Capítulo 10.- Miko Iino impone.
En las escaleras que conducen al techo se encontraban ellos dos, una chica bajita de cabello castaño y de semblante firme, por otro lado el joven de cabello azul y de mirada profunda, ambos frente al otro aunque ciertamente se podía saber quién está sometiendo a quién.
Ishigami se reflejó en los ojos de Iino, su mirada era absoluta, Yu lo supo en un instante, sea lo que fuera lo que la chica quisiera era seguro que no aceptaría un no como respuesta, en otras circunstancias el joven hubiera sido capaz de hacerle frente pero el desvelo y el desgaste de tantas horas de juego estaban haciendo mella en él, además simplemente no podía abandonar al Sacro Reino de Bártaras, definitivamente el héroe legendario espadachín experto Lv 99 modo berserker Ishigami Yu estaba en presencia de la toda poderosa, Reyna demonio hechicera oscura Miko Iino Ávalosky-dex y estaba completamente a su merced.
Ishigami:.......demonio...-dijo entre dientes.
La chica le pareció que él había dicho algo pero no le escucho claramente.
Ishigami: .......Reyna demonio......-exclamó un poco más fuerte.
Iino lo miro con cierta confusión mezclada con disgusto.
Miko: ¿A quién le dices demonio, tonto? No sé a qué te refieres pero en verdad suena asqueroso, sobre todo la parte de reyna.-sus mejillas estaban sonrojadas.
Ishigami paso por alto eso, más bien, no tenía tiempo para pensar en nada que no fuera Bártaras Quest.
Ishigami: Dime, ¿Que es lo que quieres?.-pregunto esta vez más calmado.
La bajita lo miro despectiva, se dio la vuelta y comenzó a caminar.
Miko: Sígueme.-susurro en voz baja.
Yu que de por sí ya se encontraba confundido, esto lo confundía más, no estaba seguro que era lo que planeaba Iino pero sabía que no le gustaría, peor aún, no estaba seguro si viviría para contarlo o sí alguien encontraría lo suficiente de él como para reconocerlo; de una u otra forma esto significaba el fin de Ishigami Yu.
Ishigami siguió a Iino con cierto repelús, sus pasos eran inseguros pero era su consola la que estaba en peligro así que no había tiempo para estar horrorizado, llegaron hasta una enorme puerta, Yu tragó saliva, era peor de lo que había imaginado..... Un espacio que no debería de existir en ningún rincón del mundo.....era.......era......................La biblioteca escolar. Miko entro sin demoras, él se petrificó ya había estado antes ahí durante sus escapadas para jugar y cada vez que necesitaba de un lugar tranquilo para dormir sin embargo, el tiempo que tenía conociendo a Iino era suficiente para tener constancia que no harían ninguna de las dos cosas.
Miko: ¿Te vas a quedar todo el día ahí con esa cara de tonto?.-reprocho Iino.
Ishigami: ¿Que vas hacerme?.-expreso preocupado.
El rostro de la bajita se coloreo de inmediato.
Miko: ¡¡Tonto!! No lo hagas sonar como si fuera hacer algo pervertido, sólo entra asqueroso.-dio un paso hacía adentro.
Ishigami: Que conste que tú lo dijiste, yo no.-respondió antes de entrar.
Miko: Entra ya.-exclamo fuertemente.
Se escucho un Shhhhsss!!, la chica tapo su boca inconsciente como si eso pudiera contener su voz, había olvidado que estaba en una biblioteca. Ambos entraron hasta la mesa más alejada y solitaria del lugar, en el camino unas chicas que todavía se encontraban allí murmuraban.
Chica A: Mira, es ese chico.-señalo por lo bajo.
Chica B: Si....pobre Miko-san, no sabe en lo que se está metiendo....respondió la otra.
Chica C: Déjalos, no es de nuestra incumbencia además así Miko Iino no nos molestará.-dijo llamando a las otras.
Las tres chicas salieron de inmediato, la bibliotecaria se encontraba distraída leyendo un libro, rápidamente el lugar se convirtió en un cementerio literalmente, Ishigami seguía a Iino sin rechistar pero era obvio que este se miraba incómodo.
Ishigami: No sé que es lo quieras conmigo pero te aconsejo que no..-fue interrumpido.
La castaña volteó a verlo y con una firme determinación le contesto sin dejarle tiempo para terminar.
Miko: Si te refieres a lo que esas chicas estaban hablando entonces entérate que no me importa, se perfectamente lo que estoy haciendo y eso también va para tí.-volvió a retomar su camino.
Yu soltó un suspiro.
Ishigami: ................., Como tú digas.
Ambos llegaron hasta una enorme mesa.
Ishigami: Y bien, dime qué es lo que quieres, hazlo rápido, tengo que volver a mí juego.-esta vez sonó más firme pero......
Miko: Pues lo siento por ti por que esto no terminará pronto.-respondió indiferente.
La bajita metió su mano a su bolso, el joven azulado le miro, la falsa confianza que mostró antes se derrumbó y el miedo comenzó a calarle.
Miko: Ten -extendió su mano- comienza con estás.
Ishigami: ¡¿Eh?! Esto.......-estaba estupefacto.
Yu miro las hojas de cálculos, estaba hecha a mano, cuentas, sumas, restas y divisiones tapisaban las hojas, la letra era hermosa y muy esparcida, lo suficiente para saber que había sido hecho con mucha empeño.
Ishigami: Esto para que...
Miko: Dices demasiadas tonterías, si tienes tanto tiempo para eso entonces no tendrás problemas para hacerlos antes de que oscurezca.-miro aún lado disgustada.
