Capitulo 03


/ ⁄ SWEET CHILD PRESENTA

— — Acto uno, capitulo tres: El Onomástico de muerte

Cantidad de Palabras: 1670

Advertencias: Intento de envenenamiento. Intento de Asesinato. Muerte explicita.

Comentarios míos: GRANDE TIO DAEMON PROTEGIENDO A SUS SOBRINOS. Disfruten, Voten y Comenten.


King's Landing

103 d.C

El día del nombre de Rhaenyra Targaryen llego sin ninguna novedad.

La princesa con ya 12 días del nombre estaba eufórica observando a los invitados y los múltiples regalos que estos le traían. Algunos eran grandes, mientras que otros eran pequeños. Trataba de alcanzar algunos pero su madre no la dejaba, la miraba con una sonrisa maternal para que no lo hiciera.

—Debes esperar, cariño...

—Pero mama, no puedo hacerlo...

El bostezo de un bebe distrajo a la princesa. Con cuidado se acercó a su hermanito, Aleryon, quien tenía sus ojos abiertos mirando a su alrededor con confusión. La Reina Aemma aún no podía creer que tenía en sus brazos al hijo que por tanto tiempo espero. Era pequeño, apenas cabía en sus brazos, un pequeño descuido y podía perderlo de vista.

Viserys estaba todo el tiempo pendiente de ambos, al igual que Rhaenyra, Daemon y el resto de sus familiares. En especial Daemon, quien acariciaba Hermana Oscura cada vez que una criada se acercaba a darle alguna bebida o bocadillo. Tal vez su cuñado estaba siendo demasiado sobreprotector, pero comprendía que era por aquella advertencia de que ese día, alguien haría el intento de enfermar a Rhaenyra.

—Mami, ¿Tú crees que pueda llevarlo a volar en Syrax? —Pregunto con inocencia la niña.

Aemma sonrió.

—Tu abuela Alyssa tenía esa costumbre con tu padre y tío, ¿Por qué mejor no dejamos que tu padre lo lleve a su primer vuelo? —Pregunto, observando a una criada acercarse a ellas con un papelito. Mysaria.

Rhaenyra asintió con un tierno puchero en sus labios. Aemma la observo con amor recibiendo el papelito de la criada. Al leerlo, su rostro se contrajo en preocupación. Mando a buscar a Sir Harrold, para que junto a una cuidadora, se llevaran a sus hijos del lugar. Al ver ya que sus hijos estaban seguros con el Guardia y la cuidadora, se levantó de su asiento.

El miedo se apropió de su cuerpo, sus hijos debían ser protegidos cuanto antes. Sus manos temblaban mientras repasaba una y otra vez las palabras escritas en el papel apretado por sus manos, ¿Cómo actuar en una situación así? ¿Cómo actuar cuando una de las Casas invitadas estaba a nada de matar a sus hijos? No, no quería que eso pasara. Tenía que luchar, ser una dragona como su sangre lo reclamaba. Proteger a sus hijos con uñas y dientes.

En silencio y sonriendo tensamente a los visitantes, camino hasta su esposo y primo. Ambos hombres conversaban con Rhaenys y Lord Corlys. Al verla llegar, la observaron con intriga. Viserys busco con la mirada a sus hijos.

—Los mande con Sir Harrold y una cuidadora al cuarto de niños —dijo, para tranquilidad de los cuatro frente a ella. Entrego el papel a Daemon, quien lo leyó en silencio bajo la atenta e inquietante mirada de su hermano y prima—. Me lo acaban de entregar...

—Bien, comenzare con la búsqueda. Nadie sale nadie entra.

Rhaenys tomo el papel, leyendo con inquietud las palabras. Las cuales la dejaron consternada.

"Infiltrados en la servidumbre. Precaución en los pasadizos"

Debían de hacer todo lo posible para encontrar a aquellos infiltrados, antes que fuera demasiado tarde. Con ayuda de guardias Velaryon y Targaryen, la búsqueda se hizo en silencio y sin preocupar a los invitados. Buscaron por cada rincón de aquel salón, yendo a las cocinas y buscando por los pasadizos, pero no encontraron nada.

