Capítulo 3
Nuestro local no es muy grande, habíamos tratado de distribuir todo de la mejor manera. Habíamos colocado un par de vitrinas, tres mesas adentro y tres afuera. Las ventanas son grandes y aportan claridad a la pastelería, además de que de afuera se podían apreciar los postres. Aun así, no era suficiente.
San Valentín seria dentro de muy poco, y para las pastelerías, era una de las mejores épocas.
Primero necesitábamos más mesas, otra vitrina para los postres nuevos que íbamos agregando y algunas decoraciones.
Sinceramente, podía ser un buen pastelero, pero era un desastre en cuanto a decoración y distribución de espacios. Y también necesitábamos más capital, las ganancias eran buenas, pero no lo suficiente para todo lo que se necesitaba.
Los chicos estaban dispuestos a sacrificar sus sueldos para solucionarlo, pero me había negado rotundamente, era su trabajo después de todo.
Grecia no podía hacerme un préstamo porque estaba en pleno caso, y el cliente no iba a pagarle hasta que hubiera finalizado. El banco también me lo había negado, ya que tenía muy poco tiempo con la cuenta.
Todas esas cosas me tenían preocupado y con los engranajes de mi cerebro funcionando a toda marcha buscando una solución.
—Edgar... ¿estás bien? Dejaste de amasar
Miré a Carla y negué levemente mientras continuaba con el trabajo.
—Lo siento, estaba distraído. Estoy bien
—No te estreses... todo tiene solución. Poco a poco
—Eso espero
Los días fueron pasando, las mesas se estaban llenando con mas frecuencia, ahora las personas hacían una pequeña fila afuera, mientras esperaban para poder sentarse y comer en el local, otros preferían llevarse sus postres a casa.
Moi le había comentado el problema a Chris quien había vuelto a venir con la chica llamada Naomi. El rubio había dicho que trataría de ayudarnos, lo cual apreciaba enormemente.
—¡Ed! —Ramsés apareció en la puerta con una sonrisa.
—¿Qué sucede?
—Chris dice que nos tiene una posible solución. Pregunta que si puede entrar para hablar contigo directamente
—E-Está bien, dile que pase
Los nervios empezaron a aflorar en mi cuerpo. No había vuelto a hablar con el rubio cara a cara desde que nos habíamos conocido.
—Respira —miré a Carla curioso —. Chris no va a comerte —sonrió pícara.
—No sé de qué hablas... solo estoy preocupado por la pastelería
—Claro que si
La puerta se abrió nuevamente y los ojos oscuros de Chris se encontraron con los míos. Una sonrisa se extendió por su cara y se acercó rápidamente.
—Hola Edgar —sentí que estaba demasiado cerca, así que di un paso atrás mientras intentaba alejar los nervios.
—Hola
—¿Por qué no hablan en la sala de descanso? Es más cómodo —sugirió Carla mientras preparaba unas cremas.
—Claro. Sígueme —Chris asintió brevemente y ambos cruzamos una puerta al final de la cocina, la cual daba a una pequeña sala de descanso, que solo ocupábamos para cambiarnos.
Nos sentamos en el sofá que allí había. Por unos segundos nadie dijo nada y el impulso de salir corriendo se hacía cada vez más grande.
—Imagino que estas muy estresado últimamente —dijo suavemente.
—Lo estoy... Ramsés dijo que nos podrías tener una solución. ¿Puedes contarme de qué se trata?
—Bueno, como te comenté hace poco, soy estudiante de arquitectura, tengo algunos conocimientos de diseño también, podría ayudarles a distribuir los espacios y a remodelar un poco, de manera que puedas tener lo que necesites en el local
Asentí levemente.
—Te lo agradecería mucho, y por supuesto te pagaríamos por tu trabajo... —Chris levantó una mano y negó.
—No, no voy a aceptar dinero de tu parte. Puedes pagarme con postres gratis
—Pero...
-No, eso no entra en discusión —iba a replicar, pero él elevó sus cejas y volvió a negar. Suspire y acepte su condición —. Creo que el mayor problema aquí es el dinero
—Así es
—Encontré algo que podría servirte
Chris sacó su teléfono y al poco rato lo volteo mostrándome una especie de póster.
"Concurso de Repostería" decía.
—Como puedes leer van a hacer un concurso de repostería, el premio es en efectivo y la cantidad es generosa. Es por el aniversario de una radio que está a un par de calles de aquí. Van a hacer varias dinámicas y esta es una de ellas. Pensé que podría interesarte, te ayudaría mucho
Chris explicaba todo con entusiasmo mientras yo no podía dejar de mirarlo.
Ciertamente la idea era buena, pero había un pequeño problema.
—¿Ed? No pareces entusiasmado —negué de inmediato.
—Es una gran idea, y te agradezco que hayas tomado un poco de tu tiempo para buscar una solución a nuestro problema, pero...
—¿Pero?
—No creo que yo pueda participar, me pondría demasiado nervioso. Tal vez Carla pueda hacerlo
—No tienes por qué ponerte nervioso. Tienes talento, estoy seguro de que puedes ganar ese concurso fácilmente —Chris colocó su mano sobre mi hombro y me estremecí al sentir su toque.
