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Naruto ni Highschool DXD me pertenecen son de sus respectivos dueños así como los animes que salgan aquí.
Sin mas que decir se despide su amigo y que comience este jodido capítulo.
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Esa misma tarde.
Naruto caminaba por pasillos de las residencias del sexto cielo donde se alojaban todos los ángeles igual o mayor a trono de bronce.
Los pasillos eran hechos de mármol mientras tenían diseños que harían llorar de envidia incluso al escultor más habilidoso, una que otra cruz echa de madera estaba en aquel pasillo.
Las cruces eran echas de Sefirot, el árbol mas sagrado y puro de todas las mitologías, incluso superando a su hermano nórdico.
Los ángeles se dividían en tres círculos, cada círculo tenían dormitorios un cielo mas abajo que el otro, no era para mostrar poderío sino que era para que los ángeles durmieran tranquilos sin auras opresivas que podrían sentir debido a su poder.
Los Seraph y Príncipes tenían sus cuartos con sellos runicos en hebreo para evitar que su poder molestará a los otros, se decía que cuando Michael dormía su aura era tan poderosa que ningun Querubin podía conciliar el sueño.
Debido a que era molestó y agotador mentalmente dormir mientras tu mente estaba activa suprimiendo tu poder, los Seraph y Príncipes runificaron sus cuartos para así poder dormir en paz.
Debido a que Naruto dormía con Gabriel, tenía acceso a los dormitorios del tercer círculo, habiendo dormido toda vida con su hermana mayor (superpoderosa en palabras de Naruto) las auras de sus hermanos mayores no le molestaban en absoluto.
Ikaros seguía unos pasos atrás a su amo, ella era más fuerte que todos en esta área por lo que aquellas auras eran como si una gota de agua cayera sobre sus hombros.
Ikaros según sus sistemas sabía que el Principado más apto estaría echando espuma por la boca desmayado en el suelo con sus órganos batidos.
Ikaros sabía que su señor al haberse acostumbrado a dormir con Gabriel (lo cual provocaba un desbalance en su reactor) las auras opresivas y poderosas de los Querubines no le eran problema.
Ambos se dirigían a su cuarto, Naruto no le gustaba el ascensor por lo que siempre caminaban.
Ikaros dormía a la par de su maestro (para enojo de la Seraph quien quería a su Naru-chan para ella) desde el primer día, aunque tuvo que crear un comando para dormir ya que su sistema no tenía esa clase de comandos, debido a que el pequeño estaba acostumbrado al verle dormir con el desde que tenía memoria no decía nada, incluso Naruto no conciliaba el sueño si Ikaros no dormía junto a el.
La cama de Gabriel era enorme permitiendo a los tres dormir cómodamente, Naruto suponía que cabían más de ocho personas.
Naruto se preocupaba por Ikaros, el pequeño ángel conocía a su inocente y inexpresiva amiga, se preocupaba que le sucediera algo por lo que siempre la mantenía cerca de el, aunque el ángel sabía que no era necesario ya que Ikaros siempre le buscaba y misteriosamente siempre le hallaba no importando donde estuviera.
Era la hora de ir a su huerto a ver como estaban su cosecha, el pequeño ángel estaba preparandose para la cosecha de su huerto.
Imperius le enseñaba a manejar espadas, arcos y lanzas de todos los tipos, como usar su aura para fortificar su cuerpo o darle fuerza extra.
Auriel le enseñaba hechizos de todo tipo, iban desde barreras hasta curación.
Gabriel le enseñaba ha como moldear su luz, hacer armas o escudos, dentro de poco le enseñaria ha como hacer más densa sus armas, primero le enseñaba a crearlas.
Malthael se había encargado del entrenamiento físico, siendo un ángel de la misma alineación que Naruto sabía cuáles entrenamientos le servirían mejor al pequeño para avanzar en términos físicos.
Grande fue la sorpresa para cinco de los seis Príncipes al saber que Naruto era una ángel de la muerte, Malthael había tenido una enorme sonrisa por más de un mes mientras que Imperius refunfuño durante el mismo mes.
"¡Hola Naruto!"
La voz energética de alguien hizo a Naruto ver para donde se encontraba una sala.
