🏵 Capítulo 7🏵
Dejo a la niña en el suelo sin saber que demonios hacer. ¿Cuánto puede llorar un bebe? En algún momento se detendría, ¿no? Observo como eleva los brazos hacia a mi como si esperara que la volviera a coger.
Ni hablar.
Llora aún más si eso es posible. Miro hacia los lados notando que la situación se esta volviendo catastrófica. ¿Tendrá hambre? ¿Quiere que le cambie el pañal? Jamás en mi vida he cambiado uno.
En ese momento me encuentro maldiciendo una y mil veces a Adam.
Voy corriendo hacia la nevera y echo un vistazo al interior desesperadamente en busca de algo que me pueda servir.
¿Potitos? Gracias al cielo.
Cojo uno con rapidez. Mis ojos se desvían hacia la bebe que sigue en el mismo lugar sin detener su llanto, así que me dirijo con rapidez hacia ella y dejo el potito justo delante.
- Venga, ¿esto te gusta, no?
Sus ojos se posan en ese instante en el pequeño bote de cristal, sigue llorando durante unos momentos hasta que parece entender lo que es. Una de sus manos acaba dentro del frasco, a continuación la eleva llevándosela a la boca sin vacilar y un ruido parecido a una risa brota de su garganta. En ese mismo instante me derrumbo y caigo al suelo con cansancio, mas que segura de que aquellos minutos me habían quitado años de vida.
El bebe sigue comiendo, sin embargo, en un instante sus pequeños ojos azules se posan de nuevo en mi y su mano se detiene a medio camino de su boca. La observo sin entender que le ocurre, cuando de repente cae hacia adelante apoyándose en sus dos manos. Viene hacia mi con una sonrisa nada buena en su rostro y con las manos llenas de computa de manzana.
Me alejo con una parte de mi aterrada. Esto parece divertirla porque ríe y empieza a ir de nuevo hacia a mi. Me alejo y la señalo con el dedo nerviosa.
- Oh no, te he dado tu compota, quédate ahí quieta.
No me entiende, por supuesto que no lo hace. No se cuanto tiempo estamos así, con ella persiguiéndome y yo huyendo. ¿Dónde diablos se ha metido Adam? Justo en ese momento noto como empieza a aumentar su velocidad.
¿Qué demonios le echan ahora a los potitos?
Sigue gateando con rapidez hasta que súbitamente su cabeza choca contra una de las patas de las sillas del salón consiguiendo que se detenga por fin; su rostro se arruga y pequeñas lágrimas empiezan salir de sus ojos.
- Ma...Ma...
Suspiro al ver las lágrimas corriendo por sus pequeñas mejillas sonrojadas. Un sentimiento desconocido se instaura en mi pecho y en un segundo estoy delante agachándome para cogerla entre mis brazos. En ese preciso instante me mira, con ojos grandes y azules, reflejando toda la inocencia del mundo y una vez más noto ese sentimiento desconocido. Supongo que es eso lo que hace que la estreche con fuerza llevándola conmigo hacia el salón. Su pequeña mano roza mi mejilla dejando que una risa brote de su boca.
La estrecho con más fuerza sin poder evitar sonreír durante unos segundos.
.
.
.
- ¿Mel?
Una ligera presión en mi hombro hace que este a punto de abrir los ojos, pero no lo hago, el sueño sigue arrastrándome con fuerza.
- Hey, Mel.
La presión aumenta volviéndose mas insistente y acabo gruñendo. Mis párpados se elevan finalmente con pesadez mientras intento ubicarme.
- Mas vale que haya una apocalipsis porque si no voy a estrangularte - mascullo con voz ronca mientras me paso la mano por los ojos aún soñolienta.
Subo la mirada encontrándome con la de Adam, aunque la oscuridad ensombrece por completo su rostro evitando que pueda ver cualquier gesto en el. Sé que me observa y casi puedo imaginar el rastro de burla en sus ojos oscuros.
Abro la boca a punto de hablar pero me detengo al ver como lleva un dedo hasta sus labios en señal de que guarde silencio. Su cara se mueve hacia un lado, la sigo sin pensar y encuentro a Dana recostada sobre el sofá profundamente dormida. Su pequeño pecho sube y baja de forma pacifica mientras una sonrisa surca sus diminutos labios. Aguanto con fuerza las ganas que me dan de sonreír también. En vez de eso me sonrojo, no sé muy bien porqué.