Ishigami: Esto..... -observo detenidamente las hojas- son cuentas de los clubs deportivos.
Miko: Eso ya lo sé tonto, tengo muchas de esas, necesito entregarlas en esta semana y aunque me molesta admitirlo no eres tan malo con los números.-dijo poniendo unas hojas frente a ella.
El cerebro de Yu estaba colapsando, primero por su adicción a Bártaras Quest, luego por la falta de sueño y por último la señorita perfección Reyna demonio hechicera oscura Miko Iino Ávalosky-dex estaba pidiéndole ayuda aunque no lo hacía sonar así.
Ishigami: ¡¡Oh!! Ya entiendo.-dijo golpeando la palma su mano con un puño.
Miko: Bien, al menos no eres tan tonto como pensaba.-comenzó a hacer cuentas.
Ishigami: Sip, al parecer morí ayer mientras jugaba Bártaras Quest, sí, eso tiene que ser, bueno al menos no fue de una manera dolorosa ni ridícula, no me gustaría parecerme al tipo de ese manga que leí y menos si me toca a una diosa inútil aunque si me dieran a elegir entre ella y tú.....mmmmm....-se quedó pensando.
Una vena se marcó en la frente Iino al punto que parecía que iba a estallar pero contuvo sus ganas de hacerlo, inhaló y exhaló.
Miko: No sé nuevamente a que tontería te refieres pero no estás muerto, así que apresúrate si quieres que te regrese tu aparato.-siguió con su trabajo.
Yu se golpeó las mejillas, efectivamente le dolieron y estás se tornaron carmesí.
Ishigami: Espera....entonces no estoy muerto.-exclamó parándose de la mesa.
Otra vez un Ssshhhss!! retumbó en el lugar.
Miko: Cállate y siéntate de una vez por todas.-contuvo su voz.
Ishigami: No, debo estar muerto, no hay manera qu la integrante del comité de moral pública y tesorera del consejo estudiantil Miko Iino me este pidiendo ayuda.-contrarresto.
Otro Sshhhsss!! Y una mirada furtiva por parte de la bibliotecaria fue lanzada hacia su mesa.
Miko: Callate, ¿quieres que nos echen o que? Y por cierto, soy la mejor alumna de primer año, que no necesito ayuda así puedes considerarlo un castigó por todas las veces que has traído esa consola sin permiso.-dijo en voz baja.
Ishigami: Di lo que quieras pero es obvio está para alguien como yo que necesitas ayuda.-solto al ver el pequeño montículo de hojas en la mesa.
Miko: Ya veo, entonces supongo que no necesitas esto.-metió la mano a su bolso.
La bajita sostenía la consola con una mano y con su dedo índice apuntaba al botón de reset.
Ishigami: Espera Iino, por favor Reyna, estoy a sus pies, por favor déjeme hacerlo por usted.-decía suplicante.
Por tercera vez el rostro de Iino se marcó de un color rojo brillante .
Miko: Eres asqueroso, no lo vuelvas a repetir sino esta vez si apretaré reset.
Ishigami: No por favor, comencemos.-tomo las hojas frente a él.
El silencio recuperó su reinado perdido, el ambiente era tan pacífico y tenso a la vez como una una melodía de piano, el tic tac del reloj era el único sonido audible.
Los lápices de vez en cuando se deslizaban a través del papel mientras la goma de borrar aparecía ocasionalmente.
La chica se sintió sedienta de repente, despegó los ojos por un momento y observo a Yu, parecía costarle mantener la concentración, inmediatamente pensó que se debía a esa cosa que le había arrebatado pero tampoco podía negar que aunque las cosas habían empezado con el pie izquierdo iban mejor de lo esperaba; se levantó silenciosamente y murmuró en voz baja.
Miko: Espera aquí, vuelvo pronto y no descuides el trabajo.
Yu asintió en silencio, miró discretamente el bolso de Iino pero para su mala suerte está lo tomo y salió del recinto, él soltó un bostezo, algo resignado y algo somnoliento y siguió con su trabajo. Yu miraba las cuentas y calculaba cuando otro bostezo escapó de su cavidad oral, este ya no era resignado pero ahora era más notorio lo somnoliento.
La chica llegó hasta donde estaban las maquilas expendedoras y a la vuelta el mismo grupo de chicas de antes estaban charlando a grandes voces.
Chica A: Me pregunto por qué Miko-san está perdiendo su tiempo con ese tipejo.
Chica B: Así es, pervertidos como él no merecen nada bueno, debería morir en alguna cueva donde nadie lo viera.
Chica C: No digas tonterías, alguien como él ni siquiera merece morir, se saldría muy fácil con suya.
La castaña apretó sus pequeñas manos hasta que sus nudillos se blanquearon, era cierto que él había cosechado lo que había sembrado pero tampoco soportaba escuchar algo como eso, las palabras de Koba llegaron a su mente como un recordatorio mental:
"todos merecemos una segunda oportunidad, creo que todos hemos sido muy injustos."
En verdad Miko Iino se estaba esforzando por creer en las palabras de su amiga, se estaba esforzando mucho por creer en alguien como Ishigami Yu, aún en contra de todo, ella se estaba esforzando para darle una segunda oportunidad.
Espero que les haya gustado, disculpen si va algo lento pero para los que conozcan mi trabajo ya saben que me gusta jugar con la historia además este fic será algo largo, tal vez el más largo haya hecho hasta ahora así que esperen por que aún falta mucho más.
Voten, opinen y comenten.
Kaguya-sama love is war no me pertenece todo el crédito es para akasaka aka.
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