D o c e: Peleas y un Hyun eufórico.
—Señorita—llamo la maquilladora—, no puede estar aquí.
Frunció el ceño ante su sonrisa tensa y la manera en que sostenía el borde de sus ropas, evito rodar los ojos entregando una sonrisa amable y bonita a la mujer antes de borrarla con rapidez, dejando la agria expresión que hablaba por si sola.
—No se preocupe por mí y haga su trabajo—contesto con malicia—, pero si no le gusta lárguese.
Noto como por la respuesta Hyun giro el rostro provocando que la mujer cual le acomodaba el maquillaje frunciese el ceño, y Kris alzara los ojos de su celular para observarla. Nuevamente estaba siendo grosera pero aquella mujer le crispaba los nervios por su obsesión al querer alejarla de los chicos.
Aquella tarde se encontraban preparándose para el concierto, por ello la sala estaba atestada por los compañeros de Hyun, Kris y ella se encontraban allí porque su amigo había rogado una y otra vez hasta que las arrastro allí, alegando que era la mejor manera para que finalmente les perdonara –debido a que seguía molesto porque dejaron Corea solo por su pequeño accidente donde se desmayó por exceso de trabajo (aunque estaban seguras de que solo lo hacía por abandonar estudios y trabajo, pero se encontraba feliz de haberle priorizado)–, desde que aceptaron y se internaron a la sala aquella mujer seguía molestándola una y otra vez.
Por supuesto, aquella no era la primera vez que estaba en una sala como esa.
Y no sería la última.
— ¿Estas en esos días, Kou? —cuestiono divertido Kai ganándose una mala mirada.
— ¿Acaso ni siquiera has podido encontrar un buen polvo? —Hizo un falso puchero, malhumorada— Supongo que tu mano no logra salvarte de esta.
Los chicos rieron mientras que Kris soltaba un silbido divertido, y Hyun rodaba los ojos con una burlona sonrisa. El objetivo de las risas puso los ojos en blanco y cerro la boca, permitiendo que le siguieran poniendo el maquillaje.
Al pobre le habían prohibido las compañías nocturnas por un tiempo debido a que tenía a la prensa encima.
—Ya lo sé—murmuro Kris al dejar caer su cabeza en el regazo femenino, sin despegar los ojos del juego que probaba en su celular— ¿quieres hablar de eso nena?
—Uh...
—Está bien—comento ante la falta de respuesta— ¿Quieres que después hablemos de mi prometido? No sé mucho de la cosa.
Agradeció que tratara de distraerle del verdadero problema; Park Jimin seguía estancado en su pecho, clavándole agujas cada que pensaba en él. Había pasado un día, y después de aquel concierto saldrían en la madrugada del día siguiente a Corea, por supuesto acompañada de los chicos quienes por la sobre exigencia de Hyun descansarían un tiempo.
—Despues ¿sí?
—Bien.
Peino el cabello rubio y suave de Kris detallando la ligera sonrisa que nacía en sus labios, realmente no le conto cosa alguna a su amigo, y no era necesario; él tenía su manera para enterarse de todo, en ocasiones incluso podría delatarse tan fácilmente ante quienes la conocían, como en otras que nadie notaria lo que le sucede.
—Parece que pronto tendrás que acompañarme de nuevo.
Los ojos grises de su amigo se clavaron en los suyos.
—Sabes lo que pienso de eso—soltó con suavidad mostrando severidad en sus orbes—, pero nunca te dejaría sola.
Sonrió ante sus palabras y siguió peinando su cabello, abrió los labios para hablar pero un chillido de molestia le hizo tensarse por un segundo antes de que Kris fuese empujado fuera de su regazo y Hyun acomodara su trasero allí, abrazándole por los hombros.
— ¡Andate rubio oxigenado! —Lo apunto con un dedo de manera acusadora— Es mi turno de mimos.
Dicho eso recostó la cabeza en su hombro e hizo el intento de ronronear, por supuesto que no le salió y termino haciendo sonidos como de un cerdo que dormía provocando una ronda de risas mientras Kris se levantaba del suelo, y le jalaba por las orejas solo para molestarlo y pelear con él.
Solo pudo preguntarse si realmente ella era la menor entre los tres.
Despues de ello tuvo que separarlos antes de que se arruinara el aspecto de Hyun, les tocaba salir en poco y debían hacerle porras desde un costado, ocultándose del público, por supuesto.
