𝐂𝐀𝐏 𝟓: 𝐄𝐋 𝐁𝐄𝐒𝐎 𝐃𝐄𝐋 𝐃𝐈𝐀𝐁𝐋𝐎
Morgan estaba sentado en uno de los sofás del consultorio del Dr Lecter; su pierna izquierda se movía ansiosa de arriba a abajo con rapidez mientras miraba sus manos entrelazadas tratando de mantener la calma, según le había dicho la recepcionista tenia un paciente pero llego a tiempo para que finalizara. El joven sentía que moriría de un ataque de nervios en los diez minutos que llevaba dentro esperando hasta que el sonido de la puerta abrirse lo saca de su tormentosamente, un hombre algo subido de peso, con barba y cabello medio largo castaño se despedía del lituano alegre, como si fueran amigos de toda la vida, al parecer.
"¡Muchas gracias Doctor Lecter! , es un gran amigo usted". Se despidió aquel hombre estrechando felizmente su mano con la del nombrado anteriormente.
"Nos veremos en tu próxima cita, Franklyn". Se despide el lituano también, con una sonrisa disimuladamente incomoda que ninguno noto, el hombre se despide nuevamente y se retira feliz por su terapia, el rubio pensó que el hombre era alguien positivo para salir tan contento del consultorio de Hannibal. "¿Morgan?". El nombrado levanta la cabeza lentamente al ser llamado y se levanta mientras tomaba su abrigo y lo colocaba en su ante brazo, saludando al mayor con un intento de sonrisa que le termino saliendo una mueca algo incomoda.
"Lo lamento...no sabia donde ir ni se como llegue". Murmuro apenado evitando ver al contrario a los ojos, ni siquiera pensó en que momento había llegado, solo supo que le hablo al taxista y le pago, cuando reacciono estaba frente al consultorio mirando un punto fijo.
"No te preocupes me alegra verte, pasa". Invito haciéndose a un lado con ese caminar elegante que portaba naturalmente, el rubio suspiro y camino hasta dentro sintiendo la calidez del lugar, calentando su cuerpo y corazón. "Toma asiento, déjame guardar tu abrigo". Morgan duda pero se lo entrega y camina hacia los asientos, Hannibal iba a colgar el abrigo pero el aroma del perfume del chico llego a sus fosas nasales y se sintió atraído por el aroma del menor, no era el mas costoso como los que el se daba el gusto. Pero se sentía tan único. Como si fuera echo para Morgan Ross. El nombrado pensaba cuidadosamente las palabras que usaría para explicar su repentina llegada, ajeno a lo que sucedía en su entorno. "Escuche que encontraron a la familia de uno de los niños, pensé que irías con Jack". Hannibal no paso desapercibido como el cuerpo del chico frente a el se tensaba nuevamente mientras el tomaba asiento.
"Llegamos a tiempo pero no pude evitar que...mueran". El mayor asiente comprendiendo su llegada al instante.
"¿Ellos te hicieron algo?". Pregunta mientras el se levantó de su asiento y se acercaba al ventanal de su consultorio, su cuerpo pareció menos relajado, suponiendo por las vistas que estaba viendo maravillado. Su sonrisa aparece al instante.
"No, solo me apuntaban y la secuestradora le ordenaba que me dispare". Respondió y froto su rostro con la palma de sus manos cansado. "Luego llegaron y los mataron". Rio sin gracia y se levanto del asiento caminando hacia la ventana del consultorio, dándole la espalda al mayor. Este no le había quitado la mirada, escuchándolo mientras admiraba su figura, tomándose su tiempo. No era tan delgado, era algo musculoso pero no tanto como el, no era ni tan alto ni tan bajo, una estatura media, su cabello rubio perfectamente cuidado y peinado que solía llevar estaba algo despeinado debido a sus movimientos inquietos pero ante sus ojos el seguía perfecto, su cuerpo estaba tenso y por un momento creyó que estaba temblando, su rostro cuando lo vio parecía aliviado pero a la vez conmovido. Hannibal supo que el se sentía seguro con el de a poco, una buena señal. "Supongo que ahora Will vendrá, Jack fue listo". Hablo el menor con sarcasmo y una sonrisa amarga en su rostro. Hannibal se levanta de su asiento con gracia y se acerca al menor admirando su perfil que lo hacia ver incluso mas atractivo, pero para Hannibal no había hombre mas perfecto que el joven asustado y confuso frente a el. Incluso de esa manera se veía perfecto. Un bello angelito sufriendo las atrocidades de este mundo y sus crímenes.
