Cinco años habían pasado desde que las cachorras Chou habían nacido, todo fue un total reto en la crianza de las tres menores. Incluso lo sigue siendo hasta el día de hoy.

Algunas veces ─y como en cualquier familia─ las peleas entre las cachorras eran constantes, después de todo, alguna quería las cosas de la otra y las tomaba sin permiso. O simplemente estaban de mal humor y peleaban entre ellas.

──Niñas, ¿Que les hemos dicho de pelear?──Dijo la Omega interrumpiendo la disputa de dos de las cachorras.

──P-pero mami... La tonta de Yoonah tomó mis juguetes sin mi permiso.──Se quejó la cachorro sacándole la lengua a su hermana.

──¡YO NO SOY NINGUNA TONTA!, Tú eres la tonta Minju.──Yoonah le devolvió aquel gesto infantil a su hermana.

──Por favor niñas, no peleen, saben que a mí y a mami Tzuyu no nos gustan las peleas.──Dijo la Omega acariciando la cabellera de sus dos hijas.

──Pero mamá...──Dijeron ambas cachorras al unísono.

──Pero nada, mejor vayan a lavarse las manos porque la cena está casi lista.──Dijo Sana sonriéndole cálidamente a sus dos cachorras.

Ambas cachorras asintieron y simplemente se fueron corriendo al baño. Por otro lado, Sana fue a la cocina a terminar lo que restaba del almuerzo.

Hoy era su día libre, o bueno, para Sana era día libre. Por su parte, Tzuyu estaba en el segundo piso en su pequeña oficina trabajando y pensando en nuevas ideas para conceptos para uno de sus grupos más recientes.

──¿Quieres que llame a mami, mamá?──Preguntó Danielle sentada en una de las sillas del comedor.

──No hace falta cariño, ya voy yo a llamarla.──Dijo Sana mientras revolvía las pastas con el guiso que previamente había hecho.

──Está bien, mami.──Danielle volvió al libro que estaba leyendo.

Tal vez las tres cachorras eran Alfas, pero Danielle era diferente a sus otras das hermanas, mayormente se la pasaba leyendo libros de cuentos de hadas o revistas que encontraba por ahí.

También era más apegada a sus dos madres que a sus dos hermanas. La mayor parte de su tiempo era junto a Tzuyu y Sana.

De hecho, por ese motivo tanto Yoonah y Minju creyeron que su hermana era la favorita de sus padres, por lo que un día armaron una "revolución" en contra de ellas tres.

Ese día Danielle había ido a dormir junto con sus madres, por lo que ambas cachorras aprovecharon y entraron a la habitación de golpe.

Y su ataque fue simplemente hacerle cosquillas a su hermana y a sus madres mientras gritaban que Danielle era la favorita.

Tzuyu y Sana rieron por aquellos comentarios, amaban a sus tres cachorras por igual, que Danielle fuera más apegada a ellas era diferente.

Después de ese ataque de cosquillas, habían salido de compras. Tzuyu y Sana lo habían hecho para que sus dos cachorras olvidarán que estaban molestas porque su plan había fallado.

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Sana estaba frente a la puerta de la oficina de su esposa, soltó un suspiro hondo y simplemente tocó la puerta.

──¿Se puede, cariño?──Dijo Sana pegando su oreja a la puerta.

Sana escuchó como una silla se alejaba y alguien caminaba con prisa a la puerta. Luego vio como su Alfa abría la puerta de golpe.

Sana sintió que si corazón se hacía añicos, ¿Por qué su Alfa estaba llorando de esa manera?

──¿M-mi amor?, ¿Por qué estás llorando?──Dijo la Omega tomando las mejillas de su Alfa.

──E-es que...──Dijo la Alfa mientras se dejaba acariciar las mejillas por su Omega.

──Dime cariño.──Dijo Sana viendo tiernamente a su Alfa.

──Es que... N-no t-engo inspiración p-para e-el nuevo concepto del grupo.──Dijo Tzuyu aún con las lágrimas cayendo por sus mejillas.

Sana solamente sonrió y le dió un beso en los los labios a su Alfa, si algo por lo que Sana amaba demasiado a Tzuyu era por lo sensible que podía ser.

Aunque sonará raro, le gustaba que la Alfa expresará sus sentimientos con ella, que no sea como esos Alfas que ocultan sus sentimientos para no dañar su imagen de Alfa imponente y orgulloso.

──Ven cariño, limpiemos tus lágrimas, y bajemos a almorzar, prometo que vendré a ayudarte con el nuevo concepto.──Dijo Sana abrazando a la Alfa

Tzuyu limpió con sus manos sus lágrimas y simplemente sonrió, no quería preocupar a sus cachorros con que le había pasado.

Incluso sus cachorras amaban a su madre de esa forma, veían como los demás cachorros tenían un padre o madre Alfas imponentes y no demostraban sus sentimientos libremente.

Siempre sentían que su mami Tzuyu era la mejor de todas, era diferente a los demás y eso le gustaba a las cachorras. Tener una mami diferente a lo que los demás acostumbraban a tener.

Las cinco eran felices con su vida de da manera, su madre Alfa siempre siendo amorosa y expresiva con su familia.

Su madre Omega siendo muy mimosa y algunas veces estricta, pero de igual manera la amaban de esa forma.

Y las tres cachorras, que aunque parecieran que fueran enemigas, las tres también se amaban.

Todas eran felices a su manera en la familia Chou.

Fin.