Iino estaba sentada en una de las tantas mesas ubicadas en la biblioteca, estaba tan silencioso y solitario como todas las tardes, si no fuera por la castaña y la modesta bibliotecaria que se encontraba hojeando un libro del lado opuesto de la barra entonces el lugar sería literalmente un cementerio. Miko soltó su libro de texto y lo dejo de lado, estaba demasiado cansada como para leer y su mente muy saturada como para poder concentrarse incluso en la tarea más pequeña, los rayos tenues del atardecer bañaban parte de la mesa donde ella básicamente se desplomó.

El tic tac del reloj de pared resonaba con fuerza, en los pasillos se escuchaban las platicas de los últimos estudiantes que se dirigían hacía casa, Iino podía sentir lo melancólica que era esa tarde, después de todo su día no había sido tan productivo y más con los exámenes parciales a la vuelta de la esquina sin embargo nada de eso tenía que ver con su ánimo; más bien, era lo que había pasado un día antes.

Miko suspiro algo cansada pero ni siquiera se molesto en moverse, cerró sus ojos avellanas.

Los recuerdos empezaron a fluir lentamente como una de esas cintas de películas antiguas, casi podía imaginarlo:

Unos años antes.

Los uniformes blancos, pulcros y puros destacaban a los estudiantes de nuevo ingreso de la división de secundaria de Shuchi'in, en ese tiempo Miko Iino ya era conocida por algunos como una chica de convicciones firmes acerca de los estatutos estudiantiles aunque claro para la mayoría ella sólo representaba una molestia a sus relajadas vidas como estudiantes recién ingresados. Iino caminaba por los largos pasillos portando la distintiva cinta del comité de moral pública, ella y Osaragi se unieron en el primer día de curso incluso en ese tiempo Kobachi era su única aliada pero eso no le molestaba en absoluto, más bien, para ella era mejor saber que contaba con una gran amiga cómo ella, Miko caminaba por los pasillos, llevaba unos días revisando los alrededores (por órdenes del presidente del comité de moral) lo cuál afortunadamente le hacía más fácil distinguir los pasillos y aulas de su curso entonces al pasar por un salón divisó a cierto chico, su cabello corto azulado y sus ojos apagados eran sus rasgos más reconocibles; miraba sin quitar la vista de la ventana, ¿Que podría ver de interesante en mirar por una ventana? Esa fue la pregunta que se formuló la mente de Iino, ¿podrían ser los pájaros que se alejaban en el horizonte? Ó quizás ¿El débil color en el cielo debido al atardecer? Ó simplemente no era ninguna de las dos......si lo miraba bien era un chico más o menos normal tampoco podía decir que era feo más bien era lo contrario; le observó un momento y se percató que era un compañero suyo, no sabía su nombre pero ciertamente ya lo había visto antes en su salón, ahora que lo miraba bien ese chico era algo raro, es decir, no lo decía en el mal sentido después de todo ella no podía juzgar a los otros así como así pero si era extraño que un chico de su edad fuera de esa manera, por lo general debería tratarse de alguien escándaloso, risueño e incluso tonto; algo acordé a su edad....y sin embargo no le molestaba, ella podría decir que era un chico maduro. La chica se alejó sin hacer el menor ruido posible.

Unos días después, Iino comenzó su rondín como todos los días, sus suaves pero contradictoriamente firmes pasos se escuchaban por los pasillos vacíos, al pasar por una aula que debería estar vacía se encontró nuevamente al chico de aquella vez, la luz muerta del fin del día empapaba el sitio, el jovencito jugaba ávidamente una consola portátil; era cierto que el no estaba molestando a nadie pero desgraciadamente ella era una miembro del comité de moral pública, no tenía más opción que hacer cumplir con su papel. Las castaña entro al salón, la puerta hizo el suficiente ruido como para llamar la atención del chico.

Sus miradas se cruzaron, fue como un instante que dura mucho tiempo, como dos conocidos intentando reconocerse después de tanto entonces el chico habló.

??????: ¿Se te ofrece algo?.

La bajita que en un principio tomó la iniciativa para ser cumplir con su deber reaccionó unos segundos después.

Miko: Lo siento, no quería asustarte, Soy una miembro del comité de moral pública, por favor ¿podrías guardar tu aparato?.

El chico le miro unos segundos antes de volver a desviar su mirada.

??????: Lo lamento pero no quiero.

La respuesta educada y directa del chico impacto un poco a Iino.

Miko: .....¿Disculpa?.....

??????: Dije que no quiero.

El joven peliazul procedió con su videojuego para sorpresa de la castaña.

Miko: Creo que no estás entendiendo, no se trata de querer o no, simplemente eso está prohibido en la escuela, por favor no hagas más difícil mi trabajo.

La chica se sujetó la cien como si quisiera mitigar un dolor de cabeza.

Miko: ( Creo que debí ser más dura con él.... )

La línea de pensamiento de Iino fue cortada de tajo cuando miró al chico guardar su portátil en su mochila, después se desplomó en su asiento y desvío su mirada hacia la ventana.

