Abrí las puertas y me escabullí ahí, sigilosamente, la vi mirándose al espejo, hablando sola, con el collar tan extraño que había llevado a la pijamada.

—Yo sabía que estabas loca pero no sabía que estabas tan loca, ahora te llamaré princesita Barbie loca. —Le sonreí falsamente.

— ¿Barbie porque soy hermosa y rosa?—Musitó la castaña, negué con la cabeza.

—No, porque eres plástica e inútil. —Respondí, ella me fulminó con la mirada, simplemente reí.

—Aquí la única que está perdiendo la cabeza eres tú, debo admitir que hacemos un buen trabajo al destruirte, te estamos dando lo que te mereces—Prosiguió y me acerqué más a mi sobrina.

—Es obvio que eres demasiado inútil como para armar todo esta distracción sola pero no van a ganarme, yo derroté a la emperatriz del mal, ¿qué te hace creer que no puedo hacerte desaparecer junto con mi madrastra? Con solo chasquear mis dedos las desterraré y nadie me detendrá. —Dije mientras mis ojos empezaban a brillar nuevamente, entonces me percaté de que lo que llevaba en el cuello era un collar con forma de caracola marina. — ¿¡Cómo mierda lo encontraste!?

   No tardé mucho en reconocerlo.

 Era el collar de mi archienemiga de la isla.

—Me lo robó cuando volviste a casa con ella después de que arruinaras la coronación. —Respondió una voz muy familiar, miré al interior del espejo y la vi, ahí estaba aquella brujita disfrazada de pirata que tanto odiaba.

—Camaroncito, qué bueno que estás aquí, serás la única testigo de una lenta y dolorosa muerte... aunque no podrás salvar a tu amiguita, no estás aquí. —Sonreí falsamente, no necesitaba ningún arma, acabaría con ella con mis propias manos. Salí de mis pensamientos, noté que el reflejo de la chica de trenzas había desaparecido, reí con malicia.

—Eso creí, es una cobarde, al igual que tú. Te metiste con la persona equivocada, ahora deberás pagar las consecuencias. Morirás sola...—Exclamé, rodeando el cuello de la castaña con mis manos rápidamente.

—Eso es lo que tú crees. —Susurró en mi oído la pirata que hace muchos años había sido mi mejor amiga antes de colocarme su espada en la garganta. —Suéltala. Ahora. No vas a lastimarla. —Ordenó, ejerciendo presión sobre aquella zona de mi cuerpo con su arma.

  Ella me miró, pero no me moví, yo nunca obedecía a nadie, y menos a una inútil con sombrero de pirata y olor a marisco podrido.

—Mátala y lo perderás todo, tus amigos, tu familia, tu novio... —Reflexionó seria, la miré con odio.

—No te atrevas a meterlos en esto, Camaroncito, porque si lo haces yo... —Le advertí.

— ¿Tú qué? Cuidado con tus palabras, un movimiento en falso y todo terminará para ti, princesita. —Ella sonrió con malicia, bufé, de mala gana saqué mis manos del cuello de mi víctima, que intentó desesperadamente recuperar el aire perdido. La pirata me soltó, entonces la pateé y la empujé rápidamente, haciendo que se estrellara contra la cama.

—Ahora, en cuanto a ti... lamentarás haberte metido con alguien que tiene magia, ése fue el peor error que has cometido. —Gruñí mirando a mi sobrina.

—No se lastima a la familia, Mal, nadie va a perdonarte si lo haces. —Susurró ella con un hilo de voz, mientras mis ojos empezaban a brillar intensamente.

—Oh por favor, primero asesiné a mi madre, ahora haré lo mismo contigo pero no te preocupes, no voy a dejarte sola en el infierno con la peor de las villanas, también enviaré a Lea allí. —Dije con tranquilidad. —A la mierda la sangre, ninguna de las tres ha sido parte de mi familia. —Gruñí antes de abalanzarme sobre la castaña para empezar a ahorcarla, era la única manera que tenía para arrancarle aquel artefacto mágico del cuello.

 El collar empezó a brillar, pero no me importó, terminaría con Audrey de una vez por todas.

  Fue entonces cuando los guardias entraron a la habitación, detrás de ellos se encontraba Felipe, que me miró horrorizado.

 Miré a mi alrededor rápidamente, Uma ya no estaba, antes de que la seguridad del palacio pudiera atraparme salté por el balcón.

   Jamás me encontrarían.

Antes de caer al suelo hice el hechizo para teletransportarme y aparecí en la puerta de mi habitación en la residencia, entré y cerré la puerta con llave antes de que alguien me viera.

— ¡Mal!—Me sobresalté al escuchar las voces de los hijos de los villanos, que estaban esperándome. — ¿¡Dónde mierda estabas!?

—Yo... puedo explicarlo. —Murmuré rápidamente.

—Por favor dime que no hiciste algo impulsivo y estúpido. —Pidió la chica, colocándome una mano en el hombro. No dije nada.

—M, habla ya. —Habló Carlos, cruzándose de brazos.

