❝甘い香り❞:Extra 3
《 Dahmo 》
Lo que la joven Dahyun nunca esperó fue que, al llevarle el videojuego a la prima de su unnie, esta dichosa prima fuera ridículamente atractiva y que su corazón se acelerara con mirarla.
―H-Hola, ¿tú eres Momo?― Preguntó la beta con nerviosismo.
―Sí, soy yo, ¿y tú quién eres, pequeña?― Preguntó la pelinegra, recargándose en el marco de la puerta y mirando con detenimiento cada detalle de la chica que estaba en frente de ella. Su loba se estaba inquietando mucho con ese precioso espécimen.
―Mi nombre es Dahyun, s-soy amiga de Jisoo.― Dijo la beta antes de mostrarle el videojuego.―Vine a dejarle esto.
―Oh, pero ella no está, bueno, en realidad, nadie está en la casa.― Momo respondió con voz seductora, ni siquiera sabía de donde estaban saliendo sus palabras, pero esa beta estaba cautivándola por completo.
―S-sí... ella me lo dijo y también dijo que podría venir a dártelo a ti.― Dahyun se sentía completamente intimidada por la alfa y sus feromonas, cosa que nunca le había pasado.―Así que toma.― La beta volvió a mostrarle el juego para que lo tomara.
―Mhm, de acuerdo. Pero mejor pasa, digo, no sé dónde pone sus videojuegos y no quiero perderlo. Lo más seguro es que tú sepas.
―Bueno, sí, p-pero mejor me voy.― La menor trataba de no verse nerviosa ante la imponente chica que tenía en frente.
―No, no, anda, vamos a dejarlo rápido.― Dijo Momo antes de jalar levemente a la beta del brazo y meterla a la casa.―¿Los guarda en su habitación?
―S-sí... ahí.― Contestó Dahyun, sintiendo sus mejillas calentándose por el agarre de la mayor, ni siquiera le gustaban las mujeres, o eso creía; no sabía por qué estaba sintiéndose así con la prima de su unnie.
Momo la jaló hasta la planta de arriba donde se encontraba la habitación de Jisoo.
Dahyun entró en el cuarto y dejo el videojuego donde Jisoo los guardaba, en uno de los cajones justo arriba del de ropa interior.
―Listo, ahora me voy.― Dijo Dahyun antes de intentar huir de la habitación, cosa que no fue posible ya que la alfa la tomó nuevamente de su brazo y la acercó a su cuerpo.
―¿Tienes pareja Dahyun?― Habló con voz ronca.
―N-No... No tengo novio.― Dijo Dahyun tratando de aclarar que las mujeres no eran de gran interés para ella.
―Ah, ya veo...― Momo no había captado lo que Dahyun le quería decir, solamente le interesó el hecho de que la bonita beta no tuviera pareja.―Entonces, ¿puedo hacer esto?
―¿Hacer qué?― Preguntó Dahyun, confundida.
La alfa solamente rió antes de juntar sus labios con los de la menor en un lento beso.
Dahyun abrió los ojos con sorpresa e intentó con todas sus fuerzas alejarse de la más alta.
Nunca nadie la había besado como esa alfa lo estaba haciendo, lento, pero con hambre. Cuando sintió que la lengua de la mayor entró en su boca y se puso en contacto con la suya, las piernas de la beta flaquearon y soltó un jadeo, sus fuerzas se fueron y sólo se dejó llevar por los húmedos labios y las feromonas fuertes de la mayor.
La alfa estaba maravillada con las reacciones de la bonita beta, podía sentir como la menor temblaba entre sus brazos y como trataba de seguirle el beso lo mejor que podía.
Los pies de ambas chicas se movieron solos hasta chocar con la cama y caer sobre ella con la mayor acomodándose entre las piernas de Dahyun y continuando el beso que se volvía cada vez más caliente.
Las manos de la alfa comenzaron a recorrer desde el cuello de la beta hasta llegar a su abdomen. Acarició un poco la zona encima de la playera hasta que metió sus dedos para tocar la suave piel de la menor.
Dahyun se estremeció cuando los dedos de la mayor le acariciaron la zona, y, cuando intento meter su mano por debajo de su sostén, el sentido común de Dahyun regreso y se separó abruptamente de la alfa.
―Lo siento, me tengo que ir... Olvida que esto pasó y no le digas a tu prima.― Dijo Dahyun, parándose de la cama y corriendo hasta la puerta de la casa.
―Dahyun, espera.― Pidió Momo, siguiendo a la beta hasta alcanzarla.―Perdóname, me dejé llevar.
