pero cómo salió todo?

Clyde se quedó en silencio por unos segundos, pensando en cómo no habia recibido ninguna de las críticas de algún periodista que debía haber escrito algún tipo de artículo sobre su obra, como anteriormente ha hecho con otras suyas.

¿Qué podía decir al respecto?

Simplemente, algo que siempre sale de su "calva" cabeza.

Mentiras que ni el mismo se creía.

—Grandioso. Somos un éxito. Las criticas estuvieron grandiosas, inclusive dijeron que fue brillante.—El moreno sonrió falsamente mientras veía a las dos mujeres reaccionar a sus igualmente falsas palabras

—Eso es muy bueno.

—Eso genial, Clyde. Te felicito.

... Agregando a la mezcla, unas muy falsas felicitaciones.

—No puedo esperar a verla maña-digo, esta noche. —Clyde se le quedo viendo a su esposa con una mirada en blanco ante esa corrección apresurada. Pero no dijo nada. —Es fantástico.

—En serio que es tar- digo, temprano.—Mary al igual que Chloe, se corrigió en lo que digo y se río ahogadamente para luego divagar: —Temprano... Temprano...

—Si, es temprano.—Comento Clyde, mientras chasqueo la lengua en un intento de reprimir un comentario ofensivo.

—Oye, me encantaría verla también.—Dijo Mary, en un inesperado entusiasmo. Muy seguro de las drogas que se metió.

—¿Podemos darle una entrada a Mary, por favor?—Le suplico Chloe, mientras hizo un intento dé hacer cara de perrito triste para convencerlo.

—Estan fumadas.—Fue la opinión más sincera que ha expresado Clyde desde que entro a la casa.

—Bueno, un poquito. No lo se...—Chloe divago nuevamente. —De todas formas, Clyde. ¿Estas contento con el cómo salió?

—Sí, lo estoy. Me encantaría que la vieras para saber qué te parece.—Expreso Clyde.

—No importa lo que yo piense, Clyde. Siempre ha sido así.—Le dijo Chloe, con una sonrisa burlona. Como si el solo hecho de querer su opinión fuera un chiste para ella.

—Absolutamente.—Por su lado, Mary apoyo ese punto. Mirando a Clyde con cierto desdén, incluso en su estado. —Todo se trata de tu satisfacción artística, Clyde.

Chloe se río ligeramente, no se sabía si era por cómo se encontraba, o si por el comentario de Mary hacia Clyde.

El moreno solo volvió a quedarse en silencio mientras miraba de un lado a otro a las dos mujeres. Sin saber cómo tomarse lo que le han dicho.

—Sí, genial.—Dijo, con falso entusiasmo mientras levantaba el pulgar en señal de aprobación o cualquiera signo que positividad, lo cual estaba lejos de ser así.

Luego subió los escalones lentamente, mientras les dedico una última mirada por encima de su hombro a ellas dos, su expresión se arrugaba hasta volverse de una de molestia.

++++++++

Clyde y su hija Olive caminaban tranquilamente por el vecindario, su destino era la oficina de correos, el moreno llevaba cargando un sobre fiscal en la mano. Ambos pudieron ir en auto, Chloe se habia llevado el auto para ir a un lugar del cual no le dijo ni le aviso que iba a ir.

Aunque estaba al menos algo esperanzado de que llegara antes de la obra.

Volviendo al caso. Ahora solo tenían el camino de ir a pie. Y ha decir verdad, fue mejor y más tranquilizador opción.

—¿Quieres que te cierre el abrigo?

—Si.

Se detuvo, miro de frente a su hija antes de ponerse de cuchillas y dejar el sobre amarillo en el suelo.

—Papi, ¿Qué tienes en la cara?—Pregunto Olive, refiriéndose a las pústulas que tenía Clyde en la cara. Otro síntoma del cual termino desarrollando hace poco... o eso creía, la noción del tiempo no le hizo dar cuenta al afroamericano desde cuando incluso lo tenía.

Otro agregado mas a su historial de sus problemas físicos.

—Ah, son granitos.—Le contesto su padre, mientras acomodaba el abrigo verde de su hija y elevaba el cierre para juntar las dos partes del suéter de ella. —Lo llaman "Sicosis". Se deletrea diferente de "Psicosis", pero suenan igual.

