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Naruto ni Highschool DXD me pertenecen son de sus respectivos dueños así como los animes que salgan aquí.

Sin mas que decir se despide su amigo y que comience este jodido capítulo.

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Naruto se levantó sudando mientras respiraba agitadamente, trató de levantarse dándose cuenta que cuatro brazos le imposibilitaban esa tarea.

"~Naru~"

Mitsuki habló en un suave jadeo apretando un poco más su agarre.

Naruto se tranquilizó al sentir a Mitsuki y Ikaros a la par suya, sus ojos volvieron a pesar.

Naruto se rindió al sueño mientras sonreía ante lo cálidas que ellas estaban, lentamente volvió a cerrar sus ojos entregandose a los brazos de Morfeo.

Mitsuki y Ikaros apretaron su agarre suavemente, ambas ya que sintieron la inquietud y inconscientemente lo intentaron tranquilizar.

Mañana siguiente.

Naruto lanzó una patada al aire lentamente, una tortuga hubiera podido esquivarla y verse veloz.

Estaba en el campo de entrenamiento que Ikaros había echo.

Ikaros estaba sentada en poción de seiza con una sandia en sus piernas viendo a su señor entrenar.

Ikaros sabía que ese entrenamiento aumentaba la fuerza y flexibilidad de su señor, pero hoy su señor había fallado varias veces algo que muy pocas veces sucedía.

Naruto no podía sacarse de la mente la mujer de su sueño, su cuerpo pedía ir a buscarle a toda costa.

-Has fallado-Comentó Ikaros ya que había visto todo el entrenamiento y sabía cuando algo estaba mal echo.

Naruto se detuvo mientras sentía su cuerpo empapado en sudor, esta era la quinta vez que sucedía.

-Comamos-Habló Naruto mientras sonreía débilmente a la angeloid quien asintió.

Mitsuki se iba a cumplir sus labores en Grigori y volvía hasta la noche para dormir, de vez en cuando salía temprano y volvía en la tarde.

Se acababa el tiempo, pronto Naruto tenía que volver al cielo, pero quería dejar saldadas las cuentas con Vali antes de irse.

Ikaros asintió mientras se levantaba para comenzar a hacer comida para su señor y para ella.

A unos metros había una habitación paredes dejando ver una refrigeradora, una cocina y varias cosas más entre utensilios de cocina y especies para comer.

Naruto se sentó en el suelo mientras respiraba agotado, agradeció al viento el soplar para refrescarle.

Ya no dudaría, tenía que ir a buscar a esa dama, sentía que sólo así sacaría esta inquietud de su cuerpo.

Con Gabriel.

La mensajera de Dios caminaba por los pasillos del quinto cielo, los ángeles se sonrojaban cuando la veían.

El rostro de Gabriel era de preocupación mientras se mordia el labio.

Hace pocas horas sintió que su Naru tuvo contacto con su arma celestial, algo debió pasar para que su arma lo contactara tan joven.

Cada ángel del Sefirot tenía un arma que representaba su existencia, Malthael tenía un par de guadañas Chalad'ar, Imperius su lanza de nombre Bravery, Michael su espada de nombre El'druin, Auriel su lazo de nombre Al'maiesh, ella su hacha.

El arma de un original cuando el ángel tenía la suficiente madurez se presentaba y les ponía una prueba, si la pasaban ella lo catalogaba digno como su portador y si no el ángel moría en el intento.

Ella todavía podía recordar la prueba que Igris le puso a ella, se estremeció mientras recordaba que casi muere dos veces.

Igris era el hacha que Gabriel tenía como arma, era la que le había acompañado en sus miles de batallas.

Pero sus armas los contactaban a los veinte cuando el ángel tenía un poco de madurez.

-*No me gustan sus miradas*-Se quejó mentalmente Gabriel mientras veía las miradas de los ángeles.

Porque ellos no podían ser como su Naru, él nunca la había visto así ni cuando se desnudaba al frente de él, le causaba asco esas miradas.

