Ese Lunes, Sunghoon no esperaba nada especial. Desde hace unos días había estado extrañamente flechado por un chico de segundo. Pero no, él no planeaba declararse porque solo lo había visto un par de veces en los talleres de música por la tarde y creía que podría parecer demasiado pronto como para intentar algo. Sunghoon amaba su voz, le gustaba lo suave que era y lo agradable que se escuchaba cuando cantaba.

Al principio pensó que era un chico nuevo porque no lo había visto antes, pero después de hablar con Heeseung se enteró que era Sunoo, el famoso chico del que muchos de sus amigas y amigos hablaban. Tras observarlo un tiempo notó también que era muy popular, aunque él parecía no saberlo. Esa era una de las razones por las que no quería declararse, seguramente él ya tenía a alguien e incluso si no era así, ¿cuántas posibilidades tenía de ser correspondido cuando hay tantos chicos que como él esperaban tener una oportunidad? él no era tan confiado de si mismo como para soportar un rechazo, sería demasiado vergonzoso. Por eso es que en su lugar Sunghoon estaba tratando de alejar a los pretendientes del lindo chico. Porque aunque no se fuera a declarar tenía que hacer algo, ¿No? esos chicos y chicas podrían aprovecharse de su angelito.

— Sunghoon, ¿Qué haces así? — Preguntó Jay y él no pudo evitar dar un pequeño salto por el susto. — No me digas que estás saboteando las sorpresas de otras personas. — Dijo burlón, arqueándole una ceja.

— No estoy saboteando nada, sólo los vigilaba... — Murmuró avergonzado.

— Ajá, si te gusta tanto ese niño solo deberías ir y decírselo. — Le aconsejó suspirando.

Sunghoon frunció su ceño. Si fuera tan fácil como se escucha, él ya lo hubiera hecho, pero no tenía el suficiente valor. Además, Jay no era el indicado para decirle eso, no cuando él estaba en una situación parecida y no se atrevía a decir nada.

— Entonces creo que deberías seguir tu consejo y declararte a Jungwon. — Dijo el menor cuando una idea pasó por su mente y levantó un poco más la mirada buscando un rostro en específico. Sonrió cuando encontró a la persona que buscaba. — ¡Oh mira, allí está! ¡Jungwon!

El mencionado se volvió confundido buscando a quien lo había llamado. Observó en todas direcciones hasta que sus ojitos dieron con Jay y Sunghoon, entonces se acercó con una sonrisa en los labios.

— Hola, Jay hyung y Sunghoon hyung. — Saludó. — ¿Necesitan algo?

— Yo no. — Aclaró Sunghoon. — Pero Jay tiene algo muy importante que decirte. — Sonrió maliciosamente antes de empujar al mayor, haciendo que de un leve tropiezo contra el chico.

— Lo siento... — Masculló Jay, y Jungwon negó ampliando su sonrisa.

— No te preocupes, hyung. ¿Qué quieres decirme?

Jay se quedó en blanco, sin decir palabra y negando bobamente con la cabeza, lo cual hizo reír a SungHoon. Entonces suspiró, intentando guardar la calma. Después se vengaría por esto, pero mientras tenía que buscar una excusa para distraer a Jungwon y evitar que este sospechara.

— Yo... ¿Ya desayunaste? — Preguntó. Jungwon ladeó la cabeza confundido, pero negó haciendo un puchero. Esa mañana se había hecho tarde y no tuvo tiempo de comer, fue una completa lástima porque su madre había preparado su sándwich favorito.

— ¿Te gustaría ir a comer algo después de clases?

— ¡Claro! ¿Vendrás con nosotros, Sunghoon?— Preguntó Jungwon.

Jay frunció el ceño, él no recuerda haber invitado a Sunghoon.

— No, yo no puedo. Además no quiero interrumpir su cita. —Sonrió.

Cita...

Jungwon se sonrojó al escucharlo, y Jay pensó que era la cosa más linda que había visto. Por esta vez perdonaría a su amigo.

Sunoo y Jake llegaban tarde. La noche anterior ambos se habían quedado dormidos después de la decoración de los chocolates y al despertar tuvieron que envolverlos y alistarse. Ambos habían acordado que se saltarían la primera clase, Sunoo para asegurarse de ser el primero en dar sus chocolates a Sunghoon y Jake para asegurarse de que Sunoo no perdiera los chocolates. Porque Sunoo solía ser muy distraído cuando estaba nervioso.

En breves minutos sería hora del receso, lo que significa que podría entregar sus chocolates. Jake observaba como Sunoo mordía su labio, seguramente por las ansias, él también las tenía. Se encontraban fuera del salón de Sunghoon y Heeseung. No fue mucha la espera, tal vez cinco minutos y entonces sonó el familiar timbre que indicaba el comienzo del receso.

— Sunoo, ¿Estás listo? — Preguntó Jake, el menor asintió. —Bien, cuando lo vea te lo mandaré. — Prometió tocando levemente para ingresar al salón.

Caminó hacia Heeseung, que lo recibió con un beso y le entregó los chocolates. Llevaban dos años de relación y San Valentín era un día bastante conocido para ellos. Heeseung recibió el regalo con una sonrisa e hizo a Jake sentarse en sus piernas y este lo abrazó mientras se susurraban un "Feliz día".

— Heeseung. — Dijo Sunghoon interrumpiendo sin querer el momento. — Siento interrumpir, pero iré a la cafetería. Dejaré tus cosas allí. — Dijo señalando un par de libros que reposaban en la esquina de una mesa.

Sin más, Sunghoon se volvió para irse, pero Jake lo detuvo. — Sunghoon, tengo un amigo que quiere verte, él esta afuera ¿Podrías...?

El chico hizo una mueca, seguramente era alguien queriendo darle chocolates y él no estaba de humor. Aún tenía que espantar a los pretendientes de su pequeño, pero aún así asintió y salió.

— Sung-Sunghoon... — Murmuró Sunoo al verlo.

Al escuchar esa voz llamándole, Sunghoon volvió su mirada, encontrándose con el rostro de Sunoo. Las mejillas del chico se encendieron y Sunghoon sonrió.

— Hola, Sunsun. — Sunghoon se acercó, ¿Su angelito había venido a buscarlo? en primer lugar, ¿Él lo conocía? — ¿Necesitas algo?

— Y-Yo quiero hablar c-contigo. — Murmuró nervioso. ¿Se tendría que declarar aquí? quería hacerlo en un lugar más bonito, no el pasillo de la escuela.

— Claro, ¿vamos a la azotea? — Sugirió el mayor. Sunoo asintió, y con algo de pena tomó su mano, llevándolo.

Una vez en la azotea, Sunoo intentó recordar que lo que pensaba decir, pero cuando trató de hablar, no pudo más que balbucear cosas sin sentido, tratando de encontrar las palabras que quería decir realmente.

— Sunghoon, y-yo, es decir a m-mí... — Sunoo estaba realmente avergonzado y sus mejillas rojitas eran una hermosa escena para Sunghoon que sonrió enternecido.

— Sunsun, cálmate. — Dijo tomando sus mejillas para mirarlo. — ¿Qué es lo que quieres decir?

El menor suspiró. — M-Me gustas. — Soltó finalmente. Sunghoon sentía que estaba en un sueño. Piensa que aun está dormido y nada de esto ha pasado. — ¿Quieres ser mi novio? — Preguntó extendiendo la caja de chocolates.

Definitivamente es un sueño.

feliz día de san valentín! ♡︎