Un rubio estaba sentado en uno de los sillones de la sala, sus manos sostenía un plato de pasta color rojo.
-Dulio es bueno verte-Habló Naruto con una sonrisa feliz al ver a su amigo ahí.
Dulio el Joker del cielo, el más fuerte exorcista que la Iglesia había tenido en su historia, portador de una longinus y famoso por sus giras mundiales buscando platillos de gran sabor.
Dulio se veía delicado, que de un solo golpe y sería sacado, pero era todo lo contrario, compartía puesto con dos Querubines en la primer posición del ranking del cielo en poder en la categoría Querubin.
-Ten por la manera en la que caminas debiste pasar un infierno-Habló Dulio mientras que en sus manos aparecía otro tazón con el mismo tipo se curry.
Para todo el cielo incluso los Saint, Naruto era un niño que Gabriel por misteriosos motivos había decidido hacer su nueve de corazones.
Sólo dos Saint sabían quien era Naruto, estos Saint eran San Pedro y Jesús.
Los Santos Valientes fueron creador por Elohim sin embargo debido a su muerte Raphael había tenido que comenzar de cero ni siquiera notas, después de muchos años y muchos errores había podido recrear en menor medida la magia de su padre.
Debido a que la magia echa por Raphael era menor que la de Elohim tuvo que usar un catalizador que eran las cartas para poder transformar a humanos en ángeles.
-Gracias-Habló Naruto mientras recibía el curry con una sonrisa.
-Ten cuidado que está picante-Habló Dulio mientras le daba un bocado al suyo.
Naruto sonrió ya que está era su segunda comida favorita, la primera era el ramen.
Naruto tenía gran gusto por la comida picante y extra picante, según el era una comida "vivida" en su boca.
Naruto se llevó los palillos a la boca mientras sentía su paladar arder y su boca secarse.
En vez de escupir el contenido Naruto lo tragó mientras comenzaba a saludar con una sonrisa.
Lentamente se quitó un abrigo naranja que llevaba mostrando que estaba sudando de igual manera, vapor salió de su cuerpo mientras suspiraba.
-Tiene un magnífico sabor-Habló Naruto mientras que Dulio sonreía.
-Es echo en India, es el decimo sexto curry mas picante que eh probado, aunque se jactan de ser los primeros, si hubieran probado el curry con chile fantasma no estarían diciendo eso-Habló Dulio con una sonrisa energética al recordar aquella familia enorme.
Naruto asintió en aprobación ante aquello, Ikaros lograba hacer comidas más picantes que esa.
-¿Quieres Ikaros?-Preguntó Naruto mientras que la angeloid asentía, lentamente Naruto aproximó los palillos con curry a la boca de Ikaros.
Ikaros abrió su boca mientras dejaba que Naruto le alimentase, sentía su reactor reaccionar ante aquello, rápidamente escaneo su cuerpo dándse cuenta que no tenía nada malo por lo que dejó ser aquella sensación.
Ikaros podía comer ya que la comida sería descompuesta en átomos en su estómago y servirían para reservas cuando su cuerpo estuviera dañado y su energía estuviera enfocada en ataque o defensa.
-Tenemos que volver a comer pollo picante-Habló Naruto mientras que Dulio asentía.
Desde que Naruto tenía cuatro años Dulio lo llevaba a recorrer el mundo en busca de platillos, eran compinches cuando tenían que encubrirse para evitar ser castigados por Michael cuando gastaban dinero de la Iglesia para sus escapes.
Las propinas de Dulio y de Naruto eran muy generosas por una hoja comida, siempre iban acompañadas se cinco ceros y dependía de la calificación que tenían el sexto número, la calificación iba desde 1 hasta 9 y era pagado en dólares americanos.
"Por lo visto ya ha sido corrompido, Gabriel-sama estará decepcionada al saber esto, eres una mala influencia Dulio"
Una suave voz hizo acto de presencia mientras que ambos votaron a ver a la mujer presente.
La mujer llevaba ropas de monja mostrando desaprobación a Dulio quién sonrió tímidamente.
-Vamos Griselda-neesama, Dulio no hizo nada malo-Habló Naruto mientras que la mujer suspiraba.