Miko: ...... gracias....

??????: No te acostumbres, sólo será esta vez.

Eso molesto un poco a Iino.

Miko: No pareces ser un chico malo, podrías ser más provechoso para tí seguir las honorables reglas del instituto ¿Sabes?.

??????: No tengo intenciones de hacerlo.

La castaña se quedó callada, no sabía por qué pero este chico la estaba sacando de sus casillas, la imagen del chico maduro que había tenido antes justo ahora se iba al caño.

Miko: Entiendo, mi nombre es Miko Iino, ¿Cuál es el tuyo?.

??????: No estoy obligado a responder.

Miko: ¿Es en serio? ¿Que es lo que pasa contigo?.

La conversación fue interrumpida por la llegada de una chica de cabello oscuro, aspecto simple y de unas inusuales gafas.

Osaragi: Así que estabas Miko-chan...¡Oh! Creo que interrumpí algo....creo que mejor me voy.

El rostro de Iino se tornó ligeramente sonrojado.

Miko: No es nada de eso, no te hagas ideas raras, mejor vámonos.

Ambas chicas salieron del aula.

Miko: Es increíble lo grosero que puede ser ese chico....¡Estoy furiosa!

Los berrinches de Miko llamaron la atención de Kobachi.

Osaragi: Te refieres a Ishigami-kun ¿Verdad?.

Y eso definitivamente llamó la atención de la bajita.

Miko: ¡¡¿Lo conoces?!!.

Osaragi: Es nuestro compañero de clases.

Miko:.....No me refería a eso......

Osaragi: Es normal conocer los nombres de los que te rodean incluso sino te agradan o interesan, al menos para nosotras como integrantes del comité de moral, ¿No lo crees?.

Iino asintió.

Miko: ( Es increíble que por un momento pensé que debía ser un chico maduro pero en realidad es un majadero, ese tonto de Ishigami seguramente me sacara canas verdes....y pensar que pensé que podrías ser ami......¡Ah! Tonta...¡Soy una tonta! )

Ha partir de ese día Iino comenzó a vigilar incansablemente a Ishigami Yu hasta ese fatídico día, un día que nunca nadie olvidará.

Miko Iino abrió los ojos, al parecer se había quedado dormida.

Miko: mmmmm....¿En qué momento? ¿Que estaba soñando?.

Iino se tallo uno de sus ojos avellanas y reprimió un bostezo, el recuerdo del día que conoció a Ishigami se hizo presente. Un día antes había estado pensando en Ishigami tal vez eso le había traído ese viejo recuerdo, Iino no había tocado el tema en su corazón desde que se reconciliaron y que ella fue capaz de decirle abiertamente que quería ser su amiga entonces ¿Por qué ahora?.......¿Por qué no pudo darse cuenta hace años? ¿Por que dejó que su orgullo y su sentido de la justicia la cegaran? ¿Por qué ahora......

??????: Vaya, hasta que despertó la bella durmiente.

Iino dirigió su mirada a donde provenía la voz, el joven de cabello largo azulado y de ojos nostálgicos leía un manga entre sus manos, dejo su lectura por un momento para mirar directamente a la oficial auditora.

Ishigami: Por cierto, tienes un poco de baba, límpiate.

La cara de Iino se volvió tan roja que parecía un tomate, saco rápidamente unos pañuelos desechables de su bolso y se limpio.

Miko: ¿Que rayos haces aquí? Eres un tonto.

Ishigami: Así me agradeces que me haya quedado a ver qué no te sucediera nada malo.

Iino miro el manga en sus manos.

Miko: No seas mentiroso, sólo buscabas un lugar donde leer tus historietas.

Ishigami: No son historietas, es manga, una expresión del arte japonés actual además ya es bastante tarde, si estás tan cansada deberías ir directo a casa.

La chica se sobresaltó un poco, echo un vistazo rápido y efectivamente ya el sol había bajado mucho, casi está oscuro.

Miko: .......así que te quedaste por que no me querías dejar sola o tal vez sólo eres un pervertido que le gusta ver a chicas durmiendo...dime Ishitonto.

Yu desvío la mirada indignado.

Ishigami: Ni una de las dos, yo sólo.....

Miko: Gracias.

Ishigami: .......¿Eh?...

La interrupción de antes sólo se miro apocada frente a la desconcertante reacción de Yu.

Iino se sonrojo ligeramente.

Miko: ¿Que estás esperando?, vámonos, ya es bastante tarde.

La castaña tomó sus pertenencias antes de salir de la biblioteca a la vez que un atónito Ishigami Yu iba inconscientemente detrás de ella.

Para Miko Iino esas eran preguntas sin respuestas o tal vez si las contemplaba en lo más profundo de su ser, quizás sólo quería convencerse a sí misma, justo ahora su corazón era un océano de confusión y recuerdos de un pasado que queriendo o no, les pertenecía ha ambos entonces ¿Por qué ahora.....sentía que su corazón latía demasiado?....

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Kaguya-sama love is war no me pertenece todo el crédito es para Akasaka Aka.