El sábado había llegado y los nervios de Catra estaban a tope ¡su primer día en el psicólogo! Quien lo diría, aunque realmente lo necesitaba, más con esos sueños extraños que había estado teniendo.

Justamente ayer por la noche mientras dormía, su frente sudaba mientras se movía inquieta, en la profundidad de su sueño corria hasta que sintió como unas azaleas la apresaban, haciendo que la sangre corriera.

Despertó, esas malditas pesadillas otra vez, se comenzaba a hartar.

- sólo espero que funcione-

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Mientras en una fábrica se encontraba un joven trabajando bobamente mientras veía a la hija de uno de los dueños.

- oh mi Mermista preciosa, reina de mi corazón- cantaba mientras colocaba las cajas fuera del camión

- aggghh cállate - Dijo avergonzada escuchando a los otros trabajadores diciendo cosas como "¿que le vería?" "Que suertudo" "¿será que el jefe lo va aceptar?"

- no puedo ocultar mi amor por ti Mermista-

Luego de haber terminado se fueron juntos a una heladería donde Sea Hawk seguía cantando baladas, Mermista lo besaba para que se callara pero como que eso lo incentivaba más.

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Por otro lado un par de amigos se encontraban en la casa de la chica, ambos jugando a las cartas.
El hibrido gruño cruzando sus brazos. La morena reia cuando su risa calmó vio hacia el suelo pensando, alzó la vista, posicionó sus brazos adelante impulsandose hacia adelante besando al reptiliano quien la apartó luego de unos segundos. Sus patas hicieron signo de pregunta mientras gruño.

- yo... me gustas- dijo viendo hacia la televisión con un ceño fruncido, el reptil gruñó otra vez (quiero aclarar que en este fanfic si le entienden a Rogelio a pesar de su extraño idioma)
- oh gracias- un sonrojo apareció en Lonie - entonces tu y yo...- continuó

Rogelio gruñó explicandole que el ya salía con Kyle.

- pero... me acabas de decir que te gusto- dijo algo molesta

El habló diciendo que era verdad, y que quería a ambos, la morena lo besó.

- que te parece si no se entera- dijo en el oído del reptil, haciéndolo sonrojar, asintió. Continuaron con el juego de cartas.

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Catra pasó por Adora, en una cuadra después de la suya.

Llegaron al edificio, entraron y todo bien.

La perilla se movió y la mayor pudo ver a Adora y una magicat cabello castaño.

- bienvenidas-

Adora y Catra tomaron asiento. Luego de una pequeña introducción se levantó y se dirigió a la puerta con un "vamos"

- ¿a donde?- preguntó Catra

- a la habitación holográfica donde podrán explicar mejor sus pensamientos y su pasado-

Catra tomó nerviosa la mano de Adora, las manos de la gata sudaban, debía enfrentarse a esos extraños sueños que la atormentaban, tenía miedo.

Adora sintió su preocupación, apretó la mano de su compañera y sonrió. Catra le devolvió el gesto pero con más suavidad. Entraron a una habitación vacía, sólo contenía alguna especie de proyectores mágicos y estaba conectada a una pequeña habitación en el lado superior que solo contaba con una ventana no muy grande. La habitación principal era bastante grande, ocupaba todo el piso, el último piso del edificio.

- las dejaré aquí y yo estaré adentro de la habitación aledaña, yo las veré, sabré si ya no lo soportan con esto- dijo dandoles un parche

- espera ¿qué no soportamos que?- preguntó Catra

- lo averiguamos, pónganse los parches en medio del pecho, así me indicará sus latidos, si pasa algo malo yo apagaré el sistema y recuerden si llegan a sentir golpes de otras personas o cosas no es real, todo es gracias a su conciencia, no hay dolor físico-

- pero si psicólogico, creo que esto ya lo había visto en algún lado y no termina bien- Decía Catra dando vueltas

- es muy entendible que estés nerviosa pero es necesario, yo lo apagare si es demasiado-

- Catra necesitamos saber que son nuestros sueños-

- pesadillas- corrigió -¿ y por qué debemos entrar juntas?- preguntó Catra

- no creo que quieras entrar sola- dijo sarcástica Adora

- es necesario ya que ambas tienen los sueños desde que se conocieron y... Catra, estas de gratis-

- me puedo ir y ya- Adora agarró su mano - hagámoslo juntas, yo estaré a tu lado- la gata suspiró resignada.

Light Hope les dio unos pequeños auriculares con los que se podían comunicar. Se despidió.