-Eres un glotón Dulio-Habló la conocida como Griselda mientras el nombrado hacía un sonido de ofensa.
-¡Oshe!-Habló Dulio con la boca llena de curry mientras Griselda le fulminaba con la mirada.
-¿Cómo no has caído por gula me pregunto?-Habló Griselda ya que ese era un misterio del cielo.
Dulio era el quinto de los siete misterios del cielo, nadie se explicaba como seguía teniendo sus alas intactas.
-Ese es mi secreto cap-Habló Dulio mientras le guiñaba un ojo mientras que Griselda suspiraba
-Griselda-oneesama-Habló Naruto mientras que la nombrada sonreía alegremente ante aquello.
Antes que Naruto pudiera abrazar a Griselda, Ikaros le atrajo y lo abrazo por atrás, siempre viendo con su rostro sereno a Griselda.
Griselda fruncio el ceño ante aquello, todo sucedía bajo la mirada de Dulio quien seguía comiendo.
Naruto era un pequeño sacó de energía y felicidad, podía alegrar el día del más huraño con solo hablarle, Griselda sabía que Naruto tenía un don que donde fuera la alegraría l seguía.
Otra cosa que hizo a Naruto especial era que incluso con minutos de conocerlo hacía que cualquiera pudiera confiar en el.
-Hace ya dos días no te veía, estaba en una misión encargada por Gabriel-sama en Irak, al parecer había un demonio causando problemas-Habló Griselda con una sonrisa mientras que Naruto asentía.
Los ángeles intervenían cuando había mano sobrenatural implicada, las guerras o conflictos provocados por los humanos se debían quedar y resolver entre humanos.
-Máster tenemos que revisar el huerto, nos tenemos que ir-Habló Ikaros mientras que Naruto se acordaba de aquello.
Dulio se desinflo ya que quería llevar a Naruto comer al local en Estados Unidos donde habían unas hamburguesas del tamaños de su torso y sumamente deliciosas.
-Nos vemos-Habló Naruto mientras que ellos se despedían.
Griselda vio de mala manera a Dulio quién tenía sus mejillas hinchadas de curry quien le vio con inocencia.
Dulio se estremeció al ver a Griselda sonar sus nudillos mientras temblaba blanco como una hoja de papel.
-Dios castiga a los glotones, has encaminado a Naruto por el mal camino, tendré que corregirte-Habló Griselda mientras Dulio soltaba un chillido.
-E-Espera Griselda, tu no golpearias a un hombre con lentes-Habló Dulio mientras se ponía unos lentes de baja cálida.
Con Naruto.
"KYAAAAAAAA"
Naruto paró al oír un grito femenino sonar de donde estaban, se iba a devolver para ver si alguien ocupaba ayuda pero Ikaros le paró.
-Según mi sistema de reconocimiento de voz es Dulio Gesualdo el que dio ese grito tan agudo, master quiero una nueva sandía-Habló Ikaros mientras que Naruto asentía confundido.
Ambos siguieron caminando mientras que Naruto se preguntaba que había sucedido para que Dulio gritara así.
Tiempo después.
Ikaros estaba sentada en pasto verde en posición de seiza, una enorme sandía verde estaba en sus regazos mientras que sus brazos evitaban que saliera rodando.
Ikaros estaba viendo a su master trabajar en el huerto encomendado a el para la ayuda del cielo.
Kilómetros y kilómetros de huerto se extendían hasta perderse de la vista, todas las platas se notaban saludables y llenas de cosecha.
El cielo era conocido por ser un lugar próspero, su tierra era cien veces más fértil que cualquier tierra humana, las plantas siempre tenían cosechas.
El Sefirot fertilizaba la tierra con su poder, era uno de los muchos beneficios que tenía.
Naruto estaba de rodillas mientras con amor cuidaba la parte de las zanahorias de su huerto.
Desde que tenía cinco años le había encargado el mantenimiento de su pedacito de tierra, según su hermana para que aprendiera que todas las cosas debían tener su esfuerzo y no sólo tenía que esperar a que llegarán por si solas.