Recogió su sobre y se levantó del suelo para que ambos siguieran con su caminata, sin necesidad de acabar su charla.

—No se lo que significa.

—Por supuesto que no.—Dijo Clyde, carraspeo un poco antes de explicarse. —Bien, hay dos clases de sicosis, se deletrean diferentes: P-S-I es cuando estás loco, como mama.

No supo el moreno a que vino esa referencia como ejemplo. No pensaba como tal que su mujer estaba loca, simplemente... era otra cosa. No sabía como describirlo, pero loca no era.

Lo sabía... ¿o no?

Pero viendo como su hija, al parecer que entendía bien con dicho ejemplo, solo hizo extrañarse aún más de sus propias palabras y su significado.

—S-I es como estas cosas feas en mi cara.—Siguió explicando.

—Podrías tener ambas.—Supuso Olive, mientras lo miraba con una sonrisita.

—Podría, pero no lo tengo.—Contesto con algo de firmeza, pero compartiéndole la misma sonrisa que su hija.

Si, el estaba lejos de estar bien en todo... pero al menos mantenía cordura. La única fortaleza que lo ha acompañado en toda su miserable vida.

+++++++++

En el teatro, a una hora de ya haber comenzado la obra. Clyde se encontraba sentado audiencia entre Chloe y Mary. Echa un vistazo a la expresión pétreo de Chloe que ha mantenido desde que llegaron. Mientras que con Mary... estaba ebria y realmente no parecía importarle ver lo que estaba frente a ella.

Miro al frente la escena con un cementerio de escenario, la mejor parte de su obra, pensó el. En el escenario, Tom se encontraba en su personaje de Spade, alrededor de una tumba, mientras Claire se encontraba detrás del actor, un poco más lejos de el. Encima de ellos se proyectaba una "lluvia" para acompañar el ambiente de la escena.

Comenzó la escena, lista para ser contemplada por el público.

"Spade" se acurrucaba su chaqueta contra el frío, todo mientras le dirigia la mirada a la tumba enfrente de el.

—Sé que es muy tarde para visitarlos, mama y papa. No significa que me importen o quisiera decepcionarlo pero...—Bajo la cabeza, con mucho lamento. —Pero ya no duele tanto como antes, o eso quiero creer. ¿Lo entienden, no es así?

Se deja caer de rodillas y junta sus manos, haciendo un gesto de súplica, como si realmente les suplicara algo.

—No importa cuántas veces tenga que resolver y descubrir, simplemente... No puedo encontrar lo que quiero. Por favor... realmente necesito una respuesta.

Se inclina hacia adelante, agarrando la gran lápida como si estuviera agarrando los hombros de un hombre.

—Sé que hice un juramento, pero no sabía que tuviera que cargar con tanto, no habia pensando en cómo eso me afectaria a mi u a otro... o siquiera en mi felicidad. No quiero esta solo...

"Spade" dejo escapar unas cuantas lágrimas, reflejando varios sentimientos de tristezas en su expresion mientras la "lluvia" salpicaba su rostro

—Quizás ya lo hayas encontrado.

"Spade" reacciona con los ojos muy abiertos y se da vuelta para ver al personaje de Claire parada a unos metros de distancia, cerca de la tumba de su un paraguas mientras avanza hacia el.

—No estás solo.

"Spade" se levanta, solo la mira fijamente antes de abrazarse. Cuando sus ojos se cierran con fuerza, y un Una sola lágrima corre por su mejilla mientras la "lluvia" aun caía sobre ellos.

La escena termina y se bajo el telón para terminar su acto.

Casi todos en la audiencia se levantaron de sus asientos para aplaudir fuertemente en conjunto y chiflar la magnificencia de la escena que vieron recientemente.

Si, casi.

Las únicas excepciones fueron Chloe y Mary. La primera solo aplaudió ligeramente, la otra lo hizo tontamente mie tras se encontraba perdida en su propio mundo.

Clyde viendo esto, frunció el ceño profundamente pero no dijo nada, ni quería interrumpir este momento donde casi todos disfrutaban la escena del mismo modo.

Después de terminado todo. Los tres caminaron por el boulevard directamente hacia el auto, el ambiente era extrañamente tranquilo entre ellos.