—No es eso... es por las personas
—No tienes que decir que eres el chef de aquí...
—Yo...
—Edgar, puedes contarme... si quieres. ¿Qué es lo que realmente te preocupa?
Dude por un momento, pero Chris se había tomado la molestia de intentar ayudarnos, le debía una explicación al menos de porque no podía aceptar su idea.
—No vayas a reírte por favor, sé que es algo tonto
—No lo haré —sonrió levemente y apretó la mano sobre mi hombro.
Respiré profundo y lo miré a los ojos.
—El problema son... las mujeres, me incomoda mucho estar cerca de ellas, empiezo a temblar y bueno... termino huyendo del lugar
Chris ladeo la cabeza como un niño confundido, quitó la mano de mi hombro y la colocó sobre mis manos que se revolvían nerviosas. Estas se detuvieron de inmediato.
—Está bien, ¿puedes decirme por qué? Trabajas muy bien con Carla por lo que veo
—Me he acostumbrado a ella y a mi tía, pero con desconocidas... me pongo muy nervioso. Sucedieron algunas cosas en mi pasado que crearon este miedo. Sé que es algo ridículo
—No lo es. Los traumas y fobias son algo serio, no voy a burlarme de esto Edgar —lo miré aliviado.
—Gracias —él asintió y soltó mis manos.
—¿Y si te acompaño al concurso? ¿Te sentirías mejor? Puedo ayudar a que ninguna chica se te acerque demasiado
—No quiero causarte problemas. Además, no puedes decirles que simplemente no se acerquen a mí, se vería raro. Carla puede participar por mi
—Me gustaría que fueras tú —lo miré confundido —. No debes dejar que tus miedos te impidan hacer las cosas que quieres
—Yo... no sé... no es tan fácil
—Lo sé... por eso quiero ayudarte
Tragué saliva y mire los ojos oscuros de Chris que ahora mismo parecían más claros que el agua.
Grecia me había dicho palabras similares, pero yo no quería salir de mi zona segura...
Tal vez era hora de hacerlo.
Mordí mi labio inferior inconscientemente, cerré los ojos y los volví a abrir para encontrarme a Chris observando mi boca de forma interesada.
Al percatarse que lo estaba viendo, sus ojos volvieron a los míos y me observó expectante.
—De acuerdo... lo haré, pero no me culpes si termino huyendo
—No lo haré —aseguró con una gran sonrisa.
P.O.V Chris
Me sentía satisfecho conmigo mismo al haber conseguido que el castaño participara en el concurso.
Había estado buscando una solución para los chicos, también el momento indicado para decirle a Edgar que soy amigo de su hermano, pero eso podía dejarlo para después.
Finalmente fue Toby, quien, en una de nuestras conversaciones en el comedor, me había comentado que estaría ayudando a su padre en el evento de la radio en la que trabajaba. La bombilla se encendió en mi cerebro y agradecí entusiasmado al chico por la información, quien no había dejado de verme confundido y algo sonrojado. Por último le dije que probablemente nos veríamos en el evento.
El castaño y yo abandonamos la sala de descanso y les dimos la noticia a los gemelos y a Carla que estaban en la cocina, ellos estuvieron totalmente de acuerdo con la idea, los gemelos se lo comunicaron a Abraham y este mostró su entusiasmo con una ligera sonrisa, lo cual era bastante, el chico era demasiado serio.
Ese mismo día llamé para inscribir a Edgar en el concurso y tres días después me presenté en la pastelería para buscarlo, como habíamos acordado.
Me dirigí directamente a la barra, saludé a los chicos y entré a la cocina.
—Qué suerte que llegas —Carla parecía preocupada mientras no dejaba de observar la puerta de la sala.
—¿Qué sucede? ¿Y Edgar?
—Está allí dentro desde temprano, nos pidió que lo dejáramos solo, pero... estoy preocupada, parece que va a tener un ataque de pánico en cualquier momento
¿Tal vez lo había presionado demasiado?
Toqué tres veces la puerta de la sala y esperé...
—Carla, estoy bien... avísame cuando llegue Chris
—Ya llegué
La puerta se abrió casi al instante y por ella se asomaron los adorables rulos de Edgar.
—Hola Chris, pasa
Entré y ambos nos sentamos en el sofá.
—Está bien si no quieres hacerlo —empecé —, buscaremos otra solución. Dijiste que Carla es buena, entonces trataremos de hablar con los organizadores para ver si podemos hacer un cambio de último minuto
—No... yo voy a ir. Estaré bien
—¿Seguro?
Edgar asintió muy serio, sonreí ligeramente y ambos nos levantamos para dirigirnos al evento.
Cuando llegamos, pensé que tal vez, no fue buena idea que Edgar viniera.
El lugar estaba lleno de chicas jóvenes quienes parecían embelesadas escuchando las palabras del presentador, que, al parecer, era uno de los locutores de allí.