Kris y ella mantenían unas porras blancas y negras haciendo sus movimientos escondidas del publico pero a la vista de los chicos cada que se acercaban al escenario. Era como un extraño baile gracioso que hacían cada vez que se acercaban, pomponeando los pompones y gritando como locos aunque no se escuchaba.
Aquello alejaba su mal humor y el dolor que se presentaba en su pecho cada vez que pensaba en cierto chico. Habían pasado ciertas canciones, y aunque llevaba tiempo que no hablaba japonés, al cantar siguiendo la voz de los chicos se le hacía extrañamente bonito, algo que no traía malos recuerdos y solo relajaba su cuerpo.
Por supuesto, también le llenaba de energías como fan lunática que se había vuelto de ellos a causa de su amigo.
— ¿Cómo puede ser que me canso más con esto que con un saco? —Cuestiono Kris frunciéndole el ceño a los pompones con cierto desdén.
—Porque les están dando tu energías a ellos, bobo—Su burla causo que arrugara los labios y se tirara al piso como un bebe berrinchudo, jalándole hasta hacerle sentarse a su lado, observando a los chicos que se detenían para hablar con las fans, como una pausa donde podían beber agua y respirar un poquito—. Con el saco tienes que controlar tu respiración, el balanceo de tu cuerpo, la fuerza que usas, no estas liberando todo, controlas todo y reservas energías para continuar a lo largo.
Su vista se alejó de los chicos cuando Kris rio, al mirarlo se encontró con una pícara sonrisa y sus ojos grises brillantes.
—Se me olvidaba que eres mi maestra, disculpe mi idiotez—se burló de sí mismo, haciendo el intento de una reverencia aunque estaba sentado en el suelo.
Solo pudo reírse de su idiotez.
Se quedaron entre risas escandalosas ocultadas por las voces delos chicos en el escenario, ambos se callaron inmediatamente al escuchar como Hyun pedía atención al público.
— ¿Cómo están? ¿Bien? —cuestiono con una sonrisa, obteniendo la atención de las cámaras inmediatamente y miles de gritos— Ah, me alegro, lamento que mi torpeza la vez anterior lograra preocuparles ¡Lo siento mucho! —Se disculpó, haciendo una reverencia ante todos los fans y estos inmediatamente le gritaron que no debía preocuparse— Ahora estoy bien, gracias a vuestros mensajes y por la compañía de mis amigos y familia que vinieron solo para cuidarme, y regañarme.
Su mueca graciosa provocó una ronda de risas, pero no pensaba en eso, no, en su lugar solo podía sentirse jodidamente feliz y atemorizada, aquello se debía que al instante en que nombro a su familia les había mirado, y guiñado el ojo. Miro a Kris, el rubio mantenía los labios apretados y en instantes le miro también, ambos con demonios en los ojos y sus corazones jodidamente cálidos.
Le sonrió, temblorosa, y este le devolvió la sonrisa.
Los tres conformaban una pequeña familia, si se unían los padres adoptivos de Kris, entonces serian un poquito más grandes.
Después de aquellas palabras los chicos se fueron yendo uno a uno y se cambiaban rápidamente para volver a salir, como era Hyun quien hablaba hubo un momento en que Suho le robo el micrófono y la atención de todos, entonces él tuvo que irse a cambiar, acercándose a ambos al hacerlo.
— ¡Ewwk! —Se quejó de manera falsa cuando le abrazo, riéndose porque él idiota simplemente le había apretado más— Estas todo sudado, tonto.
—Lo sé—sonrió de manera angelical, ganándose un golpe en el hombro— ¡La violencia no, niña! —se quejó entre risas y señalo a Kris—Ahora, tu, ven y dame amor también.
Ante su orden Kris bufo pero termino abrazándolo también, los observo unos instantes con una sonrisa hasta ver que no se separaban, frunció el ceño y gruño.
— ¡Ya basta pues! —Se quejó divertida y se acercó, uniéndose al abrazo— Estos idiotas ya me dejaban sola, uhm.
Kris se carcajeo, sin separar el abrazo y Hyun beso su mejilla, para después hacer lo mismo con el rubio y que este le viese raro por su afecto tan femenino hacia él.
—Te encanto, lo sé bebe.
