Capitulo 05
/ ⁄ SWEET CHILD PRESENTA
— — Acto uno, capitulo cinco: La furia del Rey Viserys I
Palabras: 2410
Advertencias: Mención de traición. Intento de manipulación. Muerte explícita. Decapitación pública.
Comentarios míos: Y Viserys se convierte en dragón escupiendo fuego para sus enemigos y los traidores 😈🔥 Disfruten 😉 Voten ⭐ Y comenten 🖊
King's Landing
Red Keep
103 d.C
Viserys observaba el fuego de su habitación con atención. Pensaba en todo lo que había sucedido en el transcurso de los días pasados desde que le entrego la carta de su abuelo, Jaehaerys I, a su hermano Daemon. Muchas cosas salieron a la luz desde ese momento, como los abortos causados por las parteras y el Maestre Mellos a su esposa, Aemma Arryn ¿Qué cómo lo supo? Porque el hombre vino hasta el aterrorizado ante lo que Daemon estaba haciendo, y confeso todo. Claramente no lo iba a dejar impune de su traición y por la muerte de sus hijos.
Lo mando a llevar a los calabozos, para ser decapitado junto a los lores de su Consejo.
Lo lamentaba por Oldtown, pero ya no bajaría la cabeza ante situaciones como esa para que el resto lo manipulara. No lo enviaría de regreso porque sería misericordioso. Y él ya no era misericordioso. Era un dragón, por todos los dioses Valyrios, hijo del príncipe —antes de su muerte— Heredero Baelon Targaryen y la princesa Alyssa Targaryen, hijos del Rey Jaehaerys I y la Reina Alysanne Targaryen, hijos del Rey Aenys I, hijo del Rey Aegon I y la reina Rhaenys Targaryen. Por su sangre corría la sangre de los Conquistadores y la sangre de Reyes, ¿Por qué bajar la cabeza?
¿Era una oveja? No, era un dragón, y sería un dragón.
—Su Majestad...
Y allí estaba, el dueño de todas las malditas desgracias que sacudían a su familia desde que leyó esa carta reveladora. Esa persona que lo único que deseaba era poner su sangre en el puto Trono de Hierro. No era un ciego, no desde que Daemon le hizo darse cuenta de cómo era Otto Hightower. Un maldito ambicioso hombre que buscaba el poder a cuesta del sufrimiento de otras personas. Ese hombre junto a los lores encarcelados y el Maestre Mellos, estaban haciendo que Aemma no les diera vástagos varones, ¿Para qué? Para hacer correr el rumor de que la Reina no tenía buen vientre. La matarían en la cama de parto, ¿Y qué sucedería después?
La maldita sanguijuela de Otto Hightower usaría a su única hija, Lady Alicent Hightower, como moneda de cambio. Hombres como Otto no le importaba usar a su propia familia para alimentar su hambre de ambición y poder.
Pero ya no más. Ese sería el último día de vida que el hombre Verde tendría. Jamás le perdonaría lo que estuvo intentando hacer. Sir Harrold le había comentado lo que los tres mercenarios habían intentado hacer. No querían secuestrar a Aleryon, a quien querían secuestrar era a Rhaenyra para venderla a casas de placer de las Ciudades Libre. Y a Aleryon... Lo querían matar. Otto Hightower había orquestado todo porque el barco que retuvieron en el puerto, fue pagado con monedas que Otto tenía en su poder.
No tendría misericordia para cortarle la maldita cabeza.
—Otto... —Lo observo tranquilo. Porque debía de actuar como un amigo con él para que no se diera cuenta de nada— ¿Dónde has estado? Te estuvimos buscando por todas partes. Estaba preocupado.
La mirada que le dirigió era analítica. Claro que lo haría, pues quería cerciorarse de que no sabía absolutamente nada de sus planes.
Maldito estúpido.
—Mi Rey yo... Tenía que fijarme si mis hijos se encontraban bien —dijo a base de mentiras. Alicent y Gwayne se encontraban en Oldtown desde esa mañana, porque su padre los mando hacia allá—. Mi corazón se alivió cuando los vi sanos y salvos.
Escucho que Daemon y Aemma casi lanzan una carcajada desde el balcón. Asi que para disimular el sonido, volvió a hablar.
—Se me llena el corazón de dicha al escuchar eso, Otto —dijo, sonriendo falsamente. Vio al hombre relajarse— ¿No te enteraste de las noticias?
