Después del episodio de la harina veo a Adam dos veces aunque ninguno de los dos dice nada. Creo que después de habernos llenado de harina mutuamente estamos en paz, o por lo menos, eso pienso .Cuando aquella tarde bajo a la cocina la encuentro completamente desierta. Las tripas me gruñen, pues no he comido nada desde la noche pasada y mi estómago me pide a gritos cualquier cosa que pueda echarme a la boca. Avanzo unos pasos sin saber muy bien cómo proceder. A ver, tampoco es que nunca haya preparado mi propia comida, no he vivido en una burbuja; se preparar huevos fritos bastante decentes.

Al abrir el refrigerador lo primero que captan mis ojos son varios tápers, unas cuantas pequeñas cajas de lo que parece comida precocinada y bastantes cartones de leche. Alzo las cejas, por mucho que mire no veo nada que me sirva por ninguna parte. ¿Qué clase de comidas hacen? A continuación registro los estantes, pero tampoco sirve de nada. Me cruzo de brazos y muevo el pie con nerviosismo en ese instante sin saber muy bien que hacer. De repente escucho un sonido proveniente de detrás el cual hace que me gire enseguida, encontrándome para mi desgracia a Adam. Arrugo la nariz visiblemente. ¿Acaso me lo tengo que encontrar en todas partes?

Vive ahí.

Claro, por supuesto, ¿Cómo puedo olvidar aquello?

- Si buscas comida deberías registrar el horno, suele dejar comida ahí dentro. - Se detiene para darle un mordisco a la manzana y después de unos segundos continua diciendo: -De todas maneras Tania volverá pronto, ha salido a comprar con los niños.

Echo un vistazo alrededor entendiendo de pronto porque la casa estaba en completa calma y aún no había ningún incendio. Me doy la vuelta de nuevo fijándome en Adam y la sensación de familiaridad me asalta de repente, un inexplicable sentimiento de reconocimiento. Le doy vueltas a aquello durante unos momentos, sin embargo, no consigo entender de donde proviene.

¿Nos habríamos cruzado con anterioridad? Era muy poco probable, en el pasado solo me había cruzado con Tania y sus hijos, nunca había visto a Adam antes.

Entonces, ¿por qué siento esta sensación tan rara?

Justo en ese instante él levanta la vista hacia a mi y dos segundos después sonríe de forma arrolladora. Mis ojos se quedan clavados en su boca durante un rato demasiado largo, más del que podría admitir nunca, hasta conseguir que casi me quede sin aliento por aquella sonrisa, la cual conseguía que todo su rostro resplandeciera de forma inusual y atrayente.

No se cuanto tiempo paso con la vista fijada en él hasta que finalmente carraspea suavemente antes de hablar.

- ¿Quieres hacerme una foto?

Levanto ligeramente el rostro hasta que nuestras miradas se alinean de nuevo.

- ¿Qué?

- Te me has quedado mirando embobada, pensé que seria mas fácil que me sacaras una foto.

Resoplo tratando por todos los medios de no sonrojarme y desvío la mirada por fin de él.

- Si te hiciera una foto seria para hacer vudú con ella - susurro notando el calor en mis mejillas.

Por el rabillo del ojo veo como se cruza de brazos y tensa los labios, sin embargo, en sus ojos se puede distinguir una chispa de diversión que deja clara que su intención es burlarse de mí.

- Así que a aparte de ser una mimada eres una bruja... - masculla llevándose una mano a los labios.

- ¿Qué has dicho?

Me giro de nuevo hacia él al mismo tiempo que él se acerca a mi repentinamente. Retrocedo inconscientemente hasta chocar contra la encimera de la cocina. Una sonrisa inunda sus labios, pero apenas puedo fijarme en ella, pues mi concentración se centra en lo cerca que queda su rostro del mío.

- Pareces de lo mas normal...

Sus palabras rozan mi piel consiguiendo que pierda durante un momento el hilo de mis propios pensamientos. Aunque para mi suerte una pequeña voz en mi cabeza me advierte consiguiendo que recupere la compostura. Inspiro hondo clavando mis ojos en los suyos con rabia.

