Blindness
Katsuki despertó a la mañana siguiente. Izuku seguía dormido a su lado. Lo primero que hizo fue apagar la alarma de su celular, y entonces vio que tenía dos mensajes del detective Tsukauchi.
—Mierda —susurró.
Izuku se movió un poco, medio atarantado del sueño, y abrió los ojitos.
—¿Qué pasa, Kacchan? —dijo medio sonámbulo.
—Nada, enano. Tú sigue durmiendo tranquilamente —entonces llamó al detective desde el balcón de su cuarto—. ¿Hola?
—Lamento haberte mandado mensaje por la madrugada, joven Bakugo, pero ahora sí tenemos pruebas que puedan hacer que el señor Asayama tenga algo que ver con la muerte de tu profesora.
—¿¡Las tiene!? —estaba sorprendido. Bloqueó el sonido de la llamada y dio unos cuantos brincos de victoria, después volvió al celular—. ¿Qué procede después? Una demanda, ¿no?
—Por supuesto, primero va la demanda, y después la orden de cateo para registrar su casa, pero eso tardará varios días a lo mucho. Así que tenga paciencia, joven Bakugo.
Sólo al oír eso, Katsuki se inclinó en el suelo, ¿tanto así tardaban los procesos de demanda? Se empezó a desesperar, estaba punto de estrellar el celular contra la pared. «¡No, estúpido! Si lo haces, la bruja no te conseguirá otro», se dijo a sí mismo. Apretó fuertemente los nudillos, preso de una ceguera mental.
—¿No podemos adelantar el proceso? —protestó.
—Me temo que no, todo a su tiempo. Te mantendré informado —colgó.
—¡No, espere...
Demasiado tarde, la línea estaba muerta. Se vistió de prisa para ir al colegio, e Izuku ya se estaba despertando. Bostezó un poco y se despabiló para levantarse de la cama. Para esto, Katsuki ya estaba listo para ir a la escuela.
—¿Kacchan? Espérame.
Es verdad, lo estaba olvidando.
—¿Ya estás listo, Deku?
—¡Ya! —contestó.
—Debemos apresurarnos, Deku. Necesito hablar con Kirishima.
Al llegar al colegio, lo primero que vio fue al profesor aizawa platicando con los demás profesores, Hizashi Yamada, y Toketsu Asayama en la entrada del salón.
—Mierda...
¿Qué querían ahora?
—¡Ah! Joven Bakugo —dijo el prosefor Asayama—. Que bueno que llega justo a tiempo, estaremos esperando al resto para darles una pequeña invitación.
—¿Invitación?
—Sólo entra, Katsuki —dijo Aizawa.
Los últimos en entrar fueron Mineta y Momo. En cuanto estuvieron todos, el profesor Aizawa fue a la mesa para hablar.
—Bien, sé que no es común esto; habrá una pequeña celebración por el vigésimo aniversario profesional de uno de nuestros docentes. Puede que lleve poco tiempo aquí, pero su labor como profesor ha tenido un buen historial, digno de celebrarse.
Katsuki quería reírse, ¿digno? ¿Qué estúpideces decía Aizawa?
—La celebración se llevará a cabo el próximo Sábado. Aquí tienen sus invitaciones —dijo el profesor Yamada.
Uno por uno se fueron repartiendo las pequeñas invitaciones, Katsuki tomó la suya, pero al hacerlo, sonrió. Ya tenía un plan.
Horas depués, Kirishima estaba junto con los demás chicos, Denki y Sero, en el salón del colegio, cuando Katsuki entró por la puerta para llevarse a Kirishima a un lugar apartado.
—Luego se los regreso.
Se lo llevó al baño de hombres. Izuku sólo vigilaba la puerta para avisar si venía más gente (de algo tenía que servir ser invisible, ¿no?), y después de comprobar que nadie más estaba dentro, empezó a hablar.
—Las cámaras funcionaron. El detective Tsukauchi dice que ya tiene más pruebas y que la demanda ya está en proceso...
