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Regresamos junto a nuestras madres y ellas voltearon a vernos automáticamente. Sentí mis ojos humedecerse de nuevo y Sarah se levanto para abrazarme, seguramente creyendo que me encontraba asi por no haber bailado.

— Esta bien, cariño — aseguro y escondí mi rostro en su hombro sin poder contener las lagrimas.

Cuando la musica del vals finalmente termino, y los aplausos comenzaron, me separe de mi madre para aplaudir hacia mis amigos. Mire a Susannah a mi lado y ahogue un sollozo colocando una de mis manos sobre mi boca.

Esto no podía estar pasando.

Sentí una mano rozar mi brazo izquierdo y me hice a un lado inconsientemente. Levante la vista hacia Jeremiah y en sus ojos capte que le había dolido mi acción. Me abrace a mi misma con culpa.

Jeremiah se hizo camino al centro del salon y enfrento a Conrad. Despues de unos segundos Belly me envio una mirada y me acerque a los tres.

— Ya lo sabias, ¿verdad? — el rubio volvia a tener los ojos llorosos. Mire a Conrad y fruncí el ceño sin comprender —. ¿Lo haz sabido todo este tiempo y no me lo dijiste?

¿Conrad sabia lo de su madre?

— Jer... — musito Conrad.

De un momento a otro, Jeremiah le lanzo un puñetazo a su hermano y no tardo en lanzarse encima de el cuando el mayor quiso ponerse de pie. Tome a Belly de un brazo y la obligue a retroceder unos pasos, ambas estabamos sobresaltadas por lo que estaba sucediendo y no sabíamos que hacer.

— ¡Basta! ¡Muchachos, ya basta! — Susannah les exigió cuando se acerco junto a Laurel y mi madre. Los chicos se detuvieron —. ¿Qué... esta pasando?

Sus hijos se acercaron a ella.

— Mama... — Jeremiah intento explicarle pero se detuvo con un sollozo.

— Ya lo sabemos, los dos sabemos — Conrad le hizo saber a su madre.

Todos caímos en un silencio hasta que Belly hablo.

— ¿Saber que? ¿Ally, tu lo sabes? — se dirigió a mi cuando nadie le respondio y agache la cabeza volviendo a sentir las lagrimas rodar por mis mejillas.

Al regresar del baile fui directo a mi cuarto, dispuesta a llorar todo lo necesario para librar esa presión en mi pecho. Mi madre me siguió y se recosto a mi lado para abrazarme y contenerme mientras temblaba a causa del llanto.

— ¿No va a mejorar? — pregunte y Sarah negó. Me sorbí la nariz y la mire, suplicante de que me diera una respuesta afirmativa —. Pero, ¿hay otra alternativa? ¿Puede hacerse la quimio?

— Susannah no lo quiere así.

— ¿Y tu? Tuviste que pasar por todo esto... Yo no puedo perderla a ella, no me imagino lo que significa perderla para ti...

Sarah sollozo de repente y la abrace con fuerza. Muy pocas veces había visto a mi mama llorar, y todas las veces sentí mi corazón romperse.

— Siento que la decepcione, mama. Hoy en el baile. Vernos debutar a Belly y a mi era lo que ella quería y no pude hacerlo... No pude hacerlo y me arrepiento — me lamente y mi madre peino mi cabello con cariño, intentando consolarme.

— Ella te adora, Ally. Jamás podrías decepcionarla.

Luego de eso, nos abrazamos hasta que los llantos de las dos disminuyeron convirtiéndose en nada. Ambas sabíamos que el dolor por Susannah no se iría en mucho tiempo.

Golpearon la puerta de mi habitación, segundos antes de que una mata de cabello rubio se asomara.

— Los dejó — Sarah se levantó de mi cama, dirigiéndose a la salida —. Todo estará bien, chicos — aseguró antes de salir.

Le sonreí a Jeremiah mientras se recostaba a mi lado. Voltee para verlo, algo insegura despues de lo que sucedió en el baile.

— ¿Cómo estás?

— No lo se — sus ojos se humedecieron y lo abracé sin tardar, se aferró a mi cintura —. Se hará la quimioterapia.

Mis caricias en su cabello se detuvieron al oírlo. Mi madre no me había mencionado eso, en realidad me dijo lo contrario. Quizás Susannah acababa de cambiar de opinión.

— No quiero que nada le suceda — admitió, decaído.

— Lo se, Jere — susurre. El rubio había dejado ir algunas lágrimas traviesas, las cuales me dediqué a eliminar con mis pulgares —. Todo estará bien — repetí las palabras de mi madre, queriendo creerlas.

— Te quiero, Ally — hablo levantando su rostro, ahora nuestras narices podían rozarse si me acercaba un poco más —. Lamento tanto haberte hecho sufrir — suspiro, uniendo nuestras frentes. Mi corazón latía despavorido.

— Yo te quiero a ti, lo sabes.

— Me hubiera gustado darme cuenta de esto antes.

— ¿De que? — fruncí el ceño levemente.

— Que estoy enamorado de ti desde que eramos dos niños y nos perseguíamos por la casa simplemente para molestarnos — acaricio una de mis mejillas. No pude responder nada, no pasaba letra de lo que oía —. De alguna manera siempre fuiste mi otra mitad. Porque recuerdo bien el verano en el que no viniste, y no fue verano sin ti — un suspiro abandono sus labios mientras pensaba en como continuar —. Siento tanto lo que paso este verano...

— Yo tambien lo siento, Jere. Pero no podemos hacer nada para cambiar lo que paso. Solo me interesa que ahora estamos aquí.

Asintió con tranquilidad y siguió con las caricias en mi mejilla.

— ¿Tu...? ¿Sientes algo por mi? — pregunto. Derrepente se noto inseguro.

No tarde más de dos segundos en unir nuestros labios, fue apenas un roce. Cuando me aleje pude ver la sonrisa en el rostro del rubio y lo imité sin poder evitarlo.

— Estoy enamorada de ti — asegure y luego solté una risa —. Tardaste demasiado en darte cuenta, ¿lo sabes, no?

— Lo se — enrojeció y escondió su rostro en mi cuello para que no pudiera verlo. Lo abracé enternecida.

— Tenías razón, te extrañe — admití finalmente.

Las cosas estaban mal, y lo iban a estar durante un tiempo, pero quizás con su compañía se volvía algo más ligero. Podríamos superar lo que venía, ¿no?

FIN DEL ACTO UNO

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NOTA:

Finalmente, después de tanto tiempo,
les publico el final.
Espero hayan disfrutado de este
acto tanto como yo disfrute escribirlo.

Es casi seguro que voy a volver con el
segundo acto, pero para ese entonces
la historia va a estar totalmente editada.
Empecé a escribirla hace mucho y
ya es hora de que hayan cambios
tanto en la escritura como en la estética <3