Capítulo 16
Esta vez, vamos a cambiar el orden
P.O.V Chris
Envié el audio para Eli, la mayor parte era yo cantándole cumpleaños y preguntando si iban a tirar la casa por la ventana.
Di un respingo cuando la imagen de Elián salió en la pantalla indicando que estaba solicitando una videollamada, pulsé el botón verde y esperé que la imagen se estabilizara.
La enorme sonrisa de Eli me saludo a través de la pantalla, movió la mano, entusiasmado y la cámara se movió un par de veces hasta que el rubio pareció sentarse en algún sitio y finalmente habló.
—¡Hola Chris! Tiempo sin verte
—Hola Eli —saludé de vuelta.
Tenía el cabello un poco mas largo que la última vez que habíamos hablado, sus ojos claros como la miel se hicieron pequeños mientras la sonrisa no se borraba de su rostro.
Elián siempre me había parecido atractivo, me había interesado aquella vez que no conocimos, pero supe que sería imposible cuando conocí a Lucas y vi los destellos y corazones que salían de sus ojos cada vez que se miraban. Además, después de conocerlo bien, me di cuenta que lo prefería como amigo, era muy agradable y lo apreciaba, gracias a el había conocido a personas maravillosas, que hoy en día conformaban mi grupo de amigos, hasta el conocer a Edgar había sido gracias a él.
—Gracias por felicitarme, creí que te habías olvidado de mi —hizo un puchero y después rio, un cachorro no tan pequeño se subió a sus piernas y empezó a lamerle las manos. —Basta Clifford, me dejas tus babas —acarició al perrito y este se echó en sus piernas —, como decía, ¿Qué tal te va por allá? Me contaron algo sumamente jugoso, ¿estas saliendo con el hermano de Dylan no?, picarón, quien lo iba a decir
Inmediatamente sonreí y asentí.
—Si, fue el destino —bromeé —, me va muy bien, y si, estoy saliendo con Edgar, recién comenzamos y bueno, todo ha ido muy bien, vamos poco a poco, pero... realmente me gusta mucho
Elián me observó sorprendido y de pronto acercó su cara más a la pantalla.
—¡¿Estás sonrojado!? —inmediatamente me avergoncé y volteé el rostro —, oh dios, te tiene por completo, con lo descarado que eres —soltó un par de carcajadas y sin dejar de sonreír agregó —, me alegra mucho, espero que todo siga yendo igual de bien y que podamos conocerlo algún día. Seria lindo reunirnos todos de nuevo
—Si, yo también lo espero. ¿Qué van a hacer esta noche?
—Lucas quiere tirar la casa por la ventana —rodé los ojos, ya me lo esperaba —, Kevin y Daniel son peligrosos juntos, y ahora son los mejores amigos y están planeando todo. Solo espero que no sea un desastre y que después tenga que limpiar como la última vez
El pelinegro apareció de pronto a su lado y saludó a la pantalla.
—Hola Lucas
—Chris, me alegra verte. No te quejes Eli, te escucho desde la cocina, vamos a celebrar tu cumpleaños bien, vamos a beber, comer y se ha dicho
—Vayamos a un restaurante todos juntos y ya después tu y yo nos venimos a casa —Eli empezó a mover las cejas de forma sugerente.
Lucas negó de inmediato y jaló sus cachetes: —No intentes convencerme —Elián asintió y sonrió cuando Lucas besó su mejilla.
Par de empalagosos enamorados.
Charlamos un poco más, mandé saludos al resto de los chicos y colgué.
Me dejé caer en la cama y permití que mis pensamientos viajaran a esta última semana. Había sido un total sube y baja.
Edgar era un manojo de nervios inestable, trataba de ocultarlo, pero yo lo notaba. En el leve temblor de sus manos, como retorcía sus dedos, cuando sus dientes aprisionaban su labio inferior, dejando a veces costras en estos después de sangrar.
Y trataba de cambiar eso, hacia todo lo posible por ir a su casa apenas terminaba la universidad, incluso a veces estudiaba con él al lado, mientras veía una película o leía algún libro.