"¿Y no estas feliz por que el vuelva?". Morgan lo mira de reojo sorprendido, sin esperarse esa pregunta. Era casi ofensiva para el.
"¡Si quiero que vuelvan! "Aclaro enseguida. "Pero no por que tenga miedo a que mi mentalidad empiece a decaer por los casos, ya es suficiente con lo del destripador y Abigail con lo que dicen aun de ella". Respondió con una mueca ante lo ultimo, el quería ver a Will y a Abigail, eran su familia y únicos amigos aparte del hombre a su derecha, que permanecía en silencio hasta que apoya su gran mano en su hombro y le murmura con un tono de voz que hizo que su corazón este mas tranquilo y su mente dejara de atormentarlo con lo que había sucedido.
"Nada fue tu culpa Morgan, deja de culparte por algo que no hiciste, disfruta de la compañía de Will y Abigail o si prefieres venir a mi consultorio y charlar eres mas que bienvenido a venir Morgan". Fue lo que dijo, el menor suspiro tranquilo ante esas palabras pero la culpa seguía con el, el ver a un niño muerto por su culpa y la ignorancia de los agentes. ¿Por qué no solo dispararle a la mujer? Era lo que se preguntaba, sacudió su cabeza ante eso. "¿Ya almorzaste? No tengo mas pacientes por ahora y de echo ya es la hora de almorzar ¿Qué te parece venir a mi casa?". Morgan lo mira con una leve sonrisa y asiente con la cabeza encantado por la invitación.
"Por supuesto.. Aun te debo esa invitación desde que nos conocemos". El rubio sonríe divertido contagiándolo y asiente sin poder negarse ante esa sonrisa brillante y hermosa. Y ambos toman sus abrigos saliendo del consultorio del mayor para ir al hogar de este.
Soplo sus manos frías buscando calentarlas de esa manera y miro a su alrededor en busca del rizado, hace ocho minutos le dijo que esperara para irse al baño a hacer una llamada y todavía no volvía, aquello la ponía ansiosa e inquieta con las miradas a su alrededor como si fuera un bicho. Pero ella sabia perfectamente el porque la miraban, esas miradas de asco, miedo, señalándola por ser la hija de un caníbal que mato a chicas de su edad que fácilmente pudieron ser sus hermanas o amigas de verdad. Aun la culpaban.
"No responde a mis llamadas y las de Jack, maldición". La voz del mayor molesta hace que levante la vista y lo mire preocupada al escucharlo.
"¿Estará ocupado? Tal vez...". Supone nerviosa acomodando un mechón de su cabello mientras Will tomaba asiento a su lado frustrado intentando otra vez llamar a Morgan por teléfono.
"Lo tiene apagado o sin batería, iremos a su casa primero y luego veremos que hacer". Abigail asiente y suspira cansada antes de ambos levantarse e irse del restaurante de comida rápida ya teniendo la cuenta pagada, se dirigieron al auto del mayor y entraron, con un Will aun intentando contactar a alguien. "Alana, ¿Sabes donde esta Morgan o algo de el? Lo llame desde que salí de casa y no responde... si estoy con ella...si....no.. no lose....ya llame también". La menor noto como Will frunció el ceño y apretaba la mandíbula dé repente. "No voy a llamarlo". Rechisto en un murmuro. "De todos modos gracias por la ayuda intentare ir a su hogar, adios". Y con eso corto la llamada y encendió el auto comenzando a manejar hacia Quántico, Virginia.
