o32. epilogue

❝ they said the end is coming
everyone's up to something. i
find myself running home to your sweet nothings

EPÍLOGO























































🏆 ━━━━━━ SOFÍA SE HABIA MANTENIDO REZÁNDOLE a todos los dioses habidos y por haber que se sabía. No le importaba si eran reales, si eran falsos o simplemente se los había imaginado en su cabeza. Cualquier cosa en ese momento le servía.

Era una final.

El tiempo había pasado y a pesar de los infinitos baches futbolisticos que había estado pasando el Barcelona, habían llegado a la final de la Supercopa de España, la cual se estaba jugando en el King Fahd International Stadium, en la capital de Arabia Saudita: Riyadh. Sí, bastante lejos de casa, pero había sido una total aventura. Desde haber vencido al Betis en penales durante las semifinales, hasta el momento de enfrentarse a la final del torneo.

Contra el Real Madrid.

El partido había empezado muy bien. La verdad era que el ambiente estaba tenso ya que ambos equipos habían empezado a jugar muy bien. Sin embargo, se notaba que poco a poco el Barça iba tomando más y más prominencia, haciendo que la fanáticos comenzaran a emocionarse.

Sí, Sofía estaba ahí junto a su familia, Andrea y la familia de Gavi.

Y esta vez, lucía orgullosamente la camiseta del palaciego.

Ay, este par de tórtolos...Su idea inicial había sido esperar un tiempo antes de decirle a sus respectivas familias que estaban oficialmente juntos. Pero, créanme, les tomó tan sólo dos días una vez que regresaron a España para soltar la bomba ante todos porque no podían ni querían ocultarlo más.

Sí, tuvieron que dar muchas explicaciones referente a lo que ellos creían que había sucedido con Pedri. Habían pensando en mentir pero, se encontraban tan felices, tan eufóricos y con la enorme sonrisa pegada en el rostro de hacía días, que cobraron el valor para contar la verdad y toda la verdad.

Para su sorpresa todos se lo tomaron bien. Cadaval fue la que sufrió un poco de reprensión por parte de su padre. Sin embargo, cuando Eduardo recordó que ahora su hija estaba con el chico que él tanto había querido que estuviera, se le pasó a los tres segundos.

No obstante, aún no lo anunciaban al público. Habían decidido tomarse un tiempo en eso ya que lidiar con la euforia de la prensa era bastante más complicado que hacerlo con la de sus familias. Además, habían creado mucho caos y rumores en el último tiempo en las redes sociales. Querían ser precavidos para que no se hablaran estupideces de ellos.

Ya que sólo querían ser felices.

Pero bueno, eso no impidió que ella viajara con el grupo hasta Arabia Saudita para animar a su novio y a su equipo favorito en una final importante. El club merecía ganar. Después de pasar por tanto sufrimiento merecían ganar.

Corría el minuto 30 y Sofía no dejaba de moverse nerviosa desde su posición. Era la única que estaba de pie de su grupo. El resto había sabido como manejar sus nervios y permanecer sentado, pero ella fue incapaz.

No obstante, el Barça comenzó a ganar más posesión de balón y su corazón comenzó a latir más desenfrenado cuando vio a Gavi correr a toda velocidad por la banda. El resto de su familia —al ver la acción— se puso de pie también con los nervios de punta al ver que nadie estaba siendo capaz de alcanzar al chico.

En eso, él comenzó a acercarse al área y la labor del defensa para pararlo fue inútil. Pateó, sacándose al arquero Courtois de encima y apuntando el balón al espacio vacío que el belga dejaba entre se cuerpo.

Gol.

Todo el estadio —impresionantemente lleno de españoles y aficionados de ambos clubes, pero más del Barcelona— estalló en gritos de alegría. Saltaron, gritaron, aplaudieron y corearon con todo lo que tenían el nombre del palaciego.

