𖡋 ̽ ᮫ ꪶ capítulo nueve. ܓ ❃ ᜴

𓂃 Es el amanecer del cambio,
 amor, todo lo que ha pasado,
 eres mi sol de la mañana. 𓂅

Cuando llegó el amanecer, Faith abrió lentamente los ojos, el estaba más fuerte ese día, a diferencia de todos esos días lluvioso, y eso hizo que la chica sonriera feliz.

―¿Alguna vez te despiertas riendo?―la voz ronca de Regulus la asustó por un segundo antes de que la chica recordara que pasó la noche allí, en su dormitorio. Que ella dormía a su lado, con sus brazos alrededor de su cuerpo y sus suaves besos permaneciendo durante toda la noche.

―Sólo cuando me despierto viéndote.―Faith sonrió al verlo mirar hacia otro lado, casi sonrojándose levemente, haciéndola reír suavemente.―¿Ahora vamos a hablar?

―Primero necesito hablar con Wendy.―Regulus habló más serio y Faith se preparó para levantarse e ir a buscar a su amiga que ya debería estar despierta. Sin embargo, fue detenida por los brazos de Regulus, quien la acercó, sujetándola por la cintura y haciéndola esconder su rostro en su cuello.―No te vayas ahora.

Faith se apoyó completamente contra el chico nuevamente y sintió cómo el pasaba sus manos por su cabello desordenado. Sabía que algo andaba mal, pero esperaría hasta que él quisiera hablar, Regulus no había dormido ni una noche y las marcas oscuras bajo sus ojos mostraba que habían pasado algunos días desde que había dormida bien.

Pasaron unas horas ese sábado antes de que finalmente salieran a hurtadillas de la habitación después de muchos besos y susurros. Era día de visitar Hogsmeade así que casi no habían estudiantes en el castillo. Faith sonrió levemente al ver a Lucky y Wendy acercándose al árbol donde Regulus y ella estaban apoyados.

―¡Has vuelto!―Wendy se inclinó para abrazar a su mejor amigo, oyéndolo suspirar, aunque todavía tenía una pequeña sonrisa en su rostro.―¿Qué pasó?

―Necesitamos hablar.―repitió la frase que estaba carcomiendo a Faith, aunque ella intentó ocultarlo.

El Slytherin observó mientras se alejaba tranquilamente de donde podían oír. Faith estaba confundida acerca de Regulus, aunque sabía que siempre había albergado cierta admiración por el chico, ahora que sabía más, que algo se estaba apoderando de ella, sabía que lo había sido desde hacía algún tiempo pero ahora parecía tan fuerte, tan incontrolable.

―¿Crees que le gusta?―Lucky la sacó de su ensoñación con su pregunta muy específica de la que Faith sabía claramente la respuesta.

―Creo que le gustas.―dijo Faith sonriendo, viendo al chico ahogarse con su propio aire.―Ya lo sabes, eso es lo único que importa.

―Ella me odia.―se quejó Lucky lanzándose sobre el verde pasto, seguido por Ebony quien también se tumbó a su lado.

―Siempre anda por ahí criticándome y echándome en cara lo malo que soy en todo.

―Estás exagerando.―Faith se rio del chico.―Ella siempre te apoya, se enoja cuando te acercas demasiado a Livy y sabes que las bromas son su forma de mostrar sus sentimientos.

―Qué terrible elección.―Lucky se rio y Faith lo siguió, con el final del tema, comenzaron a buscar formas en nubes que decoraban el cielo azul.―Ese es muy parecido a un conejo.

―Todos parecen conejos.―la voz de Wendy asustó a los dos que se levantaron para ver mejor a los dos Slytherin.

―¿Nos vamos?―Regulus se inclinó, sosteniendo las manos de Faith, ayudándola a levantarse antes de entrelazar sus dedos.―Hasta luego.

Faith se despidió de sus amigos, Lucky parecía sorprendido, recién ahora dándose cuenta de lo que estaba pasando entre Faith y Regulus, mientras Wendy sonreía como si acabara de ganar una competencia. Los dos no se quedaron a escuchar las muchas palabras que seguramente sus amigos les gustaría decir. Regresaron al castillo y Regulus dijo que bajaría a las mazmorras antes de regresar a la biblioteca donde Faith lo estaría esperando. Y así la chica entró en la gran sala de libros y se sentó en una de las esas tratando de que sus pies llegaran al suelo, la chica se distrajo hasta que vio a Regulus entrando por las puertas de madera.

―¿Vas a decir algo?―Faith quería saber de qué había hablado Regulus con Wendy y también quería saber qué le diría.

―Sí.―la sacó de la mesa, haciendo que la chica volviera a caminar con él por los pasillos hasta llegar a los comunes de Hufflepuff, nuevamente tuvieron mucho cuidado al entrar, ya fuera por el vinagre o por el prefecto que podía atraparlos.

Faith se sentó en el borde de la cama mientras observaba al chico que tenía su cuaderno escondido dentro de la funda.―¿Qué hay en el cuaderno?

―Pensamientos...―Regulus pareció pensar antes de responderle a la chica, ojeando el cuaderno hasta que encontró una hoja que podía mostrar.―... y tú.

Faith dejó caer un poco la cabeza hacia un lado tratando de entender lo que decía el chico, pero sonrió cuando él le mostró una de las páginas donde había un dibujo de ella en un jardín de margaritas. Recordó que el apodo aún no tenía significado para ella.―¿Por qué Daisy?