Al menos, por ahora.

—Estuvo muy bien logrado... fue muy exitoso.—Fue lo que dijo Chloe, haciendo aligerar una sonrisa en los labios de Clyde, sabiendo que habia hecho bien su trabajo.

—Fue bueno.—Dijo Mary, muy desordenadamente, aunque estando mas aligerada. El McBride ignoro ese comentario de la hippie.

—Aunque...—La voz de Chloe se aligero, tornándose dudosa y con mucha insatisfacción, junto a su ceño que se endureció. —No me emociona la elección de rehacer la historia de otro y usando mismos personajes... de nuevo.

—Bueno, es cierto que lo hago porque ese es mi campo. Pero es una adaptación, todos hicimos nuestros cambios y pulimos ciertas cosas en el guion para darle una identidad propia.

—No hay nada personal en ello.

—Lo hay dentro de los conflictos del protagonista, debiste haber dado cuenta. La gente lo sabe y sale llorando del teatro cuando termina la obra.

Aunque por dentro, Clyde creía que la gente realmente no lo hacía. Muchas veces la gente le preguntaba a el o a Lincoln explicaciones sobre las obras que adaptaban o que incluso significaba todo aquello, incluso en sus trabajadores de reparto.

La gente no entendía su trabajo, solo se guiaban casualmente de sus sentimientos.

—Genial. Conviértete en una maldita herramienta de los suscriptores de los teatros regionales suburbanos.—Se quejó Chloe, amargamente por lo que dijo Clyde.

Mary se rio por el comentario, cosa que hizo fruncir el ceño al hombre de los anteojos, el cual iba a replicar pero su esposa se le adelanto.

—¿Pero qué estás dejando atrás, Clyde? Actúas como si tuvieras una eternidad para resolverlo.—Le reprocho agresivamente Chloe, cosa que no le gustó mucho al moreno.

—¿Por qué actúas así?—pregunto, insistentemente.

—No lo sé, simplemente estoy estresada, nada mas.—Esa cortante respuesta fue lo último que dijo antes de mantenerse callados y aplicarse la ley de hielo en su silencioso y frío regreso a casa.

+++++++

A la mañana siguiente. Clyde se levantaba como siempre solo de su cama, oyendo su despertador radio y lo "buenos días" del locutor que siempre le dedicaban a todo aquel que lo escuchaban. Cambiarse, levantarse y cepillarse los dientes, lo de siempre.

Fue a la cocina, donde se encontraba Chloe sentada en la mesa junto con Olive. Ella bebía café y charlaba por teléfono. Mientras Olive comía cereal y miraba los dibujos animados.

Chloe no parecía darse cuenta de su reciente llegada, o en realidad lo hacía, pero lo ignoraba, nuevamente.

Por su parte, Olive lo hizo, pero al momento siguiente volvió su atención por el programa animado Vio que trataba de un chacal animado habla con un hombre muy parecido a el... o más bien, era el, o, lo que su mente quería creer que era.

Era otra de esas imágenes que reproducida su mente para hacerle pensar que había cosas en un lugar específico cuando en realidad no había nada parecido, como pasaba con esa figura extraña y falsa que siempre parecía acecharlo en cualquier lugar, el cual también se encontraba a lo lejos detrás de un árbol de esa escena. Pasaba muy a menudo cuando era joven.

Nada fuera de lo común.

—Cuando estás muerto no hay tiempo. El mundo es una roca atemporal.—Dijo el Chacal a... ¿el mismo?

Sacudió la cabeza, dejando eso de lado. Después se sirvió una taza de café y se sentó a la mesa junto a ellas.

—Creo que podría tener artritis.—Era verdad, lo sentía desde hace unas horas, sin mencionar que sus articulaciones estaban rígidos. Pero revelarlo no era su intención sino solo dijo más por un intento de llamar la atención de la mesa. Cosa que solo pudo hacer con su hija pero no entendía bien a que se refería, por su parte...

Chloe siguió hablando por teléfono, ignorando completamente lo que dijo. —No... Ya sé. Exactamente.

Clyde suspiró hastiadamente y solo se dedicó revisar su teléfono para leer las noticias del día de hoy, 25 de mayo. Él sigue mirando, leyendo y observando artículos y sucesos.

