【 029 】




୨ ♡ ୧


Edward conocía prácticamente todo el país y ahora que tenían todo el tiempo del universo para hacer lo que quisieran, intentó planear una ruta que le pudiera gustar a Devon. Pero aún no estaba muy seguro de por dónde comenzar o cuales serían los mejores lugares para visitar. Debía ser cuidadoso pues no podían estar en lugares tan concurridos ni salir durante un día soleado. Había lugares que eran hermosos durante la noche pero no eran realmente tantos.

Ambos estaban en un hotel de Pittsburgh, Devon quería asegurarse de que su padre no intentara ir en busca de Margo o hiciera algo estúpido. Además se enteró de que la policía fue a la casa pero el hombre no dijo nada más que había sido víctima de un robo y que no conocía al asaltante. Abrirían una carpeta pero probablemente no los llevarían a nada, probablemente ni siquiera lo investigarían adecuadamente.

—¿Quieres ir a cazar? —habló Edward— luego podemos ir a cenar algo para quitarnos el sabor de la sangre.

Devon, que estaba en el balcón mirando nada en particular de la bonita ciudad nocturna, sonrió y dio media vuelta para mirar a Edward.

—Eso me gustaría.

Devon entró a la habitación y miró todo a su alrededor. No había nada, ni siquiera sus maletas pues se irían en cuanto amaneciera. Tampoco es como que necesitaran comer o dormir para poder emprender su viaje pero eso lo hacía un poco más divertido. Imaginar que aún estaban vivos. Lo único que realmente necesitaban para tener fuerzas suficientes, era la sangre.

Ambos salieron luego de que Devon decidiera cambiar su playera. No habían realmente muchos animales en los alrededores, así que tuvieron que ir un poco más lejos, prácticamente a las afueras de la ciudad donde ni siquiera había casas o edificios. Lograron encontrar algunos animales y fue bastante divertido pese a que fue una caza muy corta. Luego de casi cuatro horas, ambos estaban en una cafetería de veinticuatro horas comiendo algo para quitarse el sabor de la sangre.

No era realmente desagradable pero tampoco era el mejor sabor del universo. Al menos no la sangre de animal, la sangre de humano tenía un sabor diferente y según Edward, había humanos con un sabor de sangre bastante especial, como el de Bella.

La cena fue tranquila y agradable, y entonces regresaron al hotel para dormir un rato hasta que amaneciera para poder viajar durante el día y llegar a su siguiente destino durante la noche. Devon quiso saber un poco sobre lo que Edward había planeado pero Cullen mantuvo la boca cerrara, alegando que sería una sorpresa.

Fue así que los días y las semanas comenzaron a pasar. Edward llevó a Devon a muchísimos hermosos lugares que no era exactamente lugares turísticos pero Edward los conocía gracias a su largo tiempo viviendo. Conocieron mucho más el uno del otro; sus cosas favoritas o lo que menos les gustaban, lo que les gustaría hacer en el futuro. Los sueños que tenían. Prácticamente todo. Incluso Edward le contó un poco sobre su pasado, cuando Carlisle lo transformó y tiempo después tuvo una pequeña recaída y comenzó a cazar criminales. A veces Edward no se sentía bien consigo mismo sobre eso pero Devon podía comprenderlo.

Aquella tarde estaban en la habitación del hotel pasando el rato, esperando a que el sol bajara un poco para salir.

Devon había decidió darse un baño simplemente para pasar el rato mientras que Edward no tenía ni la más mínima idea de qué hacer mientras tanto. Por lo que estaba de curioso mirando una caja metálica que Devon había dejado en su cama. Estaba llena de fotos, muchas las había tomado desde que inició su viaje, sin embargo, mientras más miraba, pronto llegó a fotos un poco más viejas, donde Ronan era el modelo principal.

No pudo evitar sentirse... ¿molesto? ¿Celoso? Y no era porque el modelo fuera Ronan, sino porque eran fotos de Ronan en prendas menores en la cama donde Edward supuso que Devon estaba sentado sobre su abdomen para tomar esas fotos. Y no sólo eso, más atrás había una sesión completa de Ronan prácticamente desnudo.

