ღ O5
Pasaron algunos días desde que JungKook se había acercado a JiMin y lo ayudó en cálculo.
El alfa aceptó gustoso la invitación del omega, lo cual fue muy gratificante para este, pues no había sido rechazado.
— ¿Por qué estás tan nervioso Kook? — El alfa rubio preguntó viendo como JungKook no dejaba de mover sus piernas en el piso y picoteaba su comida, eso era una clara señal de nerviosismo, TaeHyung lo conocía muy bien.
—Es que hoy irá a comer con su amorcito y sus suegros. — Dijo Jeongin burlándose de su amigo.
—Suegras. — Corrigió JungKook. — Son suegras, una alfa y una omega.
— Ah...entonces ya admites que serán tus suegras Kook — Le codeo y lo miró con picardía.
JungKook se sonrojo y simplemente negó con la cabeza.
—Es lo que más quisiera Tae, JiMin y yo hemos estado hablando durante estos días y la verdad es que es un chico maravilloso. Sería el más feliz si fuera mi omega.
—Pues no pierdes nada con intentarlo.
—Sí, mi dignidad y mi gran avance con él, mínimo quiero quedar como un amigo para él. — El menor del grupo rodó los ojos fastidiado.
—El que no arriesga no gana JungKook, si en verdad te gusta mucho ese chico. — Habló Jeongin.JungKook bajó su mirada.
—Quiero ir lento, si me armo de valor, le confesaré mis sentimientos.
Jeongin no podía entender el actuar de JungKook ni de TaeHyung, ambos chicos se veían perdidos por esos dos omegas. Él solamente esperaba que su pareja predestinada se tardara en llegar un par de años o más. No quería estar enamorado ni atontarse como sus hyungs.
—Ah hyung, hoy te llevaré tu videojuego, ya lo terminé.
—Pero Ginnie, hoy iré a comer a la casa de JiMin. — El menor frunció el ceño. — ¡Ah! Pero ahí estará mi primo, acaba de llegar de Japón y se quiso quedar unas semanas conmigo. Ve y él te recibirá el videojuego.
—Perfecto hyung, quiero regresártelo cuanto antes, no quiero romperlo o perderlo y tener que pagártelo. — Dijo Jeongin haciendo un puchero chistoso.
El mayor rió ante el comentario de su menor y acarició su cabello con ternura.
(🍨)
Cuando las clases terminaron JungKook fue en busca de JiMin a su salón de clases en compañía de TaeHyung, pues este quería ver a YoonGi.
Los tres omegas fueron los últimos en salir, iban teniendo una charla muy divertida hasta que notaron la presencia de los dos alfas.
—Oh vaya, supongo que yo sobro aquí, así que me voy con mi Nam. — Dijo SeokJin al ver a los dos enamorados de sus amigos. — Nos vemos chicos.
YoonGi y JiMin se despidieron de su amigo y se quedaron a solas con sus mayores.
—Hola YoonGi, quise venir a verte y a acompañarte a tu casa. — Dijo el rubio con una sonrisa dirigida hacia el omega de piel pálida.
—Muchas gracias TaeHyung, entonces vámonos. — El rubio sonrió ante su respuesta y se lo llevó de ahí, dejando completamente solos a JungKook y JiMin.
— H-hola JiMin. — Dijo JungKook un poco nervioso.
—H-hola JungKook. — Contestó el omega igual de nervioso.
Ambos chicos habían estado platicando mucho por mensaje en estos últimos días, incluso se saludaban cuando se llegaban a encontrar, pero aun así se ponían nerviosos al entablar una conversación más larga en persona.
— ¿Nos vamos a tu casa?
—Ah...si claro, andando. — JiMin le regaló una sonrisa tímida antes de comenzar a caminar a su lado.
En el camino el ambiente se hizo más cómodo y relajado, comenzaron a platicar de muchas cosas, la mayoría graciosas y sin sentido. Cuando estaban a dos calles de la casa del omega, ambos se estaban riendo del otro y se compartían aún más bromas.
Era impresionante la rapidez con la que su conversación fluía, no era incomoda ni forzada.
