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Pov Nagisa.

-¿Y como se llamaba tu esposa?- Pregunte inseguro, pero es que de otro tema no podía hablar ademas de que la curiosidad me consumía lentamente por saber que le habrá pasado a esa mujer.

-Aguri -El azabache sonrió, pareciendo que el recuerdo de esa omega paso por la mente del alfa- Ella al principio fue maestra de biología, pero al paso del tiempo, lo fue de jardinería.

-Me habría gustado ser su alumno -Sonreí para imitar las acciones que hacia mi contrario, podar el arbusto ya mas experto gracias a la enseñanzas del señor.

-Seguramente -Afirmo, también sonriente, pero su sonrisa era mas nostálgica que de alegria- Después de su profesorado, nos conocimos. Nagisa, ¿tu crees en el amor a primera vista?

-Mhm, puede decirse que si...-

-Bueno, yo sentí eso con ella. -Vi que la expresión de Koro era una muy conocida... Que era la mía cuando veo a Karma, esa cara de estar enamorado- La logre conquistar, no como alfa, si no como persona. Intente mostrar todas mis virtudes como defectos, no utilice mi aroma ni mi voz, si lo hubiera utilizado me sentiría... Imbecil.

-Que bonito...-

-Ya ves que lo es. Al tiempo nos casamos y obviamente tuve cachorros con ella, pero solo uno que es el padre de Karma...-El señor me miro, no me atrevía a preguntar lo que paso, me daba un poco de vergüenza- Al parecer, ella siempre me escondió que tenia un problema. Si tenia un cachorro, o era ella o el pequeño. Ella me dio un hijo, porque yo anhelaba crear una familia, ella me la dio pero perdió su vida en hacerlo.

-Ou...-Encorve mis cejas mientras miraba tristemente al mayor, que tenia cara neutral.

-Ya sabes que cuando el lazo de un Omega y Alfa se rompe por la muerte, siempre uno sufre. No sabes Nagisa, sufrí demasiado pero siempre lo oculte, para criar a mi cachorro -Koro paro de podar y me miro con una sonrisa para luego revolotearme el cabello.

-Eres fuerte, no como alfa, si no como persona -Lo abrace para que una vez mas, me sonriera.

-Me haces acordar demasiado a Aguri...-Susurro Koro mientras miraba una flor que había escondido en el arbusto- Y dime Nagisa, ¿que eres de Karma?

La pregunta me llego inesperadamente haciendo que me sonrojara. Pero, ¿que soy yo de Karma?¿Su vecino? ¿Un compañero? ¿Un viejo amigo? ¿Que soy para el?. Me quede un rato, pensando que era para el pelirrojo. Yo si lo tenia claro que era el para mi.

Karma siempre será el único para mi.

-Supongo que somos parejas destinadas... Pero por como es el no creo que podamos estar juntos nunca...-Admití en un susurro audible solo para el, mientras sentía mis facciones decaerse ligeramente.

-¿Te...gusta? -

-No me gusta. Lo amo, pero nunca podre hacer que el siente lo mismo que yo siento por el-Suspire cansado lo que Koro me sonrió compasivo.

-Mañana seguimos con el arte de podar arbusto, por ahora, es suficiente -El mayo tiro las tijeras hacia algún lugar soltando un "Libertad" que hizo que soltara una carcajada- Y que sepas, que Karma es un poco cabeza dura pero si llegas a conocerlo profundamente, veras que él solo le tiene miedo al amor. Descansa pequeño.

-Hasta luego Koro -Le regale un sonrisa sincera para luego adentrarme a mi casa con las cosas de jardinería mientras que en mi cabeza pensaba en las palabras del Alfa.

¿Por que Karma era así conmigo y con su entorno?, una gran incogita y yo siendo malo en las matemáticas, estaba casi seguro que nunca la resolvería. Recordé esas veces que de cachorro, me protegía, como si fuéramos una pareja. Sentí pena, era tan cercano a él. Y ahora, toda esta mierda cambio. Es como si fuéramos simples extraños, y yo, como gran Omega tonto con su olor insoportable que soy, anhelo estar bajo sus brazos buscando esa protección olvidada que sentía en la infancia.

Subí a mi habitación rápidamente para mirar a la ventana de esta y ver que Koro estaba intercambiando algunas palabras con Karma para luego adentrase a la casa y dejar en soledad al pelirrojo en frente de esa linda casa que tenia.

El recuerdo de la primera vez que lo vi paso por mi mente. El solo verlo ahí parado hacia que sonriera inconscientemente mientras mis latidos de a poco se aceleraban marcando que mi omega estaba mas que enamorado de aquel alfa, suspirando de amor. Y por primera vez, concorde con mi instinto, y suspire también. El estaba recostado en la pared haciendo de esta una pose vaga , lo vi mirando a los dos lados para luego sacar un cigarrillo. Lo mire extrañado, el no era así, de chiquito siempre fue una persona que quería proteger el bien y la salud con garras y palabras.

Ahora estaba haciendo lo contrario.

¿Realmente es una buena persona?

Algo mal, por todo lo que nos pasaba, me acosté en mi cama buscando inútilmente algún olor que me tranquilizara. Cosa que obviamente no paso y me puse a llorar por culpa de eso. Una vez me odie, por lo débil que a veces llegaba a ser. Busque calor en mis mantas, uno que no era el que quería pero me conforme. Y para dormir, pensé en él

Solo en el.

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