- ¿Acaso no sabes lo que es el espacio personal? - mi voz cargada de completo sarcasmo hace que alce las cejas.

Su sonrisa se ensancha aún más en ese instante.

- ¿Nerviosa?

- Yo no, aunque tú deberías... - alza las cejas - los sartenes están justo detrás de mí.

Durante unos segundos su mirada inspecciona mi rostro hasta que finalmente se separa alejándose unos pasos de mí. Respiro hondo, tratando por todos los medios de controlar el repentino bombardeo de mi corazón.

- Deberían prohibirte entrar en una cocina - suelta seguido de un suspiro.

- A ti deberían prohibirte la entrada en general -. respondo cruzándome de brazos.

Mi respuesta parece divertirle porque enseguida sonríe de nuevo y una vez más tengo que obligarme a mi misma a apartar la mirada de ella.

Es un imbécil

Lo es, pero parece ser que mi corazón a punto de salir de mi pecho aún no lo entiende.

- ¿Adam? ¿Kay?

La voz de Tania llega hasta nosotros haciendo que giremos nuestras cabezas al mismo tiempo hacia la entrada del salón. Ella aparece por la puerta con el bebe en brazos y algunas bolsas. No puedo evitar fijarme en que luce realmente cansada. La cola alta que lleva para recoger su pelo esta casi desecha, grandes ojeras adornan la parte inferior de sus ojos y aunque esta decentemente vestida algunas manchas cubren las mangas de su abrigo. La miro con el entrecejo fruncido. ¿Por qué parece como si le acabara de pasar un camión por encima? Justo en ese momento algunos pequeños gritos se escuchan detrás de ella.

Ah, claro, los pequeños demonios también han vuelto.

Tiemblo. Aún recuerdo la ducha de mas de una hora después del episodio de la harina y cuantas veces tuve que enjabonarme el pelo para quitarla. No le había dicho nada a Tania sobre ello, mas que nada porque ya parecía con demasiado encima, además de que estaba cien por cien segura de que el instigador de aquella broma no había sido ninguno de los niños. Le echo una mala mirada a Adam en ese momento haciendo que frunza el ceño sin entender.

- ¿Tenéis hambre?

Su pregunta interrumpe mis pensamiento haciendo que la mire durante unos momentos antes de que mis ojos vayan mas allá de ella, hasta llegar a los mellizos que acaban de entrar también, los cuales se quedan quietos en medio del salón con la mirada clavada en nosotros. No puedo evitar temblar pues me recuerdan a esos niños que aparecen en películas de terror.

Solo falta que empiece a salir sangre por las paredes.

- ¿Comemos?

Después de mirar por unos segundos más a los mellizos, vuelvo a fijarme en Tania y su sonrisa intacta; hasta que acabo posando mi vista en el rostro de Adam en el cual puedo ver una mezcla de diversión y expectación que me da muy mala espina.

Este verano va a ser un completo desastre.

Si no me tiro por la ventana antes de que acabe desde luego que será un milagro.

Otro susurro se escuchará.

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Holiii! ❤

Bueno antes de nada disculparme por el retraso en esta novela. Llevo arrastrando un bloqueo importante desde hace semanas que no se va. Cada vez que escribo algo o retoco algo ya escrito siento que todo es horrible.😣

Creo que me he forzado demasiado en escribir, así que decidí darme un descanso durante un tiempo. Ya os lo dije por instagram y por un anuncio en mi cuenta de wattpad. Aún así he querido dejaros este capítulo que tenía ya escrito desde antes y que solo necesitaba repasar.

Siento mucho mi ausencia, espero que lo entendáis <3 Esta novela es algo importante para mí y por eso creo que me esta costando tanto, y nada de lo que escribo últimamente hace que este conforme.

Así que espero que un buen descanso me ayude a recargar pilas.

Solo os pido que no olvidéis las novelas y seáis un poco pacientes. 🙏🏼

Nos leemos pronto! 🧡🧡

Os adoro.