o27. in major trouble

o27. ❝ if i could, i'd have changed every feelin' reservations were up to the ceilin' guess the space was the thing that i needed, but i miss you

EN GRANDES PROBLEMAS


















































🎲 —————— AL OÍR AQUELLA VOZ TAN CARACTERÍSTICA Y al ver esa inconfundible figura acercarse a ellos, Sofía y Gavi temblaron en sus lugares. Eso era lo que la cantante había estado tratando de decirle casi con mímicas, ya que sentía que si lo decía en voz alta, aquella recién llegada prácticamente olería el miedo y las mentiras y los expondría como viles engañadores.

La abuela Sonia.

La vidente.

La bruja.

La que descifraba todo.

Ella.

La mismísima que —si se descuidaban— podría adivinar que algo pasaba entre ellos tan sólo en cosa de segundos. Sabría que estaban raros, que había tensión e incluso sería capaz de adivinar lo del beso. Ahí mismo, en medio de toda la familia Cadaval y la visita recién aparecida.

Definitivamente habían llegado en el peor momento posible.

La abuela se acercó para abrazar a Gavi y a Pedri cariñosamente y el andaluz trató de reaccionar de la manera más neutra posible para que sus reacciones no lo delataran, e incluso trató de poner su mente en blanco, como si Sonia fuera a leerle los pensamientos o algo.

—¡Qué bueno verlos, mis muchachos! —les dijo al separarse—. Me da igual que Marruecos los haya echado. Ustedes estuvieron asombrosos.

Ambos sonrieron y dijeron—Gracias abuela Sonia.

—No sabía que ellos vendrían —aquello lo dirigió a su nieta.

—Ni yo —contestó ella forzando una sonrisa.

—Pues qué bonita sorpresa —miró a Gavi y a Sofía—. ¿Y a ustedes qué les pasa? Parecen congelados —le dio n pequeño empujón a ambos.

—¡Nada, nada! —contestaron al unísono al filo del nerviosismo.

Ella frunció el ceño.

Miró al futbolista.

Miró a la cantante.

Y soltó una risa nasal.

—Claro...

Para salvarles el pellejo, Julia llegó de sorpresa hacia ellos al notar la presencia de los jugadores del Barça.

—¡Chavales, qué bueno verlos! —se acercó a saludarlos—. Llegan en el momento preciso.

—¿Por qué? —cuestionó el canario.

—¿Qué? ¿Sofi no les ha dicho? —miró a su hija—. ¿No les has contado?

La castaña no fue capaz de responder, sólo tartamudeó unas palabras y su abuela lo notó.

—¡Quédense a comer entonces! —invitó Julia emocionada—. Adentro Sofi les contará una buena noticia que le ha llegado el día de ayer.

—¿Una buena noticia?

La voz de Gavi saló con un suave tinte de decepción. Él siempre era de los primeros en saber las cosas que le acontecían a la chica y ahora se sentía en un vacío al no saber aquella nueva información. Fue como si se hubiera transformado por un segundo en una persona cualquiera en la vida de ella.

Le dolió.

—¡Sí! Pasen, pasen. La comida está casi lista.

Posteriormente, Turner se volteó para caminar junto a su suegra al interior del hogar dejando a los futbolistas con una nueva interrogante.

Sus amigos la miraron inquietos y esperaron que ella dijera algo. No obstante, aquel momento no pudo suceder ya que otra figura se les comenzó a acercar lentamente desde detrás de la chica.

Gavi apretó sus puños a cada lado de su cuerpo.

—Miren nada más, si son las estrellas de España —dijo con una alegría fingida.

Gavi apretó su mandíbula.

—Josh —soltó de manera áspera.

—Pablo —dijo él en el mismo tono.

Por supuesto que Joshua Davies tenía que hacer evidente su presencia presencia el lugar y dejársela más que clara a los recién llegados. Se puso junto a la castaña como si quisiera demostrar su posición o su rango en ese momento.

Al andaluz le hirvió la sangre.

Cadaval buscó rápidamente la mirada de Pedri abriendo sus ojos en una señal de auxilio.

Ella no tenía idea de que ellos se iban a ver o a juntar siquiera por un instante. Eso no estaba en sus planes. Se le estaba saliendo de control.

—Bien —González juntó las palmas de sus manos causando un sonoro sonido—. ¿Por qué no vamos adentro? Muero por saber cual es la sorpresa de Sofi.

Internamente ella le agradeció su intervención y los cuatro caminaron hacia el interior del hogar con una atmósfera de incomodida entre ellos tan grande que les revolvía el estómago.