Cuando llegaron a la casa del más bajo, JiMin abrió la puerta y se encontró con su mamá alfa esperando detrás de la puerta y con un brillo de emoción en sus ojos.
—Ya llegue mamá... — Dijo JiMin algo desconfiado, sabía que su madre era muy poco disimulada y acataba por impulso muchas veces. — Este es JungKook. — El menor señaló al alfa detrás suyo.
—Mucho gusto JungKook, yo soy Moonbyul, JiMin nos contó mucho sobre ti. — La alfa mintió, JiMin casi no hablaba de él más que cuando ella le preguntaba y le rogaba que le contara sobre el alfa.
— ¿A-ah sí? — Contestó JungKook emocionado y viendo a JiMin, este bajo su mirada avergonzado. — M-mucho gusto señora. — Kook le ofreció su mano y la alfa se la recibió.
—Pero que chico tan encantador JiMin, Youn lo amará. — Dijo Moonbyul volteando a ver a la cocina, donde estaba su esposa. — Pero bueno, pasen chicos, ya casi esta la comida.
Los dos adolescentes pasaron por completo a la casa y se quedaron en la sala de estar.
—Disculpa a mi madre, ella es muy... — JiMin trataba de buscar la palabra correcta para describir a su mamá.
—Es muy agradable JiMin. — Le dijo JungKook regalándole una sonrisa.
JiMin se relajó y también le regaló una de sus tímidas sonrisas.
Cuando ambos adolescentes fueron llamados a la mesa, JungKook conoció a la otra madre de JiMin, la cual contrastaba mucho con Moonbyul.
Youn era rubia de ojos azules y de baja estatura, maquillaje muy natural, y muy bella. Al verla, JungKook no pudo evitar pensar en un pie de limón. Mientras que Moonbyul era castaña, alta, piel pálida, y ojos muy oscuros. JungKook solo podía asociarla con uno de esos chocolates amargo rellenos de licor.
Eso era algo muy peculiar en JungKook, asociaba a las personas con postres a partir de su apariencia. Por ejemplo, a Jeongin lo asociaba mucho con una galleta de chispas con chocolate y a TaeHyung con un mousse de vainilla con fresa.Y a JiMin, bueno, a él lo asociaba con su postre y desayuno favorito de todos, hot cakes de harina de chocolate con crema batida como decoración y bañados en miel. Algo sencillo pero delicioso y empalagoso...justo como era JiMin.
La presentación con la omega fue más tranquila pero igual de agradable que la de Moonbyul.
Los cuatro se sumergieron en una charla bastante relajada mientras comían, la pareja le contó a JungKook como es que se conocieron y enamoraron.
Youn había venido a Corea junto con sus padres a conocer a toda su familia materna y a vivir una temporada con ellos.
Fue inscrita a la misma escuela que Moonbyul, se conocieron gracias a que ella era del taller de danza contemporánea y Youn estaba interesada, Moonbyul fue su "mentora" y el tiempo y el destino se encargaron de enamorarlas y de hacerlas ver que eran parejas predestinadas.
Youn no quiso abandonar Corea y 3 años después de que ambas se graduaran de la Universidad, un hermoso omega de nombre JiMin llegó al mundo para llenar sus vidas de alegría.
JungKook se quedó fascinado por la historia de ambas, algo sencilla, pero muy hermosa. Se fascino más aún cuando Moonbyul le confesó que se había fijado en Youn en el momento en que la vió en los registros de la escuela y el aroma a limón llegó a sus fosas nasales, ya que fue muy similar a como JungKook se había fijado en JiMin. Solo que en vez de verlo en los registros, lo vió en la dirección, lo cual era casi lo mismo.
En toda la comida JungKook no dejaba de sonreírle a JiMin y este siempre le correspondía con otra sonrisa más tímida.
La tarde concluyó con una deliciosa rebanada de pie de manzana con helado de vainilla encima y con un JungKook no solo más enamorado de JiMin, sino también encantado con sus madres y afortunadamente el sentimiento era mutuo. La pareja había aprobado a Kook desde que lo vieron y olieron, el muchacho les transmitía confianza.
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