𝐂𝐀𝐏 𝟏𝟎: 𝐏𝐄𝐑𝐃𝐄𝐑 𝐀 𝐔𝐍 𝐇𝐈𝐉𝐎


Morgan jamás tuvo tiempo tiempo de recordar su niñez hasta conocer a Will y a Abigail, había evitado acosta un mínimo recuerdo de eso pero al conocer a Abigail fue como si hubiera recuperado mágicamente la memoria, el rostro de cada psiquiatra hablando con su padre con esa mirada que fingía una empatía por el, era un caso difícil sin resolver y un diagnostico que no podían darles mas que estuviera mas presente en su vida, pero su padre trabajaba y viajaba para ver a sus amantes, su hermano fue creciendo y con eso llevaba a trabajar por lo que menos tiempo pasaba con el, su madre nunca la conoció pero papa le dijo que había desaparecido luego de traerlo al mundo y dejarlo al merced de un padre inexperto con un niño de 6 años que miraba con ternura a su hermanito recién nacido.

Alex solía cuidarlo mas que a nadie, en el colegio, en las terapias cuando se comportaba agresivo y tendía a morder a los doctores, pero también lo estaba cuando intentaba que haga amigos sin poder cumplirlo, los niños le temían y las niñas se alejaban de el o las madres lo hacían al conocer al pequeño Morgan, nombrándolo como "el hijo del diablo", solo a un niño de 8 años que jamás pudieron dar un diagnostico digno de saber que tenia porque algo que su padre y hermano mayor tenían en claro era que Morgan Ross no era un niño con una rabieta de un niño común y corriente, era una como si fuera un animal salvaje, con el tiempo ambos creyeron que se le pasaría y que era parte de la edad, hasta que la navidad llega a la familia, habían venido los hermanos de su padre y mientras cenaban todos charlaban y tomaban de sus copas, la mesa de niños todos comiendo y riendo, excepto Morgan, el miraba un rincón perdido y no había tocado su plato, uno de sus tíos lo nota al verificar si su hija la estaba pasando bien pero cuando ve el extraño comportamiento de su sobrino menor siente que ve a un fantasma, no a un niño que debía jugar con sus juguetes y con otros de su edad.

Decidido se levanta de la mesa y se acerca a su sobrino, teniendo que inclinarse a su altura con una sonrisa paternal y amistosa que usaba con su hija.

"Hey Morgan, ¿Todo en orden?". El rubiecito mira a su tío y sus emociones se ven en sus ojitos celestes, casi verdosos y le recuerdan a su ex cuñada.

"Si, tío". Fue lo único que respondió antes de mirar su plato, el adulto hace una mueca inconforme por la mentira del niño y mira su plato, ni siquiera los cubiertos había tomado.

"¿Porque no comes? ¿No esta rico lo que cocino la tía Miriam?". Pregunto sin perder su voz dulce y señalando el plato, el pequeño Morgan aprieta sus pequeños puños y niega bruscamente.

"No quiero". Murmura pero el adulto lo escucha y hace que suspire mientras tomaba los cubiertos de niños intentando que comiera algo pero un golpe en su mano provoca que lo tire y llama la atención de la familia al escuchar el grito de Morgan. "¡No quiero, no quiero maldición!".

Desde ese entonces su padre dejo de hacer las cenas de navidad en familia y solo las pasaba con sus dos hijos para evitar ese accidente, todos sus hermanos decidieron que seria lo mejor para sus hijos y no se conviertan en el, en un monstruo sin una diagnostico, hasta que conoce a Will Graham y Alana Bloom, la ultima para Morgan fue como todos los doctores que tuvo, todos se acobardaban y lo echaban, pero jamás pensó en asesinar a alguien hasta que la conoce y su temperamento explota en uno de sus compañeros, se había salvado de la expulsión si no fuera por Jack y Will que hicieron lo posible para que no suceda a cambio de su ayuda y que asista a terapia con Alana, sin saber su historial con estos excepto ella que si lo supo y arriesgo su vida con tal de ayudarlo, porque Alana veía a un niño asustado que podía salvar, no aun niño perdido en su oscuridad que no quería ser salvado, si no que lo acompañaran, hasta que conoce a Hannibal y Abigail.

Abigail fue una vuelta a su pasado y Hannibal fue vivir el presente, porque dudaba de si mismo de poder contarle mas allá de lo que sucedió con Alana y solo hablaba de su día a día.

El sonido de un pitido suena en sus oídos haciendo que frunza el ceño al reconocer la maquina de monitoreo de su pulso, abre los ojos teniendo que parpadear un par de veces ante la luz cegadora.