Una vez en la casa, toda la familia Cadaval y sus invitados rodearon a Sofia esperando que e pudiera anunciar sus nuevas noticias a aquellos que no ña sabían.

Se puso en medio de todos y suspiró—Bien...Primero que todo quiero agradecerles por organizar este almuerzo familiar e incluso haber ido a buscar a Nana hasta Sevilla para esto —rieron—. No es la gran cosa...Pero es algo que me hacía feliz.

Antes de hablar la cantante tuvo un conflicto.

Siempre que iba a hablar de esa forma buscaba una mirada que la hiciera sentir segura. Cuando alzó su vista e inconscientemente buscó la de Gavi, esta se vio interferida por la de Joshua, ya que el chico se había puesto delante de él a propósito para taparlo.

Cadaval sacudió la cabeza y decidió seguir.

—Ayer recibí una llamada de Olivia...Olivia Rodrigo, otra vez —sonrió—. Me ha invitado a poder tocar con ella en otros shows más...Pero en Inglaterra.

Al oírla, los que no sabían esa información celebraron su nuevo logro.

—¡Eso es asombroso! —dijo Pedri.

—¡Felicidades Sofi! —agregó Gavi.

Ella les sonrió, sinceramente agradecida.

—Es por eso que hemos querido organizar un almuerzo familiar para festejarla —Julia se puso detrás de ella—. Además, Josh ha venido amablemente desde Londres para acompañarla ya que él y su familia la hospedarán en su estadía allá.

Orgulloso de sí mismo, Davies se giró a ver al andaluz con una sonrisa altiva.

—¿Oíste eso, futbolista? —se rió.

El aludido apretó la mandíbula y tuvo que ser momentáneamente sostenido por González para que no saltara a arañarle la cara o algo.

—Así que...¡Todos a la mesa! La comida estará en unos minutos.

El anuncio de Julia comenzó a dispersar a todo el grupo, el cual formó otros grupos más pequeños para iniciar conversaciones personales mientras esperaban el almuerzo.

Y esa fue la oportunidad de Gavi.

Aprovechó que Cadaval estaba finalmente sola y que Josh no estaba pegado a ella como una lapa para poner poner marcha su plan —plan que, en realidad, no tenía. Estaba improvisando—. La tomó del brazo sorpresivamente y la jaló hasta ingresar a un cuarto que terminó siendo el baño. Allí, la soltó y cerró la puerta.

—¡Gavi! ¡Joder! Me has pegado un susto —reclamó ella alejándose de él y cruzándose de brazos.

Que buena situación ¿Eh? Ambos encerrados en el baño luego de haberse besado y que ella se le hubiera confesado horas antes.

Pablo se quedó estático por unos segundos y comenzó a darse cuenta de que su idea de improvisar no estaba saliendo tan bien como él había pensado. No sabía qué decirle. Sólo podía mirarla.

Mirarla y mirarla.

—¿Qué? —habló ella al darse cuenta de sus silencio—. ¿Qué quieres? No entiendo porqué me trajiste aquí.

La conocía tan bien...Maldita sea, sí que la conocía. Sabía que estaba nerviosa, incómoda y confrontada, por eso estaba evitando a toda costa verse débil y llegar a tocar el tema del beso. Se estaba esforzando mucho por hacerse la indiferente pero el andaluz estaba siendo capaz de cruzar esas barreras.

Sonrió de lado—¿No me vas a dar siquiera la bienvenida por regresar de Catar?

—No deberías estar aquí —reclamó—. Iban...Iban a regresar en unos días.

—Efectivamente —comenzó a caminar hacia ella y a la cantante se le aceleró el corazón—, pero tuve que viajar antes.

—¿Por qué?

Soltó una risa nasal—Unos asuntos pendientes.

Finalmente la chica quedó acorralada entre el lavabo y el cuerpo del chico. No le gustaba esa situación. No le gustaba verse así de expuesta y vulnerable, sabiendo que podría caer rendida ante él en cualquier segundo.

—Creo que tú y yo tenemos que hablar.

—No hay nada de qué hablar.

—Sofi, te fuiste —había lamento en su voz—. Te dije que me esperaras en el cuarto y te fuiste...Necesitaba terminar se hablar contigo.

—Yo no lo estaba tolerando, Pablo —dijo ella sintiendo el amargo dolor de ese recuerdos—. Me sentía tan...Idiota.

Él guardo silencio y se removió en su lugar.

—Tienes razón, te hice mucho daño y te pedí perdón tantas veces que perdí la cuenta —suspiró—. Pero no podía seguir estando ahí. Viéndote enojado conmigo y tratándome de esa manera. En serio que no podía...