Cadaval no podía más de la emoción. Gritó hasta casi quedarse sin garganta y saltó tanto que casi pasa hacia la grada de adelante, por lo que su padre tuvo que sostenerla. Sin embargo, eso no fue motivo para hacer que ella dejara de saltar y moverse. Estaba en las nubes. Más feliz que nunca y la cara ya le dolía de tanto sonreír.

Su Gavi había hecho el gol.

El andaluz —al ver que su jugada había sido exitosa— se puso de pie y corrió rápidamente hacia una de las orillas mientras besaba efusivamente el escudo de su camiseta y animaba a la grada que tenía en frente. Sus compañeros llegaron a abrazarlo y a felicitarlo. El triunfo se veía más cerca.

No obstante, cuando se separaron de él, el palaciego se dio vuelta, sabiendo perfectamente que las cámaras lo estaban mirando y sabiendo perfectamente donde estaba sentada Sofía, chasqueó sus dedos, aplaudió, apuntó a la grada y repitió la misma celebración de su gol en Catar.

Porque era para ella.

Era para Sofía.

A ella el corazón se le aceleró. Era el segundo que le dedicaba. No podía sentirse más feliz y más especial. La persona que amaba estaba ahí, echándose el equipo al hombro y haciendo goles para ella.

Qué vida ¿Eh?

Después quisieron calmar su euforia causada por aquel inmenso momento de serotonina e irse al descanso con un 1-0, pero no pudieron.

¿Por qué?

Gavi volvía a correr por la banda gracias a un maravilloso pase del crack de Frenkie De Jong y, al darse cuenta de lo que eso había significado la última vez, todo el público comenzó a ponerse de pie. Esperaron atentos a lo que iba a suceder y los defensas madridistas hicieron lo mismo. Uno trató de frenar a Gavi pensando que iba a intentar anotar, pero cuál fue su sorpresa cuando se dio cuenta que el chico le había pasado el balón a Lewandowski, aprovechando el descuido de Courtois que había salido a esperar el tiro del palaciego, dejando el otro extremo de la portería listo para Robert.

Gol del polaco.

Toda la gente estaba enloquecida. El segundo tanto para el conjunto azulgrana que ya les estaba asegurando que el trofeo se iría a Barcelona. Robert celebraba y fue corriendo hacia Pablo que lo esperaba con los barcos abiertos. Ambos animaron a la grada y con eso acabó el primer tiempo.

En el segundo tiempo el estrés seguía. Sabían que el Madrid perfectamente los podía remontar y por eso no podían bajar la guardia ni su nivel de juego.

A Sofía ya no le quedaban uñas y se había mantenido diciendo plegarias en su mente.

—Dios mío, por favor, esto puede ser hoy puede ser hoy. Después de tanto tiempo sufriendo puede ser hoy.

Se repetía una y otra vez, balanceándose nerviosa sobre sus talones.

Que a Courtois se le nuble la vista, que a Benzema se le olvide como patear, que a Vinicius se le olvide que es futbolista o no sé.

Miraba a todos lados y la tensión entre ambos equipos seguía.

Que el espíritu de los crack del Barça los inunde, por favor, amén —juntaba sus manos—. Por favor ayúdalos Leo Messi, Luis Suarez, Neymar, Alexis Sanchez, Iniesta, Xavi, Puyol, Piqué... —cuando pronunció a aquel último futbolista frunció el ceño—. No, no, ese no —sacudió su cabeza—. A ese no lo banco por infiel. ¡Arriba team Shakira! —alzó alzó puño para sí misma.

Andrea le echó una mirada de reojo y no entendía qué rayos estaba pasando en la mente de su amiga.

Vamos Barça, vamos por favor. Puede ser hoy, puede ser hoy.

Entonces llegó el minuto sesenta y nueve.

Y sí, adivinen quién estaba corriendo como desquiciado por la banda.

Gavi.

El palaciego había recibido el balón y corría como nunca antes; como si su vida estuviera dependiendo de ello. Nuevamente los defensas madridistas quisieron detenerlo, pero él fue tan rápido y tan preciso que logró elaborar un pase entre líneas que llegó hasta Pedri. El cual, aprovechando el descuido del portero, anotó el tercero para el Barça.