"¿Nada?". Interrogo de manera suave mientras se abrochaba el cinturón de seguridad, Will niega."No entiendo porque la llamaste, sabes que Morgan para Alana seria la ultima persona que busque en ese estado." El mayor suspira y se quita sus lentes dejándolos en la guantera.
"Me niego aceptar que esta con Hannibal Lecter". Objeto con enfado y Abigail decidió no seguir con la conversación para no ponerlo de mas mal humor, suficiente le habia sido cuando Jack le informo sobre lo sucedido y le dijo que aun esperaban saber el estado de uno de los niños. "Intenta descansar si quieres o puedes poner una serie o película para ver". La castaña asiente enseguida y toma su bolso que estaba en su regazo y lo abre sacando su teléfono, y busca alguna película para entretenerse ambos.
"¿Que te parece El código enigma?". Pregunta mirando la pantalla dudosa y luego al rizado esperando su aprobación.
"Suena bien". Responde enseguida tratando de recuperarse. "¿De que trata?". Pregunta mirándola por unos segundos.
"Es de un hombre genio llamado Alan Turing intenta descifrar el código alemán enigma con la ayuda de otros matemáticos en la segunda guerra". Explica emocionada. "Se ve buena ¿La veremos?". Pregunta mirando al mayor nuevamente, Will sonríe mirando al frente y asiente sin poder negarse. Después de todo si podía verla así de feliz para el estaba bien, no quería verla preocupada ni nerviosa por su entorno, pero ambos sabian que su prioridad era buscar a Morgan y saber su estado. Sin embargo queria quitarle sus preocupaciones hasta que llegaran alla, su idea de que su ex estudiante estuviera con Lecter le daba un sabor amargo, mas aun de la amistad que formaron en casi un mes. Suspira tratando de prestar atención a la carretera y rezar que Morgan este bien.
"Lomo de cerdo servido con salsa Cumberland de frutos rojos". Entra el mayor con dos platos en sus manos y uno lo deja en su mesa. Morgan sonríe deleitándose con el aroma y la buena pinta que tenia su platillo. Había estado conversando con el psiquiatra un poco mientras lo observaba en la cocina, el agente menor sentía que estaba frente a un chef profesional.
"Se ve delicioso". Hannibal sonríe agradecido por el cumplido, sintiendo su pecho cálido por ver aquella sonrisa del menor mientras destapaba una botella de vino y se acercaba a servirle en su copa.
"Espero que lo disfrutes al igual que el postre que prepare". Anuncia tomando asiento frente a el menor que lo observo curioso ante la mención del postre. No lo había visto hacer uno ni tampoco pasaron a comprar, aunque se notaba que el se cocinaba lo que sea, no parecía ser alguien que comprara algo echo.
"¿Que hay de postre?". Pregunto curioso mientras cortaba un pedazo de lomo para degustarlo. Hannibal sonrió con orgullo, imitándolo y respondió;
"Escuche que te gustaban las manzanas así que decidí hacer tarta de manzana de postre". Sonrió al verlo sorprendido pero se sintió en paz al ver ese brillo de felicidad en sus ojos ante la mención del postre, apareciendo un vago recuerdo cuando intento cocinar uno con Abigail y termino mal con un regaño de Will y salir afuera a comprar uno para los tres. "Iba a llevarte hoy a tu casa y cenar juntos si estabas disponible pero llegaste antes". Morgan hizo una mueca apenado. Sentía que aquello había sido muy poco educado de su parte.
"Lamento enserio haber llegado así, no tenia idea de nada y solo-". Hannibal lo interrumpe con su tono de voz tranquilo.
"No te disculpes, dije que tu compañía me es agradable Morgan y somos amigos". El nombrado asiente apenado rindiéndose sin saber que responderle, sin embargo reconoce que el también se sentía cómodo con el. No podía negarse. "Ahora prueba el cerdo y disfrútalo". Pidió señalando su plato con su tenedor y el menor enseguida toma sus cubiertos y el lo imito con una sonrisa divertida. "Debo decir que era un cerdo muy escurridizo". Bromeo causando que el menor riera junto a el.
