–Comience con su historia –dice aquella persona que se encontraba en la misma habitación que yo, pero detrás de unas cortinas blancas que el viento movía suavemente.

–¿Completa? –pregunto, pues no es que sea poco todo lo que tendría que contar si empezase desde el inicio.

–Cada detalle es importante –contesta con seguridad mi pregunta.

–Bien… –suspiro.

Años antes....

–¿Aceptas? –preguntó mi mejor amigo con su ceja levantada.

–Claro, hermano –dije sin pensar. En mi vida no pasaba nada interesante y esta era la oportunidad perfecta para traer un poco de diversión a ella.

[...]

–¿Quieres salir? –le dije a la chica rara de la escuela, esta parecía evitarme y no contestaba a mi pregunta–. ¡Hey! –hice que me mirara dirigiendo su mentón a mi lugar–. ¿Anna, quieres salir conmigo esta noche? –pregunté otra vez sin recibir respuesta–. Uff… vale –suspiré pesadamente–. Si cambias de idea… estaré por ahí –dicho esto me retiré de allí pensando en lo que había acabado de hacer: una completa estupidez.

–¡Namjoon! –dijo casi gritando por la distancia que nos separaba–. Acepto salir… –mirada en el suelo, ¿nerviosa, Min Anna?

–Bien, a las nueve en mi casa… –dije y retomé mi camino con una sonrisa victoriosa.

Comienza el juego...

[Horas Después...]

Me encontraba en mi habitación terminando de arreglarme para la salida hasta que tocan a la puerta; es ella, traía un mini vestido rojo que combinaba perfecto con las converse y su maquillaje sencillo.

Para ser sincero, es bastante hermosa, señorita Min –pensé y luego le sonreí pícaramente.

–Vamos –dije tomando las llaves de mi auto para luego subirnos y tomar rumbo a nuestro destino.

En todo el camino Anna no dijo nada, solo se la pasó jugando con la tela de su vestido. Luego de un rato llegamos a casa de Jungkook, tocamos la puerta y él nos recibió con una gran sonrisa de oreja a oreja.

–¡Bienvenidos! –gritó por el volumen de la música–. ¡Qué bueno que han venido! Pasen –entramos y Jungkook mandó a Anna a buscar unas bebidas–. Pensé que no lograrías traerla –dijo asombrado.

–¿Aún dudas de mis poderes sobre las mujeres, Jeon? ¿Drogado tan temprano? –cuestioné riendo.

–La verdad es que ahora mismo no puedo dudarlo, la has traído, hermano –dijo golpeando suavemente su puño contra mi hombro.

–Pues al inicio pensé que no quería, pero luego aceptó –reí victorioso–. Ahora eso sí, no ha articulado palabra alguna esta noche –dije.

–Ya hablará, Namu, sabes que lo hará – dijo seguro de sí–. Allá está todo listo como acordamos, puedes subir cuando quieras –soltó de repente, cambiando el tema del que hablábamos.

–Más tarde, ahora acabamos de llegar –dije–. Ella debe adaptarse, hablar por lo menos dos palabras conmigo –reímos–. Ahí viene…

–Aquí tienen, chicos –entregó las bebidas y se colocó a mi lado observando como la rata se bebía la mitad del vaso de una sola.

–¿Tú no bebes? –cuestioné esperando respuesta, ella negó con la cabeza–. ¿Por qué? –volví a preguntar.

–Porque hace daño –respondió segura.

–Entonces… ¿no te diviertes? –pregunté acomodando un mechón de cabello detrás de su oreja.

–Si solamente te diviertes cuando bebes, entonces supongo que siempre estés borracho –sonrió regresando el mechón a su lugar–. Digo, como siempre andas por los pasillos confesando que todo para ti es divertido –terminó por decir haciendo que Jungkook riera a carcajadas.

–Supongo que no tendrás nada más que decir Kim Namjoon –golpeó mi hombro de nuevo–. Recuerda, puedes subir cuando quieras –susurró antes de macharse.

–¿Puedo preguntarte algo? –me dirigí a la chica, finalmente nos encontrábamos sin la presencia de la rata de Jungkook.

–Ya lo estás haciendo –sonrió de lado.

–Muy chistosa, lo digo en serio.

–Yo también lo digo en serio –dijo y la mire con mala cara–. Sí, estúpido, pregunta.

–Bien, ¿por qué aceptaste venir conmigo? Tú nunca sales, de hecho, eres la única que falta a estas fiestas –dije finalmente, sentía mucha curiosidad, tenía que haber un motivo por el cual esta chica había aceptado mi propuesta.

–Por nada, solo curiosidad –contestó insegura–. Además, eres el único que me ha hablado como persona normal en el instituto, sinceramente, pensé que había olvidado como hablar después de tanto tiempo –confesó, pero ¿esa era toda la verdad? ¿Cómo saberlo? –. Pero bueno… ¿por qué yo?, ¿no podía ser otra chica?

–No lo sé, ¿tu soledad me llamó la atención? –mentí, mis propósitos con ella estaban marcados, pero no podía decirle, era obvio que no podía–. ¿Estás segura de que no quieres nada para tomar?

–Namjoon, aquí sólo hay bebidas alcohólicas, ¿qué voy a tomar? –dijo mirándome a los ojos.

–Tienes ojos preciosos… –la miré.

–Gracias, supongo… –respondió nerviosa.

–Oye… aquí hay demasiada gente, ¿está bien si subimos? –pregunté.

–Sí, no me gusta el ambiente aquí, parece que alguien va a vomitarme encima en cualquier momento; arriba por lo menos hay menos personas –dijo para después seguirme hasta el segundo piso.

–Bueno pues… nada, cuéntame de ti –hablé después de un rato de silencio al llegar a arriba.

–¿Por qué debería hacerlo? –dijo sorprendiéndome, en verdad pensé que me contaría su vida, como no tenía amigos–. ¿Qué pensaste? ¿Pensaste que me ahogaría contigo en el alcohol y te contaría mis penas? ¿Porque no tengo amigos? ¿Porque soy la rarita y nadie se acerca a mí? Pues te equivocas, de medio a medio...

–En realidad no pensaba eso –dije tratando de calmarla un poco–. En realidad...sólo quiero saber un poco más de ti porque me gustas, Anna.

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08/09/2022

Thali✦✧