❝甘い香り❞:OO2

Durante toda su clase de cálculo Jisoo estuvo ideando estrategias e imaginando escenarios en los que le hablaba a la omega rubia. En todas sus ideas la situación terminaba en catástrofe.

¿Y si Chaeyoung la ignoraba?

¿Y si le caía mal?

¿Y si su aroma era desagradable para la omega?

¿Y si no era lo suficientemente alta?

Porque Jisoo era un par de centímetros más pequeña que Chaeyoung, no era mucha diferencia, pero tal vez a la menor le gustaban los alfas más altos y fornidos.

Cuando se dió cuenta la clase había terminado, por suerte era muy buena en los números y solo necesitaba de una pequeña explicación para entender todo.

Las siguientes dos horas la alfa decidió prestar más atención en sus clases y no pensar demasiado en la bonita chica.

Cuando la hora del almuerzo llegó Jisoo salió de su clase y se encontró con sus dos amigas, Jeongyeon, una alfa de otro grupo y Dahyun la cuál era de primer año.

―Vamos unnie, la cafetería se llena y no encontraremos lugar donde sentarnos.― La pelinegra asintió sonriendo y se dirigieron hacia su destino.

Cuando encontraron una mesa en donde sentarse, Jeongyeon sacó la comida que traía para ella y para sus amigas. Ella y las demás habían llegado a un acuerdo, Jisoo le ayudaba con cálculo y Jeongyeon le traía comida todos los días, y Dahyun... bueno ella era la favorita de la alfa así que se la traía sin nada a cambio.

―¿Qué nos trajiste hoy?― Jisoo preguntó lamiéndose los labios, Jeongyeon era una estupenda cocinera.

―Quise experimentar y cocine comida mexicana.― Jisoo y Dahyun se emocionaron como niñas pequeñas, amaban la comida extranjera.

La alfa rubia les dio a cada una su comida. Las tres habían comenzado a comer cuando los ojos de Jeongyeon se iluminaron y se quedó embobada.

―¿Qué pasa Jeongyeon unnie?― Preguntó Dahyun con medio taco en la boca y tratando de buscar al o la responsable de la mirada boba de la mayor.

―Mírala Hyunie... tan bonita.― Contestó hablando melosamente la alfa.

―¿De quién hablas?― Preguntó ahora Jisoo.

―De esa linda omega.― Jeongyeon señalo disimuladamente hacia una mesa algo alejada de ellas. El corazón de Jisoo se aceleró al ver a la hermosa omega rubia junto a sus dos amigas.―Es tan bonita, con un olor delicioso.― Jisoo volteó a verla lentamente.

―¿De quién estás hablando?― Preguntó desconfiada.

―De la chica más hermosa de esa mesa, ¿no la ves?

Los celos invadieron a Jisoo.

―¡¿Te gusta Chaeyoung?!― Dijo de forma enojada.―¿Cómo pudiste? Ella me gusta a mi.

Jeongyeon la miró bastante confundida.

―¿Qué? ¿De qué demonios hablas Jisoo? Yo ni siquiera conozco a ninguna Chaeyoung, estaba hablando de Nayeon, la de bonita sonrisa.―Respondió molesta Jeongyeon, Jisoo se tranquilizó y se apeno en seguida.

―L-lo siento... yo pensé que...

―Pensó que hablabas de su eterna enamorada.― Dahyun respondió por ella.

―Ahh... Entiendo.― Jeongyeon colocó una sonrisa en su rostro.―¿Quién es, Jisoo?― La alfa pelinegra señaló con disimulo a Chaeyoung, la cual estaba platicando con Jennie su otro amiga.―Ohh la que está a lado de Jennie, la novia de mi prima.

Jisoo asintió lentamente.

―Se llama Chaeyoung entonces...― Jisoo volvió a asentir.―¿Y por qué no le hablas?― Preguntó entusiasmada Jeongyeon.

―No puedo... me aterra.

―Por favor, se ve inofensiva, no creo que te muerda... a menos que tu quieras.

―N-no es eso...es solo qué es demasiado linda para mi.― Dijo Jisoo con tono triste.

―Bah, esas son estupideces Kim Jisoo, tu eres guapa y créeme que si fuera omega o beta me dejaría marcar por tí.― Jisoo comenzó a reír ante el comentario de Jeongyeon.

―Quiero que vayas y le hables.

La pelinegra se puso pensativa.

―Si tú le hablas a la tal Nayeon, yo le hablaré a Chaeyoung.― La alfa rubia puso una cara de pánico que escondió poco después y la reemplazo por una sonrisa.

―De acuerdo, le hablaré.― Jeongyeon se paró de su lugar.

Ambas chicas la miraron sorprendidas. Jeongyeon llegó a la mesa de las tres omegas y se sentó a lado de Nayeon, ésta la miró con una cara nerviosa y confundida.

Después de un par de palabras Nayeon sonrió mostrando su característica sonrisa y un leve sonrojo, las otras dos omegas miraban la escena expectantes al igual que Jisoo y Dahyun. Unos cuantos minutos después Jeongyeon regresó a la mesa con sus amigas.