Descontrol total.

Todos se volvieron a levantar, gritando, aplaudiendo y saltando por lo que ya era una victoria asegurada para el equipo. Pedri salió a celebrar con Gavi, quién había asistido su gol. Ambos corrieron animando al público mientras se abrazaban efusivamente.

El resto del segundo tiempo siguió siendo dominado por el Barça. Increíblemente humillando por completo al Real Madrid; sobre todo en el mediocampo. A pesar de eso, cerca del minuto noventa hubo un gol por parte de Benzema.

Sin embargo...

Fue insignificante.

Porque cuando el árbitro pitó el final...

Fue victoria para el Barcelona.

¡El Barça era campeón de la Supercopa de España!

La alegría que todos sentían era inimaginable. Un trofeo finalmente para un conjunto que había sufrido enormemente. Que había vivido la salida de sus más grandes estrellas, entre ellas la partida de Messi. Un equipo que habia sufrido bajas importantes, que pelearon con los problemas económicos, con no poder seguir adelante...

Ahí estaban y era de ellos.

Las celebraciones empezaron de inmediato. Los jugadores corrieron a abrazarse todos juntos, a hacer una ronda, a saltar y a cantar. Eran unas postales demasiado lindas que vivirían por mucho tiempo en la mente de los aficionados que hoy celebraban un nuevo título.

Y por si fuera poco, adivinen quién fue nombrado el jugador del partido...

Por supuesto, Gavi.

Un gol, dos asistencias y una actuación impresionante. El palaciego había sido la clave maestra para llevarse el triunfo a casa. Tenía más que merecido su reconocimiento como MVP.

Al verlo tan feliz desde las gradas, Sofía sonreía sin parar. Lo veía y se alegraba. La felicidad de él era también la suya y en ese momento le veía brillar más que nunca. Lo único que quería era poder ir a abrazarlo, besarlo y felicitarlo.

Sí, ese momento llegó, pero después de que cada jugador fuera condecorado con su respectiva medalla y junto a todo el equipo alzaron el trofeo en manos del capitán Sergio Busquets. Confeti caía alrededor de todos ellos, el equipo saltaba, cantaba y los fans les celebraban también.

Cuando aquella ceremonia finalmente acabó, los guardias de seguridad permitieron que las familias pudieran ir a saludar a los futbolistas. En este caso, quienes habían conseguido la autorización eran los dos padres de Gavi, Aurora y Sofía.

Cadaval quiso ser respetuosa y —cuando ingresaron a la cancha en busca del andaluz— dejó que fuera primero su familia quién le fuera a saludar. No tenía ninguna intención de pasar sobre ellos sino que respetaba en todo sentido el lugar de la familia antes que una relación.

Sin embargo, cuando sus padres y su hermana terminaron de felicitarlo, los cuatro se voltearon hacia la cantante que permanecía a unos metros de ellos. Esperando el momento para ir a abrazar a su novio.

Cuando Gavi la vio su sonrisa fue mucho más grande que cuando obtuvieron el triunfo.

Para Sofía, él se veía radiante. Su amplia sonrisa decoraba su rostro de manera angelical, tenía una leve capa de sudor en su frente y eso hacía que algunos de sus cabellos se quedarán pegados en el área. Sus brazos descansaban a cada lado de su cuerpo y la bonita medalla de campeón colgaba de su cuello con orgullo.

—¡Eh! ¡Cadaval!

La misma voz del palaciego la sacó de su enamorado trance.

—¿No me vas a venir a abrazar también?

Ella sonrió ya completamente consiente de su entorno y corrió a toda velocidad hasta donde él estaba, siendo atrapada por sus brazos. Ambos se sumieron en un cálido y muy emocional abrazo. Los dos estaban rebosando de alegría. Las palabras a veces sobraban de tanto regocijo.

