ღ O3
JiMin se encontraba en la biblioteca con un enorme libro de cálculo diferencial y a un lado un cuaderno con 5 problemas de la materia.
El omega era un asco para los números, su inteligencia lógica matemática estaba muy poco desarrollada, no lograba entender nada de eso y estaba desesperándose mucho.
El pequeño rubio estaba tan sumido en las los límites y derivadas del libro, que no notó cuando cierto alfa entró y lo observó de manera nada disimulada.
JungKook había estado buscando a JiMin después del almuerzo y de las clases, cuando creyó que el chico se había ido a su hogar, lo encontró en la biblioteca lleno de desesperación, lo cual podía oler por alguna extraña razón, pues el chico traía inhibidor puesto o eso había escuchado de sus amigos del menor.
Se tomó unos segundos para respirar y llenarse de valor para ir a hablarle a ese lindo chico que lo volvía loco desde hace muchos meses. Ni siquiera sabía que le diría, pero sus pies ya se encontraban caminando en dirección a la mesa del omega.
Cuando vio lo que estaba leyendo JiMin, JungKook sintió más confianza, eran números, y al parecer, el rubio no entendía nada del contenido, por lo que fue una gran oportunidad para Jeon.
Cuando llegó a su mesa el omega por fin centró su atención en él. Esos lindos ojos azules lo miraron con una pizca de confusión y miedo.
—H-hola. — Dijo JungKook tratando de sonar relajado, jugueteando con sus manitos disimuladamente.
—...hola. — Susurró casi audible el menor, hace mucho que no convivía directamente con un alfa que no fuera su madre o las amigas y amigos de ella. Los nervios lo invadieron.
JungKook se quedó callado al escuchar la voz del bonito chico.
—Ehm...perdón por molestar, pero pude ver que estás viendo algo de cálculo y creo que no entiendes muy bien, ¿o me equivoco? — El menor desvió un poco la mirada y negó con la cabeza. — Me preguntaba si quisieras algo de ayuda con eso, digo, soy un año mayor y ya vi eso, además soy muy bueno en los números.
Los ojos del menor se iluminaron con un rayo de esperanza, pues ese atractivo alfa, el cual era el mismo que lo había visto en el almuerzo y era amigo del crush de YoonGi, no solo le estaba ofreciendo su ayuda, sino que también no se alejaba gracias por su aroma. Pero ese brillo duro poco, pues recordó que traía el inhibidor puesto; JiMin bajo la mirada sintiéndose mal y avergonzado.
JungKook pudo notar eso y como el aroma del chico cambiaba.
JiMin levantó la mirada, aún necesitaba ayuda en cálculo.
—Si no es mucha molestia, te lo agradecería mucho. — Habló suavemente el omega.
El alfa dentro se JungKook saltó de alegría ante esa respuesta.
—Por cierto soy JungKook, ¿Tú cómo te llamas? — El alfa le sonrió.
JA, como si no supieras su nombre, edad, grado, grupo y hasta el día de su cumpleaños.
Habló una voz dentro de la cabeza del mayor.
—J-JiMin.
—Pero que bonito nombre. — JiMin se sonrojo aún más ante el cumplido y solo pudo susurrar un gracias.
El mayor soltó una enorme sonrisa antes de sentarse a lado del pequeño rubio. El omega de JiMin se emocionó al sentir el cuerpo del alfa muy cerca. El menor no se podía explicar esta sensación y lo único que pudo hacer fue sonrojarse e intentar concentrarse en los límites y derivadas de su cuaderno.
En cuanto JungKook estuvo más cerca de JiMin pudo percibir más el dulce aroma de este, eso lo tranquilizó demasiado dejando de lado su nerviosismo.
Mientras JungKook le explicaba a JiMin sobre los límites, se pegaba más a él de manera disimulada. Quería estar lo más cerca posible del cálido cuerpo del omega.
Fue muy difícil para ambos poder concentrarse en la "tutoría" repentina que tuvieron, pero después de una larga hora de repaso y explicaciones, JiMin pudo terminar su tarea con éxito.
