🏵 Capítulo 11.🏵

Los siguientes días realmente fueron mucho mejores. Aunque los mellizos seguían haciendo desastres allá por donde iban al menos ya estaba cien por cien segura que lo único que podría estar en peligro de mi persona era mi ropa, por lo que evitaba usar prendas que me gustaran demasiado, aparte al menos mi pelo y mi cara estaban a salvo.

Por ahora.

Y con Adam me llevaba mucho mejor que antes, solíamos hablar en los desayunos y las comidas cuando no estaban los mellizos, pues era realmente complicado tener una conversación con ellos presentes pues no se les podía quitar la vista de encima.

Había descubierto que era tres años mayor que yo, estudiaba ingeniería en la universidad, aunque al parecer este año se había tomado un descanso.Era un chico tranquilo, bastante bromista y torpe. Si llevaba algo en la mano mientras intentaba hacer algo con prisas solía acabar él o el objeto en el suelo, era algo divertido. Y ciertamente lindo. Tuve que reconocer que me había llevado una impresión totalmente equivocaba de él.

Y de verdad que parecía adorar a los niños, incluso cuando hacían fechorías. Además era como si tuviera ojos para todo, la bebe no era capaz de coger nada que pareciera demasiado peligroso sin que él estuviera dos segundos después a su lado poniendo a salvo.

Su relación con Tania era más o menos lo mismo; para ella era como un hijo más, para él también parecía ser como su madre. Sobre sus padres no sabía nada, la única vez que llegué a preguntar por ellos su única repuesta fue formar un sonrisa extraña y decir que no había mucho que decir de ellos. No quise indagar más, pues su gesto en aquel momento me dejó claro que era un tema muy delicado.

Aunque aparte de todo eso, también hay algo extraño.

No sé muy bien que es, pero en más de una ocasión un sentimiento inusual me invade sin motivo exacto, algo que no logro comprender. Me sucede a menudo con Adam, es como si en el fondo de mi mente hubiera algo a punto de salir, pero por algún motivo algo lo impide. Ademas que no me quito de la cabeza aquella noche en la que lo vi en el jardín, ni mucho menos aquella extraña sombra.

Siento que Adam es como un puzzle imposible de resolver. Un misterio que simplemente esta ahi oculto delante de mi.

Y de verdad que odio los misterios.

.

.

Es martes por la mañana cuando bajo al comedor y me encuentro a los niños y a Tania envueltos en medio de una disputa. Había pensado en quedarme en mi habitación al oír los gritos de Nico pero... los gruñidos de mi estómago acaban ganando la batalla. Estoy por preguntar que ocurre cuando el sonido de la puerta principal abriéndose se escucha consiguiendo que los mellizos detengan sus protestas en cuanto Adam se adentra en el salón con un de confusión en su rostro.

- ¿Se puede saber que ocurre?

Los mellizos corren hacia él como si fuera la salvación que habían estado esperando. No puedo evitar suspirar al igual que Tania que mira la escena con gesto algo molesto.

- Que Adam haya llegado no significa que os hayáis librado, jovencitos.

- ¿A quién han llenado de potingue verde esta vez? - pregunto elevando la voz.

Noto la mirada de Adam en ese instante sobre mi y al girarme hacia él veo que una sonrisa familiar brota de sus labios. Estoy segura de que a su mente ha llegado el recuerdo del incidente con las pistolas y mis comisuras se elevan de la misma forma sin poder evitarlo.

- Por suerte aún no han hecho nada... - responde aunque la duda llena su voz - aún.

Adam y yo sonreímos aún mas.

- Necesito ir a comprar y ...

- ¡No te puedes ir! - exclama Milo con mirada suplicante.

- Queremos jugar con la nueva pelota de futbol.

- Chicos, tengo que hacer unos mandados y...

- ¡No!

Milo comienza a llorar mientras Adam y yo intercambiamos miradas. Aquello era algo usual en la casa, cada vez que Tania tiene que salir y dejar a los mellizos en casa estos acababan montando una rabieta.

- ¿Cuál es el mandado que tienes que hacer? - la pregunta de Adam llama la atención de Tania haciendo que esta eleve el rostro hacia él - Quizás podamos hacerlo nosotros.

No me pasa desapercibido el "nosotros". Me cruzo de brazos sin decir nada aunque me haya incluido sin preguntarme si quiera.

Tampoco que es que tengas mucho que hacer.

No, la verdad es que mi agenda está tan libre esos últimos días que casi habían aparecido telarañas en ella.

- Tengo que ir al supermercado y enviar algo por correo...

- Podemos ir nosotros, tu quédate con los niños y...

- ¡Juguemos!

- ¡Tienes que ver mi colección de piedras!