—¡Felicidades! ¡Felicidades! ¡Felicidades! —le decía ella mientras daba cortos saltitos—. ¡Campeones, Campeones! ¡Oe, Oe, Oe! —cantaba.

—Bien, cuando tú lo cantas suena aún más bonito —susurró sonriente para ya separase y quedarse frente a frente.

—Estoy muy orgullosa de ti —rodeó su cuello con sus brazos—. Haz estado increíble. Te juro que es de tus mejores partidos en la vida. Si no es por ti, este trofeo sería del Madrid.

—No digas eso —negó—. El triunfo es de todos.

—Venga, no seas tan modesto —le dio un leve golpecito—. Creo que es tu mejor actuación hasta la fecha.

Suspiró y la miró con media sonrisa—Bueno, tengo que confesarte algo...Hice trampa.

Inmediatamente ella frunció el ceño asustada y confundida—¿Qué?

—Sí —se encogió de hombros—, ya que estaba con un amuleto de la suerte que me hizo jugar mejor.

Inocentemente ella volvió a fruncir el ceño—¿Cuál?

.

Al darse cuenta de que había caído en sus palabras, la confundida expresión de la cantante se transformó en una avergonzada sonrisa y los colores se le subieron al rostro, tanto así que tuvo que cubrirse la cara con las manos mientras el futbolista reía con ternura al verla.

¿Cuándo iba a imaginar que el chico del que había estado enamorada tanto tiempo realmente le dedicaría palabras así de románticas? Estaba realmente en las nubes. A veces ni ella llegaba a creérselo. Pero lo mejor de todo era que esa era ahora su realidad.

Luego de unos segundos Gavi le sacó las manos que cubrían su rostro para dejarlo en evidencia ante él y la desesperación de la castaña comenzó cuando vio que se le acercaba con la clara intención de besarla.

—No, no, espera —le hizo una cobra.

—¿Qué pasó? —le miró confundido.

—No podemos hacer eso aquí —murmuró para que sólo él oyera.

—¿Por qué? ¿Acaso no puedo besar a mi novia debido a que estoy muy feliz? —respondió como si nada. Importándole muy poco el disimulo.

Ella se puso un tanto nerviosa y trató de seguir con su explicación—Sabes a qué me refiero. Este estadio está lleno, acaban de ganar un trofeo y todas las cámaras están centradas en ustedes y sobre todo en ti como MVP.

—¿Y eso qué? —se encogió de hombros.

—No hemos hecho oficial lo nuestro aún —alegó—. Literal todo el mundo está viendo ahora y nosotros no le hemos dicho a nadie.

Él suspiró con lentitud y atrajo a la chica hacia sí con sus manos en su cintura.

—Bueno ¿Y si lo hacemos oficial ahora?

Se le desconfiguró el rostro—¿Qué?

—Hagámoslo, aquí, justo ahora —sonrió.

Sus ojos parecieron comenzaron a brillar—¿Estás hablando en serio?

—¿Por qué no lo estaría?

Entonces la tomó por las caderas para impulsarla hacia arriba, haciendo que ella pudiera anclar sus piernas alrededor de su cuerpo y en esa posición ya todos comenzaron a notar que algo nuevo estaba sucediendo.

Ella reía mientras lo abrazaba por el cuello y él le daba algunas vuelas en su posición.

—Vamos a causar un escándalo —rió la chica.

—Pues que así sea —sonrió ya para acercarse a su rostro.

Entonces ambos se besaron.

Sin importar que todo el mundo les estuviera viendo, o que pronto las redes sociales comenzarían a comentar sobre lo que estaba pasando, o que sus familiares, amigos y compañeros de equipo estuvieran ahí, ni nada. Nada. Solamente eran ellos dos expresando todo lo que sentían y por fin siendo libres al hacerlo. Ya no había temor o vergüenza, sólo el amor que ambos se tenían.