La situación empezó a ahogar a la Reina, quien respiro de manera más rápida ante el miedo de perder a sus hijos. Sus oídos fueron bajando su audición, haciendo imposible el saber que estaba diciéndole la jovencita frente suya. La ayudo a sentarse al verla con su mirada perdida, sus manos temblaban encontrándose heladas y algo sudorosas.

— ¿Mi Reina? ¿Se encuentra bien? —Pregunto, acariciando sus manos para volverla a la realidad. El Rey llego a su lado, junto al príncipe Daemon—. Su Majestad, no se...

—Está bien, vuelve a tus obligaciones.

Daemon frunció el ceño al escuchar una conversación cercana. Era entre Rhaenys y un criado.

Se fueron por el camino de la Habitación de los Reyes.

Y eso lo preocupo. Porque por ese camino, también se encontraba el cuarto de los niños.

No perdió tiempo y corrió fuera del salón. Guardias lo siguieron, pero bajo la orden de Viserys. No le importaba a quien debía de empujar o tirar al suelo en su persecución, estaba encolerizado por aquellos desgraciados que querían dañar a sus sobrinos ¿Cuál era el motivo? ¿Por qué estaban tan deseosos en destruir lo que Viserys y Aemma estaban construyendo? Quería tenerlos enfrente para despellejarlos con su sus propias manos, malditos sinvergüenzas. Oh, lo que verdaderamente quería, era tener a la sanguijuela de Otto Hightower en frente, para observar con malicia su horrenda cara de rata traicionera.

Con tan solo imaginar la cara que pondría al ver a los hijos del Rey en una pieza y sonrientes, le llenaba de emoción. Estaba claro que ese hombre solo deseaba quitarle de las peores maneras los hijos al Rey, no le importaba a quien usaba para conseguirlo. Pero, lástima que aquello no ocurriría porque él se preocuparía de derrotar a los que lo intentaran.

No se llamaba Daemon Targaryen para nada.

Llego al pasillo de los aposentos Reales y el cuarto de los niños. Entonces lo vio.

Tres hombres vestidos de negro, en sus manos llevaban dagas y una bolsa de género, ¿Acaso pensaban en llevarse al hijo varón del Rey? Apretó su puño rabioso. Sir Harrold Westerling estaba desarmado aprisionado contra la pared con sangre en su rostro y una cuchilla en su garganta. Los otros dos tipos se encontraban amenazando a la cuidadora, quien era en esos momentos la chiquilla... ¿Cómo se llamaba? Ah, sí, Elsa Flowers.

No espero tiempo para sacar la temeraria Hermana Oscura y arremeter contra uno de los desgraciados. Corto su cabeza a la mitad, dejando su lengua a la vista, frente al rostro de la chiquilla Flowers y de su sobrina quien escondió su rostro en el cuello de la mayor. Él bebe lloro desesperado. Los otros dos tipos no tuvieron tiempo de procesar la situación, cuando uno de ellos fue partido a la mitad y el otro quedo aprisionado contra la pared por los demás guardias.

—Nadie toca a mis sobrinos, ¡Nadie! —Grito, golpeando en el rostro al único sobreviviente que pasaría a irse a los calabozos. Guardo su espada Valyria en su estuche— ¡Llévenselo a los calabozos! Después me ocupare de él. Y limpien este desastre, Balerion y Caraxes deben estar con hambre. Pero preocúpense de no dejar armas que puedan dañar a los dragones.

Los guardias asintieron a la orden, sin objetar ante la segunda orden que trataba de los dragones. Daemon entonces, observo al guardia real. Le entrego un pañuelo para que limpiara su rostro.

— ¿Se encuentran bien? —Pregunto a la cuidadora y a su sobrina.

—Si mi príncipe... Ellos querían llevarse a la princesa y el príncipe —dijo, con su voz temblando en miedo. El mayor asintió, tomando a su sobrino para calmar sus llantos. Él bebe de tan solo dos días de nacido, se apretujo contra el pecho de su tío buscando su calor—. Rhaenyra...