Los niños se lanzan a los brazos de Tania sin dejar que ella responda si quiera a la sugerencia de Adam. Decido ir a arriba para cambiarme pensando al menos saldré de casa después de tantos días encerrada.

.

.

Una ligera brisa calurosa nos golpea cuando salimos por la puerta aquella tarde. Sigo a Adam a través de las calles casi vacías entre casas grandes completamente distintas una de otra. Apenas decimos nada, el silencio solo es interrumpido por el sonido de nuestros pasos sobre el cemento. Me cruzo de brazos y me dedico a observar lo que me rodea.

La verdad es que no había salido mucho de casa desde que había llegado, por lo que es la primera vez que tengo oportunidad de ver lo que hay por los alrededores. Las casas son grandes, algunas mas que otras, aunque todas conservan el mismo estilo de hogar familiar con pequeños jardines y enormes tejados azules. Es una barrio tranquilo, apenas nos cruzamos con nadie, salvo por una pareja de ancianos que nos saluda desde su porche y una pequeña niña que pasea a su perro.

- ¿Está muy lejos el supermercado? - pregunto sin poder estar callada.

Adam niega con la cabeza.

- Está a unos quince minutos -. responde sin desviar la vista de enfrente - en la calle principal, donde están todas las tiendas y ...

Repentinamente se calla y sus pies se detienen. Me doy la vuelta a punto de preguntar que ocurre hasta que mis ojos encuentran su rostro completamente pálido y algo en sus ojos me advierte que hay algo definitivamente mal. Me acerco enseguida invadida por completo por la preocupación.

- Adam, ¿estás bien? - poso la mano en su hombro con suavidad - ¿qué ocurre?

Noto mi propia voz nerviosa y acongojada, algo que simplemente no puedo evitar. Y es que su repentino estado hace que inexplicablemente mi pecho se llene de preocupación y angustia.

Veo que abre la boca para hablar, pero no es el sonido de su voz el que llega a mis oídos, mas bien es el sonido de una voz completamente desconocida.

- Vaya... el destino puede ser muy jodido.

Me doy la vuelta enseguida, mis ojos acaban topándose con un chico joven que se encuentra delante de nosotros. Parece algo más joven que Adam, aunque es algo mas delgado y unos centímetros mas bajo. Sin embargo, el detalle que mas me llama la atención en esos instantes y hace que un temblor recorra la desnuda piel de mis brazos es la completa frialdad que desprende su mirada, aunque extrañamente sus ojos rasgados me resultan completamente extraños y exóticos.

- ¿Qué demonios haces tú aquí?

Tiemblo al escuchar la voz cargada de Adam, pues no es algo usual verlo enfadado o molesto, la única vez que lo había visto de esa forma fue en el desafortunado incidente con las tijeras y los mellizos. Os puedo asegurar que no fue agradable, y esta vez escuchar el tono que acababa de emplear tampoco lo fue. No me hace falta verlo para saber que esta complemente fuera de sí.

- Vaya, pensé que después de tanto tiempo preguntarías que tal estoy.

- Corta el rollo, Lion.

Hasta su nombre es extraño.

Noto la presencia de Adam a mi lado y le echo un vistazo rápido. Sus hombros se encuentran completamente tensos y la ira desborda cada gesto de su rostro. En ese instante rechina los dientes con fuerza y sus manos se transforman en dos puños. Las ganas de tocarlo y tranquilizarlo se apoderan de mi, pero no lo hago, en vez de eso me quedo quieta sintiendo la tensión en el ambiente aumentando a cada segundo, casi podía cortarse un cuchillo.

- Piérdete.

El tal Lion mueve sus labios formando una sonrisa completamente extraña, al mismo tiempo que en sus ojos brilla una especie de oscuridad repentina.

- ¿Deberías hablar con ese tono? - cuestiona dando un paso - ¿Acaso quieres otro recordatorio en tu rostro?

Algo extraño me golpea en ese momento al mismo tiempo que el abismo de un recuerdo inunda mi mente, pero no consigo vislumbrarlo de manera clara, como si algo lo bloqueara. Hago un esfuerzo, sin embargo, es como si mi cabeza chocara contra un muro invisible. Aquel extraño bloqueo se hace tan fuerte que empiezo a sentir como mi cuerpo se resiente y mis piernas tiemblan sintiéndome de pronto bastante mal.

- ¿Mel? - Adam se acerca a mi pasando su mano por mis hombros. El gesto de ira es remplazado por uno de auténtica preocupación - ¿Qué te ocurre?

Por el rabillo del ojo veo como Lion junta los labios y una especie de silbido sale de ellos.

- Deberías tener cuidado, si te importa tanto...