—Okay. Todo bien. Si. OK, Adiós

Chloe cuelga el teléfono, cosa que hizo dejar su atención por las noticias y cambiar su mirada hacia ella.

—¿Quién era?—pregunto, con curiosidad.

—Mary.

Frunció el ceño al escuchar ese nombre.

—Han pasado tres horas desde la última vez que hablaron.—Comentó, con mucho disgusto.

—Clyde, creo que iré a Berlín sola con Olive.

Se le quedo mirando en un profundo, confuso y anonadado silencio, intentando procesar lo más rápido posible las palabras dichas hace solo un segundo.

Olive también parecía sorprendida por eso, pero tampoco dijo nada al respecto. Solo volvió a comer su cereal.

—Pienso que podría ser bueno para nosotras.—dijo Chloe.

—¿Por qué...? ¿Por qué no quieres que vaya?—Pregunto, aun sorprendido.

—Simplemente creo que debería ser bueno para nosotras dos estar solas, por un pequeño tiempo.—Se justificó ella, esta vez desviando la mirada. Incapaz de ver como se lo tomaba.

Su mente estaba revuelta en este momento. A veces sentía revivir su vida a través de sus ojos, con todos sus buenos momentos, pero mayormente y dolorosamente con todos los problemas que ha cargado desde el día de su nacimiento: Que sus padres biológicos te abandonen, los problemas respiratorios que ha contraído desde el día uno y aun carga junto a otros, que sus padres adoptivos a fuera un matrimonio homosexual, y aun por más que los amara, a causa de fue objeto de burlas y repudios de muchas personas, que se obsesionara con una chica mucho mayor que el por años y solo pasara pena ajena, sin mencionar el ser un imán de lastima por todo lo anteriormente dicho.

Y luego está el Síndrome de Cottard. El clavo del cual pensó en algún momento haber quitado de su cuerpo, pero solamente estuvo enterrada en lo más profundo de su ser hasta el día ya pudiera llegar a sentirlo de nuevo, pero nunca hiciera ningún intento por quitarlo porque es demasiado tarde para eso.

Ese era la tragedia de la vida de Clyde McBride; su tragedia.

Ahora esta revelación fue uno más a la lista de las muchas tragedias que ahora tenía que vivir. No importa lo acostumbrado que está a recibir estos golpes de la vida real, dolían mucho el solo recordarlos.

Y ahora, la única y más honesta opinión pudo dar a lo que dijo Chloe fue:

—¿Cómo quieres que responda a eso?

En un instante, se levantó de golpe de la mesa y se fue de la cocina sin más, ignorando las miradas que le daban su esposa e hija por su reacción.

Por fuera lucia enojado, por dentro sufría, como si otra daga invisible atravesó su amargo y podrido corazón.

++++++++

En su habitación, la que compartían... o la que alguna vez compartieron este matrimonio tenia un ambiente frio y silencioso. Con Chloe ocupada empacando sus cosas en su maleta, mientras que Clyde estaba sentado en la cama, observando como su esposa guardaba grandes cantidad de cosas que le pertenecía a ellas para su viaje.

Eran demasiadas para ser solo un viaje de un mes.

—¿Puedo hacerte una pregunta, Chloe?

Como pocas veces, Chloe lo mira y se permite escucharlo.

—¿Te he decepcionado de alguna manera?

Ella se queda callada por unos segundos, pareciendo pensativa con lo que iba decir.

—No lo creo... o si, no lo se, yo... creo que todo el mundo es decepcionante.—Esa fue la respuesta de Chloe, teniendo dudas de si esto era realmente era lo que opinaba. —Cuanto más conoces a alguien, solo... piensas que debió quedarse en algo del pasado. Toda esta cosa romántica del amor, no deja de ser una proyección, ¿No es así?

Clyde bajo la cabeza, pero igualmente asintió lentamente. Dándole algo de razón, lo ha visto muchas veces eso antes en personas que conocía, incluso cercanos.

Incluso en sí mismo.

Chloe sacude la cabeza y cubre su boca son su mano, intentando reprimir un sollozo. —Quiero decir, no sé qué estoy haciendo ahora. Solo estamos pasando un pequeño periodo de tiempo separados.