La princesa dejo de esconderse en el cuello de la joven Flowers, para observar a su tío. Su rostro tenía pequeñas manchas casi oscuras por las lágrimas derramadas y su nariz, estaba algo enrojecida. Sus ojos amatistas buscaron los ojos de su tío, para después caminar a abrazarlo. La sintió temblar pero no de frio.

—Tuve mucho miedo tío...

Daemon asintió. Se llevó a sus sobrinos a la habitación de Viserys, donde sabía que su hermano buscaría. Mientras iban caminando, Sir Harrold mantenía a la joven Flowers tomada del brazo para evitar que cayera al suelo de los nervios. El Maestre tendría que darle un agua calmante. Una situación como aquella ponía a cualquier persona en estados atemorizados y de nervios preocupantes. Incluso el, Daemon Targaryen, había tenido miedo al ver a los tres hombres en ese pasillo.

Solo se le vino a la cabeza el grito de dolor de Aemma y Viserys.

Se sorprendió al ver a su hermano en su habitación, caminando como un dragón enjaulado. Aemma también estaba allí, con Rhaenys tomando sus manos en un intento por calmarla. Lo cual sucedió, cuando lo vieron entrar con sus sobrinos. Rhaenyra fue la primera en correr a abrazar a su madre y padre.

— ¡Mama, papa! —Chillo, volviendo a llorar.

Daemon se acercó a su prima para entregarle a Aleryon. La mujer lo abrazo agradecida.

—Oh, Daemon, muchas gracias. —Sollozo.

Viserys lo abrazo, palmeando su espalda. No estaba acostumbrado a los abrazos y menos los de su hermano, pero comprendía su tranquilidad. Si él fuera padre —esperaba que no sucediera aun— estaría en una situación mucho peor, asesinando a todo aquel que estuviera en frente. Se alegraba de haber llegado a tiempo a rescatar a sus pequeños e indefensos sobrinos.

—Daemon, te lo agradezco hermano... ¿Cuántos eran? —Pregunto.

—Tres. Mate a dos y uno fue dejado en los calabozos con las demás ratas —respondió, acariciando a hermana oscura. Usaría nuevamente esa espada—. Sera interrogado después, ahora debes revisar que tus hijos estén bien. Aunque sea un agua calmante. Pasaron por una situación estresante.

Viserys asintió, mandando a llamar al Maestre Gerardys. Otro guardia llego, con noticias para el Rey.

—Su Majestad, tengo noticias de La Mano —dijo, parándose frente al monarca. Daemon vio a su hermano con una ceja alzada ¿Por qué mando a llamar a la asquerosa rata verde? Solo le partiría la cara—. Se marchó del Salón segundos antes que la Reina mandara a los príncipes al Cuarto de niños. No se encuentra en la Torre.

Oh vaya, con que la ratita esa quería esconderse.

Lástima que él era un Dragon y le encantaba quemar los lugares para sacar a las ratas de su escondite.

La mirada de su hermano se lo dijo todo.

Quería que fuera por la rata asquerosa.


¡OMG! ¡GRANDE DAEMON! 

¿En serio los traidores creían que podían dañar y secuestrar a los príncipes del Reino, bajo la mirada de Daemon Targaryen? Ilusos, el dragón siempre lo sabe todo y siempre esta un paso mas adelante que todos. En el próximo cap se vera que es lo que tío Daemon les hará a los traidores 😈😈

¿Les digo algo? Este es el acto mas corto del fic, solo quedan 5/6 capítulos y avanzaremos a los eventos de House of the Dragon. El salto de tiempo se hará desde 103 hasta 105, recuerden que no habrá Danza y que mama Aemma estará sana de todo tipo de envenenamientos e intentos de abortos. 

¿Alguna teoría de lo que suceda en el próximo cap? ¿Qué cambios habrá de ahora en adelante?

Próxima actualización: Viernes 22 de marzo

MEME TIME

Ustedes después de leer este cap:

Daemon en el siguiente cap:

Con esto me despido hasta el viernes...

Monse 🐉🐉

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