Observé como Ed inhalaba y exhalaba varias veces, finalmente hablamos con los organizadores y estos nos guiaron a las mesas de trabajo. Había dos chicos y siete chicas participando.
Una de las pasteleras, quien tenia una coleta alta y un delantal de osos cocinando, se nos acercó.
—¡Hola! También soy concursante, soy Marina. ¿y ustedes? —la chica extendió su mano y yo me apresuré a tomarla.
—Yo soy Chris y el es Edgar, es quien participa
Edgar asintió a mis palabras.
—Mucha suerte entonces —dijo ella mirando al castaño quien parecía querer ocultarse detrás de mi.
—Gracias, igualmente —respondió casi en un susurro.
La chica asintió y se alejó hacia su mesa.
—¿Estás bien?
—Si... algo nervioso, pero estaré bien —asentí a sus palabras, tomé el gorro y acomodé sus rizos dentro de él, lo ate y le entregué el delantal.
—Mucha suerte
—Gracias Chris
Me alejé hacia la zona del público y unas manos cubrieron mis ojos de pronto.
—¿Quién soy? —preguntó alguien de forma infantil.
—Por tu estatura... Tobías
—Oye, eso fue grosero —Toby tenía un puchero en su rostro el cual me hizo querer pinchar sus mejillas —. Viniste, ¿Vas a participar en alguna actividad?
—No, vine a apoyar
—¿A quién?
Señalé con una sonrisa a Edgar quien estaba acomodando sus utensilios.
—¿Un amigo?
—Podría decirse que si
Toby observó con curiosidad al castaño y sonrió de forma extraña.
—Debo ir a ayudar con unas cosas, mucha suerte a tu amigo, nos vemos después
—Gracias, nos vemos —el chico sonrió y desapareció entre la multitud.
El concurso comenzó entre chillidos y ánimos del público.
Presentaron a los jueces, quienes eran pasteleros profesionales con algunos títulos detrás y por supuesto, el presentador no perdería la oportunidad de probar los postres también.
La siguiente hora transcurrió mientras yo miraba fascinado como trabajaba Edgar, parecía que los nervios habían desaparecido, su cara lucía tranquila y hacia todo con calma. Hasta que una chica se le acercó para pedirle algo y él dejó caer una de los envases, el cual resonó fuertemente en el lugar. La chica se disculpó una y otra vez, mientras Edgar negaba y trataba de retomar el ritmo.
El presentador dio por terminado el tiempo haciendo sonar una campana, los pasteleros se alejaron de sus mesas de trabajo.
Al final Edgar consiguió el segundo lugar por un pequeño error en el decorado al final, el castaño tomó el sobre con el dinero, y se acercó a mi luego de haberse lavado. Se veía abatido.
—Felicidades, lo hiciste muy bien
—Pude hacerlo mejor, me desconcentré en el último momento
—Está bien, el segundo lugar también es bueno. Además, conseguimos algo de dinero, podemos hacer varias cosas con el —seguía viéndose algo afligido y decepcionado.
Coloqué mi mano en su hombro y lo acerque a mí.
—Volvamos a la pastelería
Carla se acercó a nosotros una vez entramos al local.
—¿Qué tal les fue?
Edgar le mostró el sobre con una leve sonrisa y ambos se sentaron en una de las mesas, mientras el castaño le contaba todo lo que había pasado en el concurso.
—¿Tu eres Chris? —miré a la hermosa mujer que estaba junto a la puerta, recordando que era la misma que me había causado curiosidad y que además parecía cercana a Ed.
—Si... ¿usted es?
—Soy Grecia, soy la tía de Edgar. Mucho gusto —estreché su mano.
—Igualmente
—Mi sobrino me ha hablado de ti, fuiste quien dio la idea del concurso y además vas a ayudarlos con la remodelación
—Así es —la mujer me indicó que me sentara con ella en la mesa, me senté y de inmediato sentí como si estuviera en un interrogatorio policial.
—¿Por qué? —Porque quiero y puedo, como decía mi abuela.
—No debería haber un porque, les he cogido cariño a los chicos y también a este lugar, tengo algo de tiempo libre, así que...
—Entiendo. ¿Estudias arquitectura? —asentí. —. ¿Vives con tus padres? ¿o solo?
—Solo, vivo en las residencias de la universidad
Me hizo un par de preguntas mas y sentí que estaba esperando el momento en el que yo dijera algo indebido para saltar sobre mí, y no de la buena manera.
Por suerte, Carla y Edgar se acercaron y empezamos a planear lo que haríamos, el local debía estar listo antes de San Valentín.
El castaño lucía más alegre, y ya no parecía tan incómodo con mi presencia.
Eso era, ciertamente, un avance.
¡He vuelto! Por si alguien no lo leyó en mi muro (o como se le diga) este mes mi inspiración estuvo de vacaciones.
Me costó mucho escribir este capítulo y no tengo idea de porque. Espero les haya gustado ❤.
Y en el próximo capítulo de "Sweetness"... ¡un Chris muy sensual sin camisa!
Okno (?
O tal vez si... (?
Nos leemos muy pronto. Los adoro ❤.
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