Capítulo 30
P.O.V Chris
Al finalizar mis clases, me despedí de Naomi y estaba a punto de emprender el camino hacia la pastelería cuando mi teléfono me notificó la llegada de un mensaje.
"Hola Chris <3 perdón que no te escribí anoche, me quedé dormido, la cena fue bien. No te preocupes. Hoy no iré a la pastelería, después de clases iré a casa directamente. Sé que teníamos una cita, pero... ¿Te parece si la dejamos para mañana? Y en cambio... ¿Quieres venir a mi casa? Podemos charlar un rato" seguido de emojis de caritas apenadas que me causaron ternura.
"Hola Ed <3. Me alegra que todo haya salido bien, no te preocupes por la cita. Si quiero ir a verte. Avísame cuando estés en casa"
Presioné el botón de enviar. Guardé mi teléfono y sin más remedio emprendí el camino a mi habitación.
Estaba mucho más tranquilo al tener noticias de Edgar.
Cuando llegué a casa revisé el teléfono para ver si había respuesta.
"Te aviso <3"
Sonreí por el corazón.
Pasé el resto de la tarde acomodando mi desordenado cuarto, repleto de guías por doquier y ropa tirada. Casi entrada la noche, recibí el tan esperado mensaje.
"Estoy en casa, puedes venir, aunque no sé si es muy tarde ya"
"Iré"
Rápidamente me puse los zapatos, tomé mis llaves y cartera y salí de la residencia. Una vez estuve frente al departamento de Edgar, toqué la puerta suavemente.
Esta se abrió a los pocos segundos.
─Hola Chris ─miré el lindo rostro de Edgar y no pude evitar inclinarme para besarlo rápidamente.
─Hola bebé
Su rostro se sonrojo de inmediato mientras se hacía a un lado para que pasara.
─Disculpa que no te contacte antes, es que... papá vino hace rato
─ ¿Tu papá?
─Hola Chris ─Grecia salió de su habitación con una bata y una toalla en la cabeza ─, ¿Cómo estás?
─Bien, vine a visitar a Edgar, lamento si vine muy tarde
─No, está bien. Sabes que puedes quedarte a dormir si es necesario, estaré en mi habitación buscando paz mental, si necesitan algo llámenme
Dicho esto, dio media vuelta y se encerró en su cuarto. Miré a Edgar curioso, el chico se encogió de hombros y se sentó en el sofá.
─Papá se enteró que mi abuela está aquí, y que fuimos a cenar con ella. No estaba muy contento que digamos, así que tuvimos una pequeña "discusión" que por suerte terminó bien ─comenzó a contar Edgar mientras me sentaba a su lado.
─ ¿Lo tomó bien al final?
─Sigue sin agradarle la idea, pero quiere reunirse con ella, para resolver sus conflictos ─mire a Edgar y noté sus ojos un poco hinchados. Acerqué mis dedos a estos y los acaricié suavemente.
─ ¿Pasó algo en la cena? ─Edgar se dejó hacer, formando una sonrisa, para después negar lentamente.
─No, esto... no tiene que ver con eso. Mi abuela me dio un álbum de fotos de mi madre y sus hermanos, y no pude evitar llorar un poco. También desperté muy tarde, así que... por eso están así ─asentí ante su explicación y dejé un beso suave en su frente.
─ ¿Entonces? ¿Cómo fue la cena? ¿Qué tal resulto todo? ─pregunté mientras dejaba que Edgar se acurrucara a mi lado, sintiendo su respiración tranquila cerca de mi cuello. Me causó un poco de cosquillas, pero me sentía tan a gusto que no me importaba.
─Bastante bien, mejor de lo que esperaba. Mis primos me hablaron un poco sobre su pueblo natal, sobre sus trabajos. La abuela también se disculpó por la actitud que tuvieron con mi madre cuando quedó embarazada y también...
Edgar se incorporó un poco para mirarme directamente y después pareció pensarlo un poco antes de soltar: ─Mamá tenía un departamento y un auto que fue vendido, la abuela quiere traspasar sus propiedades a mi nombre, para que pueda tomar posesión y hacer con ellas lo que crea necesario. Ella sugirió que podía abrir una sucursal con el dinero
─Espera ─lo detuve, no había entendido bien ─. ¿Tu abuela te está dando una herencia de tu madre?
Edgar asintió de inmediato.
Wow. No habían perdido el tiempo.