Antes siquiera de que acabe de pronunciar sus palabras Adam se ha acercado a él con una velocidad sorprendente agarrándolo de la camisa con fuerza. Su rostro que expresa ira por cada poro de su piel está casi pegado al de él, mientras sus ojos brillan casi como si ardieran con fuego en ellos.

- La tocas y será lo último que hagas con esas manos.

Me sorprendo, no solo por sus palabras, si por el tono amenazador que emplea en ese momento. Respiro intentando controlar el repentino bombardeo sin sentido de mi corazón al mismo tiempo que Lion suelta una carcajada seca quitándose de encima a Adam con un gesto de su brazo.

Durante unos momentos ninguno de los dos se mueve, hasta que echándole una ultima mirada llena de significados que no entiendo, Lion se marcha. Adam se queda mirando durante unos segundos más como se marcha mientras su respiración sigue acelerada y sus manos cerradas en dos puños.

- Volvamos a casa -. acaba diciendo instantes después con voz tensa.

Se da la vuelta y se acerca a mi sin vacilar, su mano rodea mi muñeca y tira de mí llevándome con él dejándome completamente confusa. Quiero pensar en la escena que acabo de presenciar, pero ciertamente en lo único que mi mente se puede enfocar en estos momentos es en el hormigueo que recorre mi piel justo en la parte en la que Adam me sujeta.

Aunque no digo ni una palabra durante el camino de regreso a casa de Tania, mi mente no para de darle vueltas a la escena que acaba de presenciar. ¿Quién era ese chico? ¿De qué hablaba exactamente? ¿Y por qué demonios sentía que estaba olvidando algo importante? Es como si lo tuviera en la punta de la lengua, o en este caso de la mente, como si la idea estuviera bordeando mi mente sin ser capaz de formarse del todo. Aquel extraño bloqueo sigue ahi, como un muro que no me permite ver mas allá.

- ¿Estás bien?

La pregunta de Adam me obliga a detener el torbellino de pensamientos para mirarle. Nos hemos detenido justo delante de la casa y sus ojos recorren mi rostro, es como si trataran de buscar algo o mas bien... descifrar. Sacudo mi cabeza intentando concentrarme.

- Yo... estoy bien -. respondo finalmente tratando de controlar el tono de mi voz.

- ¿Estás segura? - se detiene sin despegar su mirada de mi

¿Os he dicho ya que su mano sigue agarrando mi muñeca? No me ha soltado en ningún momento del camino; no estoy segura si se ha percatado de aquel hecho. Mis ojos descienden haciendo que él sigua mi mirada; pasados unos segundos sus ojos se abren por completo, sorprendidos y avergonzados, como si realmente no se hubiera dado cuenta de aquello y entonces me suelta rápidamente.

No vuelve a levantar su cara hasta pasado unos instantes; a continuación posa sus ojos de nuevo en mi rostro durante unos segundos mas brillando de manera casi hipnótica, dejándome completamente perdida dentro de ellos. ¿Qué le pasa por la mente en esos momentos? Su mirada está oscurecida, sin embargo, puedo detectar un pequeño brillo que hace que sin pensarlo demasiado de un paso acercando mi cuerpo al suyo.

Pero no avanzo más, pues de repente se da la vuelta y se aleja dejándome allí con la imagen de su espalda alejándose de mí, sin poder evitar fijarme en la extraña aura oscura que le rodea. Algo inexplicable me sacude repentinamente, como si delante de mí se estuviera formando un misterio cada vez más grande.

Una gran incógnita.

Un secreto.

Palabras que cada vez definen mejor al chico que se está alejando en esos instantes de mi.

Y sinceramente, mi curiosidad crece a pasos agigantados.



Otro susurro se escuchará.

🏵🏵🏵🏵🏵🏵🏵

.

.

Hi aliens!❤❤❤

¿Cómo estáis? Sé que ha pasado algo de tiempo, pero la verdad es que estoy algo desmotivada con esta historia. Al principio la empecé con muchísimas ganas, pero estoy sintiendo que no está gustando tanto y la gente que la empieza la deja.

Se que no tiene aún muchos capítulos, pero no se, siento que no gusta demasiado ): pero bueno, intento animarme, no siempre todo es fácil y menos los principios.

Espero que de verdad os esté gustando y os haya encantado este capítulo! Cada vez estamos viendo mas secretos en Adam, el misterio crece ! Aunque se que todas nos hemos muerto en ese momento de defensa con Mel awwww 😍😍

Recordad comentad y dejad a los fantasmitas para la historias de terror.

#Comenta

#Notehagaselmisterioso

#ParaesoyaestaAdam

#AMelnolegustaesto

Nos vemos en el próximo capítulo!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top