~Cierra tus ojos y recuerda esa voz pasajera~
~No puedo regresar, no puedo volver~
Ikaros disfrutaba la suave voz de Naruto quien cantaba una melodía, la angeloid sin darse cuenta cerró sus ojos.
Las platas aprecian alegrarse de oír aquella melodía.
Naruto trataba a las plantas con gran cariño, ellas eran las que producían alimento para sus hermanos y por lo que era ilógico maltratarlas.
El amor por la vida de Naruto era conocido por todos los que le conocían, incluso el animal más feo tendría el amor de Naruto asegurado, el amaba a todas las cosas de la existencia.
Naruto siguió trabajando en su huerto mientras Ikaros disfrutaba la canción de Naruto con su sandía en los regazos.
Sin darse cuenta el tiempo transcurrió como agua pasando por un río.
Más tarde.
Eran las diez de la noche y un Naruto lleno de tierra y una Ikaros con una sandía salieron de la habitación donde estaba ubicada el huerto.
La habitación estaba dentro del cuarto de Gabriel justo a la par de la puerta del huerto de la misma.
Naruto se sentía agotado físicamente, su hermano era estricto y hoy le tocaba ver el huerto.
Naruto sonrió al ver dos bandejas estar en una mesa, sabía que eran sus comidas.
Antes que pudiera caminar a su comida Ikaros le agarró su muñeca suavemente.
-Comer sucio puede causarle una enfermedad master, según mi sistema debe bañarse antes de comer-Habló Ikaros mientras que Naruto le veía.
Naruto sentía arder su estómago de hambre, pero al ver el rostro de resolución de Ikaros suspiró mientras asentía.
Después de una ducha relajante Naruto estaba sentado en la mesa junto a Ikaros.
-Gracias por la comida que nos brindas hoy, te pido que bendigas los alimentos que comen los humanos y los llenes de salud…-Habló Naruto mientras en sus manos tenía una cruz echa de oro con plata.
Ikaros esperaba pacientemente a que su señor comenzará a comer, sus sistemas no tenían un comando para orar antes de cada comida por lo que no lo hacía.
-Amen, gloria al padre, gloria al hijo y gloria al espíritu santo-Terminó Naurto de agradecer los alimentos mientras agarraba una cuchara.
Ikaros no tenía la necesidad de comer pero lo hacía ya que su master se incomodaba al no verle comer mientras el comía.
Ambos comenzaron a comer en silencio, las comidas eran mejor en silencio disfrutando en sabor de los alimentos.
Mañana siguiente.
Naruto caminaba junto a Ikaros ambos por los pasillos de sexto cielo para su siguiente misión.
El pequeño ángel llevaba una gabardina manga larga color blanco con cinco botones llegandole un poco abajo de sus rodillas, pantalones de color gris claro y zapatillas blancas, su crucifijo estaba a simple vista, era el uniforme estándar de los ángeles.
Naruto dio un soplido para alejar un mechón de su cabello de su cara.
-Ahora que me doy cuenta, tengo el pelo largo-Habló Naruto ya que su pelo caía como una cascada en su espalda.
-Detectó otras dos presencias aparte de Michael-sama en la sala-Habló Ikaros mientras que Naruto asentía.
El pequeño ángel tenía curiosidad ya que había recibido un mensaje de su hermano diciéndole que se presentará a su oficina.
-*Será que se dio cuenta que fui yo quien le pintó el pelo de rosa a Uriel*-Se pensó Naruto ya que su travesura había sido perfecta sin ningún error, ¿Cómo se dio cuenta su hermano?.
Lentamente llevaron a una enorme puerta gris, Naruto agarró el pomo de la puerta mientras respiraba y su mente convocaba una lluvia de excusas en su cerebro para librarse de está.
Lentamente Naruto abrió la puerta dándose cuenta que habían dos de sus hermanos mayores nerviosos mientras que una Gabriel furiosa hablaba.
-¡Esto es absurdo! ¡Porque Azazel lo pide a el entre todos! ¡Se que es por la paz pero me niego! ¡No dejaré que mi Naru-chan sea expuesto al pecado! ¡Si Azazel hace aunque sea una cosa indebida le arrancará las alas y se las meteré…-Antes que Gabriel pudiera terminar de decir aquellas palabras.
