Capitulo 09


/ ⁄ SWEET CHILD PRESENTA

— — Acto dos, capitulo nueve: Danza de los Dragones

Palabras: 1170

Advertencia: Salto de tiempo.

Comentarios míos: No se asusten con el título 😅 Disfruten, comenten y voten 😘


King's Landing

Año 105 d.C

Dos dragones volaban por sobre la ciudad. Uno era dorado mientras el otro era de color plata. Rugían y cantaban, batían sus alas para tomar velocidad y después bajar en picada. Giraban entre ellas, de un lado a otro, sacando risas de sus jinetes, una hija y una madre que danzaban con sus consentidas dragonas.

La princesa Rhaenyra de 14 veranos con su dragona Syrax.

La reina Aemma y su pequeño hijo de dos veranos Aleryon, con su dragona Silverwing.

La gente de King's Landing sonreía ante las dragonas, celebrando los años de paz que se avecinaban. Muchos sucesos habían pasado durante ese tiempo. La unión entre la flota de Volantis y la flota Velaryon para cuidar los Peldaños de Piedra de la Triarquía. La disolución del complicado matrimonio entre Lady Rhea Royce y el príncipe Daemon Targaryen, quien después de obtener su ansiado divorcio, salió a festejarlo con sus capas doradas a las tabernas de King's Landing. La reina Aemma trajo de regreso los juicios de las mujeres, quienes ahora contemplaban con felicidad las nuevas escuelas y orfanatos de los niños, además de sentir más seguridad en las calles de la ciudad. Incluso se implementaron sistemas de alcantarillado no tan solo para la ciudad sino que también para diferentes casas ancestrales.

Todo estaba marchando bastante bien para el reino de Viserys I. Aunque había algo que mantenía a los reyes con sus nervios tensados y sus vellos erizados.

Cuervos de diferentes Casas enviados a la capital, pidiendo la mano de la princesa en sagrado compromiso. Tyrell, Lannister, Blackwood, Bracken, Mallister, Manderly, Greyjoy, Frey, Tarth, y otras casas mas que Viserys y Aemma dejaban de leer por dolores de cabezas que le generaban.

Pero como ellos esperaban y siempre decían: Es decisión de Rhaenyra.

— ¡Rhaenyra, es hora de bajar! —Grito por sobre el viento y los rugidos de las dragonas.

No obstante, Aemma no era ciega cuando veía las constantes interacciones entre su pequeña Rhaenyra y Gwayne Hightower. Podía ver ese fuego en los ojos de su hija, pero un fuego intenso y que atraía. Varias veces vio como el joven Hightower de 15 veranos caminaba junto a Rhaenyra en conversaciones interesantes que su hija después le comentaba en la privacidad de los aposentos. Solo era cuestión de tiempo a que la llama de querer estar juntos se encendiera.

Que los dioses salvaran a Gwayne del padre, tíos y madres celosas que Rhaenyra tenía.

Las dragonas llegaron al patio de Pozo Dragón, donde los Dragonkeepers esperaban pacientes a que terminaran su vuelo matutino. Lástima para ellos, que las dragonas no entrarían a sus cuevas sino que volarían hasta que sus alas se cansaran. La reina Aemma amaba ver a las dragonas danzando en el aire, como pajarillos revoloteando alrededor de un parque, como mariposas jugando cerca de las flores. A veces, se unían Meleys y Seasmoke, el dragón de Laenor. Otras, Balerion y Caraxes competían por quien era el más rápido.

Cuando ambas, madre e hija, bajaron de sus dragonas, pudieron notar el carruaje que las esperaba junto a Sir Harrold Westerling, que respiraba con tranquilidad en alivios al no ver ninguna herida. En el carruaje se encontraban Alicent y Gwayne Hightower, conversando en susurros divertidos. La chispa de la alegría vibrando en los ojos celestes verdosos de ambos.

—Se ve bastante relajado, Sir Harrold —comento Aemma, jugando con los pelinegros cabellos de Aleryon, quien reía divertido.

—Cada vez que las veo en el suelo sanas y salvas, Su Gracia, se evita que mi cabeza este prontamente en una pica —respondió el caballero.