"Debió ser un cerdo muy rápido". Comento divertido antes de llevarse el tenedor a su boca y deleitar su paladar con el dulce sabor de la salsa de frutos rojos y la carne tierna del lomo de cerdo, ajeno a la mirada embelesada de Hannibal sobre el mientras masticaba esperando a tragar su comida para alagar al lituano por su almuerzo.
Hannibal sabia que ese chiste de canibalismo era inocente, pero sintió un toque oscuro a su vez que no pudo pasar desapercibido. Su corazón parecía encantado por escucharlo. No era conocido por ser alguien que riera o sonriera tanto ni seguido, sin embargo desde que se volvió amigo del menor se dio cuenta que el sacaba ese lado, incluso pudo olvidar la incomodidad obsesiva de admiración de Franklyn hacia el y su amigo Tobias que había conocido a ambos en aquel teatro, le hubiera gustado invitarlo para saber su opinión, sacando de lado que logro derramar una mísera lagrima. Pero sabia que seria conocer a Franklyn y a Tobias, el menor no era el mas sociable y tenia un presentimiento que se pondría incomodo ante la llegada emocionada de aquellos hombres por su admiración a el.
Por un momento las palabras de Bedelia aparecieron en su mente.
"Morgan te ve como un amigo, alguien con quien sentirse en compañía, tu lo ves como un igual, un muchacho que te da curiosidad del que esconde pero niegas la atracción que estas sintiendo a el va mucho mas allá de una amistad".
Hannibal sabia que Bedelia le había dicho la verdad, aceptaba que se sintiera cómodo con el, termino confirmándose a si mismo cuando lo vio en su consultorio perdido y ahora disfrutaba lo que preparo para el, lo que hizo para el. ¿Pero que diría si supiera toda su verdad? ¿Qué pasaría? ¿Seria igual de fuerte? ¿Qué tan fuerte podría ser?. Y por un momento creyó comprender la obsesión de Franklyn que tenia con Tobias, el saber sobre el y su preocupación por algo que no sabia aun y lo inquietaba.
A el le pasaba eso con Morgan, su poca habilidad social, sus repentinos cambios de emociones de como un momento es un chico tímido y amable pero cambia a uno frio y oscuro o a veces uno a nervioso y vulnerable, sabia que no tenia alguna enfermedad mental dado sus citas juntos y el cuanto hablaban.Pero su curiosidad iba sobre esos cambios, el porque tan repentinos, lo tenso y lejano que parecía cuando le comento en el camino hacia el auto de el sobre la doctora Bloom.
"¿Conoce a la doctora Alana?". Pregunto con el ceño fruncido a pesar de que su tono fue curioso y calmado pero no paso desapercibido lo tenso que estaba.
"Si, fui su mentor cuando era profesora" . Respondió dándole una rápida mirada. "Ella me hablo muy bien de ti, supe que fuiste su paciente por un corto tiempo". Morgan hizo una mueca incomodo y acomodo su corbata, su semblante era serio incluso si estaba mirando la ventana.
"Si, no lo vi necesario asi que deje de ir con la Sra. Bloom".
"¿Puedo preguntar algo?". Morgan hablo luego de que ambos hayan terminado y el menor le ayudaba a lavar lo que usaron, aunque el solo secaba lo que le daba y lo dejaba en su lugar.
"Por supuesto, pregunta lo que quieras". Responde dándole unos cubiertos con cuidado y este los toma secándolos con un trapo.
"¿No tienes familia? No veo fotos tuyas ni de nadie, solo pinturas". Comento con nerviosismo algo disimulado, Hannibal sonrio sabiendo el porque por lo cual tomo su trapo luego de cerrar la llave de agua y tomo sus manos sin borrar su sonrisa, disfrutando del contacto suave de las manos pálidas entre las suyas, era la misma felicidad y tranquilidad que sintió como cuando desayunaron juntos y al despedirse acaricio su cabello sintiendo gracias a su gran olfato los productos que usaba para su cabello, haciéndolo lucir tan perfecto y brilloso.