Evito la patada de Kris al saltar hacia atrás y corrió al escenario de nuevo dejando al rubio molesto y ligeramente ruborizado, para molestarle se inclinó y beso su mejilla también, provocando un puchero divertido en su rostro.
— ¡Si son estúpidos! —Se quejó como nena— ¿Cómo pueden tratarme como un bebe cuando quiero verme rudo y letal? ¡No es justo!
Se burló de él y se rio a su costa por un largo rato, sabía que se estaba comportando de esa manera solo para hacerle reír y mantenerle distraída, le alegraba la vida con sus boberías y nunca podría cambiarlos, ni a Kris, o Hyun.
Y no dejaría que nadie se los quitara.
Sintió el celular vibrarle en el bolsillo sorprendiéndose de que Jungkook le llamase de nuevo, se encogió de hombros y acepto la llamada, alejándose un poco aunque eso no haría mucha diferencia.
— ¿Hola? —escucho la voz del chico.
— ¡Hay, Jungkook! ¿Todo está bien? —cuestiono medio curiosa, y preocupada.
— ¡No, no! Todo está bien—se apresuró a decir, nervioso—. Solo quería ver cómo estas y saber de ti, por cierto ¿Dónde estás? Hay mucho ruido.
Sonrió ante sus palabras y suspiro, se recostó a la pared más cercana y se acomodó para tener vista al escenario. Un pinchazo en su corazón y una sonrisa triste se asomó en sus labios ¿Cómo podía ser tan idiota? Evito reír y se obligó a no sentir cierta ternura por el movimiento de Jimin.
—Estoy en un concierto—le comento casualmente al pelinegro, observando como Hyun comenzaba a cantar junto a los chicos—, Jimin está contigo ¿Cierto? Me has llamado porque te hizo hacerlo.
—Eh... sí, lo siento Kou.
— ¿Por qué le dices que si? ¡Jungkook!
Escucho el susurro del peli rosa y rodo los ojos, evito reír a lo tonto que le parecía y suspiro lentamente.
—Ponlo en altavoz, por favor.
Jungkook no se negó, puso el celular en altavoz y murmuro un "ya", inspiro hondo sabiendo que si hablaba Jimin también la escucharía, lamio su labio inferior pensando en sus palabras pero no sirvió de nada, la ira hablo por ella.
—Espero que la próxima vez que me llames sea por ti mismo y no porque alguien te pidió el favor—soltó bruscamente, frunciendo el ceño—. Y Jimin, ten las bolas para hablar tú mismo conmigo o simplemente no hagas nada.
— ¡Le pediste que eliminara tu número de mi celular! —escucho su voz en la bocina, como si le hubiese quitado el celular a Jungkook.
— ¿Por qué habrá sido imbécil? —Soltó con obviedad— No soy un juego Jimin, no puedes simplemente venir, mostrarme una parte de ti y luego desvanecerte el día siguiente, y cuando llamo para ver de ti me responde una chica.
— ¿Acaba de llamarte imbécil? —logro escuchar la risilla de Jungkook.
— ¡Cállate, Jungkook! —para su sorpresa fueron ambos quienes soltaron esas palabras, al mismo tiempo provocando que el chico soltara "ya, no me peguen también".
— ¡Eso debería decirte yo a ti, Kou! —Pego la espalda a la pared ante su voz y lo imagino con la mandíbula apretada y el ceño fruncido, los ojos entornados ante la molestia... sacudió la cabeza ante la imagen— No puedes desaparecer así sin dejarme explicarte todo ¿Qué pasa cuando llego a casa? Encuentro el oso gigante, una nota y mi chaqueta desaparecida.
—Ah, ¿era por la chaqueta? Si quieres dejas el oso en mi balcón, te devolveré tu chaqueta; no te preocupes—soltó con indiferencia—. En estos momentos estoy en Japón, y en un concierto así que no es el momento para estar al teléfono, y no hagas que Jungkook me llame de nuevo solo por tu impertinencia ¿Esta bien?
— ¡No está bien! —Grito él a través del celular— ¡Me gusto que usaras mi chaqueta, pero no me gusto que salieses con alguien más usándola!
Bufo.
—Bien ¿Es por eso? No importa, le pediré que elimine la foto y tendrás tu chaqueta, no te...—su voz se desvaneció cuando la respiración se le atasco, fue unos instantes y sin imagen pero el miedo se quedó en su cuero.