Las dragonas a su espalda se elevaron en vuelo. De la cueva, salió Dreamfyre recién despertando de una siesta para dar sus vueltas diarias en compañía de Silverwing y Syrax. Desde que Viserys dio la orden de liberar de las cadenas a los dragones del Pozo, estos volaban tranquilos por los cielos de King's Landing. Algunos habían aumentado su tamaño teniendo que desplazar sus nidadas a las montañas cercanas a la capital.

—Fue un vuelo agradable, por lo que veo, Nyra —dijo Lady Alicent, mirando a su hija con una sonrisa en su rostro. La reina noto como los ojos de Gwayne miraban cada uno de los gestos y movimientos de Rhaenyra—. Syrax se ve más grande, casi llegando a ser del tamaño de Caraxes.

—Suficiente para cargar a dos personas. —El movimiento de hombros de su hija, mirando a ambos Hightower con interés la hizo sospechar. Alicent negó tomando el brazo de su hermano—. Bueno, ¿Qué dices tú, Gwayne?

Gwayne asintió lento ¿Le temía a los dragones? ¿O temía que Rhaenyra no era capaz de llevar a otra persona en un vuelo?

—Estaría encantado —respondió, moviéndose para dejarlas entrar al carruaje.

Aemma volteo a observar la danza que las tres dragonas hacían en los cielos. Un espectáculo digno de observar. Grandes, rugiendo felices, haciendo piruetas y girando entre ellas en círculos que subían y subían hasta después separarse para caer en picada. Una bella sinfonía que nadie podía perderse. Los colores dorado, plateado y azul pálido brillando ante la luz del sol de aquel día.

—Reina Aemma —dijo Gwayne, ayudando a subir las escaleras del carruaje.

Asintió agradecida.

Por el camino, su hija y los hermanos Hightower se mantuvieron en conversaciones divertidas que de vez en cuando la hacían sonreír ¿Cómo era posible que ellos dos tuvieran la sangre del desagradable hombre Otto Hightower? Decir que ambos hermanos no lloraron la muerte de su padre, era mucho. Ambos habían sido enviados por Ormund Hightower como una muestra de buena fe para seguir manteniendo la amistad entre la Casa Hightower y la Casa Targaryen. Lo que pedían era que los hermanos enviaran un cuervo cada cambio de Luna para informales de su estado, las cosas que hacían y demás.

Ninguno lo había hecho desde entonces, siendo eso ya a más de 10 lunas.

Aemma se había mostrado sorprendida cuando Lady Alicent le comento que ella no estaba lista para comprometerse y, que por el momento, prefería mantenerse como doncella de Rhaenyra. La joven tenía 16 veranos, una edad prudente para contraer compromiso pero ella no quería.

—Nyra... Nyra...

Aleryon elevo sus manitos para que su hermana mayor lo tomara.

Sonrió, observando como su hija consentía a su hijo. A su lado, Gwayne miraba al niño con ojos brillantes. Le extrañaba el que estuviera tan relajado, pero después de saber por qué se tranquilizaba. Estando en la capital, el pelirrojo se desenvolvía con facilidad. Y varias veces, le agradecía por no enviarlos de regreso a Oldtown. Decía que era un nido de víboras, que tornaba el ambiente tan pesado que se enfermaba con dolores de cabeza de manera seguida.

Los rugidos de Dreamfyre, Syrax y Silverwing sonaron por lo alto.

Cuando llegaron a las puertas de la Fortaleza Roja y bajaron del carruaje, Aemma observo el cielo sonriente al ver la hermosa danza de dragones que realizaban las dragonas.

Todo era tranquilidad y paz en el reinado de Viserys I.

¡Hola! ¿Como les va? ¡Primer capitulo de este segundo acto! 😍💪

Los dragones siendo libres de volar cuando quieran 😭💖 Gracias Vizzy T por no encadenarlos dentro de la Fosa 💖 

Esas miraditas Gwayne 👀 Cuidadito que mamá Aemma ya anda dándose cuenta 👀 

¿Con quien creen que Rhaenyra debería de casarse? ¿Con que Casa de Westeros podrían aliarse?  Con la segunda pregunta hablo en general, no necesariamente por matrimonio con Rhaenyra. Les leo 👀

Ustedes al leer el titulo del capitulo:

Con esto me despido hasta el próximo capitulo 😘 Mencionar que tengo canal de difusión donde doy variada información de los fanfics, spoilers, datos, etc. El link lo pueden encontrar en los comentarios del tablero 💖

Nos vemos, 

Monse 🐉🐲

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