La respuesta lo hizo enfurecer.
—La muerte del príncipe Aleryon y el secuestro de la princesa Rhaenyra nos acongoja a todos, Su Majestad —menciono. El muy imbécil creía que sus hijos estaban muertos. Quería matarlo allí mismo, tomarlo de los malditos pelos para arrastrarlo donde Balerion para que lo matara. Pero se contuvo. Aun no era tiempo para revelar todo—. La pérdida de un hijo es dolorosa, no sabría cómo sentirme si mis hijos fueran asesinados ¿Qué paso con los asesinos? ¿Lograron encontrarlos?
—No...
—Que lastima... ¿Los Capas Blancas se encuentran aun buscándolos? —Cuestiono. Pudo descubrir el regocijo en su voz—. Mi Rey... Sé que no es un buen momento para usted por haber perdido a sus hijos pero... Usted necesita un heredero... ¿Cómo se encuentra la Reina? Debe de ser doloroso para ella, pero es necesario para que su reinado sea fuerte, que pronto tengan un Heredero...
La furia estaba a punto de desbordarse, sus manos temblaban y él solo quería golpearlo tan fuerte para dejarlo callado. Otto estaba intentando manipularlo y que asi cuando Aemma estuviera nuevamente embarazada, asesinarla en la cama de parto. No pudo contenerse en preguntar.
— ¿Tu hermano Ormund, está cuidando bien a tus hijos? —Pregunto con furia. La piel del rostro de Otto tomo un tono blanco como el papel— ¿Me querías ver la cara de imbécil, Otto? ¿Querías hacerme creer que mis hijos estaban muertos?
—Su Majestad, no es...
— ¡CALLATE! —Grito iracundo. A lo lejos, el gruñido furioso de Balerion se escuchó y Otto tembló— ¡¿Creíste que podías intentar matar a mi hijo y secuestrar a mi hija?! ¡Se te acabaron los juegos Otto Hightower! ¡Todos los movimientos que has estado haciendo los conozco! ¡Cada cosa que haces, cada paso que das, los sé con anticipación! ¡Tus hijos fueron enviados hoy por la mañana a Oldtown, ¿Creíste que no me enteraría?!
Otto temblaba como una hoja recién caída. Todos sus planes se habían ido por la borda. Estaba completamente perdido.
— ¡Lo hice por usted, mi Rey! ¡Para que su Reinado fuera fuerte! ¡Una mujer no puede ser heredera y el príncipe Aleryon es aún un bebe! La reina es débil, su Majestad, usted mismo la ha visto...
— Débil porque asi lo querías ¿Acaso tus queridos espías no te comentaron que Mellos confeso todo? —Al decir aquello Otto cayo rendido al suelo por sobre sus rodillas. Podía sentir que el hombre buscaba una forma de salvarse y de esa manera, estaba pidiendo misericordia. Pero él no era un Rey misericordioso—. Envenenando a la Reina llegaría un momento en que Mellos me haría abrirla como un maldito cerdo. Y eso la mataría ¿Y qué harías tú? Meter a tu hija, Lady Alicent de apenas 13 veranos, en mi cama ¿Qué dirás ahora, Otto? ¿Qué excusa usarás? ¡Ninguna, porque eso pondría tu sangre en el trono! ¡Y eso es lo que tanto ambiciones, ¿No?! ¡Un heredero al Trono con tu sangre!
Cuando Otto levanto la mirada, lo noto llorando ¿Eso estaba haciendo para ablandar su corazón? Que imbécil. Sintió la presencia de su esposa y su hermano a sus espaldas. Cosa que Otto noto porque tembló.
—Mi Reina yo...
—Silencio Otto, tu Rey está hablando —ordeno Aemma.
Viserys se hinco hasta quedar a la altura del hombre. Lo miro con asco.
—Te desprecio, Otto —dijo con desagrado— ¿Sabes? Si fuera otra persona, te exiliaría del Reino quitándote el Titulo de la Mano del Rey, o incluso, quitándote todos tus títulos. Podría mandarte al Muro, pero... Eso no es lo que haré... No mereces piedad ni perdones, tampoco mereces un exilio. Apenas mereces respirar y seguir con vida. Solo por esta noche.
— ¿Disculpe?
Otto lo miraba asustado.