— ¿Kou? ¿Estás bien? ¡Respóndeme!
— ¡Kou! —Kris grito, una fuerza invisible le jalo y tiro al suelo, alejándola de donde estaba con una sorprendente rapidez apenas lo hizo una explosión cercana provoco un mar de gritos que se escuchaban lejanos y un fuerte pitido en sus oídos.
Las explosiones se repitieron por todo el lugar, Kris le obligo a ponerse de pie, le dijo algo que no entendió, quiso preguntarle por Hyun pero de su garganta no salía palabra alguna, se encontraba aturdida y perdida, aun así se dejó guiar por su amigo.
Caminaron, teniendo cuidado con el fuego y los restos de escombros, Kris lograba mantenerlos a raya con aquella fuerza invisible, y sabía que caminaba gracias a la energía que emitía Kris, porque si no fuese por él seguiría en el suelo, sin poder moverse, pronto salieron al exterior logrando ver un par de ambulancias y muchos policías, se desesperó por un momento pero logro ver como los chicos eran sacados por seguridad, y al visualizar a Hyun simplemente se relajó, cayendo momentáneamente sobre el cuerpo del rubio.
Necesitaba un descanso de todo.
...
Despertó en un asiento cómodo y acolchado, inspirando hondo ante el recuerdo de la explosión y se tranquilizó al ver que estaban en el avión, totalmente a salvo. Inspiro hondo y se relajó un poco sintiendo el peso en su hombro derecho, observo divertida a Hyun, quien se encontraba recostado a su hombro y después miro al lado contrario, Kris se encontraba con la cabeza recostada en la pared cercana a la ventana.
Ellos no la habían dejado sola después de aquello, en ningún momento.
El concierto se había usado para crear pánico, las explosiones habían sido un movimiento terrorista en advertencia a unos detectives en la policía, su celular había terminado hecho trizas entre el fuego y los escombros, y aunque en aquel instante ya tenía otro totalmente funcional, y la misma línea junto a toda la información que contenía el otro, aun así dudo.
Había pasado un buen rato con los paramédicos después de aquello, tuvo un ataque de pánico y luego unas largas horas con un médico que le reviso hasta la herida más mínima, fue afortunada dijeron ellos.
Apretó los labios y supo que lo era, pero lejos de la suerte común se debía a cierto rubio a su costado, lo observo de nuevo y se estiro con cuidado, atrayéndolo a su cuerpo y dejando que descansara la cabeza en su hombro libre. Tan agotado estaba que ni siquiera se inmuto, murmuro algo en ruso y se acomodó contra su piel.
Se cubrió la boca con una mano y evito un sollozo, inspiro hondo tratando de liberar aquel nudo que se formaba en su garganta, no le funciono. Las lágrimas se desbordaron con rapidez por sus mejillas y el llano se dejó fluir de manera sin reparo alguno, se encogió con ligereza y trato de controlar el temblor que sus manos poco a poco adquirieron. Había tantas cosas... especialmente una que estaba por venir, porque sabía perfectamente que iba a arruinarlo todo, tirarlo al piso y avanzar como si nada. Lloro especialmente porque no sabría qué sería de su vida sin esos dos chicos a su lado, cada uno recostado a ella, tampoco que haría de haber estado sola, de enfrentarse a su progenitor sin la dureza y frialdad de Kris o tener que seguir caminando.
También lloro por lo que le haría a Jimin, porque por su bien tendría que alejarlo lo más pronto posible, porque si su padre se enteraba... entonces él sería un blanco perfecto para extorsionarla.
Se mordió la mejilla para ahogar otro sollozo y observo una mano que se quedó tendida delante de su vista borrosa, con una paleta. Frunció el ceño y alzo la mirada observando a través de las lágrimas a Sehun y su sonrisa amable, no dijo nada, estiro la mano y tomo la paleta tratando de sonreírle.
—Lamento que por nuestra culpa hayas tenido que vivir eso, Kou—se disculpó con voz suave y arrepentida.
—Está bien, si no hubiese estado allí y asegurarme de que todos estaban bien habría estado peor—sonrió acariciando la chupeta—. Estaré bien, solo tengo muchas emociones juntas.
Él le sonrió amablemente.