—¡Eso es genial, Baku bro! —exclamó Kirishima.
—...pero tardará varios días, incluso semanas.
—¡Que!
—¡Oye Kacchan! ¡Eso no me lo dijiste en la mañana! —Izuku también estaba sorprendido.
—Tengo un plan. Entraremos a la casa del profesor Asayama.
—¿Quieres entrar a la casa del profesor Asayama a escondidas? ¿Y si nos atrapan?
—Bueno, si quieres tú cuida la entrada en lo que yo entro.
—No, no, no. No te voy a dejar solo. Tenemos que idear un buen plan, Katsuki. Mira —Kirsihima empezó a meditar—. Hay cámaras de vigilancia en el edificio como dice el detective, entonces será difícil burlar la seguridad, a menos...
—¿A menos que qué?
—...a menos que Denki quiera hackearlo.
—¿Denki sabe hackear?
—¿No lo sabías? Bueno, casi no vienes a su casa, aquella vez controló la señal de luz del edifico donde vive y casi funde todos los focos, pero es muy bueno. Quizás él podría ayudarnos.
—Kacchan, viene gente —avisó Izuku.
Katsuki alzó un dedo a sus labios para decirle a su amigo que alguien venía. Disimularon un poco al ver que entraron algunos chicos de otros grados mayores que ellos.
—Le diré a Denki que nos vea en casa de Mina —dijo Kirishima al irse.
En casa de Mina, Katsuki tocó la puerta para que lo dejaran entrar.
—¿Tus amigos van a ayudarnos, Kacchan?
—Sí, Deku —dijo antes de que la puerta se abriera.
Denki estaba ahí, también Sero.
—¿Y él qué hace aquí?
—Ah, lo que pasa en que Sero también se nos coló y dice que quiere ayudarnos —dijo Kirishima con una gota en la frente.
—¿Entonces el profesor Asayama es un asesino? ¡Genial! —Sero se sentó en el sillón.
—Veamos si piensas lo mismo cuando te mate, tonto —dijo Izuku cruzando los brazos.
—Espero que no te moleste que Sero esté aquí, él estaba en casa de Denki cuando fui a hablar con él.
—Fui a mostrarle al nuevo cotorro que me compraron —Sero alzó su pulgar.
—¿Entonces quieres que hackée el edifico donde vive el profesor Asayama?
—Sí, Denki. Pero antes de eso, quiero que sepan que lo que vamos a hacer es algo ilegal, y que hasta podríamos ir a la cárcel por eso.
—¿Y eso qué? Si no hay adrenalina, no hay diversión —dijo Denki. Abrió su computadora—. ¿Dónde vive?
—Dejáme escribirlo —Katsuki empezó a teclear la dirección del edificio donde vivían el profesor Asayama y la profesora Nemuri—. En las hojas del reporte que nos dio el detective Tsukauchi, venían sus direcciones —explicó.
—Excelente, ahora deja ver cómo está estructurado el edificio. Veamos, aquí hay una escaleras de emergencia. ¿Quieres que deje el edificio sin cámaras o sólo el piso donde vive?
—De preferencia todo el edificio —contestó Katsuki.
Mina se puso a trazar el plano para poder entrar y salir sin ningún problema. Kirishima y Sero sólo acomodaron algunos guantes de látex dentro de un gran maletín para poder entrar sin dejar huellas a su paso.
—Listo, tengo acceso a todo el edificio. ¿Cuándo van a ir?
—Pues, mañana Viernes. No tiene que ser el Sábado —dijo Katsuki.
—¿Por qué antes del Sábado? —preguntó Mina.
—Porque Asayama estará ocupado estos días organizando su fiesta, y si lo hacemos el Sábado, se darán cuenta que no asistimos a la celebración. Además, el día antes de una fiesta es más estresante por las decoraciones y que todo esté en orden, entonces nosotros aprovecharemos su auscencia. Denki estará vigilando desde el otro edifico la entrada por si las dudas Asayama regresa.