Catra y Adora vieron a ambas caminando, separadas se unificaron con el holograma mágico, mientras caminaban veían fuego salir de sus pies, agarraron sus manos, giraron rieron, era divertido volver a hacer eso, el fuego crecía pero ninguna de las dos lo veía hasta que comenzaron a sentir el calor en sus pies, huyeron de el, aún con sus manos entrelazadas, este fuego tomó forma de una persona, las agarró a ambas tratando de apretarlas.

- mierda Light Hope, me empieza a doler- dijo Catra tratando de salir -¿no que no se sentía nada?-

- no puede dañarte, el dolor sólo es imaginario- habló LH desde el auricular.
Adora hizo aparecer una espada en sus manos  cortando el brazo de la figura de fuego, cayendo al suelo, cortando sus piernas para que desapareciera dejando libre a Catra.

- esto es muy genial- brincaba Adora con su espada nueva la cual se poofeo
- oooowww- dijo con decepción

- no entiendo como estas feliz, pude sentir mis costillas casi quebrarse-

- sólo es parte de nuestra imaginación Catra, no seas asustadiza- dijo jalando su mejilla, la castaña se movió quitando la mano de la rubia

- Catra!- dijo una niña rubia corriendo  hacia una gatita
Ambas vieron la escena

- soy yo- dijo Adora

- obvio ¿quien más iba a ser?

-y tú- dijo viéndose abrazar a la peludita

- se ha de haber mezclado esto, que idea más ridicula- lo último lo dijo en voz baja, ambas entraron en su yo de 6 años.

Adora tomó la mano de Catra llevándola con los demás niños, entre ellos Kyle, Lonnie y Rogelio, jugaron a las escondidas.

El timbre sonó y entraron a las instalaciones decoradas con flores y muchos colores.

Una maestra saludó a cada niño, era muy linda, su piel era algo morena, sus ojos claros y su cabello largo y castaño, tenía una voz tan tranquilizadora.

Tomaron asiento, hicieron caligrafía, Catra molestaba al pequeño rubio de adelante hasta que la maestra la cachó y le dijo que no lo hiciera, se volteó y Catra le sacó la lengua, Adora río cubriendo su boca.

Llegó la hora de comer, Lonnie presumía sus galletas con leche a sus dos amigos los cuales llevaron los panes que siempre llevaban.

Adora sacó su comida de la lonchera, era impecable, un sándwich con mucho relleno, una manzana un jugo de naranja y una galleta con chispas de chocolate.

- oh mira Lonnie, Adora te ganó- dijo Kyle, la ojiverde vio molesta y se fue.

Catra sacó su comida, era un pan  quemado y un banano el cual ya se veía blando, lo abrió, no había absolutamente nada, y agua.

Catra tragó, vio hacia el suelo, cerró la lonchera.
La rubia tocó su hombro y vio a sus ojos, acercó su lonchera en señal que también comiera, le dió su galleta pero la minina la partió, comieron.

A la hora de salir ambas esperaban en el columpio, escuchar sus nombres, ya eran como las 11, una hora había pasado desde la salida, Kyle también estaba allí jugando con ellas, bueno con Adora más que todo, Catra lo molestaba a veces.

Llegó la madre de Kyle y se despidió de sus amigas con su mano.

Sólo quedaron las dos. - las iré a dejar chicas- dijo Mara

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- oye no entiendo que está pasando- dijo Catra -¿fue un sueño?¿porque fue tan tranquilo?¿ por que me sentí... mal?-

- no todos los sueños tienen que ser malos Catra- dijo Adora

- poco a poco iremos sabiendo los porqués señorita Michalka-

- creo que el tiempo ya terminó- dijo la felina-

- ammm casi, quedan 15 minutos-

- veamos un poco más Catra- dijo Adora sonriendo, se ve tan linda, es tan linda.

Ambas estaban en un espacio oscuro, unos llantos se escucharon, era Catra, en sus manos estaba un papel, era como de notas, en su brazo se veía un moretón.
Tocó su brazo dolía, como rayos le hacían para que se sintiera tan real, la  magia de la mágica, bueno si se escucha tonto, su mente regresó a su pequeño cuerpo gatuno, las lágrimas caían, su corazón dolía, se sentía estúpida o bueno, eso era lo que le habían dicho. Su moretón dolía.

Todo se apagó y volvieron a la realidad, una pequeña lágrima resbaló de el ojo azul de la gatuna, esta vio extrañada, secandola aún confundida.

- ya se terminó el tiempo chicas-

Ambas se quitaron las herramientas y las entregaron.

- quedé igual, la verdad- contestó con sinceridad la rubia

- Adora no es de un día, poco a poco.

- bueno...

- recuerden venir el otro domingo -

- ay el domingo- dijo la pecosa con desánimo

- si, el domingo-

- bien...-

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Bueno eso fue todo por hoy :D