"Oh, Sr. Ross ah despertado". Una voz desconocida hace que abra los ojos y su vista es nublada por unos segundos antes de ver a una mujer frente a el, su cabello era rubio, como el suyo, ojos azules con pocas arrugas en sus costados, maquillaje sutil pero que le daba un aura elegante y femenino. Morgan piensa en como se vería Hannibal si fuera mujer cuando la examina.

"¿Quien es usted?". Pregunta con voz áspera por la falta de agua. La mujer estaba sentada con su bolso descansando en su regazo, el agente podía notar un temor que intentaba tapar con una mascara de amabilidad, pero Morgan se sintió decepcionado de no ver a Will o a su pareja en la habitación con el, ni siquiera entiende porque estaba ahí en primer lugar.

"Lamento no ser quien espera pero Hannibal esta afuera hablando con Jack". Su corazón se queda casi tranquilo pero la mujer seguia temerosa de algo, hasta que finalmente suelta la sopa. "El Sr. Graham fue acusado de haber matado a Abigail Hoobs e intentarlo con usted, pero solo se encontró la oreja de Abigail que el Sr.-". El sonido del corazón del menor la interrumpe alarmándola ante el ritmo acelerado que tenia y el menor jalando sus cabellos mientras negaba con la cabeza bruscamente, la puerta se abre y aparece Hannibal preocupado que no duda en ayudar a su pareja rodeándolo con sus brazos.

"Morgan, necesito que te relajes, estoy aquí". Murmuro en la oreja de su pareja pudiendo sentir como su respiración era acelerada mientras este se aferraba a su espalda con desespero, aquella noticia le había caído como un balde de agua fría en la cabeza, quiso arrancarle la cabeza a esa mujer por semejante mentira.

"E-ella miente". Murmura con la voz ronca contra el pecho de su pareja. "Will no la mato, dios no el la quiere y me quiere también Hanni, ¡por favor es mentira, es mentira!". Hannibal con sus fuerzas lo aprieta en su abrazo al ver que intentaba separarse de el cuando lo toma de sorpresa por aquel apodo nuevo, pero no lo permite mientras acaricia su cabello, su psiquiatra se había ido por lo que no dudo en sentarse al borde de la camilla del agente sin soltarlo buscando estabilizarlo primero antes de explicarle con calma, pero un toque en la puerta le hace saber que Bedelia había alertado a algún doctor.

"Son los médicos, tranquilo". Le avisa con su voz suave que Morgan la siente hipnotizante y sin darse cuenta se había perdido escuchando los latidos tranquilos del lituano. Un doctor entra pero el ya se encontraba mejor, el hombre lo revisa bajo la mirada del psiquiatra y escucha todo con atención a lo que le comentaba antes de retirarse y dejarlos solos, Hannibal sabia que su chico estaba con el corazón roto, confundido y con la mente quebrada, que si algo mas le ocurría podría decaer.

Pero Hannibal Lecter jamás lo permitiría.

Se acerca al menor y es cuidadoso al acercarse al verlo con la mirada perdida en sus manos hasta que reacciona al ver a su pareja y sus ojos se cristalizan, que Hannibal no duda en abrirle los brazos y el menor tampoco duda en buscar la seguridad y consuelo sus brazos al a ver perdido a su familia, la única que si pudo formar sin ser un monstruo y dañarlos, ahora no quedo nada mas que el mismo.

"Puedes quedarte en mi casa si lo deseas, la tuya aun es una escena de crimen pero Jack me dio permiso para buscar tus cosas cuando estés en condiciones". Morgan solo asintió, sus ánimos eran bajos como para querer decir una vocal siquiera en esos momentos, solo necesitaba a su pareja con el y Hannibal se lo permitió.

Después de un momento abrazados, Morgan tenia preguntas y sabia que en silencio no podría.

"¿Que pasara ahora?". Hannibal noto su voz áspera y tuvo que separarse un poco del abrazo para extender un brazo a la mesa para tomar una botella de agua que había conseguido.

"Solo queda esperar saber noticias de Will, Jack quería interrogarte apenas estés bien y supieras de las noticias pero le dije que no era buen momento para ti estar en un caso así que te dio licencia y que continúes tu terapia conmigo". Morgan asiente luego de haber tomado un poco de agua de la botella y Hannibal la deja nuevamente en su lugar antes de volver a rodear a su muchacho en un abrazo tranquilizador escuchando el suspiro de alivio que soltaba el menor.