—¡Genial! ¡Me siento un agente del FBI! —dijo Denki.
A la mañana siguiente, después de clases, Katsuki, Izuku, Mina, Sero y kirishima se reunieron con Denki en el edificio de al lado. Denki sacó su computadora y entonces apagó no sólo las cámaras de seguridad del edifico delantero, sino los videos de seguridad de las calles que colindaban el edificio departamental.
—Por si las dudas —dijo Denki mordiendo un hot dog.
Mina y Sero se colocaron sus radios en el bolsillo del pantalón. Izuku sólo estaba observando a los chicos cómo elaboraban su plan de infiltración.
—¿Por qué comes eso ahora? —preguntó Kirishima.
—¿No es obvio? Los agentes del FBI tienen un hot dog, un vaso de café y una caja de rosquillas cuando trabajan, déjame sentirme cool, ¿sí?
—Como en las películas —dijo Izuku.
—Esta bien, pero no te distraigas —dijo Katsuki.
—No te preocupes. ¡Mira, una mosca!
—¡Kaminari! —le gritaron los cuatro.
—Ok, ok, perdón. Entrarán en cinco, cuatro, tres, dos, uno... ¡Listo! Las cámaras están apagadas.
—Tenemos menos de media hora, apresúrence, chicos —ordenó Katsuki.
Entraron al edificio por las escaleras de emergencia. Subieron los escalones hasta el quinto piso y entonces, al llegar a una puerta, Kirishima abrió la cerradura con un pasador de cabello.
—Viejo truco que me enseñó mi padre —dijo Kirishima.
La puerta se abrió y se apresuraron a entrar. La casa se veía impecable, un hogar al estilo japonés, las sillas pequeñas y la mesa para sentarse de rodillas estaban en la sala. Algunas fotografías estaban sobre la mesa y un florero con flores moradas. Entraron cada quien por su parte, con los látex a la mano.
—¿Ya están adentro? —preguntó Kaminari por la radio.
—Ya, vigila que Asayama no regrese —contestó Katsuki.
—A la orden, jefe.
—Nosotros buscaremos algo sospechoso, no importa si son agujas o cualquier cosa que sea peligrosa, ¿entendido?
Encendieron sus lámparas. Mina se fue a la dormitorio, Kirishima al cuarto de estudio, Sero a la cocina y Katsuki se quedó en la sala, buscando. Izuku se quedó a su lado.
—Kacchan, ¿quieres que te ayude?
—No, estoy bien, los chicos harán lo suyo.
—Pero, ¿y si no encuentran nada? Déjame intentarlo, por favor. Yo no puedo romper nada, ¿lo olvidas?
—Está bien, Deku. Pero no te alejes demasiado.
Izuku atravesó la pared para buscar. Mientras tanto, Katsuki se quedó revizando los cajones de la mesa. No había gran cosa. Algunas fotografías de su boda y una pequeña chica en otras (quizá tenía una hija). No había nada por ahí.
—Katsuki —Mina apareció en el pasillo—. Parece que el profesor tiene unos fetiches extraños.
—¿Qué?
—¿Quieres ver esto?
—¿Qué pasa, Mina? ¿Encontraste algo? —preguntó Sero.
—Voy a ver.
—Vamos —dijo Kirishima.
En el dormitorio del profesor, Mina había abierto un cajón donde se veían varias fotografías borrosas de la profesora Nemuri, en varios lugares distintos.
—La seguía —murmuró. Luego acomodó las fotos en su lugar, sacó su celular y tomó algunas pruebas. Entonces abrió los ojos, a un lado se encotraba una bolsita negra, la abrió y sacó un poco de cabello cortado. Lo acercó a la luz para ver mejor de qué color era. Se le partió el corazón al reconocer el cabello verde de su amigo—. Izuku, este es cabello de Izuku. ¿Todo este tiempo, lo obsequiaba con él?
Se le humedecieron los ojos.