―Cuando te vi por primera vez en la estación llevabas un ramo de margaritas en la mano.―Black se encogió de hombros, sentándose a su lado mientras miraba el cuaderno que ahora tenía en sus manos.―Pensé que te convenía.

Faith sonrió incrédula, nadie parecía prestarle atención como Regulus, era como si siempre estuviera observando cada pequeño movimiento, nada pasaba desapercibido para él. La chica se acercó, dejándole un corto beso en los labios.

―¿Qué fue eso?―preguntó Slytherin con una estúpida sonrisa haciendo que la chica desviara la mirada con sus mejillas sonrojadas.

―¿No te gustó?―preguntó insegura sobre las reacciones del chico, jugando con sus pulseras, tratando de distraerse y fingir que no estaba avergonzada.―Lo siento, pensé...

Faith no pudo terminar la frase cuando sintió las manos del chico sobre su rostro, acercándola más. Sus labios se tocaron en un beso largo y tranquilo.

―Tienes que dejar de disculparte por todo.―él sonrió mientras terminaba el beso con un beso corto.―Más cuando haces las cosas correctas.

―Nunca sé si estoy haciendo lo correcto.―Faith analizó cada rasgo del chico, preguntándose qué había pasado las últimas semanas.―Reggie, ¿qué te pasó allí?

Se puso serio, pareciendo pensar en cómo contar sus últimos días oscuros. Faith tomó su mano tratando de brindarle algo de apoyo, viéndolo sonreír débilmente antes de comenzar a hablar.―Mi madre me dejó encerrado unos días, creo que estaba pensando en qué hacer...

Faith prestó atención a cada palabras, cada gesto y cada sentimiento que el chico intentaba ocultar al recordar su momento complicado.

―Luego me llamó para charlar y cuando llegué a la sala, estaba más de la mitad de mi familia.―explicó Regulus con cierta repulsión.―Opinaron sobre mi vida como si yo no estuviera y al final decidieron qué sería mejor para mí...

Regulus se detuvo, haciendo que Faith mirara al chico confundida, él no parecía dispuesto a hablar y ella no iba a obligarlo, pero tragó y habló de nuevo.―Mandaron unos espías a vigilarme, son estudiantes pero no sé quienes ni cuántos son.―dijo, omitiendo la peor parte.

―Esto es horrible.―Faith sabía que algo andaba mal, sentía que había algo más que le molestaba, pero no quería forzarlo, y tal vez estaba muerta de miedo de saber que sus sospechas eran ciertas, así que no insistió.―¿Qué haremos?

Regulus sonrió, feliz de que la chica a su lado no pensara en irse incluso después de lo que escuchó, aún sabiendo los problemas que los dos tendrían que enfrentar, besó su mejilla, haciéndola sonreír, feliz con el cariño del chico.

―Encontraremos la manera.―aseguró Regulus antes de jugar con los dedos de sus manos entrelazadas.

Faith se sintió aliviada, imaginó que él se alejaría culpándolo de lo que sucedió en Navidad, pero Regulus estaba cambiando y Faith estaba más que encantada con eso.

𓂃 ❀ 𓂃

Faith corrió a sentarse junto a Lucky en la clase de historia de la magia, estaba casi dormida mientras leía una página enorme de un libro que la chica estaba segura era más grande que Wendy. Mirando al otro lado de la habitación tratado de mantenerse despierta, vio a Regulus sonreír mientras observaba a la chica que hizo una mueca que hizo reír al Slytherin.

―¿Hay algo gracioso que quiera compartir con nosotros, señor Black?―preguntó el antipático profesor y Regulus volvió a ponerse serio mientras negaba con la cabeza.

Faith también trató de ocultar las miradas que intercambió con Black durante la clase de Herbología, así fue en los últimos días. Ni siquiera podían mirarse por miedo a ser observados, pero eso no le impedía escabullirse durante los recesos de clase o durante la práctica de Quidditch a la que Regulus solía inventar una excusa para no ir.

―¡Te tengo!―Regulus empujó a la chica hacia el armario de las escobas y ella dejó escapar un pequeño grito de miedo antes de darse cuenta de quién era.

―¡Tienes que dejar de hacer eso!―Faith golpeó su puño contra el pecho del chico quien fingió haber sentido michi dolor solo para que ella se acercara y besara sus labios, cuando se apartó tenía su amable sonrisa adornada su rostro como todos los días que Regulus regresó.

―Me gusta lo asustada que estás por esto.―él se rio cuando ella le dio otra ligera palmada a su estómago.―Estás pasando demasiado tiempo con Wendy, te vuelves agresiva.

―Le diré que dijiste eso.―susurró Faith con una sonrisa divertida antes de ponerse de puntillas y dejar varios besos cortos en los labios del chico que sonreía. Todo iba bien hasta el momento, aunque la niña tenía un presentimiento.

La puerta del armario se abrió abruptamente, asustando a los dos quienes rápidamente se alejaron con el corazón acelerado hasta se dieron cuenta de que era Nate, Regulus cerró el puño pero al rubio no le importó, sacó a Faith de allí con los ojos muy abiertos.―¡No entren en pánico!

―Cuando dices eso, normalmente me entra el pánico.―Faith no pudo borrar la sonrisa pícara de su rostro hasta que notó que el chico estaba sudando.―Nate, ¿Qué pasó?

―Alguien quiere hablar contigo.―tomó aire para terminar de hablar mientras Regulus salía del armario.―Walburga Black quiere hablar contigo.

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