Olor

Ante todo me disculpo,
quiera Dios que no te ofenda,
no suena bien, reconozco,
pero me tienta decirte,
que hueles muy mal, prenda.

No te ofusques si te riño,
ni me digas que lo intentas.
No te lavas, se adivina,
mi nariz puede que mienta...

Y no se te ocurra decirme
que es ese tu olor de macho,
no hay más que ver sus caras
(de las féminas), ¡qué espanto!
Yo no sé si te das cuenta
cuando pasan por tu lado
que te esquivan sin maldad
sólo digo la verdad,
ya sé que no tiene encanto
pero si no se apartan, vomitan.

Permíteme este regalo
que con cariño te doy.
Si no lo hago, no puedo
soportar el mal olor.

Es muy suave y perfumado,
son pastillas de jabón.
Úsalo bien, sin cuidado,
te quitarán el costrón.
Corta las uñas de paso,
más que a un macho te asemejas
a un buitre leonado.

Empezarás por los pies,
frota bien entre los dedos.
Si no llegas a  la espalda,
yo te ayudo, si es que puedo.

Lava bien esos sobacos,
lava también la entrepierna,
lávalo todo, sin pena.
¡Lávalo todo, marrano!

Que si se acaba el jabón,
muy gustoso yo te ayudo,
entre todos recolecto
para darte un restregón;
que voluntarios no faltan
para pagarte una ducha.
Pronto será grande la hucha
y dinero habrá un montón.

Hoy te digo hueles mal
y resulta un desatino,
pues no hueles mal, lo corrijo:
es que hueles a podrido.

Yo te pido mil disculpas,
pero apestas un montón.
Sólo espero que comprendas,
que es más limpio el aire puro
y se respira mejor
cuando no estás a mi lado,
te lo digo con amor:

¡Lávate un poco, cabrón!

Me disculpo. Sé que esto no es precisamente un susurro, pero me salió del alma. Tuve que bajar la dosis de alegorías, pero de verdad que aquel tipo apestaba como si hubiese salido de un estercolero...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top