El chico se sintió extremadamente culpable en ese momento—Perdón Sofi...Tú me estabas pidiendo disculpas y yo que te traté mal tampoco lo hice.

Ella también estaba comenzando a sentirse de la misma manera y se tomó la frente—Da igual ¿Sí? Ya pasó.

—No, no pasó —hizo comillas en el aire.

—Tranquilo, ya todo está bien. Da igual.

—Sofía.

—Que da igual, he dicho —reclamó.

—Sofía.

—Deja de llamarme así —volvió a quejarse.

—Pero si es tu nombre —frunció el ceño.

—Sí, pero el problema es que me encanta cuando tú lo dices.

Ambos guardaron silencio ante la declaración.

Se sentía...Raro. De cierta manera Cadaval se sentía como con un tipo de facultad que le permitía ser más honesta con él debido a que ya le había confesado sus sentimientos y que ella dijera cosas así ya no sería tan confuso para él. Sin embargo, seguía sacudiéndolos en su lugar en gran manera.

Estaban perdidos.

Gavi la miró con atención sin saber cómo responderle. Estaba estático y más confundido que nunca en su vida.

Ella aclaró su garganta arrepintiéndose completamente de sus palabras—Como dije, este tema está cerrado...No vamos a hablar más de él.

Acto seguido, quiso alejarse del chico para ir hacia la puerta y largarse de ahí.

No obstante, Gavi la atrapó por el brazo derecho y —entre una mezcla de fuerza y delicadeza— la jaló para evitar su acción y la hizo regresar a su actual posición.

—Tú no vas a ninguna parte —le dijo mirándola a los ojos.

Su decidida voz la hizo temblar en su lugar.

—Nos están esperando —evitó su mirada.

—Sofi, por favor.

—¿Qué? ¿Qué quieres? Ya está todo dicho. Déjame —rogó.

—No puedo —negó con la cabeza.

Ella se congeló en su lugar y su corazón comenzó a latir demasiado rápido.

—Mucho menos ahora... —agregó—. Ahora después de lo que me hiciste.

Aquella frase Sofía la sintió demasiado cerca de su rostro, incluso podría decir que el aliento del sevillano se mezcló con el suyo al tan sólo respirar. Él estaba muy cerca de ella y cualquier movimiento que dieran terminaría en lo inevitable. Una cosa llevaría a la otra y terminarían cayendo como una fila de dominó.

Pero ¿Lo querían? ¿Eso era lo que querían? ¿Estar así de cerca?

No obstante, cuando las manos del futbolista se anclaron a su cintura, Cadaval supo de inmediato a donde iba a terminar aquello y sólo cerró los ojos esperándolo.

Pero cuando sus labios estuvieron por tocarse, la puerta del baño se abrió.

—Sofita, dice tu mamá que ya vayas a...¿¡Qué está pasando aquí!?

En un acto reflejo increíblemente rápido, Sofía apartó a Gavi de su cuerpo, lo tomó por el rostro y lo inclinó un poco hacia un lado, fingiendo que estaba buscando algo en el de forma meticulosa.

—¿Ves? Te dije que dejaras de apretarte las espinillas, te van a quedar marcas.

Heroicamente mintió y el chico sólo tuvo que seguirle la corriente a pesar de que la posición le doliera.

—Sí...Sí, lo sé. Perdón —murmuró.

La abuela Sonia —la recién llegada— puso sus manos en jarra ante la escena que estaba mirando.

—¿Qué están haciendo ustedes encerrados aquí en el baño?

No pienses, no pienses, sólo responde. Finge bien o ella lo sabrá.

—Ya te dije —se volteó a ella soltando al castaño—. Gavi siempre está apretándose los granitos y siempre le digo que no debe hacer eso —siguió con la mentira.

Disimuladamente le dio un codazo al chico para que le siguiera la corriente.

—Oh, sí —reaccionó un poco tarde—. Nunca obedezco y después me queda todo feo.

La mayor les miró con los ojos entrecerrados y se les acercó a lentos pasos. Con cuidado analizó a ambos. Como si fuera un perro policial olfateando a unos criminales. Primero lo hizo con su nieta. La miró, la analizó y trató de sentir aquella vibra que su ser emanaba. Hizo lo mismo con el futbolista, causando que este se pusiera más nervioso de lo normal.

Al terminar su cometido se volvió a poner enfrente de ellos y los miró con desaprobación.

—Algo pasa entre ustedes dos...

Listo, se acabó.

Estaban muertos.

Los menores trataron de no mirarse siquiera pero temblaron en sus lugares.