―E-Está bien, no fue tu culpa tampoco.― Dijo Dahyun.―Pero en serio debo irme.
―Está bien, pero, por favor, al menos dame tu número. Quiero seguir viéndote... Bueno, sólo si quieres.
―¿Mi número?― Preguntó Dahyun un poco temerosa. No sabía que había pasado en el cuarto de Jisoo con Momo, pero no era digno de ignorar.―De acuerdo, p-pero no quiero que se lo digas a nadie. Mucho menos a Jisoo.― Dijo de forma seria.
―Sí, sí, por supuesto.― Dijo Momo emocionada.―No le diré a nadie.―Sacó su teléfono del bolsillo para dárselo a la menor.
Dahyun lo tomó y agendó su número.
―Nunca me ha gustado una chica ni mucho menos he estado con una... así que por favor hay que ir lento.― Dijo Dahyun cuando le entregó su teléfono.
―Claro... Iremos tan lento como quieras.― Respondió Momo, dándole una sonrisa.―Te llamaré.
―Los domingos no puedo salir, pero los demás días sí.― Le dijo la beta con pena antes de salir corriendo de la casa.
Momo sólo pudo soltar un suspiro y sonreír como una tonta hasta tumbarse en el sillón.
Había pasado un año y medio desde que Momo y Dahyun comenzaron salir, habían ido lento como la beta pidió. Cosa que agradecía demasiado.
Momo era, según Dahyun, la mejor alfa de todas. La cuidaba demasiado y su relación se basaba en confianza y comunicación.
Habían atravesado juntas algunos celos de la alfa, y aunque Dahyun trataba de ayudar a la mayor, esta no se dejaba. Los días de celo se alejaba por completo de la beta hasta que pasara y pudiera controlarse.
Dahyun estaba bastante desesperada por la actitud que su pareja tenía en esos días, ella se moría por intimar con su novia y poder enlazarse con ella. Pero era un poco tímida respecto al sexo y, el que Momo fuera terca, tampoco ayudaba mucho.
―Dime qué hago, unnie.― Dijo Dahyun tirándose sobre su sillón.
―¿Sabes que el hablar de la vida sexual de mi prima y tuya me incomoda un poco?― Dijo Jisoo, riendo.
―Perdona unnie, pero no sé a quién más decirle esto.
―Eres un poco tonta, Dubu.― Dijo Chaeyoung, metiéndose por primera vez en la conversación.
―Oye.― Se quejó la beta por lo que la omega le había dicho.
―Lo siento, pero es bastante simple.― Dijo Chaeyoung riendo.―¿Cuándo es el próximo celo de Momo?
―Ok, iré al baño... Ustedes charlen sobre esto.― Dijo Jisoo, levantándose algo incómoda.
Ambas chicas rieron un poco por la actitud de la mayor y siguieron con la plática.
―Su celo es en una semana.
―Bien, simplemente sorpréndela. Métete a su casa y esperarla en su habitación. Te aseguro que no se resistirá.
―Gracias Chaeyoung, no había pensado en eso.― Dijo Dahyun, sintiéndose como un tonta.
―No hay problema. Usa mucho lubricante... No le digas a Jisoo, pero la verdad es que se ve que Momo es algo grande y no hablo de su estatura.
Dahyun se sonrojó un poco y desvió la mirada.
Pero Chaeyoung decía la verdad, Momo sí era grande.
Momo gruñía sobre su cama intentando conciliar el sueño.
Las primeras noches de sus celo siempre eran lo peor, ni siquiera los supresores le ayudaban, y el fantasear con su linda novia no le ayudaba para nada.
Resignada y molesta, se levantó de la cama y se fue al baño para refrescarse.
Cuando la puerta se cerró, Dahyun salió de su escondite y miró alrededor de la habitación. Ni siquiera sabía qué estaba haciendo, cuando se había dado cuenta, ya estaba escabulléndose a la habitación de su pareja antes de que ella llegara a su casa.
Inhalo el aroma de la habitación y sintió la humedad en sí entrepierna.
Agradecía que al ser una beta no tenía feromonas con olor fuerte, pero eso no impedía que las feromonas de los alfas u omegas los afectaran un poco. Sacó el lubricante de su mochila y lo dejó sobre la cama antes de comenzar a quitar su ropa, prenda por prenda hasta quedar completamente desnuda.
Escuchó ruidos en el baño y se apuró a cubrirse con la cobija hasta la cabeza, rezando porque su novia no la notara.
