Capítulo 54.- Miko Iino no puede amar II.


Iino estaba en clases, escribía en su libreta todas las indicaciones y enseñanzas que le transmitía su profesora pero sólo era en esencia mecánica, no tenía ni idea de que era lo estaba escribiendo y su pensamiento era completamente ocupado por el recuerdo de aquello que vio en esa tarde, en esa silenciosa habitación bajo la luz de la tarde los labios de Yu hacían contacto con los de Koba, el dolor en su corazón renació nuevamente; era una punzada que atravesaba su órgano vital y ese sentimiento amargo bajaba por su garganta, el calor invadía su rostro especialmente en sus ojos pero no pasó nada, en vez ella sentía que su molestia sólo crecía más y más.

Iino pudo escuchar a Rei hablarle pero está le ignoró, no quería nada que ver con ninguna traidora y eso incluía a la pelinegra que ella miraba con el rabo del ojo, Osaragi tampoco se acercó a ella, Iino sabía lo lista que era su "amiga" y estaba segura que ella sabía lo que estaba sucediendo, por eso no tenía el valor para decirle algo; en el fondo sabía lo traidora que era. Las clases concluyeron de momento ya que la hora del almuerzo había llegado, Miko se fue rápidamente, tenía que ir al Consejo estudiantil para recuperar su libro y su tesoro, ahora lo necesitaba más nunca, hubiera sido más fácil que recuperarlo en la hora de la entrada pero la noche anterior no había podido conciliar el sueño, estaba cansada y somnolienta sin embargo eso no era ningún pretexto además....no quería encontrarse con él....

Afortunadamente conocía muy bien a ese tonto y sabía que seguramente no lo encontraría ahí, buscaría su libro y de paso haría sus deberes de oficial auditora, recalcando de nuevo, Iino no quería encontrarse con él y cuando finalmente lo hiciera simplemente sería por trabajo.

Llegó hasta el recinto, entró pero no había nadie, era algo raro ya que por lo general tanto el presidente Shirogane y la vicepresidenta Shinomiya siempre almorzaban ahí y en algunos casos también su querida Fujiwara-senpai. Primero miró en la mesa que usaban para sus deberes pero no estaba, luego pasó al escritorio del presidente sin éxito alguno, pensó que tal vez estaría ahí, en el pasado ya le había prestado alguno de sus libros al presi entonces examinó rápidamente con su vista toda la sala pero su libro no estaba; su atención fue llamada por un mueble lleno de libros y carpetas así que dedujo que tal vez la vicepresidenta o su senpai habían colocado su libro en aquel mueble y comenzó a buscarlo; la castaña era muy predecible para todos los que la conocían, no descansaría hasta encontrarlo y más que el mismo libro; lo que más le interesaba recuperar era su tesoro.

Reviso todos los libros uno a uno pero no estaba, no se resignó y sacó lo demás, después de pensarlo un poco Iino se dio cuenta que había hecho algo inútil, no es como si fuera posible que su libro estuviera dentro de algún folder aún así continuó buscando.

Por otro lado.

Ishigami entreabrió la puerta del consejo, justamente como había pensado antes ahí estaba ella, se preparó mentalmente y entró al recinto, la chica no sé percató de su presencia, buscaba algo entre los diferentes libros y carpetas que habían en un mueble, por lo que podía ver Yu al parecer es que la chica ya tenía un rato buscando; se quiso reír un poco pero no lo hizo ya que aún quería vivir, Iino soltó un suspiró cansado antes de tomar un folder y sin querer término regando los papeles en todo el piso, fue cuando Yu creyó que era un buen momento para acercarse, no podía desaprovechar esa oportunidad.

El peliazul se acercó a la chica que se encontraba agachada recogiendo los papeles que yacían en el suelo, ella sin saber quién era realmente le chico que le prestaba su ayuda.

Miko: Gracias presiden....ah.......umh...eres tú.....

Iino casi le arrebato los documentos y los alineó para guardarlos en otra vez en su respectivo folder.

Ishigami: Vaya, que bienvenida más fría.

Intentó bromear.

Miko: Si querías una fiesta pues aquí no la hallarás después de todo es tu obligación como estudiante venir a la escuela.

La bajita le dejo ahí en el suelo, Yu pudo sentir cierta hostilidad en las palabras de la castaña pero bueno....después de ausentarse y básicamente haber ignorado a todo el mundo en ese tiempo era normal que ella se molestará (eso sin mencionar que aún después de regresar este no le había dado la cara).

Ishigami: Si....jaja tienes razón.

Miko: Por supuesto que la tengo, ahora dejame terminar de limpiar este desastre.

Ishigami: Déjame ayudarte....mmm....haber....

Miko: No, yo lo ocasione así que es mi responsabilidad.

El joven estaba confundido, normalmente Iino era estricta y molesta y gruñona y.....bueno dejando eso de lado ella también era muy educada, servicial y amable así al verla así sólo podía pensar que de verdad tenía que estar muy molesta y siendo sinceros sentía que ella tenia toda la razón para estarlo pero por la otra cara de la moneda su estado de ánimo también lo empezaba a contagiar pero intento ponerse en sus zapatos una vez más y comenzó de nuevo, tomó asiento en el sofá y miró a la chica mientras esta acomodaba las cosas en su lugar.

El silencio era insoportable y el ambiente terrible tanto que no podía soportarlo, quería sacar su consola para jugar un poco pero sabía que eso la molestaría mucho más así que Yu no desistió, por fin Iino término con su tarea y tomó asiento en el sofá opuesto.

Miko: Tengo que revisar unas cuentas sobre el presupuesto de los club culturales, te daré los remanentes y necesito que los ajustes, para hoy.