―¿Qué le dijiste?― Preguntó Jisoo.

―Le dije "perdón el atrevimiento, pero simplemente tenía que felicitarte por tu haber ganado las nacionales de matemáticas y también que tienes una linda sonrisa."― Respondió Jeongyeon alegre.―También le pregunté si algún día le gustaría salir conmigo.

―¿Y qué te dijo?― Preguntó Dahyun atenta.

―Me dijo que sí, pero vamos, ¿quién me diría que no?― Dijo Jeongyeon con aires de grandeza.

Sus dos amigas soltaron una risa burlona.

―Ahora es tu turno Jisoo, si para mañana no le has hablado a Chaeyoung, le diré yo misma que babeas por ella.

Jisoo entró en pánico.

―No podrías Jeong... No serías capaz.

―¿Ah no? Pruébame.― Dijo de forma retadora antes de meterse un taco a la boca y comenzar a masticar.

Jisoo perdió el hambre de repente y alejó sus tacos, cosa que Dahyun y Jeongyeon aprovecharon y se adueñaron de la comida restante.

La pelinegra volteó a ver a la omega, la cuál escuchaba expectante a su amiga mientras que ésta les decía lo apuesta que era aquella alfa rubia que llegó a verla.

La omega sintió una fuerte mirada sobre ella y la volteó a ver, Jisoo y Chaeyoung cruzaron miradas por unos breves segundos, las dos desviaron sus miradas rápidamente y se sonrojaron.

Chaeyoung se ocultó detras de su pequeña amiga y le susurró algo en el oído. La omega de mechas rubias la volteó a ver de manera nada discreta y después soltó una risita codeando a su amiga, haciendo que su sonrojo incrementara y el de Jisoo también.

Jisoo se jaló el pelo con frustración pensando en una manera de acercarse a la menor. Definitivamente le tenía que hablar a Chaeyoung o si no Jeongyeon arruinaría todo.

Chaeyoung se encontraba en la biblioteca con un enorme libro de cálculo diferencial y a lado un cuaderno con 5 problemas de la materia. La omega era un asco para los números, era más que obvio que su inteligencia lógica matemática estaba muy poco desarrollada, no lograba entender nada de eso y estaba desesperándose mucho.

La rubia estaba tan sumida en los limites y derivadas del libro que no notó cuando cierta alfa de nombre Jisoo entró y la observó de manera nada disimulada.

Kim había estado buscando a Chaeyoung después del almuerzo y de las clases, cuando creyó que la alta chica se había ido a su hogar, la encontró en la biblioteca llena de desesperación, lo cual podía oler por alguna extraña razón, pues la chica traía inhibidor puesto o eso había escuchado de las amigas de la menor.

Se tomó unos segundos para respirar y llenarse de valor para ir a hablarle a esa linda chica que la volvía loca desde hace muchos meses.

Ni siquiera sabia que le diría, pero sus pies ya se encontraban caminando en dirección a la mesa de la omega.

Cuando vió lo que estaba leyendo Chaeyoung, Jisoo sintió más confianza, eran números y al parecer la rubia no entendía nada del contenido de ese libro, por lo que fue una gran oportunidad para Kim.

Cuando llegó a su mesa la omega por fin centró su atención en ella. Esos lindos ojos avellana la miraron con una pizca de confusión y miedo.

―H-hola.― Dijo Jisoo tratando de sonar relajada.

―...Hola.― Susurró casi audible la menor, hace mucho que no convivía directamente con un alfa que no fuera su madre o las amigas y amigos de ella. Los nervios la invadieron.

Jisoo se quedó callado al escuchar la bella voz de aquella rubia.

―Ehm.... Perdón por molestar y por ser una entrometida, pero pude ver que estas viendo algo de cálculo y por tu cara se nota que no entiendes nada, ¿o me equivoco?― La menor desvió un poco la mirada y negó con la cabeza.―Me preguntaba si quisieras algo de ayuda con eso, digo, soy un año mayor y ya ví esos temas, además soy muy buena en los números.

Los ojos de la menor se iluminaron con un rayo de esperanza, pues esa atractiva alfa, la cual era la misma que la había visto en el almuerzo y era amiga del crush de Nay, no sólo le estaba ofreciendo su ayuda, sino que también no se estaba alejando gracias a su aroma. Pero ese brillo duro poco, pues recordó que traía el inhibidor puesto; Chaeyoung bajó la mirada sintiéndose mal.

Jisoo pudo notar eso.

Chaeyoung levantó la mirada, aún necesitaba ayuda en cálculo.

―Si no es mucha molestia, te lo agradecería mucho.― Habló suavemente la omega.

La alfa dentro de Jisoo saltó de alegría ante esa respuesta.

―Por cierto soy Jisoo, ¿tú como te llamas?― La alfa le sonrió.

JA, como si no supieras su nombre, edad, grado, grupo y hasta el día de su cumpleaños.