Duuuun.

Gabriel desapareció en partículas de luz ya que no quería vomitar, su destino era el Consejo Angiris.

Otro lugar.

Gabriel apareció al frente de la puertas de jade donde los Príncipes celestiales tomaban las decisiones.

La puerta se abrió sin que la ángel tocará la misma, Gabriel siguió caminando viendo cinco de los siete puestos ocupados.

El techo era blanco mientras que el suelo era la tierra, aquí era donde los Príncipes vigilaban a la humanidad.

Todos iban en sus formas angelicales mientras su poder exudado evaporizaria fácilmente docenas de demonios clase suprema.

Flush.

El cuerpo de Gabriel se iluminó mientras se dejaba ver su forma angelical.

Sus alas ahora eran ramificaciones de luz que se movían suavemente, su piel y carne fueron cambiadas por fría armadura, su aura era más densa y luminosa haciendo que humanos tuvieran que ver para por lado para evitar quedar ciegos.

Gabriel representaba la pureza, los corazones impuros estallaban en fuego ante su sola presencia ya que el ángel era muy puro para que sus corazones la pudieran ver.

Gabriel siguió caminando mientras escalones de luz se formaron mientras que la ángel sin miedo los pisaba y caminaba a su trono.

Gabriel tocó su trono mientras se sentaba.

-Que haremos-Preguntó Gabriel rompiendo el silencio.

-Vigilar, nadie se meterá en su prueba, la debe afrontar solo-Habló en tono de demanda Michael mientras que Gabriel le veía.

-Hermano…-Habló Gabriel abogando por Naruto, su Naru no estaba listo para afrontar tal reto.

-Gabriel sabes que Michael tiene razón, Naruto debe afrontar su reto ninguno de nosotros debe intervenir, me duele tanto como a ti pero, ¿Dudas de Naru?-Habló/Preguntó Auriel viendo a su hermana de mala manera quien le vio de manera fulminante.

-¡Nunca dudaría de Naru! ¡Será mejor que cuides tu boca Auriel! ¡Sólo por ser mi hermana no pienses que no te castigare por decir esa blasfemia!-Bramo Gabriel viendo a Auriel y encendiendo su poder.

-¡Silencio!-Demandó Imperius ya que lo último que quería era una pelea entre dos príncipes.

Ambas a regañadientes bajaron sus auras prometiendo que esto no iba a terminar.

-¡Seguirán ordenes! ¡Aquellos que intervengan en la prueba de Naruto serán duramente castigados! ¡Esto es algo que el debe afrontar sin ninguno de nosotros!-Bramo Imperius con poderío en su voz.

Cinco de los seis príncipes bajaron su cabeza cuando Imperius enfocó su aura en la sala.

Michael suspiró ante aquello, le deseaba buena a suerte a su hermanito ya que la iba a necesitar.

El ángel suspiró nuevamente al ver que sus dos hermanas le veían, gimio ya que sabía que sería el abogado en la discusión que recién habían comenzado.

Con Naruto.

Naruto caminaba de puntillas por en medio de su habitación.

Naruto tocó el pomo de la puerta mientras que con el cuidado que tenía una madre al cargar a su hijo recién nacido le dio vuelta al pomo.

-*Llevo todo, alas, aro, ropa, calzoncillos*-Se pensó el niño ya que estaba nervioso, esto no era una simple travesura que estaba acostumbrado a hacer, esto era fugarse,

"Mi señor"

Naruto se congeló cuando escucho la suave voz de Ikaros, maldijo a todo lo maldecible a olvidar que Ikaros tenía el sueño más liviano del cielo, de echo incluso un respirar mal de él y ella ya estaba haciéndole un escaneo completo para descartar una enfermedad o herida.

-I-Ikaros-Habló Naruto sonriendo nerviosamente al ver a su inocente amiga levantarse.