Ella comienza a llorar, luego se acerca a él para abrazarlo desconsoladamente. Aunque solo fuera poco, era una pizca de un cariño que Clyde no ha sentido de ella desde hace tiempo.

—Lo siento, Clyde.—Se lamentó Chloe, mientras aun lo abrazaba y las lágrimas se le escalaban y empapaban sus hombros. —Te amo. Te amo mucho,

No podía distinguir si esas palabras y sentimientos eran verdaderas o no. Solo... se dejó llevar por el momento, un momento mutuo entre ellos.

Lo más cercano que han tenido ambos una muestra de afecto verdadero que han tenido ambos durante un tiempo. No recuerda cuanto, pero si hace buen tiempo.

—Hablaremos cuando regrese, ¿de acuerdo?—Le dijo ella.

—Si...—Respondió.

Esta sería un mes bastante duro para él.

+++++++

Solo.

Completamente solo.

Lo mas irónico de esto, era que lo es más por decisión propia que por cualquier otra cosa.

Después de que Chloe y Olive se fuera, él se quedó en casa sin tener alguna ocupación o compañía a la que aferrarse. Por esa razón, le conto por teléfono a Lincoln sobre lo sucedido, y su mejor amigo no dudo en conducir desde su casa a por él, incluso fueron un bar en un intento de que pudiera contar mis penas recientes.

Sabia como actuaba Lincoln cuando él se encontraba deprimido, lo hizo siempre desde hace años cuando iba regularmente a esas consultas para tratar su caso potencial de Síndrome de Cottard, fue otra persona que cayó en el juego de sentir lastima por Clyde McBride.

No se ofendió por ese intento, al menos Lincoln lo intento honestamente.

Le había dicho que no tuviera que ocuparse de mí, que tenía a una familia a que encargarse, no tenía que tirar todo por la borda solo porque quería ayudarme en un momento en donde, de cierto modo, dependía mucho de su compañía.

Lincoln no se mostró muy convencido por esa petición, especialmente cuando le aseguro de que estaría bien y enfrentaría toda esta semana estando solo mientras esperaba a que su esposa e hija volvieran. No sé si era por su tono o porque la mentira en sus palabras eran muy obvias.

Pero no se negó hacerlo, quizás por el estima que tenía hacia él o alguna clase de lastima, se fue y lo dejo en paz en su soledad para seguir con sus esposa e hijos. Pero le dijo en advertencia de que si era necesario, lo llamara para ayudarle en lo que sea. Le respondí que lo haría.

Lo cual pensó dudablemente en hacerlo.

Otra mentira que cargaría consigo toda la eternidad.

Estuvo tentado a llamar a Penélope para pudiera estar con él, pero descarto esa idea viendo en su mente que alguna situación aventurera podría ocurrir en un escenario así sin que él lo supera, causando que solo mostrara arrepentido de eso más tarde.

Y allí estaba solo, sentado en la escalera que guiaba hasta el sótano donde Chloe practicaba y hacia sus pinturas en sus mini marcos. Tan silencioso era el lugar con dos personas menos y una persona que solo en su cabeza se concentraba.

Y de ahí vino la pregunta:

¿Qué era único que podía hacer en un momento tan desolado como este?

Llorar sin parar y luego ver televisión para intentar calmarse.

En uno de esos momentos, miro a través de la caja tonta un comercial anunciando su producto mientras se lavaba sus encías con su cepillo de dientes con indiferencia.

—Flurostatin TR le ayuda a vivir la vida de buena manera, cuando llega el momento de enfrentarse a los cambio de la quimioterapia.

La escena en el comercial se ambiento en un parque urbano. Varias tomas de personas caminando, imágenes difusas de personas volando cometas, viendo puestas de sol, etc. En una de esa toma, hubo una de madre y su hija teniendo un picnic bastante agradable.

Sintió una familiaridad al ver eso, como si tuviera una conexión con esas dos personas.

Algo como...

Pero dejo de pensar en eso cuando la siguiente toma era de una versión infantil de él y sus dos papas jugando como si los viejos tiempos hubieran sido proyectados en ese comercial.

Otra vez, ese truco ilusorio de su mente...

En un momento, apenas dándose cuenta, se le cayó su cepillo al suelo. Cuando se dio cuenta de eso, se agacho para recogerlo, pero se detuvo cuando se quedó mirando por unos momentos al sucio piso antes de mirar hacia los lados que estaba igual de sucio. Todo estaba sucio.