—¿De qué hablas, Nana? —ella rió nerviosa—. Ya te dije lo que pasó.

—Pues a mí me huele a mentira, y yo nunca me equivoco.

La mujer quiso alcanzar la mano de su nieta para poder leerla pero, por casi instinto, ésta la alejó de ella. La acción sirvió aún más para delatarla ante su abuela.

Ella sonrió de lado—Hala Sofi...Qué valor.

—Nana, ya vamos a comer. Eso venías a avisar ¿No?

La mujer guardó silencio y terminó de analizarlos.

La sonrisa aún no salía de su rostro y ellos se asustaron.

—Claro...Vamos, muchachos.

Posteriormente ellos salieron del baño junto a ella teniendo en sus rostros una expresión de incomodidad tremenda. Nadie lo notó, claro. Solamente Sonia se había dado cuenta del repentino cambio entre los jóvenes. ¿Qué haría ella con esa información? Uh, mejor no saberlo.

Al final todos terminaron sentados en la mesa y por largos minutos charlaron de distintos temas. La mayoría enfocados solamente en Sofia y su carrera pero también tuvieron tiempo de ponerse al día con los futbolistas.

—¿Cuándo ya vuelven a entrenar con el Barça? —les preguntó Marco.

—Bueno, entrenar como tal deberíamos volver mañana...Pero como el mundial está por acabar los partidos también seguirán muy pronto —Pedri explicó.

—Ha sido dura la eliminación, pero estoy segura de que habrán oportunidades mucho mejores —animó Julia.

Joshua soltó una risa nasal—Pobres.

Gavi apretó la mandíbula pero ni siquiera lo miró cuando le dijo—: Tú selección quedó eliminada hoy.

Hubieron algunas risas pero también otros que guardaron silencio al sentirse incómodos.

Otros como Sofía, la cuál estaba sentada en medio de Pablo y Joshua...Bastante conveniente ¿No?

—Oye Sofi, ¿Ya decidiste qué canciones tocarás en Londres? —gracias a González, la conversación tomó otro rumbo. Él había notado el tenso ambiente.

—Eh...Más o menos —ladeó la cabeza—. Tengo bastantes en inglés también así que quiero enfocarme en ellas. Son letras bien personales para mí.

—Me imagino cuánto —murmuró Sonia en frente de ella hablando de manera sarcástica.

La cantante sufrió migraña.

Y terror.

—Nana, no —trató de detenerla.

—¿Qué? —se encogió de hombros—. Sólo digo que obviamente son letras personales...Letras que tienen dueño.

Llena de nervios y ansiedad, el pie de Sofía golpeó el suelo repetidas veces.

—Nana.

—¿Qué? ¿Ahora uno no puede hablar? —se quejó.

—Qué lindo está el clima ¿No? —Gavi buscó desviar la conversación lleno de temor.

No le funcionó.

—Es lo que veo...Lo que siento —sus ojos parecieron penetrar su alma—. Tienes muchas cosas que explicar, jovencita.

Ella comenzó a marearse.

—Abuela...

—¿De qué hablas mamá? —Eduardo a su lado comenzó a verse preocupado por su hija y eso aumentó su nerviosismo.

—De Sofita —la apuntó—, y lo que le está pasando en su corazoncito.

—Me voy a desmayar —susurró ella hacia Gavi.

—¿Sabes? Yo igual —contestó él.

—Mamá, habla claro ¿Sí?

—Pues me ha llamado la atención una cosa.

—¿Qué cosa?

—Abuela.

—Siento una energía muy rara... —cerró los ojos.

—Nana.

—Entre ella...

—¿Me pongo a rezar ya? —le susurró él chico.

—Sería buena idea —contestó.

—Entre ella y... —siguió cerrando los ojos tratando de descifrar lo que sentía.

—Listo, es nuestro fin.

Ella ya no daba más.

Y Gavi...

Entonces Sofía se desmayó.























































PARTE 1 DE LOS CAPITULOS DE CAOS GENERADOS POR LA ABUELA SONIAA

COMO ESTÁ MI GENTE!! qué les pareció el capitulo de hoy??? hubieron muchas cositas, así que díganme cuál fue su fav!!!! no sé ustedes, pero la escena del baño me tuvo AT MY LIMIT 😭🤏

como les dije, este capítulo tiene dos partes y para mí, la segunda que viene es mejor así que A PREPARARSE FAMILIA SWEET NOTHING !!!!

120 votos para actualización ✨

en fin, nos vemos pronto! quién diría que pronto le daremos adiós a esta fic 🥺 gracias por tanto apoyo 💚

Nat

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