─Aún no he decidido aceptar, les pedimos tiempo para pensarlo. Yo pienso que es algo apresurado, recién los conozco y no creo que sea correcto aceptar algo así. ¿Qué opinas tú Chris?
─Yo... no estoy seguro, por un lado es una buena oportunidad para que tu pastelería crezca y es algo que por derecho te corresponde. Aun así, recién los conoces y el que te hayan expuesto algo así tan rápido es...
Fruncí el ceño.
─La abuela me dijo que debido a que vivían en otro país, debíamos aclarar todo en este viaje.
─Suena razonable. Pero al fin y al cabo es una decisión solamente tuya, pero una vez que aceptes, estarán involucrados de una forma mucho más profunda.
─Lo sé, es lo mismo que dijo Grecia, incluso me dijeron que tendría que viajar por unos trámites, y además me ofrecieron también la nacionalidad
─Mi consejo bebé, es que lo pienses detenidamente, y si llega el momento de su partida y aún no has decidido, está bien. Podrán seguir en comunicación y cuando estés listo puedes ir a buscar lo que te pertenece ─acaricie su mejilla de forma dulce mientras continuaba ─. En cuestiones legales, creo que Grecia puede asesorarte mejor, es su campo después de todo
─Quería saber que pensabas también
─Y no tienes idea de lo feliz que me hace el que me tomes en cuenta en temas tan importantes
─Tú eres importante —susurró.
─Tú también lo eres, mucho ─no tienes idea de cuánto.
─ ¿Te quedarás a dormir?
─Si me lo permites ─Edgar asintió con una sonrisa preciosa antes de rodearme fuertemente y enterrar su rostro en mi pecho, dejándonos a ambos acostados en el sofá.
Acaricié su cabello con ternura mientras pensaba en lo que me había contado. Tenía curiosidad por conocer a la familia materna de Edgar, parecían ser bastante peculiares.
*
Al día siguiente, después de clases, fui a la pastelería para nuestra cita.
─ Hola ¿Cómo les fue hoy?
─Tan movido como siempre ─respondió Edgar con una sonrisa, se acercó con timidez y dejó un ligero beso en mis labios ─. Hola
Sonreí de inmediato.
─Hola. ¿Vamos en tu motocicleta?
─Si. ¿A dónde iremos? ─pregunto sacando ambos cascos y pasándome uno de ellos.
─Hay un show de luces en el parque del centro, creo que van a hacer una obra o algo así. Pensé que podríamos ir allí y comer algo. ¿Te gusta la idea?
Asintió de inmediato y ambos subimos a la motocicleta.
Llegamos al sitio donde ya había algunos grupos sentados en la grama, esperando por el espectáculo. Cerca había varios restaurantes y algunos carritos de comida que paseaban por el parque.
Después de estacionar la moto, en un sitio no tan lejano para que pudiéramos echarle un vistazo de vez en cuando, nos bajamos de esta y nos quitamos los cascos.
Edgar sacudió su cabello un poco, ya que se había aplastado, me miró y de forma tímida extendió su mano esperando que la tomara.
Sonreí y entrelacé nuestros dedos para empezar a caminar.
Nos detuvimos frente a un puesto de hot dogs y pedimos uno para cada uno. Después de obtener nuestra comida, nos dirigimos a un espacio vacío en la grama, nos acomodamos allí, recostados de un árbol y comenzamos a comer.
En medio de esto el espectáculo dio inicio, y el lugar se iluminó de pronto, luces de colores provenientes de las fuentes iluminaron todo, y los edificios de alrededor fueron proyectados con imágenes, dando inicio a la obra.
Terminamos de comer y nos relajamos para disfrutar del evento.
Le indiqué a Edgar que podía recostarse en mis piernas para que estuviera más cómodo.
El chico se acostó despacio y aproveché para jugar con sus rulos, mientras prestábamos atención a la narración.
─ ¿Edgar?
Ambos levantamos la mirada al escuchar el llamado.
Una chica y un chico estaban frente a nosotros. Ella se me hizo familiar, pero no podía recordar donde la había visto, y la sombra sobre su cara, por las luces del proyector, no me ayudaba a reconocerla.
─ ¿Estella? ─Edgar se levantó de inmediato y sonrió de forma nerviosa ─. Luciano... Hola chicos, ¿Qué hacen aquí?
Me sentí confundido... acaso ellos eran ¿sus primos?
─Vi la información del espectáculo por las redes, y como no teníamos nada que hacer, tomamos un taxi y vinimos ─contestó ella mirándonos con una sonrisa.