—Tranquilo, Katsuki. Ya tenemos pruebas —dijo Kirishima. Después tomó algunas fotos al cabello y del lugar donde lo encontraron—. Creo que es todo.
—Debe de gustarle la jardinería, tiene muchas plantas aquí —dijo Mina.
—Para alegrar el ambiente —Sero tocó una hoja de la flor, pero al darse vuelta, el florero casi cae al suelo si no reaccionaba a tiempo—. ¡Perdón!
—¡Sero! —susurraron.
—Perdón —volvió a repetir—. ¿Nos vamos?
—No —Katsuki se secó las lágrimas—. Falta todavía la profesora Nemuri.
—Pero ya tenemos pruebas de que la acosaba tomándole fotos a escondidas.
—No, eso no prueba que él la haya matado. Debió de usar alguna droga, o una sustancia tóxica para que muriera así.
—Esta bien, Katsuki. Seguiremos buscando.
Mientras tanto, Kaminari estaba bailando en el edificio de al lado.
—And we mean to go on and on and on and on. We are the champions, my friends. And we'll keep on fighting till the end. We are the champions. We are the champions!!! No time for losers 'Cause we are the champions of the World!!! Aaaaaaaahhh!!! —gritó y activó la radio—. ¡Salgan de ahí! ¡Salgan de ahí! ¡Asayama va en camino!
—¿Qué? —respondió katsuki.
—¡Asayama va en camino! ¡Puede que tarde en llegar porque los elevadores no funcionan, pero salgan por las escaleras de emergencia!
Kirishima cerró todo lo que estaba en el cajón y salieron rápido de ahí. Pero antes de irse, tomó otra foto más a la habitación.
—¡Espera, Kacchan! —gritó Izuku—. ¡Encontré algo!
Katsuki se detuvoa antes de salir por la puerta. Los tres lo miraron.
—¡Que esperas Katsuki! ¡Corre! —susurró Kirishima.
—Adelántense, yo los alcanzo —entró de nuevo a la casa y cerró la puerta para ir con izuku—. ¿Encontraste algo?
—Por aquí —señaló—. Hay algo detrás de este clóset.
Katsuki abrió el clóset de ropa e hizo a un lado los trajes del profesor Asayama. Tocó con los nudillos y acercó la oreja. Se oía algo atrás de la pared. Un falso plafón. Pero no lo abrió.
—¿Qué hay en ese lado Izuku?
—Encontré un platito blanco con una piedra —dijo Izuku recordando, luego atravezó la pared con su cabeza y comenzó a describir el lugar—. No es mucho espacio, sólo mide lo que es mi mano, pero adentro hay, un platito blanco, una piedra también, y una de esas cosas para guardar pastillas.
—¿Pastillas?
—Sí, eso es lo que veo —Izuku salió otra vez.
¿Asayama hacía pastillas caseras? Moler, el plato era para moler y fabricarlas pero, ¿qué molía?
—Las plantas —lo entendió—. Tienen que ser las plantas.
De inmediato, tomó un pétalo como muestra, la guardó en una bolsa transparente y se la metió al bolsillo, y se apresuró para salir de ahí.
Al querer abrir la puerta, se oyeron pasos del otro lado. Tenía que ser él. Buscó un lugar en donde esconderse. El profesor Asayama abrió la puerta, y encendió la luz, pero como sospechaba, tampoco había ahí.
—Que mal, uno paga a tiempo su recibo y ahora resulta que debo de pagar la reparación —protestó.
Izuku salió al pasillo para indicarle a Katsuki los pasos de Asayama.
—Va a la cocina, pero creo que sólo va por un vaso de agua, Kacchan. ¿A dónde va? Espera... ¡Ah! Va al baño, está tomando su bata, creo que se va a dar una ducha, está abriendo el grifo... ¡Se encerró! ¡Huye Kacchan!
Entonces, Katsuki salió en silencio con pasos apresurados a la salida, y se fue por la salida de emergencia.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top