Grecia también se estaba esforzando, cocinaba para el castaño, aunque un par de veces esto termino en desastre y tuvimos que pedir comida a domicilio, hablaba con él sobre sus casos e incluso llamábamos a Dylan por videollamada. Edgar se mostraba animado cuando veía a su hermano a través de la pantalla, pero cuando colgábamos, su expresión se apagaba de nuevo.
También había ido a la pastelería a ver como iba todo, cuando yo no podía, Grecia iba también. Los chicos estaban llevando todo de maravilla, y como podían. El nuevo pastelero se había adaptado muy bien y estaba mejorando con los días, Tobías también estaba muy feliz con su nuevo trabajo, sobre todo por tener a su interés amoroso justo al lado.
Cuando faltaban un par de días para que otra semana culminara, Edgar estaba mucho mejor, caminaba sin dificultades, aunque no podía hacer fuerzas todavía. Su herida se veía bastante bien y estaba cicatrizando como debía.
Ramsés se había incorporado al trabajo hace un par de días, y aunque le había costado adaptarse al ritmo de nuevo, su hermano había estado pendiente de él por si le surgía alguna molestia en el hombro, pero hasta ahora todo iba muy bien.
Lo único que podía desestabilizarme esa tarde del jueves, era una llamada de mi hermano mayor, el cual no era muy conocido por hablar con su familia todas las semanas y mostrarnos su amor a través de videollamadas.
—¿Hola? —conteste dudoso, esperando escuchar alguna mala noticia, o que simplemente se había equivocado de número.
—Hola Chris, soy Víctor
—Lo sé, tengo tu numero guardado hermano. ¿A que debo el honor de esta llamada tan inusual?
—¿No puedo llamar a mi hermano menor y saber que es de su vida universitaria?
—Oh vamos. No me has llamado en casi un mes, se de ti por mamá y papá, así que no me vengas con esas. ¿Qué sucede? ¿Mi sobrino está bien? ¿Mi cuñada? —pregunté pensando que se trataba de algo malo.
—Todos están bien, ¿Cómo van tus clases?
—Bastante bien, tan infernales como siempre, pero he aprendido a sobrevivir
—Sé de lo que hablas, aún recuerdo esos tiempos
—¿Tú? Creí que ya se te había olvidado —agregué con burla.
—No estoy tan viejo Christopher —fruncí el ceño de inmediato al escuchar ese nombre.
—¡Chris! Soy Chris, no me llames así Victorino
—Oh por favor ni siquiera me llamo así —pude visualizarlo rodando los ojos y golpeando el piso con su zapato brevemente.
—Entonces no me jodas —resoplé por el auricular —. ¿Qué sucede Víctor?
—Quiero que seas el padrino de Nathan
Oh.
—¿Enserio? Creí que seria el hermano de Danna
—De ninguna manera, es un imbécil arrogante y malcriado. No voy a ponerle a ese mal ejemplo, de padrino a mi hijo —me encogí de hombros y reí suavemente.
—Supongo que no, de acuerdo, lo seré. Después de todo mi sobrino es una bolita adorable que además tiene mis ojos
—Perfecto, ¿Cuándo son tus vacaciones?
—¿Mis vacaciones? Aun falta para eso, tengo una semana libre en casi un mes, pero nada mas
—Perfecto, me sirve. Compraré tu boleto de avión para la segunda semana de abril, ¿está bien?
—Espera, espera... ¿vas a bautizarlo en esa fecha?
—Si, es obvio que te necesito aquí, así que haremos la ceremonia en esa fecha
—¿Quién será la madrina?
—Una amiga de Danna del instituto, quería que fuera Margaret, pero Danna insistió en que era su mejor amiga y tomaban el té todas las tardes y salían de compras, que era su confidente y blah blah blah, esas cosas. La chica al menos es decente, algo arrogante, pero quiere mucho a Nathan así que estará bien
—¿Cómo se llama?