Habló una voz dentro de la cabeza de la mayor.

―C-Chaeyoung.

―Pero que bonito nombre.― Chaeyoung se sonrojó aún más ante el cumplido y solo pudo susurrar un gracias.

La mayor soltó una enorme sonrisa antes de sentarse a lado de la rubia.

La omega de Chaeyoung se emocionó al sentir el cuerpo de la alfa muy cerca y se emocionó aún más cuando juntaron su cuerpo por accidente. La menor no se podía explicar esta sensación y lo único que pudo hacer fue sonrojarse e intentar concentrarse en los límites y derivadas de su cuaderno.

En cuanto a Jisoo estuvo mas cerca de Chaeyoung pudo percibir más de cerca el dulce aroma de ésta, eso la tranquilizó demasiado dejando de lado su nerviosismo.

Mientras Jisoo le explicaba a Chaeyoung sobre los límites, se pegaba más a ella de manera disimulada. Quería estar lo más cerca posible del cálido cuerpo de la omega.

Fue muy difícil para ambas poder concentrarse en la "tutoría" express y repentina que tuvieron, pero después de una larga hora de repaso y explicaciones, Chaeyoung pudo terminar su tarea con éxito.

―En serio gracias por esto.― Dijo Chaeyoung un poco apenada a la mayor.―No soy muy buena con los números y le he pedido tanta ayuda a mi amiga Nayeon que ya me apena preguntarte.

El corazón de Jisoo dió un salto ante la ternura de la más alta. Le soltó una radiante sonrisa a la omega y se atrevió a acariciarle sus rubio cabello.

―No hay de que Chaeyoung, siempre me gusta ayudar, y en serio no dudes en preguntarme si tienes duda en algo de cálculo.― Jisoo pudo ver una perfecta oportunidad.―Es más, dame tu número y yo te daré el mío, así podrás comunicarte conmigo siempre que tengas problemas con la materia o con cualquier otra cosa no dudes en mandarme un mensaje o incluso llamarme.

Chaeyoung asintió y le pasó su teléfono celular a Jisoo y viceversa.

―Perfecto... ¿ya te vas?― Preguntó la mayor en busca de no quedarse callada y crear un momento incómodo con su crush.

―Sí, hoy me vino a recoger mi mamá.

―Entonces te acompaño a la entrada, yo también ya me voy.

Las dos recogieron sus cosas y se dirigieron a la entrada de la escuela.

Jisoo pudo distinguir a una mujer dentro de un auto saludando hacia su dirección, era la madre de Chaeyoung.

―Esa es mi mamá.― Chaeyoung señaló a su madre.―Gracias de nuevo unnie.

―Ya te dije que no es nada Chaeng, nos vemos.― Jisoo se atrevió a llamarla de esa manera, sonrió al ver que la menor se había sonrojado otra vez.

―Adiós.― Por primera vez Chaeyoung la miro a los ojos por más de un segundo y una bonita sonrisa apareció en sus labios. Camino de manera graciosa hacia el auto de su madre, la cual no dejaba de mirarlas, en especial a la alfa.

Jisoo se quedo quieta al presenciar tal acto de ternura. Su pecho se llenó de una sensación cálida, era la sonrisa más bonita que había visto en su vida.

Cuando el automóvil abandonó en lugar, Jisoo soltó un suspiro.

Definitivamente estaba un poco enamorada de Jisoo no la conocía para nada en muchos aspectos, pero esa sonrisa fue exclusivamente su perdición y lo último que necesitó para caer por esa dulce y alta omega tímida.

Sacó su teléfono celular y llamó a Jeongyeon.

―¿Qué pasa Jisoo?...

―¡Lo logré, lo logré, hablé con Chaeyoung e incluso tengo su número!― Jisoo no pudo evitar gritar cuando la alfa rubia contestó.

―A ver... Número uno, no me vuelvas a gritar tan de repente sino quieres que ponga mucho picante en tu comida, casi me dejas sorda.― Jisoo odiaba la comida con mucho picante y condimento, le hacían daño.―Y número 2, felicidades Soo, sabía que lo lograrías. Y perdóname por amenazarte así en el almuerzo, pero necesitabas un empujón. Dahyun me contó lo harta que estaba de ti y de tu enamoramiento por Chaeyoung, además de que le desespera que no le hables.

Jisoo sólo pudo reír ante todo lo que dijo su amiga y después le agradeció por esa amenaza que lo armó de valor.

―Nos vemos mañana Jeong, y por favor no le pongas picante a mi comida, no te vuelvo a gritar, te lo juro.― Jeongyeon se rió para después decirle que no se preocupara.

Jisoo colgó aliviada el teléfono. Le tenía cierto miedo y respeto a Jeongyeon, porque, a pesar de que Kim fuera una alfa pura y su amiga una común, le tenía miedo a Yoo y su temperamento. Lo mejor era no ponerla de malas.

Con una gran sonrisa y un ánimo por los cielos, la alfa se fue caminando a la parada de autobuses para llegar a su hogar.

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