Capitulo 16


/ ⁄ SWEET CHILD PRESENTA

— — Acto dos, capitulo dieciséis: La penumbra de la noche

Palabras: 1055

Comentarios míos: Aemma y Gwayne, ¿Qué estarán por hacer? 👀 Disfruten, comenten y voten 😘


En alguna parte de Poniente

Año 105 d.C

Gwayne Hightower y el grupo de caballeros viajaron de noche como se lo prometieron a la reina. Cuando el día comenzaba, armaban un campamento y practicaban con las espadas, para después continuar con la travesía. En todo momento estuvieron alertas a movimientos de otros caballos o de caballeros que venían en dirección contraria.

El camino ya comenzaba a ser conocido. Cada vez más estaban cerca de Antigua, cada vez más estaban cerca de terminar con lo que los Targaryen iniciaron lunas atrás, con todos esos traidores a la corona. Oh, como le encantaría ver el rostro sorprendido y temeroso de sus tíos cuando lo vieran llegar a Antigua y a Torre Alta.

Porque allí caerían en la realización de que sus días terminaron.

—Despertó, Lord Gwayne —informó un caballero.

Asintió, para mirar el carruaje que llevaba a alguien importante en esa misión secreta. Esa persona estaba tan atemorizada que no decía palabra alguna durante el viaje nocturno ni la parada diurna. Mejor así, no tenía ganas de contestar preguntas obvias.

—Bien, estamos por llegar a Antigua y la liberaremos. Ella sabrá para que la trajimos —comentó.

El caballero asintió. Gwayne descanso por unos momentos antes de volver a poner en marcha su caballo. Lo que estaba por hacer marcaría un antes y un después en su vida. Desde ese momento, sería reconocido como el único Lord de la Casa Hightower, a no ser que el rey cambiara esto. El apellido de su viejo padre era sucio, manchado por las ambiciones y traiciones. Todo aquel que lo escuchaba, pensaba en que terminarían como su padre.

Traicionando a la corona. A los reyes. A la princesa.

Gwayne no sería eso. Era una persona totalmente diferente a cada Hightower existente en Poniente. El haría justicia por un niño Targaryen inocente a las ambiciones de los adultos. No dejaría que nadie volviera a tocar a Aleryon Targaryen ni a ninguna persona que él quisiera.

—Estamos llegando, mi Lord —informó un caballero.

—Envíen la carta a la reina Aemma —ordenó.

El caballero asintió. Pronto, las torres de Antigua se alzaron frente a sus ojos y el resentimiento lo embargo. Miro el carruaje pero no dijo nada. Todavía no era tiempo de hacerlo. Bajo del caballo para comenzar a armar el campamento. El sol estaba por salir asi que no podían hacer nada por el momento, salvo esperar a la reina.

Aunque si lo pensaba bien, podía meterse en la ciudad.

—Si la reina llega, avísenle que estoy cumpliendo con mi parte del plan —ordenó. Se puso una capa sucia y gris. El caballo fue despojado de la armadura de metal que tenía en su cabeza y lomo—. Ella sabea que hacer en esos momentos.

Los caballeros asintieron hasta verlo marchar del improvisado campamento. Si tenía que pasar todo el día en Antigua hasta que fuera el anochecer, lo haría. Conocía las calles de memoria, además de los pasadizos para llegar a Torre Alta. Con su caballo les fue fácil entrar junto a un grupo de caballeros. Escondido entre ellos quienes no dijeron nada ni preguntaron nada. Mejor asi, no quería dar explicaciones de ningún tipo.

Niños y niñas corrieron a su alrededor, algunos tocaban al caballo y le daban manzanas. El camino se le hizo conocido y sonrió. Ahora debía esperar a que anocheciera. Sus tíos siempre conversaban durante horas en el salón de Torre Alta ¿Cómo los sacaría hasta afuera de Antigua? Fácil, por un pasadizo que los llevaba hasta los bosques donde el campamento se encontraba.

Solo tenia que hacer una distracción para sacarlos.

Cuando el anochecer llego, Gwayne ya tenía listo todo para captar la atención de la gente. Quemo un lugar abandonado, para después asustar a las personas. El fuego era la señal de los caballeros del campamento. La estampida lo hizo llegar rápido a Torre Alta donde se metió sin ser visto. Entonces supo que el momento estaba por llegar, cuando vio a esos desagradables hombres mirar horrorizados por las ventanas.

Escucho algo quebrarse en los pisos de arriba y después, el humo fue bajando lento. Sonrió, uno de los arqueros lanzo una flecha encendida desde el bosque hasta la Torre. Ahora era momento de sacar a esos hombres. Ver a Hobert allí, tieso mirando por la ventana, le dio tanto jubilo. Al estar en el bosque, estaría peor.

— ¡Mis señores, tienen que salir de la Torre! ¡Se está quemando! —Gritó, con la capa cubriendo una parte de su rostro.

Los Hightower voltearon a verlo y, lo siguieron ¿Tan tontos y confiados eran? Corrió hasta una puerta que llevaba a un pasillo iluminado por antorchas, sus tíos se detuvieron mirándolo con el ceño fruncido.

— ¡Acortaremos camino, mis señores! —Exclamó.

—Primero quítate...

Una parte del techo cayó interrumpiendo a Ormund. Los Hightower ingresaron al túnel sin perder el tiempo y sin hacer preguntas. Gwayne sonrió, su plan salió mejor de lo que esperaba. Todos corrían y se empujaban para poder salir de Torre Alta. Como si el fuego los estuviera siguiendo por ese pasadizo. Eso lo hizo reír de manera silenciosa.

Hobert abrió la puerta colindante con el bosque y salieron, tosiendo el poco humo que ingreso a sus pulmones. Y, cuando levantaron la vista, se encontraron con hombres apuntándoles con espadas y lanzas.

— ¿Pero qué? —Indagó horrorizado Hobert.

—Fueron muy crédulos, queridos tíos y primos —dijo Gwayne desenvainando su espada para apuntarles.

— ¡Nos traicionaste! —Chilló uno de sus primos.

El rubio negó. En ese instante, un caballero llegaba con la antigua dama de Alicent. Esta estaba amordazada y amarrada. Sus familiares miraron boquiabiertos a la chiquilla.

—No, ustedes traicionaron de nuevo a la corona. Su pequeño pajarillo canto todo todito en el camino desde Desembarco —comentó. Su sonrisa se amplió cuando la reina avanzó entre los caballeros—. Y todos ustedes sucios Hightower, pagaran por su traición.

Ormund comenzó a reír. Dioses, el parecido con Otto era escalofriante.

—Tú eres uno, niño —gruñó.

—No —negó la reina hablando por primera vez en esa noche—. Él es un Florent, no un Hightower.

Gwayne sonrió cuando los caballeros los tomaron a todos para amarrar sus manos y amordazar sus bocas.

Después de todo, la justicia llegaba tarde o temprano.

¡Holis! Uy, Gwayne anda con todo 👀

Y ahora si, finalmente la casa Hightower (no al 100% por Alicent y Gwayne) será extinguida. Y la casa Florent, se asentara con Gwayne y Alicent.

Uyy, ¿Cómo creen que mueran esos Hightower?

Con esto me despido hasta el cap 17 😘 Les cuento que tengo canal de difusión. El link lo encuentran en los comentarios del tablero 💖

Nos vemos

Monse 🎃🎃

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