-No detectó estrés o alguna otra alteración, estas despierto porque lo deseas, ¿Qué haces a esta hora levantado mi señor?-Habló/Preguntó Ikaros viendo que Naruto se movía incómodo.

Naruto se acercó a la angeloid, lentamente se sentó en su cama mientras agarraba las manos de Ikaros.

Ikaros sintió su reactor acelerarse y enfriarse por alguna razón, su señor nunca había estado tan serio y siempre sonreía.

-Ikaros…-Habló Naruto ya que esto le dolía pero debía hacerlo, separarse de ella era la peor cosa que alguna vez cruzó su mente pero ahora se estaba cumpliendo.

-¿Mi señor?-Preguntó Ikaros con confusión, ni sabía que estaba sucediendo.

-Tengo que irme Ikaros, necesito buscar algo-Habló Naruto ya que su cuerpo pedía a gritos buscar a la mujer que lo besó.

-Voy con usted-Habló Ikaros firmemente ya que sería mejor si ella estaba.

-Iré sólo Ikaros-Habló Naruto de manera seria viendo a su amiga.

Ikaros vacilo ante aquella palabras, busco algún signo de mentira en el rostro de Naruto pero no encontró nada.

-Pe-Pero mi señor…-Habló Ikaros titubeante mientras que Naruto le sonreía.

Naruto tocó la mejilla de Ikaros mientras sentía que la misma se calentaba levemente.

Ikaros lanzó un escaneo veloz a su reactor ya que estaba demasiado acelerado y podía ser peligroso, no encontró nada extraño lo cual la confundido.

Naruto le sonrió amablemente a Ikaros, ella era su amiga desde que tenía memoria.

-Ikaros nunca te eh ordenado nada, para mi eres mi mejor amiga y mi confidente, pero esto es una orden-Habló Naruto de manera seria viendo a Ikaros quien se tenso.

La mente de Ikaros entró en un conflicto ante aquella palabras de Naruto, al final ganaron sus programas y eran seguir órdenes de su master.

-Sus ordenes son ley para mí-Habló Ikaros reteniendo cada palabra que salía de su boca unos momentos.

Esa palabras dejaron un mal sabor de boca en la angeloid ya que no era justo que ahora su señor le ordenara algo.

-Esperaras mi regreso al lado de Mitsuki, serás su guardaespaldas mientras tanto, sigue sus ordenes pero no te arriesgues ni tampoco debes que cometan una injusticia-Habló Naruto mientras que Ikaros asentía ante aquello.

-Como usted ordene-Habló Ikaros mientras bajaba su cabeza.

Ikaros fue obligada a alzar su cabeza por las manos de Naruto.

-Te eh dicho miles de veces que no bajes tu cabeza ante mí-Habló Naruto suavemente mientras que abría sus ojos.

Lágrimas salían de los ojos de Ikaros quien le veía de manera triste.

-Po-Por favor no me abandone, usted juro que siempre estaríamos juntos para toda la eternidad *Snif*-Habló Ikaros mientras agarraba la manga de Naruto.

-Lo sé, pero esta promesa se debe romper, además quién dice que esto es un adiós, esto es un hasta luego-Habló Naruto sonriendole mientras se levantaba.

Naruto debía irse o no podría marcharse, su corazón pedía que se quedara y se sentía como una escoria por hacer llorar nuevamente a su amiga.

De un suave movimiento Naruto se soltó del agarre de Ikaros quien le veía con sus grandes ojos llorosos.

Naruto agarró pequeña bolsa con su ropa mientras caminaba a la puerta, no sabía cuanto tiempo le tomaría pero él regresaría.

Ikaros observó como Naruto abría la puerta y la cerraba después de haber pasado.

Lo único que Naruto se arrepentia era de no haber podido saldar cuentas con Vali, pero si su próximo amigo era como él creía entonces el tiempo no importaba.

Años después.

Naruto estaba tendido en el suelo boca arriba mientras jadeaba ruidosamente, en su mano había una espada de madera.