Momo salió del baño y se tumbó en su cama sin cubrirse. Soltó un gritó agudo cuando sintió a alguien moverse en la cama.
―Momo... Tranquila, soy yo.― Dijo la beta, destapándose y tocando el rostro de la alfa.
―Dahyun, ¿qué haces aquí?― Preguntó la alfa, inquieta.―Y desnuda.― Abrió sus ojos al ver a la beta en completo estado de desnudez.
―Vine a ayudarte con esto.― Tocó la erección de la alfa sobre el pantalón de pijama.―Y también a que me marcaras.― Dahyun se colocó sobre el regazo de la alfa.
―Dahyun, en serio...
―Shh, no hables, ya no escaparas de mí.― Dahyun juntó sus labios en un caliente beso.―Sé que te dije que fuéramos lento, pero no tanto.― Volvió a juntar sus labios, adentrando su lengua en la boca de la alfa.
―Bebé.― Gruñó Momo y la tomó de la cintura, juntando sus cuerpos aún más.
La alfa llevó sus manos los glúteos de la menor y los amasó un poco.
Dahyun tanteó con sus manos la cama hasta encontrar la botella de lubricante. La abrió y vertió una generosa cantidad en sus dedos. Momo sólo se limitaba a ver lo que su beta hacía.
La beta llevó dos de sus dedos a su entrada y, con un poco de prisa, se penetró para comenzar a lubricarse. Mentiría si dijera que no estaba desesperada.
Dahyun en verdad quería que la alfa la tomará ya.
―Te ayudo amor.― Dijo Momo antes de tomar el lubricante y llenar sus dedos con él.
Llevó su mano hasta la entrada de Dahyun y adentró dos dedos. La beta soltó un gemido al sentir los digitos de su novia ayudándola.
―Estoy lista.― Susurró Dahyun, sacando sus dedos.
―¿Estás segura, bebé?― Dahyun asintió.
La mayor tomó las caderas de la menor y la tumbó sombre el colchón.
La miró unos segundos con la tenue luz que les daba la luna.
―Te amo.― Dijo Momo antes de alinear la punta en la dilatada entrada de Dahyun.
―Yo má... ¡Ah!― Dahyun soltó un gritó al sentir como el eje de Momo entraba en ella.
―¿Estas bien?― Preguntó la alfa viendo como Dahyun soltaba lágrimas.―Voy a salir.
―N-no.― Dahyun se apretó alrededor de Momo.―No quiero... tú tampoco quieres.― Dijo antes de aferrarse a la mayor y besar su cuello levemente.
―Pero te está doliendo.― Dijo la alfa.
―Ya pasará.― Consoló Dahyun.
Después de un rato, Dahyun le pidió que se moviera y la alfa lo hizo de forma lenta, tratando de controlar sus impulsos de moverse con rudeza.
Dahyun comenzó a gemir cada vez más y a enterrar sus uñas en la espalda de la mayor cada que tocaba su punto dulce.
―Por favor, márcame, amor.― Gimió Dahyun cuando sintió una opresión en su vientre. Momo acercó sus colmillos al cuello de la beta.
―Tú también hazlo.― Dijo la alfa antes de morder el cuello de su amada.
La beta gimió por el dolor y llevó sus colmillos al cuello de la alfa.
La beta gimió por el dolor y llevó sus colmillos al cuello de la alfa.
Ambas sintieron como el lazo se creaba entre ellas, sus emociones se fusionaron.
Dahyun se vino fuertemente, mientras la mayor terminaba dentro. La alfa no pudo aguantar y dejó ir su nudo, haciendo que la beta soltara un grito.
Ambas se besaron lentamente, esperando a que el nudo de deshiciera.
―¿Te imaginas que te quedaras embarazada?― Preguntó Momo, tocando el abdomen de la menor.
―Sabes que es muy poco probable.― Dahyun rió.―Pero de todos modos tomaré algo.― Besó su mejilla con cariño.
Momo rió y siguió acariciando el abdomen de la chica.
―Ya es oficial, ahora eres mi beta y yo soy tu alfa.
―Y no podría estar más feliz.― Contestó la menor, besando el cuello de la alfa donde su marca se encontraba.
Las dos se quedaron dormidas aferradas a sus cuerpos, sintiendo el latir de los dos corazones.
Momo no podía imaginarse un mundo sin su Dahyun, la bonita beta la complementaba por completo.
Nunca creyó que su alma gemela fuera una beta, sin embargo, no la cambiaría por nada.
Bueno, con esto terminamos está bonita adaptación, nos vemos en otra historia :D
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