"No te pongas nervioso por preguntarme Morgan". Tranquiliza acariciando con su pulgar sus dedos, guardando en su palacio su suavidad y cada hueso que su pulgar tocaba con cuidado. "No tengo, mi familia murió lamentablemente pero siento atracción por la pintura y las esculturas". Sonrió al ver sus ojos brillar tranquilo por su respuesta. "¿Fuiste algún museo alguna vez?". Interrogo soltando sus manos mientras se dirigía a su heladera, se había negado a soltarlas pero recordó el postre del menor y que en cualquier momento debía estar en su consultorio, pero no sabia si Morgan se sentía y estaba bien como para tener un momento a solas.
"Intente ir, pero no sentía que me atraían mucho". Respondió apoyando su espalda en la encimera de la cocina sonriendo al ver el postre que el mayor preparo para el. Incluso se había sentido feliz de saberlo.
"¿Como te sientes en este instante?". Pregunto mientras cortaba un pedazo de tarta. Morgan frunció el ceño mirando la espalda ancha del psiquiatra, quiso acercarse y apoyar su cabeza en el, abrazarlo y saber que loción usaba. Sacudió su cabeza y evito seguir mirándolo. Hannibal se sentía como la manzana prohibida que Eva comió al ser tentada por una serpiente.
"Supongo que bien, sigo sintiendo algo de culpa pero creo que estaré bien para volver". Respondió sincero tomando el plato ofrecido y la cuchara con una sonrisa que fue correspondida pero el mayor se quedo quieto mirándolo y el también lo hizo, no pudo evitar ver esas pequeñas arrugas en sus ojos que demostraba sus años de madurez, sus ojos chocolates que brillaban intensamente, sus pómulos marcados, su nariz refinada, sus labios eran un poco extraños pero lindos, sentía el impulso de acercarse y saber si eran suaves como su tacto, como cuando le miraba. Subió sus ojos y noto que el también veía sus labios, se relamió estos apropósito mientras dejaba el plato a un lado. "No sea tímido Dr Lecter". Murmuro con una sonrisa burlona en su rostro. El mayor miro sus ojos y también sonrió burlón ante el apodo, sus ojos brillaron lujuriosos pero se acerco de a poco a el. Sintiendo su aroma mas de cerca, incluso mas que cuando había olfateado su abrigo. Era mas delicioso de cerca.
"No me provoques, pequeño porque no se cuanto ya pueda contener estar cerca de ti". Murmuro con voz ronca, sus manos se apoyan en las caderas del menor acercándolo a el. Morgan se dejo apoyando sus manos en el pecho trabajado y fuerte del psiquiatra, su aroma costoso llego a el y sintió su cuerpo relajarse a pesar de que sus piernas temblar por la cercanía ajena pero no se aleja. Su cuerpo y mente se negaban. Y se soltó.
"Entonces deje de contenerse doctor, porque yo tampoco pienso en hacerlo". Hannibal sonrió satisfecho y suavemente sus labios tocaron los del agente saboreando el vino en el y un poco de lo que había preparado para el, saboreo sus labios guardando cada sensación en su palacio y el momento, disfrutando del suspiro que soltó el menor cuando dio una leve mordida a su labio para meter su lengua en su boca y jugar con la lengua de este. Morgan apretaba su cabello que antes había estado peinado y el lo acercaba mas a el tanto que ni siquiera un papel podía pasar en sus cuerpos. Y Hannibal supo que no podía estar sin tener sus brazos a Morgan en sus brazos, sin sentir su aroma, sin molestarse en pensar en su cita con Franklyn, sin pensar si quiera en ir a su consultorio. Solo quería a Morgan para el, solo para el y nadie mas. Incluso si significaba matar a alguien que quisiera alejarlo de el, incluso si debia hacer fuerte a Morgan y corromper su mente para que sean un igual juntos. Hannibal estaba dispuesto a hacer lo que sea con tal de que Morgan este con el.
NOTA DE AUTOR: ¿Que les parecio el capitulo? Nose si el beso lo hice muy rapido o no 😿😿Pero como dije cualquier critica o comentario al fic es mas que bienvenido <3 Gracias por el apoyo a mi historia.💞
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