"Jojojo eres muy bueno sigue así"

Un hombre comento mientras caminaba dejando atrás a Naruto, lo que más destacaba era su gran lanza roja y su pelo azul oscuro.

El pelo de Naruto tapaba sus ojos azul eléctrico, mientras sólo llevaba una parte inferior cubriendo sus partes importantes ya que el resto era solo cenizas.

En su pecho a dejaba ver runas azules con un campo vacío medio de su musculoso torso.

El cuerpo de Naruto estaba sumamente entrenado, sus músculos eran gruesos pero se notaban que eran compactos, sus manos y nudillos eran ásperos demostrando sus horas de trabajo.

-Ma-Maldición que es bueno-Habló Naruto entre jadeos ya que fue aplastado por Lugh.

Apenas duro seis segundos contra el Dios más rápido antes de comer tierra sin saber que diablos había sucedido, cinco segundos fueron algunas palabras y el segundo restante fue la pelea en sí.

El hombre se perdió entre el camino dejando a Naruto sólo.

-Bueno que haré para ganarle-Habló Naruto con sus ojos brillantes llenos de maravilla y determinación.

Naruto se sentó en el suelo mientras sentía sus piernas no poder levantar su propio peso así que tendría que esperar.

El mundo era maravilloso, había visto tanto y conocido a tantas personas que le fue increíble, también los otros mundos y sus maravillosas criaturas y naturalezas.

También estaban los rivales que se encontró, tantos tipos fuertes con los que poder retarse y superarse.

Cuando superaba a uno seguir con alguien más poderoso, habían tantos que casi era un ciclo infinito.

Conoció a seres que lo aplastarian incluso en este momento lo cual motivo su determinación a hacerse más fuerte, quería poder ganarles a sus amigos o al menos que no le derrotaran con facilidad.

Indra aunque arrogante era un buen tipo si dejabas su personalidad atrás, varias veces se tomaron unos tragos y rieron un rato juntos.

Sirzechs aunque siempre pasaba ocupado se podía escapar para ir a tomar junto a él o ir a ver fútbol o MMA, era un tipo relajado y alegré, una maravillosa persona.

Cuando querías una fiesta que no recordarás tu nombre Poseidón era el indicado, Naruto lo descubrió cuando amaneció en Asgard y una Valkiria peliplata en su costado desnuda, todavía no sabía cómo rayos no había caído por aquéllo pero él no era quien para ver los colmillos del caballo que le regalaron, ahí conoció a Thor y a Odin.

Sirzechs y Naruto se conocieron cuando el ángel buscaba en los bosques el inframundo un familiar, ambos se llevaron de maravilla de inmediato.

También estaba Thor quién aunque su personalidad belica lo metía siempre en problemas era divertido ya que agregaba aventuras muy interesantes.

Pero también hubo sujetos que Naruto quería superar para matarlos, los aborrecío desde el primer momento.

Estaba Angra Maiyu que se encontró en medio oriente cuando tuvo una puesta del paradero de la mujer de sus sueños, ambos tuvieron un enfrentamiento que terminó por desaparecer varias montañas.

Estaba Hella una Diosa grotesca y sádica que sólo pensaba en torturar, Naruto no tenía nada en contra de su apariencia pero no le gustaba su actitud arrogante y déspota.

Pero el peor era Rizevim el abuelo de su rival, no se podía llamar nada más que escoria pero era fuerte y casi lo asesina fue el único que lo obligó a retirarse ya que sus trucos y mañas casi le cuestan la vida.

-Rose-Susurró Naruto mientras acariciaba las runas que en una borrachera con Thor y Odin se hizo, según casi inician la segunda guerra entre Asgardianos y Gigantes cuando Thor en encamo con la hija del Rey cuando está estaba casada.

Fueron los seis meses más movidos que Naruto pudo tener y todavía recordaba a su Valkiria llorona y tacaña.