Reflexiono por unos segundos antes de tomar su decisión.

Agarro su cepillo de dientes caído y se dispuso a tallar el piso para quitar las manchas de suciedad que se encontraban allí.

—Consulte a su médico sobre Flurostatin TR es lo adecuado para usted.

Y siguió limpiando todo; paredes, pisos, muebles; todo.

Quien sabe porque incluso lo estaba haciendo; quizás porque ahora que estaba solo simplemente limpiaba este asqueroso sótano. Lo único que tenía en mente era limpiar, limpiar lo que era sucio, limpiar lo que estaba mal aquí.

Todo lo que podía hacer era limpiar.

—El cepillo milagroso, puede sacar toda suciedad dentro-

Después, uso el mismo cepillo del comercial para quitar las manchas de las paredes, tallar cada parte sin que quedara nada.

—Aumento y brillo-

También comenzó a limpiar los lavabos y fregaderos con los trapos mojados que tenía.

—Levante esas piernas-

Después de un tiempo, del cual poco le importo cuanto ha durado. El sótano ya estaba como nuevo.

En la televisión ahora transmitía uno de esos dibujos animados. Un personaje con una imagen de cara, cayendo desde el cielo hacia abajo, sin ningún paracaídas que pudiera salvarlo.

Pero su atención de la tele se fue cuando vio algo en la alfombra, mientras una canción dentro del programa animado empezaba a sonar:

No hay modo serio de zafarse
Cuando tu paracaídas no se abre

Solo faltaba un detalle.

Una minúscula y pequeña macha.

Una que se le escapo. Pero que no dudaría en quitarlo de ahí.

Uso su cepillo para tallar, pensando que sería fácil limpiarla.

Te estás cayendo
Estas yendo abajo

Nada.

Viendo como aun no quitaba la mancha de allí aun después de unos intentos. Lo volvió a hacer, esta vez, con más fuerza, más velocidad y presión, como si su vida dependiera de ello, le tallo desesperadamente, su corazón latía como una locomotora, su agarro en el cepillo fue más fuerte, sus ojos se centraban en ver como se deshacía de lo que estorbaba de la limpia alfombra. Todo, mientras la letra de la canción empezaba a resonar aún más fuerte.

Caes, y luego mueres
Tal vez alguien llore...
Pero tú no lo serás

Y termino.

La mancha de esa alfombra desapareció.

Se recostó en el suelo boca arriba mientras se tomaba un tiempo para tomar aire y el sudor en su cara se escurría, todo al acabar con su trabajo. Todo limpio. Ni una mancha, suciedad, o alguna clase de aroma a orina en este lugar.

Estuvo totalmente satisfecho de acabar con todo.

Pero al hacerlo...

Se sintió muerto.

+++++++++

Terminado.

Ok, esto fue pesado de hacer para ser 16k, pero estoy totalmente satisfecho con el resultado.

Haber chicos, ¿Bucles de tiempo? ¿Repetición de sus mismos días? ¿Viajes en el tiempo o de universos paralelos? ¿La muerte de Clyde y estando en un limbo? Joder, al menos sean mas originales, que esto es una historia realista... mas o menos, solo que algunas son en metáforas.

Pero ese final... ufff creo que aquí me esperare estas interpretaciones de nuevo... las cuales tendrían cierta probabilidad de ser verdad...

Igual, es agradable tener esta recepción y ver como han opinado del fic hasta el momento, cuando su protagonista es un negro odiado por el fandom xd Pero bueno, tomar las cosas negativas del personas, moldearlas a un conflicto propio y volverlas como algo importante en un fic si que funciona, verdad?

Espero que capten ciertos detalles y referencias. Algunas del capitulo anterior no lo llegaron a anotar, aquí hago mas énfasis en esos detalles para que los entiendan, porque tendrán su debida importancia en el fics, porque a partir de aquí empieza lo bueno... Lo único y verdadero.

Tomara tiempo hacer los demás capítulos, pero valdrá mucho la pena para ustedes la espera, que se viene platos fuertes con posibilidad de ser menos largo que los dos anteriores.

Ya desde aquí, me despido, chau

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