—Yo...no fui al castillo de papá ni traté de ahorcar a Audrey cuando me di cuenta de que fue ella la que me expuso ante todo el reino... —Hice una mueca.

— ¿¡Así que fue esa zorra!? ¡Le romperé los huesos por haberse metido contigo!—Gruñó Jay, mis dos amigos lo miraron fríamente. —Digo, no debiste haberte ido, nosotros íbamos a solucionar esto...

—No pude evitarlo, la tentación era demasiada, chicos. Pero eso no es todo...—Susurré. —Fui a buscarla y la encontré usando el collar de Uma, mi sobrina se lo robó cuando volvimos a la isla, resulta que se aliaron para destrozarme...

— ¿¡Qué!?

— ¡Bajen la voz o despertaremos a todos!—Los miré y suspiré, caminando de un lado hacia otro. —Eso no es todo, Camaroncito está aquí, no tengo ni idea de cómo hizo para escaparse, luego intenté ahorcar a la princesita Barbie y me descubrieron los guardias y también mi cuñado...

— ¿¡Uma está libre!?—Chilló la chica de cabello azul.

— ¿¡No le diste su merecido a esa maldita!?—Jay me miró.

— ¿¡Felipe te vio ahorcando a su hija!?—Habló el más pequeño del grupo.

—Yo... todo se me salió de las manos, no esperaba que esa brujita arruinara todo, no puedo volver a acercarme a mi familia, si el hada madrina o Ben se enteran de esto estaré perdida. —Dije nerviosa. — ¡Ya sé! ¡Hechizaré a Felipe y a los guardias para que olviden lo que vieron!

—No, no más magia. —Sentenció mi mejor amiga, seria. —Si quieres, no los ves más por toda la eternidad, pero basta de magia. No puedes usarla para escapar de tus problemas, M.

—Pero si mi cuñado le cuenta a mi hermana, va a odiarme...—Susurré.

—Aurora es muy buena, no creo que lo haga. —Añadió el chico de cabello largo. —Tal vez esté un poco decepcionada pero no le durará para siempre, ella te adora.

—Jay tiene razón, nena. Relájate, será mejor que volvamos a dormir y nos encargaremos de buscar a Uma mañana, ya es tarde. —Exclamó Carlos y asentí.

—Esperen, antes de que se vayan, hay algo que quiero decirles. —Habló la hija de la reina malvada. —Estoy diseñando una marca de ropa que ya tiene nombre, se llama Evie's 4 Hearts, en honor a nosotros... a nuestros cuatro corazones valientes que han enfrentado mucho estando juntos. —Ella sonrió y todos la abrazamos, felicitándola.

—Es hermoso que nos hayas honrado de una manera tan linda, E. Siempre estaremos juntos, no importa lo que pase. —Murmuré.

—Quería combinar a mis personas favoritas en el mundo con lo que más amo hacer, es decir, diseñar ropa. —Mi compañera de habitación rió. —Para la inauguración de la marca, quiero organizar un desfile y ustedes serán mis modelos. —Anunció.

— ¿Desfile? ¡Genial! ¡Así cuando haga mi aparición por la pasarela, todas se morirán y me arrojarán rosas y me pedirán que esté con ellas! —El hijo de Jafar sonrió, coqueto.

—Y luego Lonnie te asesinará por dejar que las otras chicas se te acerquen. —Mencionó el chico de cabello blanco y negro. —Podré impresionar a Jane, pero para eso tienes mucho que enseñarme. —Añadió, mirando a su mejor amigo.

—E, sabes que esas cosas no son mi estilo. —Hice una mueca.

—Ay M, vas a aprender rápido a caminar en tacones sin caerte, te ayudaré, vas a brillar como nunca. —Me tranquilizó la hija de la reina malvada. — ¡Oh, casi lo olvido! Diseñé muchos atuendos así que nuestras parejas también desfilarán, será muy divertido.

  Si Ben participaría, entonces todo el reino iría a vernos, incluida mi familia.

 Y no estaba lista para verlos después de haber intentado asesinar a mi propia sobrina.

—Por fin todo el mundo conocerá tu nombre, te amarán, te comprarás el castillo que siempre has deseado tener, vas a triunfar porque trabajas demasiado por lo que te apasiona y eso es lo que admiramos de ti, E. —Habló el novio de la hija de Mulán, entonces todos volvimos a abrazar a la chica de cabello azul.

— ¡Claro que recordarán mi nombre! Ay, no puedo esperar, ¿¡entienden que esto es lo que he estado soñando durante toda mi vida y finalmente se ha hecho realidad!? ¡Estoy tan feliz! —Dijo ella emocionada, dando saltitos por toda la habitación como si fuera una niña pequeña.

—También soñaste con seducir a un príncipe, asesinarlo y quedarte con su castillo y todas sus joyas y dinero... —Añadí, haciendo una mueca.