─Corrección, me obligaste a venir ─comentó el chico a su lado.
─No quería venir sola... ¿podemos sentarnos con ustedes?
─Claro ─les respondió Edgar enseguida.
Ambos se sentaron de inmediato y sus rostros se hicieron más claros.
Entonces, por fin pude darme cuenta que la chica era la misma que había estado con la abuela de Edgar en su pastelería.
─Entonces... ¿nos presentas Edgar? Aunque siento que he visto a tu amigo en algún sitio ─comento Estella observándome con cuidado.
Sonreí nervioso.
─ ¡Oh! En la pastelería. Pero... estabas detrás del mostrador ¿eres empleado de Edgar entonces? ─me preguntó con el ceño fruncido.
─No, él no es mi empleado ─contesto el castaño con voz nerviosa. Me miró con duda.
No sabía que estaba pensando ni lo que quería hacer, así que mostré una pequeña sonrisa y asentí, esperaba darle a entender que podía hacer y decir lo que quisiera, que yo estaría de acuerdo.
─Ah... ─la chica al ver nuestro intercambio silencioso frunció el ceño y me extendió una mano ─ Yo soy Estella y él es Luciano, mucho gusto
─Igualmente, soy Chris ─conteste estrechando su mano rápidamente.
─Entonces, ¿Son amigos? ¿También eres pastelero? ─Estella parecía tener gran curiosidad por nuestra relación.
─No, soy estudiante de arquitectura ─conteste, ignorando deliberadamente la parte de que si éramos amigos.
Eso es algo que solo Edgar tiene la libertad de responder, ya que si estos chicos se enteraban de que nosotros éramos pareja, su abuela también, y no sabía cómo podría reaccionar esta última.
─En realidad... ─comenzó Edgar, me miró por un momento y después a Estella, entonces su expresión se tornó decidida, antes de continuar ─Chris es mi novio
Lo miré sorprendido, agradeciendo no tener comida en la boca, porque estaba seguro que la hubiera escupido.
No esperaba que lo dijera tan pronto. Pero secretamente, me sentí feliz de que no negara nuestra relación.
Estella y Luciano no se quedaban atrás, ambos nos miraban perplejos.
Finalmente Estella estalló en risas.
La miré confundido. ¿Eso era buena señal?
─P-Perdón por reírme, es que... ─me señaló mientras dejaba de sonreír ─, el otro día en la pastelería, creí que nos estabas mirando porque te gustaba ─empezó a reír de nuevo ─. Que equivocada
Edgar me miró confundido, yo me encogí de hombros.
─En realidad solo las estaba mirando porque quería saber cómo lucia la familia de Edgar, perdón sin las incomode
─Lo sé, ahora lo sé. Lo siento, no me lo esperaba ─finalmente se calmó y nos sonrió a ambos ─ ¿Hace mucho están juntos?
─Casi tres meses ─conteste.
─Oh, entonces es reciente. Yo... nunca había conocido a una pareja homosexual, pero me alegro por ustedes
─G-Gracias ─Edgar parecía haber perdido toda la valentía de hace rato, y ahora era como un tomatito sonrojado. Quise besarlo en ese preciso momento, por ser tan adorable.
─ ¿Luciano? ─la chica miró a su hermano, este la miró de vuelta sin expresión.
─ ¿Qué? ─contesto de forma brusca.
─Podrías decir algo agradable para variar
─ ¿Por qué debería?
Estella lo miró molesta y golpeó levemente su brazo.
─Porque Edgar es nuestro primo, nos está presentando a su novio, sé amable
─No me interesa. Y no lo considero mi primo
─ ¡Luciano!
Miré al chico, entendia si no le caíamos bien, pero no tenía por qué ser grosero.
─Claro que lo es, es parte de nuestra familia, Tía Diana era su madre, por lo tanto es nuestro primo ─le explicó exasperada cómo si estuviera hablando con un niño pequeño.
─Lo que sea
Al ver que la tensión crecía, Edgar se aclaró la garganta y susurró: ─Está bien Estella, es algo repentino, lo entiendo. A mi aún me cuesta asimilar que somos familia. Gracias por tus palabras
Estella lo miró apenada y asintió.
─Discúlpalo
El castaño negó y sonrió.
─No hay nada que disculpar
─ ¿Vas a ver el espectáculo o no? Porque si no es así, prefiero volver al departamento —volvió a decir el chico.
Estella suspiró: ─Si quieres volver, hazlo, yo me iré sola
─No conoces esta ciudad, no voy a dejarte aquí con ellos ─se negó de inmediato y nos miró con la desconfianza impresa en su ojos.