Edward casi pone los ojos en blanco pero fue su culpa por estar de curioso con cosas que no eran de él. Sin embargo, no podía negar que eran fotos muy buenas, Devon tenía una gran habilidad con la cámara.

—¿Te gustan? —escuchó la voz de Devon.

Edward no contestó por un largo momento mientras miraba una foto que estaba al final. Era él, en la escuela pero estaba riendo de algo que no recordaba en ese momento. Era una foto bastante bonita pero no lo recordaba, ¿se la había tomado mientras estaba distraído?

Dio media vuelta para mirar a Devon y le mostró esa foto.

—¿Cuando tomaste esta foto?

Devon se encogió de hombros mientras se acercaba y dejaba su toalla húmeda sobre una silla.

—Fue cuando recién comenzábamos a hablar, creo. Ese día llevé mi cámara para enseñarle a Ángela algunas fotos y... —Devon se perdió en el recuerdo— de pronto te vi, hablando con tus hermanos y parecías realmente feliz, casi nunca sonríes y mucho menos de esa manera así que simplemente tomé una foto para... recordarlo.

Devon tomó la caja metálica y miró algunas. No tardó en encontrarse con la de Ronan y su expresión cambió a una de tristeza. Edward lo notó y no le gustó para nada.

—Quiero contratar tus servicios —dijo de pronto Edward.

Devon lo miró con el ceño fruncido y ligeramente divertido.

—¿Qué?

—Te pagaré por una sesión como la de Ronan.

Devon se sentía más que confundido.

—¿Quieres que te saque fotos desnudo? —preguntó ligeramente sorprendido.

Edward frunció el ceño, parecía un poco dudoso al respecto.

—¿Sí? —preguntó y Devon dejó salir una risa.

—Edward, es una pregunta para ti. Si no estás seguro... —

—Sí —lo interrumpió— quiero unas fotos así.

Devon lo miró con más seriedad. No quería creer que se pudiera sentir celoso por haber visto aquellas fotos de su hermano, pero todo parecía indicar que así era.

—Edward, te juro que no es que no quiera hacerlo, realmente me encantaría pero no puedo si eso te hace sentir incómodo o si lo haces por alguna otra razón.

Era cierto que Edward no se sentía realmente cómodo mostrando su cuerpo pero sinceramente, no le molestaba que Devon lo hiciera.

—Bien, si quieres que lo diga, lo diré —sonaba un poco molesto— estoy molesto y celoso. Sólo de pensar en ti y en mi hermano prácticamente desnudo yo... sé que ustedes dos tuvieron algo realmente especial pero... —se detuvo y miró a Devon quien lo miraba expectante— me gustas —murmuró— me gustas, Devon. Han pasado casi cuatro meses desde que nos marchamos de Forks y todo ha sido... jamás había disfrutado tanto de un viaje como este. Y sé que yo no soy tan extrovertido como mi hermano y no puedo expresarme y demostrar mis sentimientos como él pero... si es contigo... me gustaría intentarlo. Además de Bella nunca antes había salido con nadie y tampoco imaginé que algún día me podrían gustar los hombres, así que lo siento si soy torpe o no sé qué hacer en ciertas situaciones pero... —

Devon lo interrumpió uniendo sus labios con los de él en un suave y agradable beso. Devon pasó sus manos por la nuca de Edward y Edward llevó sus manos a la cintura de Devon.

Luego de un momento se separaron pero sus rostros permanecieron cerca.

—No tienes ni idea de cuánto tiempo estuve esperando a que me dijeras eso —sonrió Devon— señor Cullen, ¿aún quiere su sesión fotográfica?

Edward sonrió.

—Sí. Aún la quiero.

Devon se separó y fue en busca de su mochila.

—Iré a la camioneta por unas cosas. No tardaré.

Edward lo miró con el ceño fruncido pero antes de que pudiera decir o preguntar algo, Devon ya estaba fuera de la habitación con las llaves de la camioneta en la mano.

Cullen se dejó caer en la cama mientras reía. Realmente lo había hecho, realmente le había dicho a Devon que le gustaba. Y se sentía bien.








Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top