Capitulo 01


/ ∕ SWEET CHILD PRESENTS

— — • › Act one, Chapter one: Se un Dragon, Viserys.

Cantidad de Palabras: 1900

Advertencias: Mención a muerte. Mención de Traición.

Comentarios míos: Después de mucha espera, primer cap arriba. Un poquito de adrenalina y con acciones que deseábamos ver en la serie. SPOILER: Viserys dejo de ser un ciego y se convirtió en un digno Rey de los Siete Reinos. Disfruten, comenten y voten ✨


King's Landing

103 d.C

El mayor camino junto a sus más leales hombres hasta la entrada de la Fosa. Un grupo de Cuidadores se acercaron siendo detenidos por Sir Harrold Westerling. El guardia del Rey y quien velaría con uñas y dientes la vida del Rey.

– Mi rey...

– Voy a entrar a la Fosa –informo, caminando hacia la entrada.

Fue nuevamente interceptado.

"– Harán todo lo posible para que no entres. No importa si cuidan dragones, hay ratas por todas partes. Y todos quieren ver algo: Tu debilidad y la desgracia de tu Reinado –Daemon le dijo, rodeándolo mientras jugaba con una Daga."

– Es peligroso, mi Rey, es un dragón desequilibra...

– Yo diré si es desequilibrado. Es mi dragón y yo su jinete –interrumpió, deteniendo lo que iba a decir aquel hombre. Entrecerró sus ojos al ver la mirada desafiante en el Guardian– No hay mejor conexión que la de un dragón y su jinete, así que le voy a ordenar que se mueva de mi camino.

El guardián trago saliva, y desafió a la máxima autoridad.

– Lo lamento, mi Rey, pero no puedo permitirlo.

Viserys rio, dándose cuenta que nadie quería verlo con un dragón como aquel. Un Dragon Conquistador. Balerion llevaba años descansando y el jamás pudo volar ante los comentarios de los Guardianes "El dragón es viejo, mi príncipe, puede caer sobre la ciudad y matar a millones", "Si Balerion vuela, la gente creerá que habrá una Guerra".

– ¿Permitírmelo? –pregunto divertido– ¡Yo soy tu Rey y me obedeces! Entrare en esa Fosa y nadie me detendrá. Quien lo intente, será llevado a los calabozos por desafiar a su autoridad –sentencio. Miro a sus guardias y les hizo un gesto ligero–. Llévenselo de aquí.

Su orden fue ejecutada sin cuestionamientos. Los guardias observaron con algo de nervios como el Rey entraba en la Fosa, sin miedo de caminar por la oscuridad o encontrarse con el morro de algún dragón. Aun con los riesgos de aquello, al Rey Viserys I no le importaba.

El entraría en esa Fosa y saldría volando en su dragón. Sin importar el que.

La fosa grande y tenebrosa se abrió camino ante él, con sus cuevas profundas que causaban temor entre los mismos Guardianes, quienes se turnaban para entrar a verificar que los dragones estuvieran bien. Las respiraciones adormiladas y pacíficas, se escuchaban como ecos rebotantes entre las rocosas paredes. Y allí, grande y majestuoso, "enfermo" ante la vista de los Guardianes, el gran dragón de la conquista se hallaba durmiente.

Balerion, el Terror Negro. El dragón de Aegon I, El Conquistador.

Viserys se acercó, sin temor alguno. Su propio padre había golpeado el morro del dragón sin miedo, ¿Por qué él lo tendría? Era el miedo lo que tensaba a la gente y la hacía tomar decisiones apesadumbradas. Era el miedo lo que a su abuelo Jaehaerys I no lo dejo irse en contra de su propio consejo para hacer de su legado uno prospero. Fue ese pensamiento lo que lo hizo llevar a tomar aquella decisión que lo convirtió en Viserys I.

Pero él no era Jaehaerys I.

Él era Viserys I Targaryen. Primero con el nombre y primero que cambiaría la historia de su casa. El destruiría a todos los traidores y los condenaría a una vida dolorosa e irreversible. Que si dejaría que su propia hija, Rhaenyra Targaryen, se sentara en el Trono sin revueltas en su contra.

Viserys sería un Dragon, no una oveja.

Balerion...

Llamo, fuerte y claro. Sin atisbo de temblor en su mandíbula y con sus ojos sedientos de venganza.

El dragón abrió sus ojos con lentitud, observo al hombre frente suyo y bufo. Viserys rio ligeramente al ver aquella acción. Comprendía al dragón, estaba allí, encerrado en aquel oscuro lugar, encadenado por el temor que generaba. Los dragones no eran esclavos, eran criaturas libres que debían surcar los cielos en majestuosas Danzas, con sus rugidos poderosos y colores deslumbrantes.

– Sé que no he sido un buen jinete –comenzó, acercándose al dragón para acariciar su morro–. Deje que ellos te encadenaran y te encerraran en este lugar –el dragón volvió a abrir sus ojos, como si entendiera de lo que hablaba–. Te abandone, creyendo ciegamente que estabas enfermo por tu vejez –se alejó del morro, para acercarse a una de las cadenas–. Pero aquí estoy, arrepentido de mis actos.

Desencadeno una de las patas del gran dragón. Balerion abrió más sus ojos observando las acciones de su jinete. Lo vio acercarse a su otra pata, por lo que se estiro para ayudarle con la tarea del desencadenamiento.