—En serio gracias por esto. — Dijo JiMin un poco apenado al mayor. — No soy muy bueno con los números y le he pedido tanta ayuda a mi amigo YoonGi que ya me apena preguntarle.
El corazón de JungKook dio un salto ante la ternura que irradiaba aquel pequeño.
Le soltó una radiante sonrisa al omega y se atrevió a acariciar su esponjoso cabello rubio.
—No hay de que JiMin, siempre me gusta ayudar, y en serio no dudes en preguntarme si tienes duda en algo de cálculo. — JungKook pudo ver una perfecta oportunidad. — Es más, dame tu número y yo te daré el mío, así podrás comunicarte conmigo siempre que tengas problemas con la materia o con cualquier otra cosa no dudes en mandarme un mensaje o incluso llamarme.
JiMin asintió y le pasó su teléfono celular a JungKook y viceversa.
—Perfecto... ¿ya te vas? — Preguntó el mayor en busca de no quedarse callado y crear un momento incomodo con su crush.
—Sí, hoy me vino a recoger mi mamá.
—Entonces te acompaño a la entrada, yo también ya me voy.
Los dos recogieron sus cosas y se dirigieron a la entrada de la escuela. JungKook pudo distinguir a una mujer dentro de un auto saludando hacia su dirección, era la madre de JiMin.
—Esa es mi mamá. — JiMin señaló a la mujer. — Gracias de nuevo.
—Ya te dije que no es nada Minnie, nos vemos. — JungKook se atrevió a llamarlo de esa manera, sonrió al ver que el menor se había sonrojado otra vez.
—Adiós. — Por primera vez JiMin lo miro a los ojos por más de un segundo y una bonita sonrisa apareció en sus labios. Caminó de manera graciosa hacia el auto de su madre, la cual no dejaba de mirarlos, en especial al alfa.
JungKook se quedó quieto al presenciar tal acto de ternura. Su pecho se llenó de una sensación cálida, era la sonrisa más bonita que había visto en su vida.
Cuando el automóvil abandonó en lugar, JungKook soltó un suspiro. Definitivamente estaba un poco enamorado de JiMin, no lo conocía para nada en muchos aspectos, pero esa sonrisa que fue exclusivamente fue su perdición y lo último que necesito para caer por ese dulce y pequeño omega tímido.
Sacó su teléfono celular y llamó a su amigo.
— ¿Qué pasa Kook?...
—LO LOGRÉ, LO LOGRÉ. HABLE CON JIMIN E INCLUSO TENGO SU NÚMERO Y ÉL EL MÍO. — JungKook no pudo evitar gritar cuando el alfa contestó.
—A ver...número uno, no me vuelvas a gritar sino quieres que ponga mucho picante en tu comida. — JungKook odiaba la comida con mucho picante y condimento, le hacían daño. — Número dos, casi me dejas sordo, estúpido, y número 3....Felicidades Kook, sabía que lo lograrías. Y perdóname por amenazarte así en el almuerzo, pero necesitabas un empujón. Jeongin siempre me contaba lo harto que estaba de ti y de tu enamoramiento por JiMin, además de que le desesperaba que no le hablaras.
JungKook sólo pudo reír ante todo lo que dijo su amigo y después le agradeció por esa amenaza que lo armó de valor.
—Nos vemos mañana Tae y por favor no le pongas picante a mi comida, no te vuelvo a gritar, te lo juro. — El contrario soltó una ligera risa para después decirle que no se preocupara.
JungKook colgó aliviado el teléfono. Le tenía cierto miedo y respeto a TaeHyung, porque a pesar de que Jeon fuera un alfa puro y su amigo uno común, aún le tenía miedo a Tae y su temperamento. Lo mejor era no ponerlo de malas.
Con una gran sonrisa y un ánimo por los cielos, el alfa se fue caminando a la parada de autobuses para llegar a su hogar.
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