—Oh, su nombre es Lu...—alejé el teléfono de inmediato cuando escuché un grito femenino seguido de un llanto.
—¡Víctor! ¡Te dije que cambiaras al bebé, está todo cagado joder!
No pude evitar reír como desquiciado al escuchar las sutiles palabras de mi cuñada.
—Te llamo después Chris, te mandaré el boleto cuando lo compre
—De acuerdo, saludos a Danna y a la bolita adorable
Colgó y suspiré echándome en la cama.
Sería el padrino de mi sobrino, además tendría que viajar a la ciudad donde se encontraba viviendo mi hermano. Probablemente mis padres viajarían también, vería a mi estirada madre y a mi padre que aparenta ser muy serio, pero si le das un par de cervezas te puede bailar hasta tambor.
Abril sería un desastre.
Con esos pensamientos en mente, tomé mis guías y me encaminé hacia el departamento de Edgar, el camino ya me era tan familiar, que iba como en automático, cruzando calles y doblando en esquinas, hasta que de pronto tenía el edificio del castaño justo en frente.
Saludé al vigilante con una pequeña sonrisa, el hombre me la devolvió amable y me indicó con un gesto que siguiera adelante.
Tomé el ascensor y toqué el timbre una vez estuve frente a la puerta.
Esta se abrió a los segundos, una alborotada cabellera castaña se asomó por esta, los ojitos de Edgar me sonrieron adormilados, mientras tapaba su boca cuando un bostezo salió de esta.
—¿Te desperté? —pregunté entrando y dejando un beso en sus labios.
—No, he dormido mucho, ya era hora de que me levantara
—Bueno, ¿Cómo te sientes? —me dirigí a la cocina y como si estuviera en mi casa abrí la nevera, saqué la jarra de agua y me serví en un vaso.
—Bastante bien, la herida ya no me duele casi. Me he tomado las pastillas de hoy y Grecia me ayudó con las vendas antes de irse —recitó Ed como un niño cuando le preguntan si había hecho su tarea, me dio ternura la forma en que se balanceaba sobre sus pies descalzos mientras hablaba.
—Qué bueno —me acerqué y revolví sus rulos con cuidado, dejé un beso en su frente y lo tomé de la mano para guiarlo hasta el sofá.
—¿Pasaste por la pastelería? —preguntó el castaño mientras se sentaba a mi lado y encendía la televisión.
—No, pero llamé a Moisés temprano y me dijo que todo estaba bien —él asintió e hizo un pequeño puchero.
—Ya quiero trabajar, me aburro mucho aquí, Grecia tampoco me deja cocinar. No estoy inválido, solo herido
—Herido de bala en el colon
—Aun así...
—El lunes será tu última revisión y podrán quitarte las vendas —lo interrumpí y tomé su nariz suavemente moviéndola de un lado a otro —¿No disfrutas mi compañía?
—Claro que sí, pero no puedes estar todo el día conmigo, y cuando no estas me aburro —finalizó con otro puchero.
—Bueno, entonces aprovéchame cuando estoy
Una de las cosas positivas de haber permanecido estos días con Edgar en su casa, gran parte de ellos quedándome a dormir, era que nuestra relación se había hecho más estrecha.
Asumía que era porque compartíamos mucho mas tiempo juntos, Edgar ya no lucia tan nervioso a mi lado, la incomodidad entre nosotros había desaparecido por completo, y me había sorprendido gratamente cuando el castaño había tomado la iniciativa en varias ocasiones de besarme, de tomar mi mano o acurrucarse a mi lado, esos pequeños gestos me hacían inmensamente feliz, y que mi interior se volviera un desastre, con emociones explotando por doquier.
Edgar sonrió y dejó un rápido beso en mi boca, para después acurrucarse a mi lado y ver la televisión. Sonreí también y saqué mis apuntes para estudiar un poco, con la cálida presencia del lindo pastelero a mi lado, que me seguía alegrando cada uno de mis días, y recordándome las buenas decisiones que había tomado, las cuales me habían llevado a nuestro presente.
