notre synchronie, c'est parfait
Jamás imaginó que al conocerlo, pudiese fácilmente sincronizar con él. Pero Kagami comprendió o mejor dicho, aprendió, a que las apariencias engañan.
Cuando lo conoció por primera vez, fue cuando ella iba a hablar con el joven Agreste, con quien se entendió al final del día, cuando ella hizo su aparición en las clases de esgrima.
En ese mismo día, había conocido a Luka, un muchacho relajado, comprensivo y hasta amigable.
Comenzó a tratarlo, abriéndose muy lentamente hacia él. Pues en ese entonces, no podía tratarlo con tanta confianza como ahora.
Por un momento, envidió lo libre que él era. Pero eso también, hizo que la nipona lo empezase a admirar.
No era su apariencia o su forma de ser lo que le había cautivado (tal vez sí, más eso era un complemento), lo que la había atrapado, era la libertad que este tenía y como con unos acordes de su guitarra, lograba colarse en su frío corazón.
Al principio, le costó admitir que comenzaba a mirar al Couffaine mayor con otros ojos, que lo que sentía por él ya no era amistad; tal vez era cuestión de orgullo o miedo a salir lastimada.
O ambas cosas.
Mas cuando Luka, de manera suave y tranquila, le dijo lo que comenzaba a sentir por ella, algo en su interior se estremeció. Se quedaron un momento en silencio, en los que ella meditó.
Lentamente pero sin miedo, le confesó que ella también comenzaba a sentir algo por él.
Ambos estuvieron de acuerdo en llevar las cosas con calma, no tenían prisa. El pelinegro la apoyaba y ella también hacía lo mismo.
Miró al cielo, el cual poco a poco comenzaba a adquirir tintes naranjos y violetas. El de mechas azules caribeñas la miraba, curioso.
—¿Qué piensas, Kagami-chan?— preguntó, añadiendo el honorífico con afán de llamar su atención.
Tsurugi soltó un pequeño suspiro, para dirigir su mirada a su novio.
—No es necesario que utilices honoríficos, Luka.— le reprochó de manera suave, pero seria. Miró a los ojos al pelinegro, sintiendo sus mejillas levemente calientes.— ¿Recuerdas como nos conocimos?
El chico sonrió.
—Siempre.— susurró, apartando levemente la mirada, comenzando a tocar pequeños acordes. Kagami cerró los ojos, disfrutando de ese pequeño momento donde podía tener paz y un poco de libertad.
Donde sólo eran ellos dos. Donde ambos, sincronizaba perfectamente.
-Traumada Taisho
Si hay Lukanette y Adrigami, ¿Por qué no Lugami/ Lukami?
Solo espero que no hayan salido fuera de personaje, porque sino, me mato alv.
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