—Cuando quieras puedes llamarme y te hare sudar—la sonrisa que tenia se le borro tras unos segundos en los cuales el rostro del chico termino rojo, abriendo la boca como un pez y cerrándola— A-ah ¡No era así! Dios mío, sonó horrible—hizo una mueca—. Discúlpame, me refería a ver si revuelvo tus pies izquierdos.
Fue imposible evitarlo, soltó una risilla divertida por su balbuceo y le sonrió, sintiéndose ligeramente más liviana.
—Está bien Se.
—No me sigas así, no soy un ave—se queja con una pequeña mueca y sonríe—. Ya aceptaste, me la debes.
...
— ¿Estas segura? Puedo esperarte.
Sonrió con ternura ante las palabras de Kris, su querido amigo no quería, mejor dicho, se negaba a dejarle sola y eso solo le hacía ver sumamente adorable, aunque mantenía su rostro sereno tenía el rastro del sueño impreso en este, y quizás un poquito hinchado.
—Estaré bien, después iré a fastidiarte en tu casa—seguro con diversión—, de eso no te preocupes.
Fue su turno de sonreír, con que toque habitual de maldad.
—No esperaba otra cosa—bufo divertido— ¿Estas segura de lo que harás? —Cuestiono con preocupación— él es sincero Kou, y parece que realmente le importas.
Apretó los labios ante sus palabras y asintió.
—Precisamente por eso debo hacerlo.
— ¿Y si se niega a aceptar?
—Entonces mi corazón tendrá que decidir.
Kris le abrazo, sorprendiéndole y aliviándole el pecho con aquel dulce acto. Suspiro, devolviéndole el abrazo con fuerza, escondiéndose entre las ropas negras de su amigo por unos largos segundos antes de soltarle, ese había sido su descanso, su instante para prepararse.
—Solo quiero lo mejor para ti mocosa, nunca lo olvides.
Asintió ante sus palabras y sonrió, besándole la mejilla provocando una mueca de asco, aprovecho para burlarse de eso e ignorar el pesar que provocaba su decisión. Se despidió de él con rapidez y reviso su celular, esperando respuesta mientras avanzaba con cuidado entre el mar de personas que había en el aeropuerto, se habían quedado un poco más para despedirse de los chicos antes de salir totalmente, y cuando estos les dejaron atrás se logró escuchar el ruido provocado por sus fans.
Para ese instante ya había paz.
La respuesta llego, afirmándole y solo pudo sentir un poquito de alivio.
Aquello sin duda era lo mejor, por su bien.
...
—Muchas gracias, aquí tiene—entrego el pago al taxista y con ayuda de este bajo la maleta del auto.
—Que tenga una buena noche señorita.
Espero unos instantes en que se iba el taxi y se giró, tomando la maleta y arrastrándola con tranquilidad por el parque, estaba anocheciendo y por ello se detuvo un instante, observando el cielo oscurecerse, borrando los colores cálidos y preciosos que pintaban las nubes. El frio aumentaba con cada segundo, advirtiendo de las típicas noches frías de la ciudad.
Aquello le recordó a esa vez.
Esa loca vez que decidió usar la influencia de Kris para cometer una locura y salvar a otra persona, una persona que ahora tendría que salvar de nuevo. Sonrió con tristeza y avanzo, evitando el dolor que se incrustaba en su corazón.
Estúpido Jimin.
— ¡Kou! —Alzo la mirada del suelo y saludo con su mano libre al chico.
—Hay ¿Qué tal todo? —pregunto con un tono casual.
Jungkook sonrió divertido.
—Normal, después de todo siempre tengo que verme con chicas lindas al anochecer, en un parque donde se me congelan los huesos—soltó con una risilla, subiéndole el ánimo— ¿Cómo estas después de eso? Nos... digo, me preocupe mucho.
— ¿Nos? —alzo una ceja.
—Jimin estaba que se arrancaba los pelos.
Apretó los labios y asintió, sintiendo una punzada ante la idea.
— ¿Podemos sentarnos? Y estoy bien, un poquito nerviosa pero de resto perfecta.
Antes de poder avanzar el pelinegro tomo su maleta y jalo hasta un banco cercano, lo siguió tomando asiento a su lado y observando las pocas personas que restaban en el parque. El chico había insistido en que iría a su departamento, pero por su propio bien decidió terminar allí, en un parque.
Le había avisado a través de mensajes, necesitaba hablar con él.