—Sí pero eso es cruel y desalmado, aunque te juro por todas las bolitas de queso que comen los duendes, por las frutillas que tanto amas, por los dioses de la moda y por los del infierno que tendré mi propio castillo lleno de espejos muy pronto, no voy a renunciar a ese sueño. —Afirmó. —Leí en algún lugar una frase que dice "Los sueños solo mueren cuando muere el soñador" y yo no planeo rendirme hasta conseguir todo lo que quiero en la vida.

— ¿Tú lees? ¿Desde cuándo? —Cuestionó el hijo de Cruella, alzando una ceja.

— ¡Lo leí en una revista sobre moda, lo dijo una de las diseñadoras más famosas de todo Auradon! ¡Y si ella pudo hacer su sueño realidad, entonces yo también lo conseguiré! —Prosiguió la chica de cabello azul.

— ¡Así se habla! ¡Esa es mi mejor amiga! —Dije sonriéndole, ella me abrazó y le correspondí el gesto con fuerza.

  Evie estaba realmente feliz, ver esa sonrisa en su rostro me daba la fuerza necesaria para afrontar los días infernales que sabía que se aproximaban.

 Si antes todos los reporteros me seguían solamente porque querían saber acerca de cómo era mi vida siendo la novia del rey, ahora todos estarían desesperados por conseguir una nota acerca de lo que había sucedido en el Páramo, pero si algo había aprendido era que no importa si sea totalmente sincera con la prensa, ellos siempre encontrarán una manera de distorsionar la historia para hacerme quedar como la horrible persona que realmente era.

  Pero si podía aguantar toda esa presión de parte de ellos sería gracias a una sola persona: a mi mejor amiga, a mi hermana de otra madre, a mi compañera de habitación, la chica más especial que había conocido y la única villana de la isla en la que confiaba plenamente.

— ¡Y ya tengo pensado en qué diseños presentaré en el desfile! Les prometo que nos van a representar totalmente, quiero contar nuestra historia a través del evento, lo haré de una manera realmente bonita. Es que quiero transmitir que si nosotros pudimos cambiar después de haber soportado tanta mierda, todos pueden hacerlo, todos pueden encontrar el amor si lo buscan en el lugar adecuado, todos merecemos tener nuestro final feliz...—Murmuró la hija de la reina malvada. —Empezaremos con unos hermosos diseños de cuero, he respetado sus símbolos así que toda la ropa de Mal tiene los dragones, la de Jay tiene la serpiente, la de Carlos tiene los huesos y finalmente la mía tiene esa corona rota.

—Siempre pensé que esos dragones representan autodestrucción...—Admití mirándolos, encogiéndome de hombros, así me sentía, porque eso era lo que hacia siempre, destrozaba absolutamente todo sin importarme las consecuencias, si alguien se metía conmigo estaba jugando con fuego y siempre lo hacia quemarse.

—Prefiero pensar que como esas criaturas arrojan fuego, que significa pasión, eso te representa: la pasión con la que haces cada cosa desde siempre, M. —Sugirió el chico de cabello largo.

—Esa es una posibilidad que no había tenido en cuenta. —Musité sonriéndole.

—Y la serpiente de tu ropa no significa veneno, bueno, sí, pero lo usas como protección, porque todo lo que haces es para cuidar de ti mismo y de todos los que son importantes para ti. —Dijo Carlos, mirando a su mejor amigo.

—Los huesos significan que aparentas ser muy duro cuando alguien te ve por primera vez pero todos sabemos que en el fondo eres muy dulce, sensible y amoroso, quien no sepa valorar eso es mejor que no esté presente en tu vida...—Habló Evie, observando al más pequeño del grupo.

—Ay, E, tu tiara rota representa que eres mucho más que una cara bonita, eres muy inteligente, no necesitas un título o una corona falsa porque sabes brillar por ti misma y es por eso que siempre sabes cómo solucionar todo. —Añadí, tomando su mano.

—Solo quiero decirles que son los mejores amigos del mundo y que no sé que haría sin ustedes, gracias por apoyarme en mi sueño, por nunca haberme dejado sola. —Dijo ella con lágrimas en los ojos, se las limpié rápidamente y miré a los demás, ellos rápidamente comprendieron y todos volvimos a abrazarla con fuerza.

  No había duda alguna: mi mejor amiga iba a arrasar, iba a dejar a todos impresionados con esta inauguración de su marca de ropa, la acompañaríamos cuando cumpla su más grande sueño.

Pasaron un par de minutos hasta que nos separamos y los chicos se despidieron de nosotras antes de marcharse a su habitación.

 Me acosté en la cama y suspiré hondo, mientras pensaba en que a pesar de que estaba feliz por mi mejor amiga, tenía miedo de que Aurora, Ben y papá se enteraran de lo que le hice a Audrey.

  Si eso sucedía, los perdería para siempre. Y ya había perdido a mamá, así que si los perdía a ellos también, estaría completamente sola. Y eso me asustaba.

 Cerré los ojos y me quedé dormida, pensando en que según mis amigos soy apasionada, pero yo sé que en el fondo soy una persona más autodestructiva de lo que ellos creen. Y temo que ellos salgan lastimados.