꒰ ͜͡• ₊°✧︡ ˗ O3

─────── *. ° ; ♡ ; *. ° ───────

SWEET CREATURE

🌿

chapter three; THE VISIT pt. 2

─────── *. ° ; ♡ ; *. ° ───────

En algún lugar en el sur de Francia

Sábado, 2009

- ¿Cómo ha estado todo... el pueblo... las personas?- preguntó Timothée mirando sus pies, ya comenzaba a extrañar su hogar, recordó como todos los habitantes del pueblo los saludaban y abrazaban en el momento en que salieron de su auto sin dudarlo ni un segundo.

          Eso no pasaba en la gran ciudad, si reconocías a alguien a los lejos y eras lo suficientemente desgraciado como para chocar miradas con ellos por accidente, lo máximo que podías hacer era saludarlos con un movimiento de cabeza.

- Como siempre- respondió Elliot, encogiéndose de hombros-. La señorita Patty te extraña.

          El castaño rió al recordar a su vieja maestra de teatro.

- Yo igual la extraño.

- ¿Cómo es Nueva York?- preguntó está vez Elliot, hablando emocionado ante el pensamiento de que haya algo más fuera del campo de margaritas y ese pueblo.

          Timothée se giró a mirarlo, ambos sin dejar de caminar ni por un segundo, sonrió con nostalgia y dijo:

- Enorme, pero de alguna forma, a la vez es demasiado pequeño, hay tantas personas que algunas veces no puedes ver hacia dónde estás yendo- rieron suavemente, pensando en todas las veces que él y su familia se habían perdido.

          Se quedaron en un silencio cómodo por unos segundos, hasta que fue interrumpido por una voz que venía desde atrás suyo.

- ¡Elly! ¡Por Dios, al fin te encuentro!- exclamó un chico con cabello rubio oscuro.

          Timothée lo observó bien apenas se giraron a verlo. Parecía tener demasiada energía y un problema serio de hiperactividad. Además de que habría estaba completamente descalzo si no fuera por unos calcetines a rayas azules.

          Parecía que había salido muy apurado de su casa, dejando todo lo que estaba haciendo en cuanto pudo.

          El recién llegado dejó escapar un suspiro de alivio en cuanto vio a Elliot.

- La señora Earlin dijo que no habías ido hoy, por lo que supuse que habías muerto- siguió, medio bromeando y medio en serio, más que todo lo último.

          Elliot cerró los ojos con fuerza, llevando una mano a su frente.

- ¡La señora Earlin!- dijo con un sentimiento de culpa creciendo en su pecho-. ¡Olvidé por completo que hoy era sábado!

          Timothée frunció el ceño, tratando de pensar en algo que Elliot pudiera estar haciendo en la casa de la mujer anciana a la que solían gastarle bromas inofensivas. No sé le ocurrió nada, por lo que decidió preguntarle.

- ¿Qué demonios haces tú en la casa de la señora Earlin?

          El rubio lo miró, pensando en si debería decirle o no, ya que lo encontraba un poco embarazoso.

- Le tocó el violín a sus gatitos... se estresan- respondió con una mueca, repitiendo las palabras que le había dicho la mujer.

- ¿Tocas el violín?- preguntó Timothée asombrado, pero su amigo ya no lo estaba escuchando, distrayéndose con lo que el chico (el cual Timothée aún no tenía ni idea de quién era) le estaba diciendo.

- Se me ocurrió una asombrosa idea, prepárate... ¡Venta de pasteles!- dijo, haciendo unos gestos extraños con los brazos.

- Pero somos horribles cocinando- respondió el menor.

- ¿Por qué quieren hacer una venta de pasteles?- preguntó Timothée, pero nadie le contestó, en cambio, siguieron conversando sin prestarle atención a nada más.

- ¡Pero nadie lo sabe...! Excepto tu madre, pero ella no dirá nada- siguió, pegándose a su idea original como si no hubiera un mañana.

- Supongo que podemos intentarlo.

          Elliot se encogió de hombros cediendo ante las locas ideas de su amigo. El otro sonrió ante las palabras de este antes de mirar a la figura que se encontraba a lado de Elliot, reparando por primera vez en Timothée.

- ¡Hola! Creo que no te conozco- dijo, entornando los ojos.

          El castaño reprimió las ganas de hacer un comentario sarcástico, por alguna razón, no se sentía muy bien con respecto al chico que parecía ser muy unido con Elliot.

- Soy Timothée- se presentó al final.

- Ames, es un gusto- sonrió con genuina felicidad-. Cualquier amigo de Elly es mi amigo.

- ¿Por qué quieren hacer una venta de pasteles?- volvió a cuestionar, aprovechando que ahora si le estaban prestando atención.

          Ames sonrió aún más, dejando a la vista un diente que aún no había crecido.

- Estamos juntando dinero para la universidad. Julliard, para ser más específicos, es un viaje bastante largo. ¡La señora Earlin le paga por la música!- contestó, mirando a Elliot, que se veía bastante incómodo de repente.

- No sabía que querías mudarte a Nueva York- dijo él ojiverde mirando al nombrado.

- No nos vemos desde hace seis años, Timothée- respondió con una pizca de amargura en su voz. Le molestaba un poco que el chico volviera por un par de días y pensara que todo volvería a ser como antes. Muchas cosas podían pasar en seis años completos.

- Si... tienes razón- estuvo de acuerdo, negó avergonzadamente con la cabeza, dirigiendo sus ojos al suelo por un par de segundos, antes de volverlos a Ames, que comenzó a divagar sobre quién sabe qué.

- De todas formas, debo volver a casa, iré a ver si encuentro algunas monedas en el sofá. ¡Adiós Timothée, fue un placer! ¡Y ve a disculparte con la señora Earlin, Elly!- gritó mientras se alejaba a paso rápido, Elliot le hacía gestos de despedida con la mano.

          Los dos chicos caminaron un rato más en silencio, aún seguía sin ser incómodo, pero las mentes de ambos luchaban para encontrar algo que decir. Era extraño, tenían tantas cosas que decirse, pero no encontraban cómo hacerlo.

- Así que... Julliard, ¿eh? No sabía que te gustaba la música.

- Aprendí el año en que te fuiste, estaba solo y necesitaba algo con lo que distraerme, acabó gustandome más de lo hubiera pensado- sonrió él, recordando todas las veces que su madre le pedía que le tocara alguna canción que le gustara.

- ¿Y Ames?

- Actuación, como a ti. Pero él no tiene la oportunidad de ir a Laguarida.

- Bueno, tal vez nos encontremos de vuelta en Nueva York, algún día, no lo sé, puede ser- divagó Timothée, pero Elliot se sintió extraño ante la idea de reunirse dentro de otros seis años.

          Algo no se sentía correcto.

- Creo que deberíamos volver.

─────── *. ° ; ♡ ; *. ° ───────

june's note

mi niño ames apareció!!
por ahora, la relación de
timmy y elliot es media rara,
algunas veces son amigos y
otras no, pero creo que es
entendible, no se veían desde
hace seis años y eran mejores
amigos

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top