Capítulo 2: Deseo esa felicidad

Narra Tae

     Miro por la ventana y veo que gotas de lluvia comienzan a descender del cielo, el cual está tan oscuro y abrumador como la boca de un lobo. Suspiro al ver que tanto el cielo como Jungkook han estado tristes últimamente.

     Él no me ha hablado acerca de lo que le tiene triste y yo tampoco que querido preguntárselo porque sé que dirá que todo está bien y que no le pasa absolutamente nada, que no debo preocuparme y que me ama.

Cuando pienso en ello mi pecho duele, sé que me ama tanto como yo a él, pero en el fondo sé que no es feliz, independientemente de la razón, no he cumplido mi promesa de hacerle feliz cada día. Eso me hace sentir mal ya que ambos estamos infelices, el por una razón que me es desconocida, y yo por saber que no le he hecho lo suficientemente feliz.

_ ¿Qué debería hacer?- pregunto a quien está a mis espaldas.- Odio admitirlo pero sé que no ha estado feliz.- añado.

_ Lo más correcto es preguntarle directamente.- contesta el peliclaro.- Aquel que no pregunta no obtiene respuestas.- concluye.

_ Tan filósofo como siempre, Namjoon.- río sin ánimo.- Él me dice todo, pero por alguna extraña razón me ha omitido el porqué de su tristeza.- murmuro mientras me siento frente a él.

_ Es extraño verle en ese estado, el solía ser un chico alegre.- suspira.- Debes hablar con él, quizás sólo le cuesta dar el primer paso.- me mira serio.- Quizás está esperando a que tú le preguntes.- concluye.

_ Tienes razón, he debido preguntarle antes.- me sobo la sien.

_ Invítale a su sitio favorito, comparte tiempo con él y pregúntale si todo está en orden.- hace gesto pensativo.- Y si no te dice nada entonces has la pregunta directamente.- añade.

Suspiro y comienzo a revisar mi teléfono con esperanzas de que pueda reservar una cita en su restaurant favorito este fin de semana. Con suerte habré terminado mis deberes aquí en la empresa y podré darle toda la atención que se merece.

_ Gracias Namjoon, eres un ejemplo de padre.- río y el me imita.

_ Debo serlo, se lo debo a Jin y a Sath.- murmura.

_ Lo haces bien.- aseguro.- Él es afortunado de tenerte como padre.- añado.

_ Gracias Tate.- suspira aliviado.

Narra Jungkook

     Marco unas últimas pinceladas y al ver el resultado de mi obra maestra me siento un poco mejor. Dejo el pincel a un lado junto a las pinturas acrílicas, me alejo entonces para así admirar mejor lo que he hecho.

    Sonrío complacido y salgo de allí para así limpiarme antes de que mis invitados lleguen. Al salir veo que he recibido un mensaje de Tae, el cual me pregunta que estoy haciendo y si todo va bien.

    Niego con la cabeza y contesto, sé que él ha estado preocupado por mí y eso me hace sentir un poco culpable. Le digo que todo está bien y que pronto Jin vendrá a visitarme así que no estaré solo.

    Termino entonces de vestirme y tocan la puerta, ellos han llegado.

_ Enseguida abro.- digo una vez cerca de la puerta.

     Al abrirla un pequeño cuerpo se abalanza sobre mí y yo sonrío gustoso de tenerle entre mis brazos, doy un par de vueltas mientras le sostengo en el aire y el ríe encantado con mi acto.

_ ¡Te extrañé mucho Jungkook!- dice feliz.

_ Y yo a ti pequeño.- contesto mientras le abrazo.- ¡Sí que has crecido!- añado luego de ponerlo en el piso.

_ Ves papi, Jungkook notó que crecí 2 cm.- dice con orgullo.

_ Si, si.- responde el pelinegro riendo mientras me saluda.- Hemos venido a alegrarte la tarde a base de pastel.- muestra una caja y yo río.

Esto es lo que necesito justo ahora.

_ Pasen por favor.- me hago a un lado.

El pelinegro pasa hasta la cocina y deja la caja sobre la mesa, mientras tanto el pequeños Sath, hijo adoptado de Jin, comienza a corretear por la sala. Le veo y sonrío, su felicidad es contagiosa.

_ Ya sólo faltan algunos meses para su cumpleaños.- me dijo el pelinegro.- Esta feliz por pasarla con nosotros.- sonríe.- O eso ha dicho.- concluye.

