Era como una de todas las mañanas que ocupaba nueva la rutina de Ishigami desde que  se había unido al consejo estudiantil, se levantó algo cansado pero no sé sentía ni fatigado ni exhausto, más bien era como si esperará el siguiente día con ansías, tomó un baño con agua templada; la temperatura era perfecta, su cabello largo azulado caía sobre su rostro, lo movió hacía un lado y pensó para sí mismo que había crecido mucho y qué tal vez era tiempo de cortarlo sin embargo se sentía cómodo así que no le dió importancia. Salió del baño y se vistió con su uniforme escolar del prestigioso instituto de Shushi'in, se colocó sus audífonos y bajo a la primera planta, dio los bueno días a su madre y está le ofreció a desayunar a lo cual este se negó ya que tenía algunos asuntos pendientes de la tesorería del consejo estudiantil, su madre accedió apenas. Ishigami decidió caminar, quería estirar sus piernas, a veces era bueno estar un poco más en movimiento, como era costumbre al llegar al instituto muchas miradas se clavaron en él; en otro momento esto hubiera sido demasiado incómodo sobretodo por los constantes murmullos pero precisamente en esos  mismos instantes ya no le importaban, eso se debía a que ahora habían personas que estaban dispuestas a ser sus amigas, sin importar su oscuro pasado.

Entro a la sala del consejo estudiantil, esperaba encontrarse con el presidente, tenía tantas ganas de tener una clásica plática de chicos pero en lugar de eso se encontró con algo que ni en sus más locos sueños se hubiera siquiera por nada en el mundo haber imaginado, en unos de los sofás del recinto se encontraba una chica bajita de cabello castaño, su pulcro uniforme femenino era "casi" el de siempre, ese "casi" resaltaba principalmente por los audífonos rosas que cubrían las pequeñas orejas de la chica mientras que mantenía en sus manos una consola que él reconoció perfectamente, algo que no terminaba de concordar con la imagen de aquella chica, para ser más exactos, con la imagen de una de los miembros del comité de moral pública, Miko Iino.

La joven auditora del consejo estudiantil no se percató de la presencia del chico.

Miko: .....S-senpai, ¿es usted?.-dijo en voz alta sin dejar de mirar la pantalla.

Yu dudó unos segundos antes de contestar pero sabía que sería raro si no decía nada.

Ishigami: ...........mmm...Eres tú...-dijo sin verla a la cara.

La castaña desvío la mirada unos instantes de la pantalla y un puchero se formó en su pequeña boca mientras Ishigami tomaba asiento del lado opuesto.

Miko: ¡Que maleducado! Se dice buenos días además me asustaste tonto.-exclamó molesta.

Ishigami: Si....lo que sea, por cierto ¿Donde están todos?.-saco unos papeles de su mochila.

Miko: El Sr. Director preparó una asamblea para los estudiantes de tercer año, supongo que llegarán más tarde.

Yu asintió sin muchas ganas para después  comenzar con su trabajo mientras que Iino prosiguió con lo suyo pero el peliazul noto que no volvió a colocarse los audífonos así que quizás estaría bien conversar un poco pensó, sería algo normal o tal vez sólo era la presión por estar los dos solos en ese momento, sinceramente no lo sabía pero lo que si sabía era que la interrogante lo estaba matando.

El silencio era cada vez más incómodo y tratando de ser lo más casual posible Ishigami lo dijo.

Ishigami: Por cierto Iino, estás jugando......¿Verdad?.-expreso sin darle mucha importancia.

La chica detuvo sus dedos y su mirada se dirigió a Yu.

Miko: C-creo que es bastante obvió, ya lo olvidaste..... sólo estoy cumpliendo con los castigos del otro día.-sus mejillas se ruborizaron un poco.

"el otro día", repitió en su mente Ishigami antes de que el vago recuerdo del juego de cartas llegará a su cabeza. Era cierto, él le pidió que jugará como castigo aunque sinceramente en su imaginación creyó que para alguien como Iino sería molesto pero al parecer la joven auditora no estaba tan en desacuerdo con la idea incluso se veía relajada.

Ishigami: ( ....supongo que no hay planes perfectos........¡¡¿UMH?!! ).

Yu se quedó completamente petrificado cuando bajó su mirada, la chica se vio algo confusa.

Miko: ¿Que sucede? ¿Hay algo malo?.-pauso su partida.

Ishigami: N-no.....no es nada.......-desvió su mirada.

Miko: Tonto, no me asustes así entonces.

El chico se disculpó e Iino prosiguió con su juego.

Ishigami: (...........es cierto........ella misma lo dijo acerca de cumplir con sus castigos pero no sabía que también había hecho "eso")

Los ojos del joven nuevamente se postraron en lo que lo petrifico unos segundos antes, las piernas de Iino estaban al descubierto por una falda un poco más corta de la que ella usaba usualmente, una fina capa negra delimitaba la piel blanca de Iino.

Miko: ¿Que sucede?.

Para sorpresa de Ishigami Yu la castaña preguntó de repente, su cara se iba enrojecimiento poco a poco.

Ishigami: N-no es nada......en serio.....E-es sólo que estuve jugando toda la noche, estoy algo distraído.

La miembro del comité de moral pública le miró un poco, luego soltó un suspiro cansado.

Miko: Vaya que eres raro, no deberías de jugar tanto antes de dormir, tendrás pesadillas además sería más provechoso si utilizarás ese tiempo para estudiar.

Ishigami: Lo siento pero en este momento no eres la indicada para decir eso.-negó con la mano.

Eso exaltó un poco a Iino.