Auriel le tapó la boca a Gabriel mientras que la última le fulminaba con con mirada.
-Hay niños ¡Auch! ¡Qué te pasa!-Habló Auriel mientras que Gabriel le mordia su mano fuertemente.
Auriel quitó la mano de la boca de Gabriel quién bufo molesta.
-No dejaré que Azazel se lo lleve, es cierto que fue su única petición pero no aceptó-Gruño Gabriel mientras que Michael suspiraba.
-Esta no es tu decisión, ya ha sido tomada por los Angiris, sabíamos que te opondrias así que no te llamamos-Habló Michael mientras que Gabriel abría sus ojos.
-T-Tú…-Habló Gabriel señalando acusadoramente a Michael quien suspiró.
-Gabriel entiende, Azazel prometió cuidar de Naruto, me dijo que tenía un problema que sólo un niño podía resolver, me dijo que estaría protegido-Habló Michael al ver los ojos llorosos de Gabriel, se sentía peor que la escoria al hacer a su hermana menor llorar.
-Hermanos para que me han llama¡Gogh!-Antes de terminar Auriel corrió a el con alegría mientras lo embestia como una furgoneta.
-¡Naru! ¡Tu hermana te extraño mucho mucho! ¡¿También la extrañaste! ¡Kyaa! ¡Sigues siendo la misma cosita adorable!-Habló Auriel mientras llenaba la cara de Naruto de besos dejando su lapiz labial rojo por toda ella.
Auriel era una hermosa mujer de rubio, ojos azules como el cielo, llevaba un vestido blanco mostrando un poco de su escote, el cuerpo de la ángel no tenía nada que envidiar a la de la misma Gabriel.
Naruto gimoteo como un gato atrapado mientras trataba de zafarse, ahora entendía porque los gatos eran tan odiosos, mentalmente se compadeció de un gato llamado Tora.
-¡Sueltalo no es tuyo!-Chillo Gabriel mientras corría a su hermana.
Ikaros ayudó a Gabriel tratando de separar a Auriel de Naruto, la ángel se negaba dejarle.
Naruto vio con desesperación a Michael sintiendo que era partido a la mitad por las tres.
-¡AURIEL, GABRIEL!-Gritó Michael captando la atención de ellas quienes aflojaron el agarre sobre Naruto.
Naruto no perdió tiempo mientras corría atrás de Michael viendo con con ojos fulminantes a las tres.
-Naruto no es muñeco de trapo, Naruto te hemos llamado para tu primera misión-Habló Michael mientras que Naruto le brillaron los ojos.
Naruto se puso al frente de Michael rápidamente mientras se posicionaba recto un poco lejos de las tres, no quería morir por falta de aire o por su cuerpo desgarrado a la mitad.
-Cuando inició-Habló Naruto impaciente ya que era su primera misión, de esto dependía el hacer las cosas bien.
Michael sonrió ante aquéllo, lentamente agarró un papel mientras Naruto esperaba instrucciones.
-Azazel el líder de los ángeles caídos nos dio una condición para entablar negociaciones de paz con el cielo, nos ha pedido que vallas y te quedes en Grigori durante un mes, nos informó que no es trabajo pesado ni nada por el estilo, es simplemente tu ayuda en algo que incluso el no puede solucionar…-Habló Michael mientras que Naruto abría sus ojos.
Naruto no sabía que pensar, ¿Porque el líder de los caídos le pedía verle?.
-Muy bien, eh comprendido la misión-Habló Naruto ya que aunque tuviera dudas sabía que su misión era clara, ve y ayuda a Azazel en un asunto.
-Tu misión comienza dentro de dos horas, nos ha permitido que llevarás una escolta por lo que Ikaros irá contigo, buena suerte Naruto y que Dios bendiga tu camino-Habló Michael mientras que Naruto asentía.
Naruto dio media vuelta con sus talones mientras que caminaba a la salida bajo la mirada de las dos.
Cuando paso Naruto, Ikaros le siguió unos pasos atrás con su mirada serena y tranquila.
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Fin del capítulo.
Sin mas que decir se despide su amigo y pana de alma Escritor-san.
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