– Te prometo, Balerion, que seré un buen jinete tanto como lo fue el primero –nuevamente se colocó frente al dragón–. Serás libre de estas cadenas, volaras como tantas veces has deseado. Nadie te tocara para encadenarte. Estarás tal como en el pasado cuando tu primer Jinete, Aegon I, gobernaba Westeros. Libre.

Fue entonces, que el gran dragón negro se levantó y camino fuera de la oscura cueva. Fue estirando sus patas y cuerpo, en una danza exótica imposible de perderse, tierra y polvo caía cada vez que se movía de un lado a otro. Los guardianes tuvieron que moverse al igual que la guardia del Rey, al ver a semejante criatura emerger de las profundidades del Pozo. Grande, aterradora, con ojos rojos y colmillos que desgarraban la carne de sus presas en tan solo un bocado. El Terror Negro volvería a surcar los cielos.

Y su vuelo seria aquel, que marcara un nuevo camino más poderoso en el Reinado del Rey Viserys I.

El joven rey camino tras su dragón, a paso rápido para no perderse el volar con su dragón. Las cuerdas que caían por un costado estaban balanceándose, llamándolo a subir, tentándolo en surcar juntos los celestes cielos de aquel día. No perdió el tiempo. Alejo el miedo que se arremolinaba en la boca de su estómago, se aferró a las cuerdas y subió.

A cada paso que daba, más alto subía y las personas que observaban expectantes más diminutas se volvían. Quiso vomitar, pero solo fue una sensación que esfumo de inmediato. Él era un Jinete de Dragon, no un débil Targaryen. Volaría en Balerion, sin importar las adversidades que su cuerpo expulsara.

Finalmente llego a la silla de montar. Una silla digna de un jinete del gran Terror Negro. Las figuras de dragones y el emblema de la Casa Targaryen estaban plasmadas en la silla negra. Se acomodó en la silla buscando la posición perfecta para no caerse. No quería sufrir una caída a semejante altura, podrá romperse un hueso o peor, quebrarse el cuello y morir. Al encontrar la posición, tomo las cuerdas y suspiro eliminando los pensamientos negativos.

Con voz fuerte y sin titubeos, ordeno.

¡Soves, Balerion!

El dragón no perdió el tiempo. Dio unas cuantas zancadas largas, botando a los guardias y guardianes que observaban todo. Estiro sus alas bajo la mirada de Viserys y aleteo. El joven rey se aferró a las cuerdas cuando sintió que el dragón ya estaba emprendiendo el vuelo. Apretó sus piernas a la silla, sus manos apretaron con fuerza las cuerdas y su cuerpo se inclinó hacia adelante para no caer ante la leve inclinación que Balerion dio al subir y subir en altura.

Una extraña nube oscureció el reino. La gente miraba a todos lados buscando la fuente de aquella oscuridad. Hasta que un potente rugido los hizo mirar hacia los cielos, descubriendo con terror que un dragón estaba sobrevolando todo King's Landing. Pero no cualquier dragón.

Era Balerion.

Balerion, el Terror Negro.

Uno de los Dragones de la Conquista.

La primera montura de Aegon I, El Conquistador.

Daemon Targaryen observaba todo desde el balcón de los aposentos de la joven Reina Aemma. En sus brazos se encontraba su sobrina, Rhaenyra Targaryen de 11 primaveras, tras suyo, su prima Aemma se acomodaba en el asiento ante su abultado vientre de 8 lunas.

– ¿Balerion? –preguntó Rhaenyra, apuntando al gran dragón que su padre montaba.

Daemon sonrió, orgulloso de su hermano.

– Si, Nyra, Balerion ha salido de su cueva –respondió, volteándose a ver a su prima. Dejo a su sobrina en el suelo, para acercarse a tomar un trago de vino–. Y ahora todas las ratas buscaran un lugar donde esconderse.

Rio con sorna, sintiendo la mirada amatista de Aemma.

– Lastima que Viserys ya sabe dónde se esconden.

Rhaenyra miro a su madre y su tío, sin comprender del todo la situación que estaba por enfrentar en la Fortaleza Roja. La pequeña con 11 días del nombre, solo observo por el balcón la hermosa Danza que su padre y Balerion hacían por los cielos. Rugiendo y volando, lanzando fuego por sus fauces, como su de una hermosa Danza se tratara.

Una Danza de un Dragon que estaba a nada de destruir a los traidores. 


¡Buenas, gente madrugadore! 

Primer cap de esta aventura, en donde vemos a un Viserys totalmente cambiado. Ahora, las ratas trataran de esconderse de este nuevo y renovado Rey, lastima para ellas que Viserys sabe todos y cada uno de sus escondites 😈😈😈

¿Se viene la quema de Oldtown a manos del Rey Viserys, Balerion, Daemon y Caraxes? Claro que si. 

El próximo capitulo, Aemma sacara las garras de una dragona ante el peligro. Se verán las primeras muertes 😈😈

Su humilde escritora les trae memes:

Ustedes viendo a Viserys hablar como un Rey

Balerion viendo a Viserys

Daemon y Aemma viendo a Balerion volando por los cielos

Bueno, el siguiente meme representa a los tres dragones Aemma, Rhaenys, Viserys y Daemon en los siguientes caps:

Bueno, me despido, LES AMOOOOOO MUCHOOOOOOOOO

Monse 💖💖

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