Miko: ¡¡¿Ah?!! Te recuerdo que solo estoy cumpliendo con los castigos del juego ¡Tonto!.

La pequeña estaba hecha una furia pero entonces Ishigami recordó precisamente los castigos de ese juego y su rostro nuevamente se enrojeció.

Ishigami: S-si....lo que sea.

El chico siguió con su labor de tesorero mientras que Iino aún con su puchero retomó su partida.

En aquel silencioso lugar sólo tres sonidos eran apenas audibles, por un lado las manecillas del reloj que se indicaban el paso del tiempo, otro era los delicados sonidos de las teclas de la tablet de Ishigami que cumplían con su labor de sacar las cuentas monetarias y por último los irregulares golpeteos de los botones de la consola que tenía Iino entre sus manos; los tres formaban un trío desigual e incluso irónico sin embargo, no toda la atención de Yu estaba centrada en las dichosas cuentas sino que su mente se encontraba contaminada por la ansías de seguir los instintos de sus ojos negros. Eran como si estos tuvieran mente propia, su mirada recorría las ahora expuestas piernas de Iino, no era sorpresa ver qué  estas eran cortas dada su baja estatura pero sin duda tenían su lado atractivo, eran esbeltas pero a la vez bien formadas, su pálida piel se escondía bajo la fina tela oscura de sus medias haciéndola ver sensual.......... Ishigami sacudió su cabeza.

......Fetiche.....

El fetichismo es el deseo o la excitación sexual de una persona causado por un objeto en particular. A los objetos que tienen este poder para determinada persona se les conoce como fetiche.

En todo el mundo, sin excepciones, hombres y mujeres tienden a tener un fetiche, hay de muchas formas y gustos, el ser humano tiende a tener deseos pero a diferencia de los animales, los humanos poseen autocontrol aunque en ocasiones tienden a reprimir dichos deseos; y antes de percatarse esto termina convirtiéndolos en pervertidos.

Para un virgen como Ishigami Yu este era un nuevo mundo en el cuál el catalizador fue los muslos de Miko Iino......así fue como nació el fetiche de Ishigami Yu, en resumen a Ishigami Yu le encantan los muslos.

Yu estaba claramente nervioso, sus mejillas se sentían calientes, bueno, en general todo su rostro estaba en llamas, su corazón latía con más fuerza que de costumbre y en su mente se repetía la misma imagen de esas hermosas piernas. No era la primera vez que miraba a Miko Iino pero sin duda el verla ahora era completamente distinto, usualmente Ishigami nunca perdería los estribos por una chica pero por alguna enferma razón, ver a Iino con sus muslos al descubierto era tan vergonzoso para él y aún así no podía dejar de mirar, pensó que sería mejor irse de allí pero para su mala suerte la voz de la chica lo hizo detenerse.

Miko: Ishigami.....

Iino hablo sin dejar de ver la pantalla. Su voz era fría.

Ishigami: ¿Q-que....sucede.... Iino?.

Un sudor frío bajo por la frente del tesorero a la vez que sus latidos aumentaban a cada segundo.

La chica puso la consola de lado y se acercó furtivamente al tesorero del consejo estudiantil.

Ishigami: ¡¡¡Uhm!!!.

Miko: Déjame ver......debes poner más atención, estás cuentas son para el mes entrante.

Ishigami: J-ja..jaja...si creo que hoy estoy demasiado distraído.

Miko: No te rías así, ¡que asco!.

Yu sintió que casi sufría un infartó, por un momento pensó que había sido descubierto, sería un gran dolor en el trasero si Iino pensaba que la estaba espiando. La castaña nuevamente regreso a su partida, Yu soltó un suspiro aliviado pero nuevamente sus ojos siguieron la línea de su fetiche, tragó un poco de saliva mientras su rostro se enrojecia más y más, ocasionalmente Iino se movía en su asiento después de todo los jugadores novatos suelen hacer movimientos al jugar sin embargo el problema era que esto hacia que la falda de Iino bailará en el aire dejando ver un poco más de su "jardín secreto", los latidos de Ishigami se intensificaron; podía escuchar claramente el retumbar de su corazón mientras la traslucida tela oscura lo absorbía más y más hasta que.........

Ishigami: ¡¡¡ Ah !!!...........esto.........me tengo que ir......-se levantó de su asiento de inmediato.

Miko: ¿Que rayos haces?, estás muy raro desde que llegaste.-dijo confusa.

Ishigami: Es sólo que olvide algo que tenía que hacer, por favor disculpame con el presidente, me tengo que ir.

El chico salió rápidamente del lugar sin darle tiempo a la auditora siquiera de decir absolutamente nada, los pasos de Ishigami eran veloces, casi parecía que podía salir corriendo.

Ishigami: Diablos, creo que estoy enfermo, quiero morirme......quiero que la tierra me tragué, maldita Iino por que tenía que ponerse "eso", es suficiente me voy a casa, ¡¡Ahhhh!!.

Yu se fue balbuceando llamando la atención de uno que otros alumnos que se encontraban aún en los pasillos, por otro lado.

Iino jugaba la consola entre sus manos, puso pausa y se quitó los audífonos de sus pequeñas orejas para luego a proceder a cubrir parte de su boca y rostro que se encontraba completamente sonrojado, sus ojos estaban llorosos y sus manos temblaban.

Miko: Ishigami idiota........estabas mirando demasiado........ pervertido...

Y así termino un día lleno de sorpresas para ambos, una chica que cumple sus promesas por más vergonzosas que sean para ella y un chico que descubrió su gusto por los muslos.

Kaguya-sama love is war no me pertenece todo el crédito es para Akasaka Aka.