La auditora empezó a escribir en unos papeles que sacó de su bolso, parecía  muy concentrada y mucho más callada de lo normal de cuando entraba en su modo "serio", Yu por su parte recordó su pretexto inicial para acercarse a Iino además ya la había hecho sufrir demasiado, sacó el libro que se había llevado un día antes y lo colocó en la mesita cerca del campo de visión de Miko.

Ishigami: Ten, deberías de tener más cuidado.

La castaña reconoció el libro y el marcapáginas se sobresalía del manuscrito, sintió un alivio profundo y a la vez una furia incontrolable.

Miko: Si sabías que estaba buscándolo debiste entregármelo desde un principio.

Ishigami: Lo siento, no pensé que te fuera molestar tanto, no quería que se extraviara así que lo tome ayer, deberías estar más agradecida.

Miko: Sip, mi libro fue una de las cosas que tomaste ¿no? Felicitaciones.

Nuevamente la confusión invadió al peliazul, no sabía cómo responder a eso ya que nada le venía a la mente.

Iino reviso su libro detalladamente para ver que no tuviera raspones o estuviera manchado e hizo lo mismo con su tesoro, asintió para sí misma y por el momento lo puso de lado sólo para continuar escribiendo, Yu definitivamente ya no sabía que hacer, esto no era para nada normal, es decir, en el pasado él e Iino siempre habían tenido problemas, bueno, muchos problemas de polos opuestos pero siempre se terminaban resolviendo o simplemente se olvidaban de ello sin embargo ahora era diferente, en primera por la hostilidad e indiferencia que Iino mostraba hacía a él  y en segunda por que por alguna razón esto le causaba un cierto grado de molestia a él también pero no era la molestia habitual sino una que nunca había sentido, algo parecido cuando ella lo mando al demonio el día del festival interescolar.

Ishigami miró la hora, ya había pasado bastante tiempo desde que había comenzado el almuerzo, pensó que tal vez Iino tampoco había comido, Yu simplemente pensó que se sentiría mal si comía su almuerzo frente a la bajita entonces tuvo otra idea, yacía bastante tiempo desde que ellos se conocían y sabía perfectamente lo mucho que esta comía a pesar de su tamaño además tal vez con eso podrían arreglar las cosas y entonces todo volvería a ser como siempre, como antes de que supiera toda la verdad; Yu muy en el fondo ansiaba eso.

La castaña estaba concentrada en su trabajo, el joven se acercó furtivamente hasta que llegó a estar sentado a su lado y abrió su caja de almuerzo, el olor era indescriptible, un manjar que su madre le había preparado, aún estaba calientito.

Ishigami: Mira Iino, mi madre se esforzó mucho esta mañana, puedes tomar todo lo que quieras.

El joven comió un trozo de pollo y acercó el almuerzo a la bajita.

Miko: No gracias, estoy ocupada.

Ishigami: Estoy seguro que no has almorzado todavía, vamos, te aseguro que te gustará.

Miko: Dije que no.

Yu pudo escuchar el rugir del estómago de Iino y también notó su incomodidad, definitivamente se quería reír pero no lo hizo y siguió insistiendo.

Ishigami: Vamos, toma un bocado.

El joven que previamente ya había tomado un trozo de pollo con sus palillos tomó por sorpresa a Iino cuando depósito la comida en su  pequeña boca.

Miko: ¡¡¡!!!

Ishigami: Te lo dije, mi madre cocina muy bien ¿verdad?...deber.....

La mano de Iino le arrebato las palabras de la boca ishigami y sus palillos volaron hasta el otro lado de la habitación, Yu estaba altamente consternado, ambos se miraron en silencio...más bien era como si todo el mundo se hubiera callado y el tiempo detenido, un sentimiento desagradable invadió a Yu mientras el calor del golpe se esparcía en su mejilla.

Ishigami: ¿Q-que.......¡¿Qué diablos sucede contigo?!, Sólo trataba de ser amable, quería hacer las paces, se que la actitud que tuve no fue la correcta pero....... sólo quería que las cosas fueran como antes....

Miko: No seas estúpido....las cosas nunca podrán ser iguales, al menos para mí no, así que déjame tranquila y vete con tu noviecita y disfruta de popularidad, te la ganaste..........tenías razón, meterte en los asuntos de los demás sólo te traerá problemas.

Las últimas palabras de Iino eran más un recordatorio para ella que para el chico que la miraba con una expresión sorprendida y a la vez desconcertada.

Yu no sabía que decir, se mordió el labio inferior mientras la frustración se apoderaba de él cada vez más.

Ishigami: ...................Tienes razón, por mi puedes tirarte a un pozo, señora auditora.

El joven se fue y azotó la puerta del consejo de pasó, el silencio era casi nulo ya que a través de las grandes ventanas del aula se escuchaba la algarabía de los estudiantes de Shuchiin, la leve brisa del viento entró por una de las ventanas antes mencionada, la brisa meció sus cabellos castaños, tomó su lápiz y siguió escribiendo en los papeles; el ruido de la fricción del grafito en el papel se escuchaba ligeramente y entonces después de unos segundos su escribir se detuvo, sus dedos arrugaron ligeramente el papel, su mano soltó el lápiz que rodó sólo un poco y tembló antes de tomar su marcapáginas, unas pequeñas gotas de agua cayeron sobre la protegida flor de sutera, sus mejillas estaban rojas, sus lágrimas se hicieron más evidentes y finalmente comenzó a llorar..........

Miko Iino no puede amar......


Kaguya-sama love is war no pertenece todo el crédito es para Akasaka Aka.


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