— ¡Guardias! —Llamó. Dos Capa Blancas entraron a la habitación del Rey. Guardias que juraron completa lealtad hacía él. Se dirigió a Otto, quitándole el prendedor de la Mano—. Mañana estarás a primera hora en la plaza principal junto a los lores traidores de mi Consejo. Allí te daré tu sentencia. Pero que quede en tu conciencia, que de mañana no sales con vida de King's Landing ¡Llévenlo a los Calabozos!
Los guardias acataron la orden y Viserys solo pudo regocijarse ante los gritos de pánico del hombre.
(...)
Al día siguiente...
La plaza principal se encontraba llena con los habitantes de King's Landing. Muchos no sabían que estaba sucediendo, porque no todos los días dos grandes tarimas se encontraban puestas junto a la estatua de King's Landing. Una de ellas tenia a los Reyes de King's Landing y Westeros, Viserys I y Aemma Arryn. Junto a ellos se encontraban otros Lords fieles a ellos como Lord Lyonel Strong, Lord Lyman Beesbury y Lord Caswell. El hermano del Rey y los hijos del Rey no se encontraban allí.
La otra tarima tenía un extraño artefacto de madera que causo escalofríos en la gente del pueblo, además que una canasta estaba bajo esta. Cuatro capas blancas se encontraban allí esperando órdenes y, lo más escalofriante de todo, una cabeza en una pica estaba puesta entre ambas tarimas ¿Qué estaba sucediendo? Entonces el Rey se levantó.
— ¡Pueblo de King's Landing! ¡Ya sé que se preguntan qué es lo que sucede! ¡Hace algunos días descubrí una terrible acción en mi contra, un complot para traicionarme y asesinar a mi familia! —informó. Los murmullos no se hicieron esperar. Todos hablaban entre todos sin poder creer quienes intentaron dañar al Rey Viserys Targaryen— ¡No obstante, esto jamás se llevó a cabo! ¡Descubrí a los traidores y detuve una futura catástrofe en la que mi hijo Aleryon Targaryen era asesinado y mi hija, Rhaenyra Targaryen, era secuestrada por piratas para ser vendida a casas de placer en las Ciudades Libres! ¡Este hombre, a quien su cabeza fue puesta en una pica, fue el responsable junto a otros dos hombres en hacer dichos actos! ¡Pero no se logró gracias a la Guardia real y a mi hermano, Daemon Targaryen, quienes llegaron a tiempo para detener este cruel acto!
Entonces, por las escaleras de la tarima el Maestre Mellos y cuatro Lores subieron con sus manos y pies sostenidos por grilletes. Tras de ellos, Daemon Targaryen subió luciendo su armadura negra con escamas de dragón. Sonreía alegremente y orgulloso de la tarea encomendada.
— ¡Estos lores son los principales sospechosos de la traición en contra de la corona, conspirando desde muchas lunas para dañar a la Casa Targaryen! ¡Su condena será perder la cabeza, por traición e intento de asesinato! ¡Se les informó a sus respectivas Casas las acciones y su consecuencia! —Anunció el Rey.
El pueblo gimió sorpresivamente, viendo al príncipe Daemon tomar su famosa espada Hermana Oscura y prepararla para cometer el castigo. Cada uno de los lores fue puesto en la posición correcta y Daemon fue cortando sus cabezas. Quienes no podían ver esto, corrían su cabeza para evitar el asco. Y a los menores que se encontraban entre la multitud, les eran sus ojos tapados. Al finalizar, cuatro cabezas llenaban la cesta por lo que los guardias cambiaron la cesta. Los cuerpos de los lores fueron puestos en una carreta tirada por dos caballos.
Fue el turno de Maestre Mellos quien temblaba como una hoja.
— ¡Maestre Mellos! ¡Es acusado de traición a la corona, envenenamiento a la Reina en reiteradas ocasiones provocándole abortos inesperados y que mis hijos nacieran muertos! ¡Además de conspirar para el asesinato y secuestro de mis hijos! ¡Su castigo será perder la cabeza! —La gente se enfureció ante esto.
La Reina Aemma era muy querida por la gente del pueblo y por las diferentes Casas de Westeros. Los insultos y basura siendo tirada al Maestre no se hizo esperar. Un hombre como el no debería de seguir viviendo. El hombre con sus ropas sucias fue puesto en el extraño artefacto de madera y su cabeza fue cortada.
Y, para la sorpresa de algunos, Otto Hightower fue el siguiente en subir.