Pude observar como Ed hacía una mueca para después bajar la mirada al suelo.
─Edgar y Chris pueden acompañarme ─continuo insistiendo la chica.
Nosotros habíamos venido en moto, pero si Estella se quedaba, con gusto la acompañaríamos a su casa, de alguna manera. Todo sea porque el malhumorado de su hermano desapareciera.
─No los conoces lo suficiente
Esta vez el turno de suspirar fue mío. Entendía que no quisiera dejar a su hermana con nosotros, porque éramos prácticamente unos desconocidos para él, aun así, habían mejores maneras de decirlo.
─Luciano, Edgar y su tía comieron con nosotros ayer. Conocemos la pastelería de Edgar y además es nuestro primo. No es un desconocido
─Chris y yo llevaremos a Estella, lo prometo. Puedes tener nuestros números de teléfono y también el de Grecia, si quieres ─hablo Edgar sacando su teléfono, tratando de convencer a Luciano.
El chico lo observó por unos eternos segundos.
─No es necesario ─entonces miró a su hermana ─. No te vayas muy tarde, te estaré esperando
Estella sonrió y asintió.
─De acuerdo
Finalmente, Luciano se levantó y con una mueca, empezó a caminar hacia la salida.
P.O.V Edgar
Si dijera que la actitud de Luciano no me afectó, estaría mintiendo.
Era bastante obvio que no todos me aceptarían tan rápido, era demasiado bueno para ser verdad.
Miré a Estella, la chica me sonrió suavemente y me pidió disculpas con la mirada.
― ¿Ya comiste? ¿Quieres algo? Yo invito ―dijo Chris enseguida, tratando de aligerar el ambiente. Lo cual agradecí mucho.
―No, aún no he comido nada. ¿Qué me recomiendas?
Chris empezó a hacerle diferentes sugerencias a Estella sobre la comida que vendían en los alrededores. Mientras hablaban, me sumergí en mis pensamientos, ahora tenía menos deseos de aceptar esa herencia.
De pronto, sentí como alguien tomaba mi mano con suavidad, miré a la persona en cuestión y sonreí de inmediato.
― ¿Estás bien, Ed?
Asentí.
―Lo estoy
―No dejes que lo que dijo ese idiota te afecte ―susurro, con su ceño fruncido y una mueca molesta.
―Es mi primo ―respondí divertido.
―Eso no le quita lo idiota, con todo respeto porque es tu familia, pero no toleraría que te hiciera sentir mal
Me acerqué entonces y dejé un ligero beso en su mejilla.
―Gracias
Chris pareció avergonzarse por un momento, entonces me percaté que estábamos solos.
― ¿Dónde está Estella? ―pregunte nervioso, mirando hacia todas partes.
Luciano nos había encargado a su hermana y ya la habíamos perdido.
Chris señaló un sitio, seguí su dedo y pude ver a la chica haciendo fila frente a un pequeño quiosco donde vendían pollo frito con papas.
―Dijo que quería comer eso, le pregunté si la acompañaba, pero se negó
―Oh, está bien. Al menos a ella le caigo bien ―solté un suspiro al decir esto último.
―Ey, está bien. No podemos caerle bien a todo el mundo ¿no?
Asentí.
En ese momento volvió Estella con su pedido en una mano y con una pieza de pollo en la otra, la cual estaba comiendo con evidente deleite.
―Esto está buenísimo ―comento mientras se sentaba ―. Hace tanto que no comía algo así, a la abuela no le gusta que comamos frituras ni grasa
― ¿Ustedes viven con la abuela? ―pregunte con curiosidad.
―No exactamente. Mi universidad y el trabajo de Luciano quedan lejos de casa, así que yo vivo en las residencias de la universidad y Luciano comparte departamento con un compañero del trabajo. Los fines de semana nos quedamos con la abuela, porque nuestros padres se la pasan viajando y no queremos estar solos
―Entiendo. ¿Qué hay de nuestro otro tío y su hijo? ―pregunte, recordando las fotos que había visto en el álbum.
―El tío Zacarías vive en la capital con nuestro primo, ambos son accionistas de una empresa de moda o algo así. Son la comidilla de todos en el pueblo
―Oh si, escuché algo sobre eso... ¿Es muy raro lo que están haciendo?
