Atardece



En mis años distan los recuerdos,
viejo y cansado quedo.
Sonrió por cada latido, por cada sueño.
Añoro aquellos momentos.
Nací, viví y ahora muero,
viejo y cansado quedo.
Postrado en mi tumba de sábanas blancas, de flores frescas y de añoranzas,
al compás del metrónomo que marca el final,
con su "bip" constante,
su marcha incesante,
que anuncia el ocaso.
Mis ojos se cierran con vivos recuerdos.
Sonrío, ya está todo hecho.
Ahí os dejo, hijos míos,
en el atardecer de mis recuerdos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top