— ¡Otto Hightower! ¡Principal ejecutor de todas estas conspiraciones! ¡Principal incitador para el asesinato y secuestro de mis hijos! ¡Además, de conspirar con el Maestre Mellos para la futura "repentina" muerte de la Reina! —Nuevamente los gritos comenzaron, esta vez no se salvó de las botellas de alcohol que eran lanzadas en su dirección— ¡Su castigo será muerte por fuego de dragón y, quien ejecutara este castigo será mi hermano, Lord Comandante de la Guardia Real, Daemon Targaryen!
Otto Hightower miro al Rey en pánico total.
Fue bajado de la tarima y llevado a un lugar desconocido. Donde también, luego de despedirse de la multitud, los Reyes fueron. Daemon llego minutos después sin su armadura y con la espada en su funda. Caraxes y Balerion ya estaban allí esperando ansiosamente las instrucciones de sus jinetes.
—Tu muerte será lenta, Otto... —Daemon se paseó alrededor del hombre arrodillado en el suelo. Solo sus manos tenían grilletes, pues por orden del príncipe, los grilletes de sus pies fueron quitados— ¿Vez esa colina frente a ti? Correrás, lo más rápido que puedas. Si llegas a las rocas no te salvaras porque hay arqueros esperando mi orden, pero, si no alcanzas a llegar a las rocas Caraxes y Balerion te quemaran. Simple, ¿no? Morirás de las dos formas pero con una sufrirás menos que con la otra. Y para darle algo de dificultad a esto...
Dos guardias levantaron a Otto con brusquedad. Daemon golpeo sus piernas para que las separara, cuando lo hizo saco Hermana Oscura e hizo un corte limpio en cada pierna. El hombre verde gimió de dolor.
—Tienes 30 segundos para pasar las rocas, comienza a correr.
Pero claro que había una trampa. Nada más el hombre comenzar a correr Daemon fue a montarse en Caraxes y Viserys en Balerion. Se elevaron en vuelo observando con regocijo como el hombre corría con dificultad. Hicieron que sus dragones se acercaran al hombre y ordenaron.
— ¡Dracarys!
Dos llamaradas de fuego golpearon distintos lugares cerca de Otto. El hombre grito de dolor cuando el fuego alcanzo su brazo izquierdo. Las órdenes siguieron siendo dadas, quemando distintas partes del cuerpo de Otto. Sus gritos se escuchaban por todo el monte, pero nadie podía escucharlo salvo los guardias reales. Y la reina, que miraba todo sonriendo con tranquilidad.
Las llamaradas de fuego continuaron y el hombre estaba cada vez más quemado. Ya no podía correr, su carne estaba al aire libre ardiendo dolorosamente mientras su piel seguía quemándose. Cayo al suelo cerca de una roca y, con dificultad comenzó a arrastrarse. Gritaba de dolor, deseaba que pararan de torturarlo de aquella manera.
Otto Hightower murió cuando su mano rozo el límite que el príncipe Daemon había impuesto para no morir quemado.
Finalmente el Reinado de Viserys I entraba en la paz.
¡HOLAAA! ¡OTTO ESTA MUERTO YUJUUUUUU!
Finalmente terminamos este capitulo con final feliz, porque desde ahora solo habrán problemas de política y la guerra de los peldaños de Piedra, ¡No Danza de Dragones gente! 🥳🥳🥳 Ahora se vienen los compromisos matrimoniales 😈😈😈¿Qué compromisos van a hacer?
¿A quien pondrán como Heredero al Trono: Aleryon o Rhaenyra? Si, ya se que en los capítulos anteriores Viserys pensaba poner a Rhaenyra, pero esta fue un as bajo la manga para saber quienes de los lores actuaría en su contra. Ahora que ya no habrán conspiraciones ni tampoco traiciones, es cuando verdaderamente tiene que pensar en quien le sucederá.
También se vienen nuevos cambios en el Consejo Privado, ya tengo a dos para el puesto de Consejero Naval y Mano del Rey. OJO: Lyonel Strong no será Mano en este fanfic, seguirá siendo Consejero de Edictos. Entonces, ¿Quiénes serán las nuevas adquisiciones?
Próxima actualización: Lunes 01 de abril
MEME TIME
Viserys escuchando a Otto:
Otto cuando Viserys le revelo todo:
Daemon durante las ejecuciones:
Viserys y Daemon en la ejecución de Otto:
Ustedes cuando Otto murió:
Y con esto terminamos, nos estaremos viendo nuevamente el Lunes.
Nos vemos,
Monse 🐉🐲
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