A la mente de Naruto vino Ikaros, Serafall, Mitsuki y su hermana, hace años no las habían visto.

Tenía que hacerse fuerte, más fuerte que ninguno para poder tenerlas a salvó de cualquier mal, habían sujetos que dañarian a su gente preciosa solo para molestarle algo que no estaba dispuesto a permitir.

Serafall y Naruto se conocieron debido a que se toparon en Brasil, fue un choque accidental pero ninguno desprecio ese día.

Cuando Serafall tenía un mal día siempre tenía a Naruto quién le prestaba atención y le daba consejos.

PAM.

El hombre golpeó su espalda contra la tierra mientras lanzaba un suspiró cansado, lentamente cerró sus ojos mientras dejaba que el sueño le consumiera.

Dentro de la mente Naruto.

Naruto caminaba en su espacio mental con tranquilidad, el viento soplaba moviendo su cabello.

Truenos rugian y se veían nítidamente mientras nubes se perdían en el horizonte.

Naruto estaba caminando por la cumbre de una montaña, llegó al filo de la cumbre mientras sonreía.

Todavía recordaba cuando pudo ingresar a su paisaje mental, tuvo mucho trabajo que hacer ya que todo era fraccionado.

Ahora era su lugar ideal, cuando quería relajarse sólo se adentraba en el y oía el dulce rugir de los truenos.

"Así que has venido nuevamente"

Naruto observó para abajo a su izquierda donde la mujer de sus sueños.

La mujer vestía la misma ropa que la primer vez sólo que no llevaba la katana en su mano.

Naruto tenía su cabeza ligeramente inclinada para atrás con sus manos en su cintura.

Llevaba solamente un pantalón con cola de color blanco y una a botas metálicas de un blanco marfil.

-Vienes a decirme donde ir cuando es mentira tu ubicación-Habló Naruto con una sonrisa mientras la mujer sonreía.

-La paciencia es una virtud muy sabia Naruto-Habló la mujer descaradamente mientras que Naruto bufaba.

-Llevó siguiendote durante ocho años, al menos dame una pista verdadera-Habló Naruto en tono quejumbroso ya que estos años fueron sin duda un desperdicio.

-Ve a Japón, ahí estoy yo, has crecido lo suficiente ya-Habló la mujer mientras que Naruto abría sus ojos.

Nunca Sakuya había sido tan directa, siempre eran pistas y acertijos difíciles, pero ahora fue directa y concisa.

-¿Te aburriste del juego del gato y el ratón?-Habló Naruto mientras que Sakuya sonreía ante esas palabras.

-Simplemente es hora de hacer tu prueba, has visto el mundo como lo desee, hiciste amigos y tienes amadas la que esperan tu regreso, ahora si muertes te llevarás el pensamiento de tus adoradas mujeres llorando sobre tu tumba-Habló Sakuya en tono juguetonamente homicida.

La sonrisa de Naruto se congeló al lo esas palabras, ahora entendió todos estos años.

Naruto observó de manera seria Sakuya quien no se encogió ante su presencia.

-A que juego estas jugando Sakuya, esto cruza los límites-Habló Naruto dejando su faceta juguetona y viendo a la mujer mortalmente serio.

-Esto no es un juego master, ven a Japón ahí tengo tu prueba lista, recupera que si mueres tu querida y admirada Rose se quitará la vida, si no vienes iré por cada una de tus personas preciosas y les arrancare el corazón yo misma-Habló Sakuya con una sonrisa sanguinaria.

Flush.

La mujer se transformó en pétalos negros cuando una espada de luz intentó rebanarla por la mitad.

La montaña próxima se dividió como mantequilla ante el brutal ataque de Naruto quién no dudo.

Tenía que ir a Japón y detener a Sakuya por todos los medio, Sakuya debía ser detenida de inmediato.

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Fin del capítulo.

Sin más que decir se despide su amigo y pana del alma Escritor-san.

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