Pronto los jugadores —al ver que el más pequeño del grupo— estaba en esa situación, se les acercaron con la intención de molestarlo —obvio en el fondo estaban felices por él pero jamás perderían un momento para fastidiarlo—

—¡Yo les dije! ¡Se los aposté! ¡Ronald me debes dinero!

Todo el mundo estalló en risas ante el comentario de Ferran y la pareja se separó al ver que ya estaban rodeándolos.

—¿En serio? ¿Una apuesta? —dijo el palaciego con una ceja alzada. Aún no soltaba a la chica.

—Venga tío, es que siempre había sido muy evidente —alegó el mismo Torres—. Si la baba se les caía a diario.

La gente siguió riendo pero al inicio a Gavi no le gustaron las bromas. Odiaba que lo cabrearan. No obstante, ahí estuvieron los suaves mimos de Cadaval y sus cortos besos en su frente para poder calmarlo y que no les siguiera la corriente.

—¡Eh! ¡Dejadlos! —Pedri se adelantó a defender a sus amigos—. Si hacen una pareja tan bonita.

Ellos agradecieron a González con la mirada por su comentario y luego el sevillano bajó a la chica para poder tenerla a su lado.

—Eso es verdad, es verdad —habló Araujo—. ¡Hoy Gavi se lleva dos premios a casa!

Todos corearon junto al uruguayo y siguieron molestando de buena manera a ambos jóvenes. Su pasatiempo favorito era cabrear a Pablo pero en el fondo estaban contentos por ellos y les alegraba que por fin se hubieran dado cuenta de que debían estar juntos.

Luego de unos segundos, el andaluz se volteó a ver a la chica:

—¿Te parece si vamos y nos tomamos unas fotos con el trofeo?

Ella sonrió emocionada—¡Claro!

Ella iba a avanzar hacia donde estaba la copa pero sintió que algo la tironeaba hacia atrás. Era la mano de Gavi, la cuál él había entrelazado con la suya, queriendo caminar con ella por la cancha tomados de la mano.

¡Y sí! ¡Qué todos lo vieran si fuera necesario! Les daba igual.

Porque después de tanto caos y de tantas confusiones podían estar juntos.

¿Les costó? Vaya que sí.

Pero Sofía siempre podría decir que correr hacia Gavi sería correr a su hogar.

Un hogar donde dulcemente no exigirían nada de ella.

Porque él la amaba tal y como era.

Y ahora que estaban juntos, lo seguía haciendo.

FIN












































GALERIA DE FOTOS
álbum de fotos compartido
usuarios incluidos: gavi y sofi

fotito del día en que gavito cumplió uno de sus sueños: ahora usa la 6 del barça, la que era de xavi🥲 im a proud gf🥲🤏
editado por: sofi

les cuento que ahora, gracias a mí, la sofi respeta su hora de la siesta (lo único que ahora duerme por horas y hay que estar cuidándola) 😉
editado por: gavi

adivinen quién me acompaña ahora a todas las firmas de autógrafos!!! (spoiler: cuando la gente se da cuenta que él anda conmigo le piden más fotos que a mí 🙄🙄🙄🙄)
editado por: sofi

recuerdo de cuando nos fuimos de vacaciones juntos a ibiza, nos perdimos y casi nos caemos de un bote 😃
editado por: gavi

AMISTADES EL DIA EN EL QUE EL BARÇA GANÓ LA LIGAAAAA. fue la única foto donde salimos decentes porque en las otras gritamos como desquiciados 😚😚😚😚
editado por: sofi

la semana en que sofi me sacó de tour y la acompañé por casi toda europa en conciertos (me quedé sin voz de tanto gritar) 😃
editado por: gavi

un día que tuvimos cita y decidimos adoptar a pedri y nos acompañó como nuestro hijo (o nuestra mascota😃)
editado por: sofi

mi campeón de liga <3
editado por: sofi

adivinen quién llenó uno de los estadios más grandes...🥺
editado por: gavi

ALL THAT YOU EVER WANTED FOR ME WAS SWEET NOTHING...

siguiente apartado: agradecimientos

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