―Si te pones a pensar que nuestra familia nace y muere en nuestro pueblo y que solo van a otros sitios a prepararse académicamente para después volver y ejercer cerca de casa, sí. Es bastante novedoso lo que ellos están haciendo, sobre todo en el sector en el que están, pero les está yendo muy bien, así que la familia no opina mucho al respecto ―miro su plato y continuó en voz baja―. Yo quiero irme algún día... Pero no quiero dejar a la abuela sola... Por eso no lo he hecho ―termino de contar, para después morder otra pieza de pollo y comer tres papas al mismo tiempo.
Sonreí al verla comer de esa forma.
― ¿Qué hay de Luciano?
La chica bebió un largo trago de refresco, cortesía de Chris, soltó un suspiro y contestó: ―No lo sé. A veces me es muy difícil entenderlo. No es un mal chico, pero... ―se detuvo y continuó comiendo.
Decidí dejar el tema, para empezar a hablar de otras cosas más alegres.
El resto de la noche la pasamos hablando de cosas triviales mientras disfrutábamos el espectáculo. Pasar tiempo con Estella y Chris había sido genial, tener a un familiar y a mi pareja compartiendo juntos, era... muy lindo.
Chris acompañó a Estella en el taxi de regreso a su casa, mientras yo los seguía en mi moto.
―No era necesario que vinieran hasta acá, el taxi era suficiente
―Le prometí a tu hermano que te cuidaría, así que debo dejarte en la puerta ―le contesté bajando de la moto, la chica sonrió de forma tierna y asintió.
―Gracias por acompañarme chicos, la pasé muy bien, espero podamos salir de nuevo, en otra ocasión
―Claro que sí, aún está pendiente la salida con la abuela para mostrarles la ciudad
―Cierto, Chris... ¿nos acompañarás? Creo que a la abuela le gustaría
Chris volteó a mirarme, yo le devolví la mirada, sin saber qué responder.
Estella, al ver nuestro intercambio, aclaró: ―Si no quieres o no puedes, está bien. Pero, si es por lo de su relación, no se preocupen, la abuela lo entenderá, no es del tipo homofóbica
La miré esperanzado.
― ¿De verdad?
―Bueno, al menos hasta ahora no ha despreciado a nadie por su orientación sexual, no creo que haya problema. Después de todo, no le están haciendo daño a nadie, y tienen derecho de amar a quien quieran. Así que... ¿Por qué habría de molestarse?
―Si es así... ¿quieres acompañarnos? ─le pregunté a Chris.
―Por supuesto ―contestó de forma dulce, sonreí de inmediato.
Chris tomó mi mano despacio, entrelazando nuestros dedos y empezando a acariciarlos con ternura.
―Entonces... ¡nos vemos! Que descansen ―nos sobresaltamos al escuchar la voz de Estella, la chica dio media vuelta y entró corriendo al edificio.
Escuché una risita provenir del chico a mi lado, sentí la vergüenza invadirme.
―Vámonos ―dijo sin soltar mi mano, Chris me jaló hasta donde estaba mi moto estacionada.
Después de colocarnos los cascos, arranqué la moto para dejarlo primero en su residencia.
― ¿Nos vemos mañana? ―pregunte una vez que se bajó de la moto.
―Claro ―se quitó el casco y lo guardó en la pequeña cajuela de la moto.
Entonces tomó mi mano de pronto y dejó un ligero beso en ella.
―Regresa con cuidado
Sentí mis mejillas calentarse y asentí como pude, bajando la mirada hacia el manubrio de la moto, no dispuesto a levantarla de ahí hasta que me fuera.
Antes de que pudiera arrancar, Chris me llamó con un grito desde la puerta del edificio.
Voltee enseguida, pensando que quizás había olvidado algo.
― ¡Te quiero! ―grito con fuerza y una enorme sonrisa en el rostro.
Mi rostro y mi corazón terminaron de explotar y antes de que pudiera caerme de la moto por la impresión, arranqué y me alejé del lugar, escuchando las risas de Chris de fondo y sintiendo una calidez invadiéndome el pecho.
*
Hola bebés!
Aquí está, cómo lo prometí, con un día de restraso, pero bueno, gajes del oficio.
Espero lo hayan disfrutado ❤️
¿Qué les parece todo hasta ahora? Díganme sus opiniones, sugerencias, predicciones, se acepta todo. Menos maldiciones xD
Disculpen los errores que puedan encontrar.
Y nos leemos en una semana ❤️
Dedicado a noepan7u7
TemisBlas
@maria_neila mwayzzn @albertito348
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FRAXIISCO
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