El problema comenzó desde que estaba en secundaria, y dejó que avanzará de poco a poco. Sin razón, sin escrúpulos y sin tiempo.

Se trataba de algo muy común para esa edad, todo adolescente sufre por ello de una manera diferente y oscura que empeora cada día si la dejas continuar, para el eso era como un sentimiento y tal vez lo era.

Su inseguridad constantemente estaba presente y la cobardía cada noche aumentaba. Unas palabras constantemente resuenan en su cabeza como un viejo disco que no puede quitar, es una rutina de a diario que lo destroza pero lo deja vivir

Ahora se vuelve a repetir, sabe que ya es muy tarde. No hay ruidos que venga de alguna habitación de al lado, entonces podía comenzar nuevamente con eso, nadie podría escuchar sus palabras en su dormitorio. Eso que cada noche es constante como una especie de droga que no puede dejar.

  — Aún no puedo entender que haga siempre esto, hablar a esta hora como si alguien me escuchará. Es decir las personas normales duermen a las dos de la mañana no sé la pasan confesando como es que se sintieron el día anterior pero al parecer soy el único que hace este tipo de cosas— comenzó a hablar el chico del Quirk de endurecimiento de la clase 1-a.

Se quedó mirando el techo como si fuera lo más interesante en ese momento.

—El día de ayer creí que todo iba a ser "normal" pero no lo fue, Uraraka se le confesó a Midoriya pero este la rechazó— nuevamente las palabras salieron—. ¿Todo será diferente ahora entre ellos dos? Es decir ¿no se sentirán raros?, eran grandes amigos y bueno ahora habrá una cierta incomodidad cuando estén juntos.

Nuevamente silencio.

— Eso me a puesto a pensar en algo que ayer también descubrí o siento que ocurrirá. ¿Que pasaría si yo me enamoraría de uno de mis mejores amigos?, Sería muy incómodo si veo a los ojos a Bakugou, a Mina, a Sero o Denki cuando alguno de estos me rechazo— soltó un suspiro— . Me dolería saber que esa persona nunca me amaría y únicamente me conformaría en verlo feliz.

Por alguna razón le dolió el corazón al imaginar que tal vez nadie podría corresponder a sus sentimientos.

Kirishima nuevamente es arrancado de este mundo y el reloj sigue marcando la hora, nuevamente empieza a maldecir su vida en silencio, no es la primera vez que muerde su manta para contener esas enormes ganas de llorar, no es la primera vez que quiere gritar por lo que está sintiendo.
Odia sentirse así, quiere a alguien que lo abrace en esos momentos y le dijera al oído «Esta bien, no pasa nada ya estoy aquí contigo y no te dejaré solo».

— Es tonto lo sé, pero duele por alguna razón. Siento que no habrá alguien que me quiera tal y como soy, no soy lo suficientemente bueno para alguien — lágrimas comienzan a escapar de sus ojos, a roto la promesa de no llorar cuando comienza a habla—. Tengo miedo de estar solo.

Se siente aún más patético, las palabras van y vienen pero él sabe de nada cambiará porque él quiere hechos y no palabras.

— A simple vista no luzco como alguien interesante, por dios están Todoroki, Denki y Bakugou que son sumamente geniales. A ellos no les costaría tener a alguien en cambio yo soy feo, no tengo un Quirk interesante y demasiado tonto, mis calificaciones son un asco así que nadie quisiera un tonto como pareja.

La verdad duele, ¡Por supuesto que duele!. Y eso no cambia aunque el trate de engañarse así mismo diciendo lo que podría ser alguna de sus cualidades.

—Siempre estaré para ti aunque no tenga idea el dónde estás— finalizó Kirishima cerrando sus ojos.

En unas horas tenía clases nuevamente y no podía darse el lujo de llegar tarde por haberse quedado dormido.
Se durmió profundamente sin saber que su compañero de al lado había escuchado completamente todo.

Creyó que solo había sido su imaginación el haber escuchado a alguien hablar pero no lo había sido. La voz de Kirishima se había hecho presente y el solo voto por quedarse callado y escuchar todo, jamás había imaginado que alguien como Kirishima fuera así.

— Kirishima ya entiendo porque siempre sonríes, es porque así te ahorras explicaciones— susurro Bakugou mirando la pared.

Ni el sabía porque había sido el quien escuchará a Kirishima pero de alguna manera le agradó escuchar lo confesar como se sentía.