"¿Porque Will...". Su voz tiembla y Hannibal acaricia su cabello con suavidad buscando relajarlo y que no se altere, no seria bueno para su herida y su temperamento. "¿Porque esta siendo acusado?". Pregunta murmurando, porque no se sentía capaz de pronunciarlo en voz alta.

"El llamo y dice que escupió la oreja de ella pero no tiene recuerdos de lo sucedido, luego no dijo ninguna palabra". Morgan suspira tembloroso, escondiéndose mas en el pecho de su pareja.

"Yo se que no es verdad Hannibal, alguien intenta inculparlo, yo se que no es el por favor..". Hannibal permanece en silencio, solo consolando a su pareja que nuevamente se había roto. Como una taza al caer, pero ahora estaba el para sostenerlo y no permitir que esa taza tan delicada se rompa. Porque en el juego de ajedrez, el iba obteniendo la victoria.


Morgan permaneció tres días en el hospital de Quantico curando la herida en su cabeza y el corte de su abdomen que todos le hicieron creer que Will había intentado asesinar en un momento lucido, Jack no había tocado el hospital desde que estuvo ahí porque Hannibal lo había ordenado (en resumen; lo saco casi a patadas), Alana había querido ir a verlo pero nuevamente Hannibal intervino y le dijo que aun no era correcto, Bedelia le preguntaba si necesitaba algo que pudiera llevarle pero el avisaba que estaba bien y solo salía del hospital cuando Morgan dormía por los medicamentos aprovechando para prepárale el mismo la cena.

Morgan no había querido a nadie en su habitación mas que a su pareja y médicos, los ánimos del rubio seguían igual que el primer día, apenas comía la mitad del plato y si salía era solo con Hannibal, rechazaba a las amables enfermeras intentando no sonar descortés pero todos estaban al tanto del arresto de Will Graham y sobre que uno de sus amigos (solo pocos conocían su lazo familiar) estaba en el hospital. Will se negaba a hablar, pocas veces hablo con Chilton, Alana y Gideon que fue arrestado intentando huir y fue llevado al hospital del Dr. Chilton donde estaba Graham, este solo preguntaba por Morgan y Abigail, negando que los mato y que no recordaba nada con desesperación, hasta que Alana fue a visitarlo por su cuenta ante las llamadas de Chilton.

Las puertas le son abiertas y sus tacones resuenas por el pasillo de las celdas, Gideon la había mirado de reojo pero no dijo nada, sabia por quien venia así que ahorro sus comentarios, Alana hace una mueca intentado sonreír pero no pudo al ver el cuerpo de su amigo inmovil sentado en una camilla perdido en su cabeza.

"Will...". Saluda intentando llamar su atención, este la mira de reojo pero sabe que la escucho. "Tengo información de Morgan". Con eso Will se levanta y se acerca con desesperación pero permanece a una distancia permitida.

"¿Como esta? ¿Le dijeron algo?". Alana suspira antes de sentarse en una silla que le habían ofrecido y mira con lastima a su amigo, ella quería creer que Will no había lastimado a Morgan y Abigail, que solo era un momento donde su cabeza jugo en su contra, el culpable era Jack pero al final quien estaba en una celda fue quien le ayudo con sus insistencias que lo necesitaba. Alana se pregunto luego de discutir ese día con Crawford, hasta cuando puede durar una perdida.

"Esta bien, la herida no fue tan profunda pero perdió mucha sangre supe que mañana le darían el alta pero se quedara con Hannibal, su casa aun es investigada así que Hannibal se ofreció de cuidarlo". Los músculos del cuerpo de Will se destensan tranquilos de que Ross estaba bien, pero no a salvo si estaba con Hannibal. El lo descubrió y Hannibal intentaba culparlo.

"Alana, yo no mate a Abigail ni a los demás". Alana aparta la mirada suspirando con dolor ante la voz desesperada, ella le quería creer pero con todas las pruebas en la mesa eran difíciles de creer.

"Se encontró un anzuelo que usabas con carne humana, Will". El agente niega y siente sus ojos cristalizarse ante la desesperación, porque no puede ver a Morgan y sacarlo de lado de Hannibal Lecter, de hacerle ver al FBI que el psiquiatra era el Destripador.

"Intentan inculparme pero deben descubrir quien es, mientras tanto no quiero ver a nadie si no es Morgan". Con eso dicho vuelve a su camilla dándole la espalda a su amiga que lo miraba con tristeza desde el otro lado. Aun quedaba encontrar algo de Abigail, pero todavía no se encontró nada mas que su oreja y eso estaba empeorando para Jack, porque el ya había perdido a cuatro personas, su querida y amada Bella, Miriam, Will y Morgan.

Pero Will perdió su libertad y a su familia por sus propias manos.

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