—Deberías estar descansando ¿Sabes? —reprocho en un murmuro—, eres muy terca.
—Es parte de mi encanto Kook—se burló, provocándole una sonrisa.
Se quedaron en silencio e inspiro hondo, se acomodó dejando los codos sobre sus muslos y suspiro, tomando valor para lo que haría.
—Yo veo cosas Jungkook, sucesos que están sucediendo, aún no han sucedido o algunos del pasado—soltó se pronto, adquiriendo toda su atención—. Así fue como lo conocí; Jimin estaba bebiendo frente al mar, con música cerca de él y por enojo se acercó a la orilla para desahogarse, entonces resbalo—junto sus manos, evitando que temblaran— él habría terminado muy mal si yo no intervenía.
—Kou ¿Qué estas...?—cuestiono, aturdido.
—La verdad es que no vi nada relevante para ayudarle, ni siquiera su rostro, solo a un chico que caía en el mar y el llanto de sus parientes al tenerlo en cuidados intensivos—le corto rápidamente—, no espere que sucediera como paso, y que terminara encontrándolo de nuevo. Eso fue una locura ¿sabes? Realmente quede deslumbrada por él.
— ¿Por qué te alejas de él? La chica que respondió el celular...
—... es su hermana ¿verdad? —Soltó, observándolo— lo vi unos pocos días después. Jungkook tengo que alejarme de Jimin, cortar lo que sea que haya entre nosotros por su bien.
Frunció el ceño y su rostro se endureció a los segundos, se puso de pie repentinamente y le observo con molestia y confusión, podía verlo a través de sus ojos. Suspiro, copiando su acción se puso de pie; encarándolo.
— ¿Qué carajos estas diciendo? —Soltó bruscamente con molestia— ¿Acaso eso es tu maldita decisión? ¡No te corresponde! Él de verdad... ¡Demonios!
—Jungkook.
—Le herirás terriblemente, no se rendirá ¿Crees que tú eres terca? Por dios, Jimin es aún más terco y no sé porque estás haciendo todo esto pero deberías enfrentarlo, decírselo de frente.
— ¡Jungkook! —Grito para detener sus palabras, lo observo con molestia, dolida— ¡Nací con esta habilidad! Desde niña veía todo eso, y no dije nada; mi madre entendió y me ayudo pero por culpa de eso termino muerta, yo lo había visto—retrocedió tratando de alejar las palabras del chico de su cabeza—. Así como logre verte salir corriendo de tu casa, casi llevándote por delante a una anciana y siendo perseguido por un perro, así como logre saber que tendrás un moretón en el brazo derecho ¡Así mismo vi a Jimin mal!
— ¿Qué? —cuestiono aturdido.
—Por estar relacionado conmigo saldrá herido, peor de lo que podría hacerle ahorita ¿Cómo puedo ponerlo en peligro cuando sabré lo que sucederá? No lo entiendes—soltó bruscamente—. Tengo ciertos grilletes que no puedo romper ¿Sabes? Debo cuidar a Jihee, es maliciosa y está algo trastornada pero es mi hermana menor, y no solo ella está ligada a mí, también hay otra persona que podría matarlo, a él.
—Kou ¿Qué estás diciendo? —cuestiono.
—Necesito que me ayudes Jungkook—pidió suavemente—. No puedo llevarlo a eso ¡No quiero! Jimin tiene a su familia, a ustedes, él realmente estará bien así que por favor, ayúdame.
Se quedó en silencio y suspiro, agarro la muñeca femenina y le hizo sentarse de nuevo observándole con cuidado. Los nervios le tiraban desde el interior, había logrado que sus manos temblaran poco pero aun así continuaba con el temblor en su cuerpo, con el miedo a que se negara.
—Te vas a arrepentir—dijo él.
—Ya me arrepiento, pero no retrocederé.
—Él es demasiado terco, inmaduro y celoso, será difícil—aseguro.
—Por eso pido tu ayuda Kook.
Jungkook maldijo y paso sus manos por el rostro, revolviendo su cabello en el acto, se quedó así un tiempo hasta que mascullo una blasfemia y le miro, asintiendo.
El corazón le dolió ante eso, él le ayudaría.
Y he vuelto, helou baby's.
¿Cómo están? Yo bien, sin celulsr :(
No me maten por tardar y por este cap, sorry por eso ;_;
Bai
-huye antes de que le tiren piedras-
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