Melody ha regresado a Forks en una conclusión de la búsqueda de su padre, Jasper Whitlock.

   Sus habilidades vampíricas le han permitido después de tantos año vislumbrar su actual ubicación y su travesía ha concluido allí, en ese pueblito que sólo parece tener lluvia y más lluvia en su clima.

   Lo sobrenatural parece anclado allí, vampiros, lobos gigantes y ahora, una niña inmortal inteligente y peligrosa.
  Es todo normal dentro de lo que cabe  hasta que aparece un lobo gris para poner toda su vida "patas" arriba.

Melody ha sido criada por María como su hija, porque su madre falleció al darla a luz, ella sabe quién es su padre y aprendió a luchar a una muy temprana edad para poder protegerse de vampiros agresivos.

Conoce Forks por una visita que hizo con María cuando era niña. Vivieron allí hasta que tuvieron problemas en el Sur y debieron regresar.

Melody sólo heredó su don del lado vampiro. Su velocidad y fuerza es mayor comparado a un humano, menor si se ve como vampiro. Y su vida será larga, vivirá más que los humanos puesto que su madurar es muy lento. Tiene un ligero aroma dulzón para los lobos pero no es nada parecido al de un vampiro y puede tener hijos gracias a su parte humana.

Extrañando Forks, decide ir a vivir allí. Los Quileutes no confían en ella, pero saben que no pueden hacer nada. Lobos la vigilan de cerca, pero cuando uno de ellos la mira a los ojos todo... cambia.