P.O.V Edgar
Iba a arrancarme los cabellos como el doctor me dijera que no podía trabajar aún.
Enserio, necesitaba salir de casa. Quería hacer pasteles, estar en mi cocina, hacer lo que más amaba; quería volver a espiar a Chris por la puerta de la cocina cuando fuera a comer, que saliéramos de nuevo.
Quería que mi padre apareciera de una vez.
Bueno, en eso podíamos ir poco a poco. Realmente aún no estaba preparado para enfrentar a papá.
—Bien, la herida cicatrizó bien. No hay signos de infección, tu colon esta como nuevo. Estas muy bien Edgar, te sugiero que descanses el día de hoy por si acaso, y creo que ya mañana puedes volver a tu rutina laboral —el doctor sonrió y me extendió los exámenes. Asentí entusiasmado, y miré a Grecia contento.
Por fin.
El doctor nos dio recomendaciones, por si me dolía la herida, tenia fiebre, mareos o algo fuera de lo normal.
Salimos de la clínica y entramos en el auto.
—¿Estas contento verdad? —preguntó mi tía arrancando.
—Si, estoy emocionado por volver mañana
—Chris va a pensar que no apreciabas su compañía
—Claro que sí, su compañía me mantenía tranquilo, pero Chris esta estudiando, no puedo pedirle que este todo el día conmigo como quisiera. Así al menos tendrá un poco mas de tiempo libre para sus estudios, y... podremos salir a algún lado juntos
—Aww', dile eso cuando lo veas
Negué de inmediato apenado.
—Bueno, supongo que te regreso tu lugar en la cocina —añadió con un suspiro dramático —, sé que cocino espantoso
—No es cierto —Grecia me miró con una ceja alzada, me encogí de hombros riendo.
—Grecia... ¿papá no ha llamado?
La mujer guardó silencio por unos minutos y me miró con una mueca preocupada.
—Lo siento Ed, pero no. Hemos hablado por mensajes, me ha preguntado por tu salud, pero... cuando le pregunto cuando vamos a verlo y hablar, me cambia el tema o no responde —, bajé la mirada y retorcí mis dedos angustiado —. Tranquilo cariño, solo... necesita un poco mas de tiempo, ¿sí? Ricardo podrá ser muchas cosas, pero te quiere y se preocupa por ti, a su manera extraña, pero lo hace
—Lo sé, está bien. Lo esperaré
No tuve que hacerlo.
Casi doy media vuelta hacia el ascensor cuando vi a mi padre frente a nuestra puerta con un cigarro en la boca.
Creí que había dejado de fumar.
—Deja esa cochinada en la basura, antes de entrar a mi departamento —le reprendió Grecia de inmediato.
—Hola a ti también —respondió mi padre con voz cansada —, tú también lo hacías Grec, además es solo uno —sin embargo, apagó el cigarro obedientemente y lo lanzó por el bajante del edificio —. Ya está, ¿puedo entrar? —preguntó esta vez con sus ojos puestos en mí.
Me estremecí y bajé la mirada nervioso, no estaba preparado, aún no lo estaba.
¿Qué iría a decirme? ¿Me gritaría de nuevo esas cosas horribles? ¿Me pediría que terminara con Chris? ¿Qué es lo que...—
Mi hilo de preguntas fue interrumpido por la cálida mano de Grecia en mi hombro, la miré despacio, ella sonrió levemente y asintió.
Asentí de vuelta.
—De acuerdo, pero nada de gritos. Tenemos vecinos, y también nada de insultos, todos somos adultos y podemos hablar como tal
—Entiendo —respondió papá de inmediato.
Grecia abrió la puerta rápidamente, me dejó pasar primero, luego a papá y cerró la puerta detrás de sí.
Buenaaas, espero les haya gustado <3
Disculpen los errores que puedan encontrar.
Dedicado a Dulcepecado13 <3
Subiré el siguiente antes de media noche... creo(?
Ámenme (?
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