- Parece que si que le agradas a alguien en esta casa.
Le lanzo una mirada de odio reteniendo con todas mis fuerzas las ganas de sacarle la lengua. Se mueve y la luz proveniente de la cocina cae sobre el permitiendo que por fin vea su rostro. Una mueca extraña cruza sus facciones justo antes de que se de la vuelta dispuesto a marcharse.
Arrugo el ceño sintiendo repentinamente que algo no encaja del todo; una pequeña alarma en mi interior salta inevitablemente en mi pecho y sin perder ni un segundo me levanto con rapidez para ir directa hacia él, dejando que mi mano aferre la manga de su chaqueta dispuesta a no dejarlo ir. Durante unos momentos pienso que no se va a girar hasta que momentos después retrocede y sus ojos se clavan con confusión sobre los míos.
- ¿Qué haces? - la pregunta sale de sus labios en tono bajo lleno de confusión.
- ¿Qué te ha pasado? - cuestiono sin dejar de observarlo.
Al principio sigue sin parecer entender lo que digo hasta que veo un brillo de comprensión cruzar su mirada. Yo no aparto la vista de su pálido rostro, fijándome en el gran corte que le recorre su mejilla derecha y las extrañas manchas de su cuello. Además de aquello su cabello está hecho un desastre, al igual que su ropa.
Mueve su brazo zafándose de mi y da un paso atrás, como si de repente quisiera poner la máxima distancia entre nosotros.
- No es nada. - musita con voz entrecortada.
Miles de preguntas pasan por mi cabeza en aquel momento. ¿Cómo ha acabado en ese estado? ¿Se ha metido en alguna pelea? Adam es un fastidio, sin embargo, no pensaba que podría ser un chico problemático que se metiera en esa clase de líos.
- ¿Te ha peleado con alguien? - acabo preguntando en tono elevado ya que no puedo evitar que la curiosidad se adueñe de mi.
Repentinamente sus ojos se abren y antes de darme cuenta de lo que ocurre se ha acercado en dos pasos a mi con su mano cubriendo con fuerza mi boca. Intento hablar, pero solo consigo que él presione con mas insistencia.
- Cállate. - masculla contra su mano sin apartar sus ojos de los míos. - Tania tiene el sueño muy ligero.
De acuerdo, no quería que Tania se enterara, lo pillaba. Mascullo contra su mano de nuevo, sin embargo, no sé mueve ni un centímetro. Después de unos segundos en la misma postura me harto, así que acabo agarrándolo de la muñeca con toda la fuerza que tengo para apartar de mala manera su mano de mí.
- ¿Se puede saber cuál es tu problema? - cuestiono molesta casi en susurros.
Me observa durante unos momentos más sin decir nada hasta que al final se da la vuelta ignorándome. Mi enfado puede conmigo y lo sigo mientras se dirige hacia las escaleras. No me preguntéis porque lo hago, simplemente hay algo que me hace ir tras él, a querer averiguar que era eso que parecía querer esconder.
No me gustan los secretos.
Y Adam acababa de convertirse en alguien con uno.
Sube las escaleras mientras al mismo tiempo que yo lo sigo sin vacilar. No me detengo hasta que llegamos hasta su habitación, pero antes de que pueda seguirlo más allá de la puerta él se da la vuelta.
- Mel...
En su rostro cruzan millones de emociones que no puedo entender en ese momento. Da un paso hacia a mi, la distancia entre nosotros desaparece casi por completo y justo en ese instante siento una sensación completamente desconocida.
Noto la extraña caída en ese preciso instante.
Otro susurro se escuchará.
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Holii cuties! <3
¿Cómo estáis? La verdad es que me he demorado un poco mas con este capítulo, pero como os he dicho por instagram mi inspiración le gusta demasiado tomarse vacaciones e irse a China o a Japón (ya podría llevarme a mi de paso pero bueno...)
¡Espero que os haya gustado el capítulo! ❤
Seguro que el final os ha dejado un poco en el limbo, uh tendréis que esperar por el siguiente! Recordad votad y comentad, déjame saber que existes! Recuerda
#noseasfantasmita
#Adamodialosfantamas
#MelodiaaAdamyalosfantasmas
¿Creéis que Mel superara su fobia a los niños? Ya veremos
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