_ Debo prepararle un regalo entonces.- digo sonriendo.

_ Te tiene mucho cariño, dice que fuiste su primer amigo.- murmura.

_ ¡Papi, quiero tarta!- dice el niño.

Su cabello castaño, lacio al igual que el mío, le cae en las finas cejas que posee. Sus ojos por otra parte son de un avellana lo cual hace que sea evidente el hecho de que el niño mestizo.

_ Sath, es un regalo para Jungkook no para nosotros.- le da un golpecito en la cabeza.

_ Pero se ven deliciosas...- murmura.- Lo siento Jungkook...- añade.

Saco entonces una de las tartas que se encuentran en la caja y se la entrego, los ojos del niño brillan tanto como su sonrisa.

_ Le estas mal acostumbrando Ju.- me riñe el pelinegro.

_ Te envidio...- murmuro.- Yo quisiera tener una familia.- añado.

_ Puedes hacerlo.- me dice.

_ Es complicado.- suspiro.- Yo lo quiero pero Tae no.- concluyo.

_ ¿Le has preguntado?- arquea una ceja.- ¿Lo has hecho?- pregunta.

_ Si, y su respuesta fue que no se veía a sí mismo como padre.- respondo.

Ambos quedamos en silencio.

_ Namjoon pensaba que no sería un buen padre.- comienza a hablar.- Y mucho menos cuando vi a Sath en el orfanato.- suspira.- Un niño de 8 años no es un bebé al que puedes moldear a tu manera... Ambos estábamos nerviosos y asustados, el más que yo por supuesto. Pero le convencí de que todo saldría bien.- señala al niño con la barbilla.- Valió la pena el esfuerzo, ese pequeño nos hace tan feliz como nosotros al.- concluye.

Asiento con la cabeza.

_ Lo pensaré.- contesto refiriéndome a hablar con Tate.

_ Bien dicho.- sonríe.- ¿Y dónde está el cuadro?- pregunta.

_ Espera, voy por el.- respondo.

Voy hasta el cuarto que uso como estudio y saco el cuadro en el que he estado trabajando por semanas. Una vez frente al pelinegro él sonríe y unas lágrimas se salen de sus ojos, parece feliz.

_ Oh, dios...- se pone la mano sobre la boca.- Es hermoso...- se acerca al cuadro y lo admira de cerca.- Es precioso Kook, gracias...- yo asiento.

_ No ha sido nada.- contesto.

_ Debo pagarte, espera.- comienza a buscar entre sus cosas la chequera.

Yo pongo el cuadro a un lado y le toma de la mano.

_ No pienso aceptar ese dinero, es un regalo para ustedes.- digo.

_ No Jungkook, es tu talento del que hablamos.- suspira.- No te graduaste en arte porque sí, además...- me aprieta la mano.- Te lo mereces, y sabes que no aceptaré un rechazo de tu parte.- concluye.

_ Pero Jin hyung...- una pequeña mano en mi camisa me hace girar.

_ ¿Lo has hecho tú?- pregunta el niño.

_ Si Sath, es una cuadro para ustedes.- sonrío.- Ahí están tus padres sonriendo, al igual que tu.- me resuelvo el cabello.

_ Mi familia...- murmura sonriendo.

Tanto el pelinegro como yo nos miramos al escucharle.

_ ¿Te gusta?- pregunto.

_ ¡Sí!- sonríe.- La miraré cada día, lo prometo.- dice.

_ Eso nos haría feliz a todos.- digo mientras le cargo.

El pequeño sonríe para luego abrazarme.

_ Es lindo tener una familia.- dice.

      Miro al pelinegro sonríe feliz por sus palabras; este pequeño, quien ahora es parte de su familia, les ha alegrado la vida por completo. El presenciarlo sólo me hace ansiar una familia con más ahínco, deseo que Tae y yo podamos tener esa felicidad en nuestras vidas algún día.

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Hola hermosas ♥ Espero que les haya gustado! ¿Se esperaban que Namjoon y Jin adoptaran un niño? Pues ahí lo tienen! Jajajajajajaja *se cae de la silla por estar riendo*

¿Que opinan de este nuevo Jk que desea una familia? Espero con ansias sus respuestas :3

Gracias por leer ♥ Nos leemos en la próxima :3  

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